Regular show.

Un fracaso más, y la puerta de la muerte.

Capítulo I

Mordecai se encontraba recogiendo la basura del after party que habían tenido él y Rigby. Habían llegado muchas personas, y el ambiente estaba a todo dar. Benson y Papaleta no se encontraban en la ciudad, por lo tanto lo tomaron como una oportunidad para hacer la reunión. Musculoso, miraba al pobre de Mordecai trabajando bajo el sol, y se acercó para molestarlo.

-Oye, Mordecai...

-¿Qué pasa, Musculoso?

-¿Sabes quién podría ayudarte a recoger esta basura? ¡Mi mami!

-Nunca he entendido esa broma, pero por lo menos podrías ayudarme a limpiar.-Contesta el arrendajo un tanto molesto.

-Claro que no, esa fiesta fue idea de ustedes, y cuando Benson llegue y pregunte por el culpable, le diré fueron los perdedores. Adiós perdedor.

-¡Espera, podrías...! Olvídalo, ya te fuiste. ¿Dónde estará ese mapache? Se supone que estaba limpiando el baño. ¡Rigby!

-No me grites, estoy aquí arriba.

-¡Ven a hacer tu parte! Si Benson nos descubre, nos despedirá, y yo no pienso perder mi trabajo.

-No, viejo, yo me quedo aquí con los restos de papitas y mirando esta revista de motos.

-¡Ash! ¡No seas flojo y recoge esas latas!

-No, anoche me ignoraste por completo por estar bailando con Margarita.-Dice Rigby, imitando los pasos de baile de su amigo, con algo de humor.

-Ah, de eso se trata. Pues tú no te quedas atrás, anoche estabas coqueteando con Eileen, ni creas que no me di cuenta.

-¡¿Qué?! Eres un mentiroso, yo nunca hice eso.

-Mejor no discutamos, vayamos a ver el video que estábamos grabando en la fiesta.

-De acuerdo, pero cuando veamos que no estaba haciendo tal cosa, tú limpiarás solo.

-Es un trato, mapache.

Entraron a la casa, metieron el VHS en el reproductor. La fiesta parecía bastante agradable, y en efecto, se encontraron con Rigby coqueteando con Eileen, luego de beber un poco. Ésta se notaba alegre y algo apenada.

-OHHHHHHHHHHH! ¡En tu cara, mapache!

-Sí, si, ya basta.

-Jejejejejeje. Bueno, no es necesario seguir mirando. ¡A lavar el baño!

-Espera, ¿Que ese no eres tú declarándote a Margarita?

-¿De qué hablas?

Al mirar la grabación, Mordecai estaba sosteniendo la mano de Margarita, mientras le decía muchas cosas delante de todos.

-Oh, Margarita, eres tan linda, estoy enamorado de ti, y tan solo te pido una oportunidad.

-Oye, Mordecai, estás bebido, no sabes lo que dices.

-Claro que lo sé, y el alcohol no tiene nada que ver. Te amo desde hace tanto. Sé mi novia.

-Mordecai, suéltame, no sabes lo que dices.

-¡Jajajajajajaajajajajaja! ¿No que no, Mor?! ¡Te le declaraste a Margarita!

-¡¿En serio hice eso?! ¡Ay no, ya valió!

-Estás frito, compañero.

-No puede ser. ¡Sabía que no era una buena idea hacer esa ridícula fiesta! Ahora ella no querrá hablarme más.

-No puedes negar que estabas muy contento anoche con la idea, estabas feliz porque Margarita había aceptado venir.

-¡Sí, pero fue antes de que cometiera esa tontería!

-Oh, ahora le estás vomitando sobre los zapatos.

-¡¿Qué?! ¡Definitivamente no querrá verme más! ¡Estoy arruinado, amigo, arruinado!

Mordecai salió corriendo de la sala, dejando al pobre de Rigby con el resto de los deberes. El mapache estaba consciente de lo que su amigo estaba pasando, se puso a terminar los deberes justo a tiempo a la hora en que Benson pisó el parque.

