Título: Ciel with a Chance of Eyeballs
Género: Humor/Parodia.
Sinopsis: A Alois se le ocurre la gran idea de sacarle un ojo a Ciel. Oh espera. Eso lo dejaría ciego. O al menos casi. Whoops.
Disclaimer: Ni Alois, ni Ciel o la cuchara de plata incrustada en su cuenca ocular me pertenecen; todos son de Yana Toboso. La historia original es de Rightside Reflection, yo solo la traduzco al español.
Warnings: Nada muy serio.. Algunas maldiciones por parte de Ciel y palabras similares en capítulos posteriores pero creo que están bien justificadas. Oh, y en palabras de la autora "ESTO ES CRACK SIN SENTIDO" pero según yo, divertido(:
Hoy fue un día muy diferente a los otros. Por una vez, los sirvientes de la mansión Trancy estaban excepcionalmente ocupados. Sirvientas corrían alrededor tratando de prepararse para la visita de Ciel Phantomhive. Los trillizos estaban trabajando duro para llevar a cabo las decoraciones de la mesa. Hannah estaba limpiando diligentemente la barandilla de la escalera. Claude estaba preparando el almuerzo en la cocina, junto con otros dos cocineros-empleados nuevos contratados para la ocasión.
Alois Trancy estaba, como era de esperarse, en su habitación. Sentado en la cama. Mirando a través de la ventana, pensando en alguna manera de hacer tropezar a Ciel Phantomhive mientras entraba o en el mejor método para dejar caer sobre él un objeto pesado o en que poner en su comida.
Hoy, toda la conmoción había despertado a Alois un poco temprano -7 A.M. en vez de a las 8 A.M.- y él no era un madrugador feliz. O señor feliz. O niño feliz. O posible psicópata con alguna especie de fijación con los globos oculares feliz. Lo que sea. El punto era que, Alois no estaba feliz. Hoy, no se conformaría con solo envenenar a Ciel Phantomhive. Eso no era suficiente castigo para cualquiera que despertara a Alois Trancy muy temprano en la mañana. No, Ciel Phantomhive iba a ser castigado de manera diferente.
Alois había estado pensando en algo que hacer con cuchillos y un montón de objetos afilados y posiblemente una dramática escena en donde se rompiera una ventana. O tal vez algo con un puente del cual Ciel fuera lanzado en cámara lenta, para luego ahogarse en las profundidades de las aguas bajo él. Pero eso requeriría mucha planeación. Y Alois no tenía suficiente tiempo para idear diferentes maneras de forzar a Ciel a caerse de un puente.
Pero pensándolo mejor, matar al Conde Phantomhive probablemente no era la mejor idea. Eso ocasionaría trámites. Y Alois odiaba los trámites casi tanto como odiaba levantarse temprano.
Tal vez podría romperle una pierna de Ciel.. o un brazo. O ambos. Pero eso no sería suficiente, ¿verdad? Los huesos rotos sanarían. Esto estaba demostrando ser una difícil problemática.. tal vez si le arrancaba su-
Hubo un tentativo toque en la puerta, y una melena de cabello plateado fue visible a través de la abertura. Y entonces Hannah, un tanto golpeada y con el típico vendaje en su rostro apareció.
Alois se volteó para mirarla de manera cruel.
–U-um- Claude pidió que le trajera estas ropas ya que el está ocupado cocinando.. dijo que debería vestirse inmediatamente, puesto que el Conde Phantomhive llegará pron—La explicación de Hannah fue interrumpida por un alto y ligeramente maníaco grito proveniente de su amo.
–¡ESO ES!– Alois brincó para ponerse de pie, corrió hacia la puerta, la abrió con brusquedad, y sin demora pateó a Hannah fuera de su camino, corriendo escaleras abajo usando solo su muy femenina bata de dormir.
Hannah levantó una ceja.
–Amo, envié ropa a su habitación para usted, realmente debería estar vestido y—Dijo Claude Faustus reprendiéndolo, dándole la espalda a una olla hirviendo mientras Alois empujaba con fuerza la puerta de la cocina ocasionando un muy sonoro bang.
–¡Claude! Claude Claude Claude Claude Claude Clau-
El muy mencionado mayordomo soltó un largo suspiro. –Me disculpo por interrumpirlo amo, pero realmente debo preparar todo para el Conde Phantomhi-
–VOY A ARRANCARLE EL OJO, CLAUDE.
Hubo una pausa.
