¡Ohayo~! Y sí, ésta es otra tontería con la que la categoría de Hetalia se va llenando lentamente.

Advertencias: BL.

Éste era un día cualquiera en la W Academy, en el cual los países estaban de examen. Puesto que el tema de la prueba era el Imperio Romano, Italia ya había terminado. Era su abuelo; ¿Cómo no se lo iba a saber?

Eran vistas curiosas para el chico: todos seguían con el examen y él hacía rato que se dedicaba a morder laboriosamente el bolígrafo, mientras se lanzaba miradas coquetas con Alemania (entiéndase que Italia le miraba con ojos seductores, Alemania se coloraba; pero no apartaba la vista).

Sí, ellos eran los dos únicos que ya habían terminado. Como el buen inteligente empollón que es Ludwig, había tardado casi lo mismo que Italia en completar todas las respuestas. Entonces, éste se fijó en que el bolígrafo que Feliciano tenía en la boca era uno que le dio él mismo, de una marca alemana. Empezó a sonrojarse. ¿Por qué? Por el simple hecho de que aquél bolígrafo… Pues… le recordaba a otra cosa, que Italia solía meterse en la boca cada noche…

Le hizo señas para que dejara de lamerlo de aquella manera mientras lo miraba, pero sólo consiguió que Italia se diera cuenta de que el bolígrafo era alemán; y que realmente empezara a chuparlo como si le estuviera "chupando" a él, mientras una sonrisa maliciosa se veía en sus labios.

"Como siga así mucho rato…" Pensaba Alemania. Sabía que no podría contenerse sin excitarse demasiado, y aquello que hacía el italiano era para él como ver un vídeo porno suavecito.

Italia, para que la situación pareciera más real, sacó de su mochila cuatro bolígrafos iguales y se los metió en la boca, consiguiendo un grosor parecido al real, y un alemán al borde del empalme.

Feliciano le ponía tanto ahínco que, al cabo de unos segundos, uno le petó en la boca, y le dejó toda esa zona pringada de azul.

Alemania estaba con cara de "Mein Gott… le llamaría tonto si no fuera porque lo amo".

Súbitamente, Italia se levantó de su silla, y con cara de desesperación le dijo al profesor, señalándose la boca:

-Por favor, ¿puedo ir al baño?

-¿Pero qué te has hecho, Italia? ¡Corre hacia allí!

Se dirigió corriendo a la puerta, con las miradas de todos encima. Y cuando estaba a punto de salir, se giró y pidió:

-¿Podría acompañarme Alemania?

Segundos más tarde, estaban los dos corriendo por el pasillo; cogidos de la mano, dirigiéndose al lavabo más cercano. Ludwig tenía que reprimir los besos… Lo que le costaba al pobre. Si le besaba, al volver a la clase todos le verían con la boca azul a él también, y no era plan (que por ahí corrían unas fujoshis y unos fundashis con los que era mejor no toparse teniendo encima indicios de yaoi).

Finalmente llegaron al baño, y Italia se puso a enjuagarse la boca en el grifo. Cuando terminó, cogió algo de papel y se secó. Lo único que quedaba de la tinta era un leve tono azul en los labios. Feliciano le pasó las manos por los hombros a Ludwig, y poniéndole una cara sensual, le dijo:

-Tus corridas acostumbran a ser incoloras…

Alemania no pudo resistirlo, le besó pasionalmente. Al fin y al cabo, nadie estaba allí para fangirlear (fanboyear en el caso de unos cuantos). Notaba un regustillo a tinta, y se preguntó irónicamente a sí mismo:

"¿Estoy probando mi semen?"

Siendo conscientes de que tenían media hora entera, se metieron a uno de los baños.

Y colorín colorado, ellos dos otra vez han follado.

(no me gusta usar ese tipo de lenguaje, pero era para hacer la rima xD)