-Humm... Papaleta, creo que estuve exagerando un poco como decías, el parque está en completo orden. ¡Rigby!

-Aquí estoy Benson, no es necesario gritar.

-¿Dónde está Mordecai?

-Bueno, él está, pues ya viene.

-Pregunté, dónde está, no si ya viene. ¿Acaso eso quiere decir que no ha venido a trabajar hoy? ¡Esta despedido!

-¡No, él estaba aquí, es solo que tuvo una urgencia, es todo!

-Es todo, es todo, ustedes dos y sus patéticas excusas. Si ese bobo no aparece aquí en cinco minutos, queda despedido.

-Oh, no seas tan agresivo, Benson, tal vez tuvo una contusión.-le decía Papaleta, tratando de que se relajara.

-Ash, Papaleta, no sé cómo es que les tienes tantas consideraciones, si ese par no las merece. Skips, ¿Dónde está Skips?

El yeti apareció tal como es su costumbre, de la nada, y con un balde de aluminio en las manos.

-Hola, Benson, ¿Cómo estuvo su viaje?

-Algo malo, Papaleta casi se ahoga con unos caramelos que regalan en el avión. ¿Pasó algo anormal en mi ausencia?

-No, nada anormal.-Contesta con seguridad el yeti.

-Bien, vamos, Papaleta, necesitas descansar, fue un largo viaje de regreso.

-Oh, jojojojojo, si, y luego después podremos conversar con los chicos sobre la iguana que casi me muerde el dedo.

-Sí, claro. Y en cuanto a ti, Rigby, dile a Mordecai que venga enseguida.

-Ya voy, ya voy. Ash, cómo manda.

Papaleta y Benson desaparecen de la vista de Skips y Rigby. Éste está por alejarse, pero recuerda el favor que le hizo Skips al negar cualquier anormalidad en la ausencia de Benson y Papaleta.

-Oye, Rigby, quiero que sepas que si no le dije nada a Benson sobre la fiesta, fue porque preguntó por algo anormal, y la fiesta pasó muy tranquila y sin incidentes.

-Lo sé, gracias de todos modos. Ahora lo que necesito hacer es ir por Mordecai, vio el video de la fiesta y se acordó de algo que hizo.

-No me digas, bebió de más, se le declaró a Margarita y terminó por vomitarle sobre los zapatos.

-¡¿Cómo supiste eso, si no estabas en la fiesta?!

-La pude escuchar hasta mi casa, ademas he vivido lo suficiente como para saber las reacciones de los chicos cuando cometen alguna estupidez.

-Pues lo que hizo Mordecai rebasa la estupidez, amigo. Voy por él antes de que Benson quiera despedirme a mí también.

El mapache castaño corrió en sus cuatro patas hasta llegar a su habitación, donde encontró a Mordecai con su celular en la mano. Se encontraba sentado a la orilla de su cama, con una mano apoyando su rostro y el codo sobre la rodilla. Su mirada reflejaba la decepción y el dolor del momento.

-Eh, Mordecai...

-Ahora no, mapache, no me siento bien.

-Benson quiere que bajes, necesita hablar contigo.

-No, no puedo.

-Pero...

-Acabo de hablar con Margarita, dice que no quiere verme otra vez. Jamás.

-Mordecai...

Silencio. Rigby no podía creer que su amigo hubiera tenido el valor para hablar con Margarita. En otra circunstancia no lo habría hecho, o titubearía para hacerlo, pero tal vez el pensar en su error le había dado valor para ello.

-Oye, seguro está molesta, era lógico que iba a decir eso.

-No, Rigby, ¿No lo comprendes? Ella se notaba muy segura de sus palabras. Su tono de voz lo delató y me llamó imbécil. Eso me dolió.

-Es verdad que te comportaste como uno, pero eso no significa que no quiera verte jamás, está herida.

-Ya no me lo recuerdes...

Las lágrimas terminaron por brotar de los ojos del arrendajo, haciendo que el mapache se diera un palm face.

-Perdona, soy un tarado, no quise decir eso, amigo yo...

-Ya, esta bien. Voy a bajar a ver a Benson.

-Amigo, lo siento.

-Vayamos a trabajar, mapache.

La maquina de chicles más irritable del mundo se encontraba en su oficina, arreglando unos cuantos manojos de papeles cuando Mordecai dejó ver su cara de pocos amigos al abrir la puerta.

-Ah, vaya, vaya. Entra, Mordecai.

-¿Qué necesitas, Benson?

-Mordecai, sé que tal vez he sido muy estricto contigo y con Rigby, pero debes admitir que ustedes dos en ocasiones merecen toda mi desconfianza...

-Lo sé, ¿Eso era todo? Sé que somos irresponsables.

-Aun no acabo. Quiero que sepas que el motivo por el cual Papaleta y yo dejamos la ciudad fue porque tuvimos una junta con el dueño de un parque en Minesota.

-Ah, vaya. ¿Y eso qué tiene que ver conmigo?

-No uses ese tono tan desanimado, si se trata de un ascenso.

-¿Ascenso? Naaa...

-No estoy bromeando. Quiero que vayas a trabajar allá un año.

-¿Un año?

-Sí, 365 días.

-No comprendo.

-Me explico. El dueño del parque, el señor Dickenson, es pariente lejano de Papaleta. Necesita a un empleado con experiencia que le ayude a cuidar del parque, tal como tú, se supone, lo haces aquí.

-Bien, entiendo, y en todo caso, ¿Por que no mandas a Skips, o a Musculoso, o a Fantasmín?

-Si no quieres, está bien, no te obligaré-Hizo una pausa la máquina de chicles-pero considero que aparte de que te pagarán un poco más que aquí, tendrás tu propia habitación, y conocerás otras personas, así pondrás un poco de tierra de por medio entre tú y tus líos.

Mordecai abrió los ojos de golpe. No podría ser posible eso. ¿Distancia entre él y sus problemas? O mejor dicho, ¿Distancia entre él y Margarita?

-Aguarda un segundo, Benson, ¿Hablas en serio?

-No bromeo. Quisiera mandar a Skips, pero creo que es mejor mandar a alguien que apenas comienza. Piénsalo. Un año lejos de ese mapache no te hará mal. Tienes hasta mañana al medio día para darme tu respuesta.

Mordecai salió de la oficina del jefe y caminó a su habitación de nuevo. Ahí le aguardaba Rigby, con cierta curiosidad.

-¿Qué quería Benson contigo?

-Me propuso un nuevo trabajo lejos de aquí.

-¡¿Qué?!

-Sí, quiere que vaya a trabajar en otro parque, pero en Minesota.

-¡Ah! ¿Minesota?

-Así es, mapache.

-¡Ja! Pero mi amigo no piensa irse, ¿cierto?

-No lo sé. Me iría por un año, lejos de todo, lejos de ella. No quiero irme.

-No, Mordecai, eres mi amigo, los amigos no se abandonan.

-Oye, aun no le doy una respuesta, ¡Suelta mi pierna, ¿Quieres?! Me cortas la circulación.

El mapache se desprendió del agarre de su amigo.

-Rigby, voy a hablar con ella, quiero que sepa que lo lamento. Pero si me rechaza, creo que me iré. No es por ti, sabes que nunca te dejaré.

-Pero Mordecai...

-Cometí un error y es hora de afrontar las consecuencias.

El día transcurrió como muchos otros, con trabajo, cansancio y alguno que otro hecho sobre natural, pero en la mente del arrendajo no dejaba de circular la imagen de asco y enojo en la cara de Margarita en el momento en que le vomitaba sobre los zapatos. Ella había huido, quitándose los zapatos, con lágrimas en los ojos, cosa que Mordecai no había visto. La petirrojo estaba ahora en su trabajo, sirviendo una taza de café a un cliente. Estaba algo distraída, cosa que Eileen, su amiga y compañera, notó.