Claude enderezó sus gafas. –..Discúlpeme, amo, pero-
Alois le dio su sonrisa de prometo-que habrá-montones-y-montones-de-violencia y susurró con complicidad, –Voy a arrancarle el ojo a Ciel Phantomhive. Me refiero al que no está cubierto con el parche. Probablemente el otro ya no existe. O es asqueroso. No quiero tocar ese en particular. Pero en fin, ¿no es un gran plan, Claude?
–Discúlpeme de nuevo, amo, pero.. ¿Por qué?
Alois lucía ofendido. –¿Por qué qué?
–¿Por qué desea "arrancar" el globo ocular del Conde Phantomhive?
Alois puso sus azules ojos en blanco como si Claude fuera el creyón más tonto de la caja. –Porque me levantó temprano.
Claude parecía pensar que estaba entrando en aguas peligrosas, porque se encontraba hablando con lentitud y cuidado, como si Alois tuviera tres años de edad. –El Conde Phantomhive no estaba en la mansión esta mañan-
–¡Eso lo sé, Claude!– Interrumpió Alois. –Pero el viene ¿no? Y por eso es que hiciste todo ese escándalo y me despertaste esta mañana. Y ya que no puedo matar o mutilar a todos ustedes en un día, decidí culpar a Ciel Phantomhive, ya que él es la razón de que anduvieras haciendo ruido, ¿o me equivo- Claude, ¿por qué te vas? ¿Claude? ¿Claude? ¡CLAUDE, VUELVE AQUÍ!
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Un estornudo hizo eco en el carruaje. –¿Está enfermo, joven amo?– Preguntó Sebastián, dándole un pañuelo.
Ciel lo miró. –No. Debo ser alérgico a algo. ¿Dejaste que tu felino se montara sobre ti esta mañana?– Ciel pronunció la palabra "felino" como si se refiriera a "los gusanos que se meten dentro de los ojos de los cadáveres y se comen lo de adentro"
–No, joven amo. No visité a la señorita Ci. Elle está mañana.
–¿Perdon?
–El "felino" del que hablaba, joven amo.
–Sí, pero acabas de decir que lo nombraste-
Sebastián se dio vuelta de repente y señaló a través de la ventana. –Mire, joven amo, nos aproximamos a la mansión Trancy. ¿Está preparado?
Ciel levantó una ceja. –¿Preparado para qué?
–¡Para conocer al Lord Trancy, por supuesto!– Sebastián sonrió. –Oí que puede ser bastante peligroso para quienes se cruzan en su camino, y de acuerdo a los papeles, usted lo llamó un afeminado cabeza de aire que no tenía sentido de nada además de sentarse todo el día.
–Sí, y los papeles también dicen que fue abducido por hadas. ¿Cuándo daño puede hacer realmente?– Ciel volteó los ojos (si, incluso el que está cubierto por el parche)
Sebastián se encogió de hombros. –¿Qué tal si tiene un demonio mayordomo? Un malvado demonio mayordomo. ¡Incluso más poderoso que yo!– Sebastián estaba sonriendo ahora, y la mirada en el rostro de Ciel se estaba volviendo más y más pronunciada. –Uno que puede empuñar cuchillos ¡e incluso usar las cucharas como arma! ¡Uno que puedo cocinar bebés sin pestañear! Uno que-
–Hazme un favor y cállate. Ahora. Y si, eso fue una orden.
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No estoy seguro si quiero ensuciarme las manos.. ¿Crees que una cuchara podría sacar un globo ocular apropiadamente Claude? ¿Una grande?
–Me temo que no conozco los mejores métodos para la extracción de ojos, amo.
Alois hizo un puchero y cruzó sus brazos. –Pero eres un demonio– chilló. –¡Deberías saber acerca de estas cosas! Tal vez de verdad fui abducido por hadas
Claude suspiró y empujo sus gafas más arriba del puente de su nariz, un signo seguro de que estaba molesto. –Por favor contrólese, amo. El Conde Phantomhive estará aquí pronto.– Replicó el mayordomo.
Alois intentó darle su mejor mirada de acero, pero Claude no le dio ni un vistazo. –Bien. Como sea.– Resopló, y se volteó hacia la puerta expectante, haciendo ruido con su pie, con sus brazos aún firmemente cruzados.
Varios minutos pasaron en silencio.
Nadie apareció en la puerta.
–Claude, estoy aburrido.
Se escucho el muy distinguido sonido de afilados dientes apretándose.
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–Sebastián, ¿Crees que tengan pastel?
–…
–Verás, estoy algo hambriento. ¿Lo crees?
–…
–Sebastián, respóndeme.
–Oh, ¿se me está permitido hablar de nuevo, joven amo?
