Buenas. Hace tiempo que no escribía por aquí (:

Esto es un Two-shot, es decir, contendrá dos partes y nada más. De a principio digo que es UA y en parte, basado en la canción: Airplanes de b.o.b ft Hayley Williams.

Ojalá lo disfruten, como yo

¿Se puede fingir que los aviones
En el cielo de la noche
Son como estrellas fugaces?
Me vendría bien un deseo en este momento…

Esa noche, decidió estar alejada de todos. Sólo por esta vez se daría un tiempo para ella, sin hacer sus deberes de la Universidad o trabajar. Quería respirar, de alguna manera necesitaba botar todo lo que tenía adentro. Porque mantenerse ocupada no le ayudaba en nada.

Y ahora estaba en el parque. Mirando las estrellas en una noche de primavera.

Como aquella vez. Cuando pidió un deseo a esos astros en el cielo, el cual nunca se cumplió. Suspiró con pesadez. En esos tiempos había sido sólo una niña que soñaba con su príncipe azul.

Fue ilusa. Alguien como ella no debería haber creído en cosas así, porque era una Kuchiki.

A sus 14 años pensó que el deseo que había pedido a los 7, se cumpliría… porque él había llegado a su vida como un cometa que alumbraba la oscuridad en donde estaba atrapada. Su peculiaridad, las peleas, el esfuerzo por protegerla inconscientemente… así comenzó todo. Lo quiso, lo quiere y lo querrá por siempre aunque el idiota ya no esté más ahí.

Y su deseo no fue cumplido.

Porque Ichigo Kurosaki no se quedó a su lado. Él se fue por los estudios a Francia y nunca regresó.

Desde esa noche nunca más vio estrellas fugaces. Porque con él se fueron todas sus ilusiones, y niñerías.

Pero… en el fondo de su corazón, quiso que los aviones fueran las estrellas, porque así regresaría ese idiota.

—Vuelve, Ichigo. Yo… te necesito.

Anhelaba su compañía, las constantes peleas, los golpes que siempre le daba la Kuchiki al Kurosaki. Y así un sin fin de cosas.

Deseó con todas sus fuerzas que las estrellas fugaces fueran aviones. Porque Ichigo volvería en uno de ellos.

De eso estaba segura.

Se levantó de la banca de donde estaba sentada.

Ya era muy tarde. De seguro su hermano la iba a regañar y ella no quería.

Pero Rukia no se dio cuenta de que un avión pasó por los cielos.

Tal vez, su deseo… se haría realidad.