-Margarita, oye, Margarita...

-¿Qué, qué pasa, Eileen?

-No le llevaste la orden a la mesa 6, y acabas de derramar el café sobre la mesa, dejaste la cafetera apagada, el café se enfriará, ¿Acaso toda esa falta de atención se debe a Mordecai?

-¿Eh? No, claro que no.

-Humm... Como si no te conociera.

-Ah, Eileen, no puedo engañarte. Me dolió mucho pelear con él esta mañana, pero no encontré otra cosa qué decirle. Se portó muy distinto, como si de verdad fuera otro Mordecai. y lo peor de todo, ni siquiera tuvo el valor para venir y hablar conmigo de frente.

-Comprendo, pero puedes reconciliarte con él. Es tu amigo.

-Eileen, sabemos lo que en realidad siente Mordecai por mí, anoche me lo confesó, aunque no de la manera que yo estaba esperando y...

-Aguarda, ¿Estabas esperando que él se te declarara?

-¡No! No quise decir eso, digo, solo quería que si llegaba a hacerlo, fuera de un modo, ya sabes, más adecuado.

-Pues te diré que nadie es perfecto. Mordecai llamó para disculparse, ¿No?

-Lo hizo, pero sigo enfadada. No por los zapatos, sino por el modo tan bochornoso que me hizo huir de la fiesta.

-Bien, pues espero que se reconcilien, sería penoso que una amistad tan larga como la suya se fuera por el caño en una sola noche.

Eileen se alejó de su amiga para dejarla pensar, ya casi era hora de cerrar el local, y el día de mañana sería igual de fatigoso que todos. Margarita terminó de limpiar el café y cobró a los clientes que aun quedaban en el lugar. Una vez en su casa, la chica se dio una ducha y se puso la ropa de dormir. Ya era la una de la mañana y no lograba conciliar el sueño, tomó su diario, escribió algunas notas y de pronto, una foto de ella y Mordecai salió de entre las páginas.

-Vaya, esta foto es de hace dos años, en la fiesta de cumpleaños de Rigby. Recuerdo que esa vez, empujamos al pobre al pastel, jejejeje. Lindos momentos. En ocasiones desearía poder regresarlos, pero después de esa fiesta, no creo que nada sea igual. Mordecai, ¿Por qué? Se supone que eres mi amigo.

Margarita se dio vuelta para recargar la cabeza sobre la almohada y dejó el diario sobre la mesa de noche y observó la foto una vez más.

-Lo sé, sientes algo por mí, como yo por ti, pero no creo que sea lo mismo. Aunque tal vez sea mejor no volver a vernos.

En tanto, el arrendajo azul estaba sobre su cama, miraba esa misma foto en su celular, Rigby estaba dormido a un lado en su trampolín.

-Margarita, de verdad lo lamento. No debí hacerlo, nunca. Ahora no deseas verme más, pero necesito hablar contigo. Mañana temprano iré a tu trabajo y hablaremos, oh sí que lo haremos. No puedo tomar una decisión sin saber de verdad lo que sientes. A quien engaño, tú solo me ves como un amigo, y eso es algo que no pude entender. Margarita...

A la mañana siguiente, justo el día de descanso de los chicos, Mordecai tomo el carrito de mini golf sin consentimiento de Benson, condujo hasta el local de café donde Margarita se hallaba a punto de abrir. Las manos le temblaban y, de un modo meramente extraño, las plumas le vibraron de emoción.

-Bien, viejo, hagámoslo. Es ahora o nunca.

Se ajsutó el suéter verde de cierre que llevaba, respiró hondo y caminó hacia la chica, esperando que ella se girara a verle. Margarita, asustada, lo miró como si se tratara de un pariente de Fantasmín.

-¡Ahh! Mordecai, m-me asustaste...

-Lo siento, Margarita, sabes que necesito hablar y...