–Muy ingenioso, Sebastián. Ahora, acerca del pastel-
–Su gusto por los dulces es realmente un terrible hábito, joven amo.– Suspiró Sebastián. –Y siendo franco, no tengo idea acerca de si habrá pastel o ausencia de este. Ahora, si es tan amable- hemos llegado.
Ciel resopló, pero salió rápidamente del carruaje apenas Sebastián bajó los escalones y abrió la puerta (lo cual solo tomó como tres segundos). –Pero Sebastián, tengo hambre.
–Estoy seguro de que habrá preparado una comida para usted. No es siquiera medio día aún, joven amo.– Apuntó Sebastián.
–Independientemente de eso, aún estoy hambriento.– Lo calló Ciel, adelantándose a su mayordomo, a través de las grandes puertas de madera.
Sebastián se abstuvo de rodar sus ojos. –Perdone mi rudeza, pero no voy a continuar con esta conversación, joven amo.– Dijo, tomando la aldaba de bronce.
La puerta se abrió a antes de que tuviera la oportunidad de tocar, y un montón de amarillo y azul corrió y enrolló sus brazos alrededor de Ciel.
–CIEL, ¡ESTOY TAN FELIZ DE QUE ESTÉS AQUÍ!
El chico de cabello azul dio varios pasos hacia atrás, solo para encontrar un rubio ojiazul firmemente sujetado a él con sus extremidades. –Um.. ¿Lord Trancy?
–No seas tonto, ¡soy Alois!– Chillo el mayor. –All-o-iiiis. Dilo conmigo.
Ciel levantó una ceja. –¿Alois?
–¡Buen Chico!– Alois dio suaves palmadas en la cabeza del chico, como si de una mascota se tratara. –Ahora, ¿qué tal se entras, y yo te saco ese adorable o-Quiero decir, comemos algo de pastel?– El rubio batió sus pestañas y sonrió brillantemente.
Solo en un apocalipsis inminente el privado-de-azúcar Ciel Phantomhive rechazaría la oportunidad de comer pastel.
Alois decidió que una cuchara sería el instrumento perfecto para la extracción del ojo.
–Okay, Claude, este es el plan-Claude, deja de pretender que no escuchas, yo sé que me oyes-te vas a asegurar de que Sebastián esté ocupado; prueba apuñalarlo o algo por el estilo, no me importa, francamente, y entonces yo voy por el ojo. Asegúrate de darme al menos 10 minutos- recuerda cuanto tardé con Hannah-
–No creo que eso sería apropiado-
–¿Preferirías que arranque el ojo de alguien más en su lugar?– Preguntó Alois dulcemente.
Silencio.
–Bien. Cinco minutos, ¿entendido? Pusiste las hierbas en el pastel ¿cierto?
Claude suspiró. –Puse las hierbas que me dio, si. ¿Está seguro de que esto es-
–Por supuesto, Claude. Ahora, ve a hacer tu trabajo. ¡Shoo, shoo!
Ciel estaba disfrutando su pastel inmensamente. –Sebastián, ¿por qué tu pastel no es así de bueno? Creo que este glaseado tiene algo especial, me refiero a que, es realmente.. grandioso. Y también hay algo en la textura del pastel. Algo suave, y muy, muy, muy—El monólogo de Ciel se cortó, mientras chocaba su rostro contra el postre.
Desafortunadamente, Sebastián estaba ocupado con Claude tratando de alcanzarlo a través de varios objetos filosos fuera de la mansión, así que no había nadie que detuviera al rostro de Ciel de encontrarse con el glaseado rosa.
Con una risa de deleite, Alois salió de su inteligente escondite detrás de la puerta, cuchara en mano, y una malvada sonrisa iluminando su rostro.
N/T: Ajá.. Esta es mi manera de "celebrar" que finalmente estoy a un capítulo de terminar Monoshitsuji (Me obligué a ver solo uno por semana. Sí, soy rara). Aunque en realidad el 70% de los capítulos me han hecho partirme como una galleta mojada.. Pero eso es otra cosa..
Eeen fin.. El punto es que Alois no me cae TAN mal en comparación con Claude y Hannah.. Así que quise hacer un fic crack (a modo de contrarrestar tanto drama del anime) de él y Ciel..
Oh..Y en cuanto al título.. Lo dejé en ingles porque es una especie de chiste que si se traduce no tiene sentido ._. Y no me atreví a cambiarlo.. Si alguien sabe como traducirlo y que suene bien.. Porfa que me avise D:
Luego subo el próximo capítulo(:
