TSUBASA RESERVoir CRHoNiCLE © CLAMP
Aclaración: Contiene OC basado en una serie de fanfics de nombre Generaciones & Paralelo.
Advertencia: Puede contener spoiler: El verdadero nombre de Syaoran.
De antemano gracias por los reviews.
Old times
Durante un dulce atardecer un hombre anciano descansaba cómodamente, a pesar de su edad el hombre lucía algo joven y apuesto, igual al vino, un hombre añejo pero excelente. En el día disfruto de las comodidades de la vida cotidiana pero, alcanzando la tarde, el hombre se dirigió a buscar un viejo libro dentro de su biblioteca.
El anciano pensó que con toda la tranquilidad que lo rodeaba iba a poder leer su libro en paz pero, como caída del cielo su nievecita llegó de la nada. Ella era la viva imagen de su abuela, de su madre, su dulce sonrisa también era igual de cálida.
—¡Abuelo! ¡Abuelo!—exclamaba la pequeña tratando de subir a sus piernas. El abuelo la ayudo. —¿Qué haces abuelo?—pregunto curiosa como una niña de su edad.
—Leo…—contesto el abuelo serenamente.
—Ah… y ¿qué lees, abuelo?—insistió la niña.
—Un viejo libro, tan viejo como yo—sonrió el abuelo, la niña rió,
—Me gustan los libros viejos—comentó la niña sujetando el enorme libro con sus pequeñas manos.
—Si, a mí también…—exclamo el abuelo.
Las estrellas se asomaron por el horizonte, el cielo se oscureció poco a poco. La niña se meció en las piernas del abuelo mientras que él leía en voz alta el contenido del libro. El anciano se detuvo al sentir la presencia de alguien más dentro de la casa; esa persona se dirigió a donde estaba el abuelo y su nieta.
—«Nuestros padres nos los enseñaron a nosotros, como sus padres les enseñaron a ellos»—exclamo el joven mirando hacia el cielo. —¿no es así?—se dirigió al anciano, el sonrió.
—Me alegra verte, hijo—dijo el hombre entregando el pequeño bulto rosa a su padre.
—Si, yo también me alegro de verte…—contestó el padre sosteniendo a su hija en brazos.
—Es una niña encantadora—afirmo el abuelo, —mi dulce nieta Sakurako—agregó observando el rostro dormido de su nieta.
—Si, lo es—reafirmo el padre orgulloso. —Bien, debemos irnos…papá—exclamo el joven, el anciano asintió con la cabeza.
El joven padre era idéntico al anciano, quizá el se veía igual que él en sus años mozos. El anciano se quedo sólo de nuevo, dejando su viejo libro de historia a un lado, poso su mirada en cielo, quería recordar los viejos tiempos felices. Desde la cocina de su hogar podía percibir el aroma de té con miel, seguro que su esposa lo estaba preparando.
«Ah… a "él" le gustan las estrellas» pensó el anciano sobre su hijo. «Tsubasa».
FIN
LoRi777
Cometarios finales: La pequeña Sakurako, en ésta historia sólo tiene cuatro años xD
