¡Mi primer Fic! Y como no soy buena dejando notas, sin más, ¡disfruten!

Todos en el salón guardaron silencio en cuanto Rivaille hizo su aparición, era la última clase del día y ya querían salir de allí y disfrutar del fin de semana. Eren se encorvó en su asiento, ubicado convenientemente cerca del escritorio, esa clase siempre lo alteraba, de no ser porque Mikasa lo obligaba a asistir ya lo hubieran expulsado, aun así esa hora siempre era algo incomoda, teniendo que mirar a Rivaille explicar la clase, Rivaille diciéndole que no hablara con Armin o Jean y que pusiera atención, ¡maldita sea, parecía que sólo estaba atento a él!
-Jaegar, siéntate derecho –le dijo al pasar a su lado, Eren se estiró, mientras el otro lo seguía con una mirada asesina. Eren tembló.
"¡¿Qué tiene en contra de mí, Heichou?!" Pensó.

El resto de la clase Eren se la pasó llamando la atención de Rivaille, casi sin querer, pues intentaba poner de verdad atención a la clase, pero Jean molestaba a Armin, él intentaba defenderlo pero Mikasa intervenía, sin embargo Rivaille no dijo nada, siguió con la clase de francés como si todo estuviera en orden. Eren era un idiota, en su opinión, pero al fin estaba haciendo algo para llamar su atención, ¿qué querría el mocoso? Ya lo castigaría más tarde… La razón de que no le hubiera llamado la atención era que lo hacía distraerse un poco de los temas y de sus pensamientos sobre Erwin, el director, que seguía rogándole para que saliera con él; empero la última vez se había pasado de la raya: lo había tomado de la cintura y lo había acercado a él para estampar un brutal beso, Rivaille lo había apartado, asqueado, luego le había dicho:
-Eres un idiota si enserio crees que saldré contigo, ¡ya supéralo!
-Vaya, siempre haciéndote el difícil, otra de las cosas que me gustan de ti –le decía mientras lo tomaba de nuevo y desabrochaba los botones de su camisa.
Rivaille lo golpeó en la entrepierna y Erwin se retorció mientras caía al suelo, Rivaille se apartó pero Erwin fue más rápido y alcanzó su tobillo, tirándolo en el suelo. "Mierda…" Había pensado Rivaille intentando escapar de la mano de Erwin que comenzaba a subir, tocando sus piernas, intentando desabrochar el cinturón. Rivaille miraba hacia otro lado, tratando de ignorar la presencia de Erwin encima de él. El tipo tenía sus manos fuertemente controladas, podría tomar a Rivaille allí, pero decidió que tenía que someterlo más, quería llegar al punto de que él lo deseara, así que sólo rodó su lengua por su cuello, pasando por su yugular, y al final le susurró al oído: "Tú serás mío". Rivaille volvió a maldecirlo.

El timbre sonó al fin y todos se levantaron impacientes, amontonándose en la puerta para salir, afuera la tarde caía, con algo de calor. Rivaille acomodaba algunos papeles en su escritorio, Eren se sentía aliviado de que no le hubiera llamado la atención, después de todo, en la clase todo mundo había estado distraído, hasta el mismo Rivaille, y un centímetro antes de que pusiera un pie fuera del salón Rivaille le dijo:
- Jaegar, estás castigado, limpia el salón, las butacas, las ventanas y acomoda los libros.
Eren hizo a un lado la mochila, Armin y Mikasa sólo cruzaron los brazos, y esta última dijo:
- Levi-sensei, esto no es justo, no sólo él estaba distraído en la clase
- No, Mikasa, ya he tenido suficientes problemas, no me hará daño el castigo –dijo Eren.
- Como lo veo, no hay problema –agregó Levi, tomando su maletín, dirigiéndose a Mikasa y Armin, se giró hacia Eren:- Regresaré en un rato, hasta entonces allá está el armario de limpieza, no te olvides de revisar debajo de las butacas. Piensa en tu comportamiento.
Y salió del salón, hacia la sala de maestros, donde desafortunadamente tenía asuntos pendientes con Hanji y Erwin. Tan pronto como estuvo lejos Mikasa entró en el salón, Armin sólo se quedó parado en el marco de la puerta.
- Te ayudaré –le dijo a Eren tomando una escoba del armario de limpieza
- No, si lo haces Levi-sensei me hará repetir todo el trabajo, gracias pero no. Váyanse
- Uff… Pues qué se le va a hacer, suerte
- Nos vemos luego, Eren –dijo Armin.
Los dos chicos se marcharon y Eren se quedó solo en el aula. Levi-sensei no lucía igual que siempre, y no le había encargado restregar el suelo ni nada extremo limpio, al contrario de pensar en su conducta pensó en él, en Rivaille y sus muchas facetas, siempre odiado por todos los alumnos, criticado por su estatura y su forma de ser, por un momento Eren imaginó que dentro de todo eso, dentro del duro, frío y violento Levi-sensei había un tipo adorable. "Me gustaría conocerlo" Pensó mientras seguía limpiando. Examinando cada imagen mental que tenía de él, no notó que en cierta forma que la actitud del tipo le atraía, pero él sólo lo identificó como un extraño aprecio y respeto. Aunque no sólo su actitud era seductora, también lo eran sus miradas, sus gestos indiferentes…
Y así pasó casi dos horas.

