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Disclaimer: Nada del Potterverso me pertenece.

Este fic ha sido creado para el "Amigo Invisible 2013-14" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".

Regalo para Sorita Wolfgirl.

Su petición era la siguiente:

«Un Drarry con los chicos ya adultos, trabajando y tal. A ser posible que Draco trabaje en algo relacionado con el arte (galerista, comisario... como si es arqueólogo estilo Indiana Jones), puede ser el inicio de la relación, un momento cualquiera de ella o incluso la ruptura. Temática, rated y género libre siempre y cuando no sea de un romántico empalagoso.»

He intentado, más o menos, mantener la petición que pediste y no sé si lo habré conseguido, así que espero que sea de tu agrado.

Advertencia: contiene lemon. Si sigues leyendo será bajo tu responsabilidad.


La cueva


Capítulo I

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Devon, Inglaterra. Diciembre de 2019.

La mañana estaba siendo cálida a pesar de estar a las puertas del invierno. Harry se despertó, tanteó en la mesita de noche y tomó entre sus manos sus redondas e inseparables gafas. Ginny no estaba en su lado de la cama, lo que suponía que estaría ya en la cocina, probablemente preparando el desayuno. Harry se desperezó en la cama, salió de ella y salió del dormitorio mientras se anudaba el batón de estar por casa.

Llegó hasta la cocina, donde se encontraba Ginny delante del fogón, preparando el plato preferido de Harry para desayunar. Él se acercó a ella por detrás y la abrazó, mientras le depositó un suave beso en el cuello y ella sonrió. Harry se sentó en la mesa mirando el reloj que había en la pared. Apenas eran poco más de las siete de la mañana. Frunció el ceño y miró a su esposa con recelo.

—Sólo son las siete y diez. ¿Cómo es que estás preparándolo todo si hasta las ocho y media no entras a trabajar?

—Hoy tengo una entrevista en Hampshire y he de estar allí a las ocho menos cuarto.

—¿Y eso?

—Pues porque el entrenamiento del Puddlemere United empieza a las ocho y mi jefe quiere que entreviste al nuevo capitán del equipo.

—¡Oh, bien! Por cierto...

Sin embargo, Harry no pudo terminar la frase, ya que una nube de humo verde brillante proveniente de la chimenea de la cocina los interrumpió de repente. Por ella salió Ron, que asomó la cabeza para comprobar que estaban los dos disponibles. O, más bien, presentables, ya que en más de una ocasión los ha pillado en situaciones de lo más embarazosas.

Al ver a la pareja sentados en la mesa, salió por completo de la chimenea, todo lleno de hollín. Se sacudió el polvo de la túnica y se sentó junto a su hermana mientras cogía una de las tortitas.

—¿Es que no has desayunado? —le espetó Ginny.

—Sí, pero ya sabes que Hermione no cocina muy bien y...

—¿A estas alturas aún no se lo has dicho?

—Ginny. Estamos hablando de Hermione. Decirle que es mala en algo sería como sentenciarla a muerte.

—Por no decir que quien se lo diga corre el riesgo de morir fulminado —intervino Harry entre risas.

—Sois unos exagerados los dos, ¿lo sabíais? —se enfurruñó Ginny—Veo que tendré que ser yo quien se lo comente. Y comprobaréis que no es para tanto.

Ron palideció y miró a Harry, poniéndole una mano en un hombro.

—Te doy mi más sincero pésame, hermano.

Ginny se levantó de su asiento y le dio un cogotazo a su hermano.

—Creo que no estás aquí para hablar de temas culinarios, me temo yo.

—¡Ups! Casi se me olvida —contestó el pelirrojo acariciándose la zona dolorida mientras sacaba un papel de su túnica y se lo entregó a Harry—. Me ha llegado esto esta mañana. Es sobre el caso que llevamos meses entre manos.

—¿Sobre Sherwood? —preguntó mientras ojeaba el papel por encina—¿Qué ha hecho esta vez?

—Se cree que está ahora por el Norte de Irlanda.

—Caray, pues sí que está yendo lejos. A este paso acabará en otro país.

—O, lo que es peor, a otro continente.

—¿Y cómo es que está ahora en Irlanda?

—Varios testigos afirman haberle visto por esos lares.

—¿Qué es esto? ¿Una lista de gente que le conoce o qué?

—Es una lista de toda la gente que ha tratado con él, que le conoce o que puede saber su paradero. Cualquier cosa nos servirá para poder atraparlo.

—Malfoy...—Harry arrugó la frente, sorprendido —¿De qué le conocerá?

—Recuerda que su padre fue mortífago. No nos extraña nada, la verdad.

—Pero de eso hace mucho y dudo que sepa nada de su existencia.

—Lo que sea, está en la lista y habrá que preguntar.

—Pues será mejor que nos pongamos en marcha cuanto antes, ¿no?

—Me temo que es por eso por lo que he venido a entregarte la lista en persona —comentó Ron, torciendo el gesto—. Yo tengo que hacer unas cuantas gestiones en el Ministerio y no podré demorarlo más.

—¿Y tiene que ser justo hoy? Sabes que esto es más importante que cualquier otra cosa, Ron.

—No, no puedo aplazarlo más —Ron bajó la mirada, palideciendo.

—¿Ocurre algo? —preguntó Harry, preocupado.

—No, tranquilo —contestó con una falsa sonrisa—. Sobreviviré.

—Está bien. Si quieres espero a que acabes y...

—No, mejor que no.

—¿Seguro?

—Sí, seguro —se acercó a su amigo, cogió el papel que le había entregado y, echándole un vistazo, lo rompió por la mitad—. Yo me quedo con esta parte de la lista. Así no haces todo el trabajo tú solo.

—Como quieras —asintió Harry guardándose el trozo de pergamino restante—. Nos vemos más tarde.

—O mañana —se despidió el pelirrojo con una risa nerviosa.


Continuará...


NDA: Y hasta aquí el capítulo de hoy. Sí, sé que es demasiado corto, pero no soy de hacerlos muy largos. Prometo que el siguiente será más largo.

¿Reviews?

Un saludo muy grande a todos los que me leáis.

~Miss Lefroy Black~


Agradecimiento especial para Graystone (aka Mai Lof), por estar siempre ahí y apoyarme a seguir adelante con este fic. Si no llega a ser por ti, hubiese tenido que tirar la toalla hace mucho tiempo. Gracias por ser como eres y no cambies nunca. :)