-Creo que ya hablaste los suficiente, no te hubieras preocupado por venir, no sabes cómo me encanta que se disculpen conmigo por teléfono.

-Ya, sé que estuvo mal, cometí el grave error de vomitar sobre tus zapatos, sé que te costaron mucho...

-No es por los zapatos, Mordecai.

-*Suspiro* Escucha, vengo porque no estuvo bien hablarte por teléfono, explicarte una razón tan tonta para que actuara de esa manera, no te lo mereces. No sabía el modo de decirte tantas cosas que siento desde hace años, y se me ocurrió beber ese tonto jugo especial de Rigby, nunca se sabe qué cosas traerá del super mercado.

-Espera un segundo, ¿Dices que te portaste de esa manera por culpa de una bebida de Rigby? ¡Esa es la explicación más estúpida que he oído! Creí que tomarías tu responsabilidad, que te portarías como un hombre, pero no, debes justificarte como un adolescente. Vaya, qué valiente eres para asumir las consecuencias de tus actos.

-Me conoces, y sabes que nunca actuaría así. Jamás te habría ofendido de ese modo.

-Creo que en verdad no te conozco. No terminaré de conocerte.

-Bueno, ¿Me vas a disculpar o no?

-No.

-Margarita, por favor, ya te dije que lo lamento.

-Y yo te acabo de decir que no te voy a disculpar.

-Ahhhhh...

-No lo haré porque no noto que lo hagas de corazón. Además, no creo que nos debamos seguir viendo.

-¿De verdad eso piensas? ¡Bien! Me iré tan lejos de aquí, que podré presumir de ello. Solo esperaba que uno de los dos fuera maduro, y reconocí mi error, pero tú no eres capaz de verlo. ¿Y el adolescente soy yo? Adiós.

Mordecai, llorando, condujo de nuevo al parque, donde se encontró con Benson, se secó las lágrimas y tomó a su jefe por le hombro para hablar con él.

-¿Cuándo sale el avión a Minesota?

-Ah, Mordecai, me alegra de que aceptes. Parte esta misma noche. Sabía que ibas a aceptar así que, todo está arreglado.

-Oye, ¿Y si no hubiera aceptado?

-Estaba la opción de enviar a Musculoso. Ve y empaca tus cosas. Por hoy no trabajas, tienes tiempo para despedirte de tus amigos.

-Bien, eso haré.

-Thomas va a sustituirte, él compartirá el trabajo con Rigby. Espero que no lo convierta en alguien igual de flojo que él.

Mordecai subió a su habitación, comenzó a poner sus cosas en una maleta, en eso, llega Rigby corriendo, casi sin aliento.

-¡¿Es cierto que te vas?! ¡¿Qué hay de mí?! ¡¿Me vas a dejar?!

-Rigby, amigo, yo...

-¡No me digas amigo! No después de que te vas por culpa de una chica.

-Amigo, es lo mejor por el momento, va a ser por un año, no me iré para siempre.

-P-Pero, Mordecai, no será lo mismo sin ti, viejo...

-Mapache, también te voy a extrañar, pero debo hacer esto. Me siento como un idiota de primera clase, no podré ver a Margarita de nuevo a los ojos sin sentir que actué como un verdadero perdedor. La ofendí mucho. Ella jamás me perdonará.

-No es necesario que te vayas, ¿O sí?

CONTINUARA...

Hola, es la primera historia que hago de Regular Show, o , Un Show más en América latina. Pues me encanta esta serie, en especial la pareja de Mordecai y Margarita. Lamentablemente en el fandom no vi historias de estos dos en ninguna categría, pero Chica Joker llegó para acabar con eso, jejejeje. Así que los dejo con esto, espero sus comentarios, dependiendo de ellos será la continuación de esta trama, que no solo llevará romance, tendrá sus momentos cómicos y lo que nunca puede faltar, eventos sobre naturales, los cuales le dan a este programa el toque único. Ciao.

NOTAS: Regular Show, creado por JC Quintel. (Lo amo *-*)