Rivaille se dirigió a la sala de maestros sin mucho ánimo, giró la perilla con el acostumbrado pañuelo y se encontró en una cómoda estancia con sillones, dos mesas para almorzar y varios aditamentos para café. Hanji fue la primera que lo saludo:
- Hola, enano, llegas tarde
- Hola, cuatrojos, estaba ocupado

Y un segundo después entró Erwin, y pasó su brazo por encima del cuello de Rivaille, que trató de apartarlo pero el más alto le picó una costilla.
- No te vi hoy en el almuerzo, ¿dónde estabas? –le dijo, acariciando su cabello con la otra mano, y tomando su barbilla dirigiéndola a sus labios.
- ¡¿Pero qué pasa aquí?! ¿Por qué no me habían dicho que por fin estaban saliendo? –dijo Hanji es tono alegre desde su lugar en un sofá cercano, deleitándose con la escena
- Porque no lo estamos –respondió Rivaille en tono serio, apartándose de Erwin y sentándose lejos de Hanji en un sillón para dos.
- No le hagas caso, está enojado conmigo, pero ya se le pasará –añadió Erwin sentándose al lado de Rivaille.
- ¡Hacen una pareja tan linda! –dijo Hanji, haciendo que Rivaille rechinara los dientes. Oh, sí, esa sería una larga tarde…

-No me respondiste –le dijo Erwin a Rivaille cuando habían terminado con el trabajo, Hanji ya se había marchado y estaban los dos "solos" en toda la escuela.
- No tengo porque darte explicaciones –respondió Rivaille, tomando su maletín y yendo en dirección a la puerta, Erwin alcanzó a tomarlo de la mano.
- Me encanta cuando te sientes tan independiente –le dijo mientras se acerba a él por atrás y pasaba su mano por el cuello de Rivaille, él la apartó de un manotazo y salió de la sala.
Erwin sonrió, Rivaille era tan frío a veces, pero para él ese frío no era como el de un día nevado, era de esos que calan hasta los huesos, que hacen que busques más abrigos, y si Rivaille era tan frío, Erwin quería ser su abrigo.

• • • •

Rivaille caminó rápidamente hasta su aula, ya estaba harto con Erwin y sus incontables formas de provocarlo, pero no le iba a dar el gusto, pues él saborearía cada una de unas facetas atacándolo para descubrir más y más hasta que lo conociera completamente, conociendo sus reacciones sería más sencillo acercarse a atacar.

Al llegar al salón se encontró con un Eren sentado en el suelo, recargado en la pared, dormido. "Mocoso holgazán" Pensó mientras inspeccionaba el lugar, cuidando que estuviera perfectamente limpio. Y por suerte lo estaba, el muchacho había hecho un buen trabajo. El pobre muchacho había limpiado todo el salón, las ventanas, el escritorio, ordenado los libros en orden alfabético, etcétera, etcétera. Al terminar sólo se tiró al suelo cerca de la puerta, y se abandonó a descansar un rato.

Se sentó en una butaca enfrente de él, observándolo más cuidadosamente que con el lugar, Eren estaba con la camiseta del uniforme algo arrugada, la corbata algo floja, los cabellos cafés desordenados y las manos extendidas en el suelo, respiraba tranquilamente, parecía inofensivo de esa manera, e incluso le pareció algo tierno a Rivaille. Acercó lentamente su mano, tocando delicadamente los cabellos, bajando hasta su cuello. Luego la apartó rápidamente.
Eren había despertado. El de ojos verdes se sorprendió al ver al sensei, un leve sonrojo recorrió sus mejillas al momento que se levantaba torpemente, maquinando cómo se había quedado dormido y que Levi-sensei estuviera tan cerca, en eso su pie se tropezó con el palo de una escoba tirada a su lado, cayendo encima de Rivaille, que alcanzó a detenerlos antes de que terminaran en el suelo. No notando que los labios del menor iban en su dirección, donde se estamparon allí por inercia… Todo había pasado tan rápido que ninguno de los dos dijo nada cuando se apartaron del otro.
Pues de alguna u otra forma a Eren le recorrió un escalofrío ante tal tacto y otra de esas bombas que había sentido durante toda la tarde, mientras que a Rivaille le dio lo mismo, incluso pensó que este chico idiota lo había planeado para… ¿Para qué? ¿Acaso este muchacho sentía algo hacia él? Sin embargo no podía ignorar la idea de que había sentido "algo"…
El de ojos verdes escondió la mirada mientras intentaba ponerse de pie, tenía los brazos alrededor del cuello de Levi y las piernas estaban extrañamente apoyadas en el suelo, esas extrañas sensaciones lo recorrían de manera más fuerte en cada rose, y que Levi-sensei no dijera nada sólo lo emocionaba más, ese pecho era bastante cómodo… Recordó lo que había estado pensando acerca del sensei… Rivaille tomó su barbilla antes de que Eren dijera nada, haciendo que cruzaran sus miradas.
- Eres torpe, ten más cuidado la próxima vez –le dijo en tono serio y seco
- Lo lamento, ¿ya p-puedo marcharme? –respondió apenas
Tenía todos los vellos de los brazos estirados y respiraba apenas, temiendo que eso molestara a Rivaille y lo apartara de un golpe. Se enfocó en sus ojos grises, lo suficientemente misteriosos para no despegarse de ellos. Rivaille movió la cabeza a un lado, como pensando y respondió:
- Primero quítate de encima, estrujas con mucha fuerza.
Eren miró su posición: abrazando fuertemente a Rivaille, con el rostro a la altura del pecho de él y las piernas desparramadas en el suelo, entonces se sonrojó, mientras intentaba enderezarse, se le hizo raro que Levi-sensei no le hubiera pateado ya.
- Lo lamento… -decía intentando apartarse, pero ahora había algo más que lo retenía de esa forma, cuando el de ojos verdes lo notó se sonrojó aún más: Levi-sensei había correspondido a su abrazo. Bueno, Eren pensó eso pero en realidad el otro sólo intentaba liberarse, de allí que hubiera puesto los brazos encima de él.

- Levi-sensei… -fue lo único que alcanzó decir el de ojos verdes, abrazándolo con más fuerza
- Deja de restregárteme como un perro… -respondió Rivaille, intentando ignorar el huracán de emociones por dentro.
- Lo haré si usted me dice por qué me odia –dijo Eren, acomodándose mejor en su pecho
- Oh, claro… ¿Estás enojado conmigo, Eren? Debe ser porque no paro de regañarte en clase, ¿o es por hacerte limpiar?
- ¡N-no! ¡Claro que no! Yo soy el que no debería interrumpir la clase, con mis tonterías… Es decir, sé que soy algo molesto para usted porque no paró de interrumpir y eso, pero pienso que…
- ¿Qué? Suéltalo –le exigió Levi
- E-es sólo que lo admiro demasiado… -respondió el menor escondiendo un sonrojo.
- Deja de alagarme y quítate de encima antes de que te golpee –fue lo único que respondió, sin mirarlo, pues también escondía un pequeño sonrojo.
- ¿Puedo preguntarle algo más?
- ¿Ahora qué?
- Qué pasaría si le dijera que siento… mmm… "algo"… hacia usted -¡Lo había dicho! Al menos tenía que saber qué habría ocurrido.
- Eren… no te odio, si es lo que quieres saber
- ¿Entonces…? –le dijo mirándolo con ternura, frotando un poco sus cabellos en su pecho

De nuevo Rivaille lo tomó de la barbilla, aunque esta vez estampo un cálido beso, que hizo que Eren terminará tan rojo como una cereza, cuando el de ojos grises se apartó él no tenía palabras. De repente Levi-sensei parecía más apuesto, más atrevido y más deseable para él… MÁS de lo que había imaginado últimamente.

Entonces una voz rompió los pensamientos de Eren, hizo que Rivaille lo tirara al suelo, justo al lugar donde este había estado dormido, y este se colocara a su vez enfrente de él, dejándole como vista al de ojos verdes el trasero del sensei, bastante entretenido de hecho.

- ¿Qué haces aquí? ¿Esperas que te lleve a casa? –dijo Erwin desde el marco de la puerta

Eren reaccionó un segundo después, Levi-sensei definitivamente no quería salir con el director Erwin –obviamente existía el rumor de que ambos salían, pero no fue hasta esa tarde que lo confirmó de la peor manera-.

¿Qué opinan? ¿Quieren continuación? ^^
Los agradeceré si me dejan un lindo review con su opinión, ¡gracias por leer!