Disclaimer: No soy Jotaká (me not blond), no soy Warner (beibis, Grant). Inherentemente Harry Potter no me pertenece. Lástima; habría muchísimo más drama, menos muertes de principales y más de secundarios, misterios que ni siquiera yo entendería y sexo, muuucho sexo adolescente. Gracias a Merlín yo no escribí HP.
Este fic participa en el minireto de Junio para "La Copa de las Casas 2017-18" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
BESOS BORRACHOS
...
CAPÍTULO ÚNICO: BORRACHO NO ES GENTE
Lisa sabía que con dos copas de vino de elfo su compostura huía de ella más rápido de lo que lo hacía Terry cuando hurgaba en sus cosas y, sin embargo, se había mandado tres copas de vino de elfo, cinco cervezas de mantequilla y una copita de hidromiel, que la había dejado viendo estrellas un buen rato.
¿Desde cuándo se había vuelto tan irresponsable como Michael?
Lo cierto era que en ese momento no le importaba. Ni en lo más mínimo. Se sentía feliz y un carajo con lo demás.
O eso quería creer mientras estaba sentada a horcajadas sobre Blaise Zabini desabrochando apresuradamente su pantalón y el moreno desabotonaba su blusa mientras repartía besos en su cuello.
¿Cómo había terminado en esa situación con Blaise? No sabía ni le importaba, lo que más le importaba en ese momento era desabrochar el maldito pantalón del moreno para que pudiese calmar el calor que se encontraba en su vientre.
Un gemido especialmente ronco escapa de su garganta cuando Blaise consigue sacar su sujetador y se divierte con sus pechos lamiendo, mordiendo y succionando.
Maldita sea con la jodida boca de Blaise Zabini.
—Eso es, Turpin. Déjame escuchar cómo te hago sentir...—sisea en voz baja y ronca Blaise sobre sus húmedos pezones y una corriente eléctrica viaja directo hacia su entrepierna.
—Lisa. Llámame Lisa.
Blaise esboza una sonrisa ladina y vuelve al ataque sobre sus pezones, Lisa arquea la espalda y no puede evitar moverse buscando la tan ansiada fricción; cuando lo consigue agradece cargar falda y un sonido realmente alto sale de sus gargantas.
Maldición, sí.
—Eh... ya que... que estamos... en el tema... de la confianza...—Lisa es apenas consciente de las palabras del moreno intercaladas con mordiscos en su cuello—... creo que... debería... decirte que... Maldición, Lisa, necesito un momento para decir esto.
Lisa observa confundida a Blaise cuando la toma por los brazos y detiene cualquier movimiento.
—Adelante.
—Lisa, te quiero, pero tengo hongos.
Sí, Lisa estaba borracha, jodidamente borracha cuando había aceptado salir con Zabini de la fiesta de Slughorn, sin embargo hacía rato que se le había pasado la borrachera. O eso creía ella hasta que abrió la boca.
—Tranquilo, que usamos hechizos de protección—suelta y vuelve a acercarse a los labios del moreno, dejando un beso descuidado y necesitado—. Y también te quiero.
Pero coger, piensa y vuelve a besarlo.
N° de palabras: 400
¡Hola, hola!
He de admitir que, en comparación con el otro, este me salió de tirón. También he de admitir que este me salió un poquis más lemon, un poquis. Y también admito que he vuelto a Lisa un poco promiscua; ¡pero ustedes tienen que admitir que alcohol+adolescentes hormonados+internado: sexo sin control, sin condón (en el caso de Lisa sí que necesita protección D) y sin razón. Es una de las pocas cosas que me han parecido un poco ingenuas de los profesores al tener tantas aulas vacías abiertas u.u
En fin, ¡yei por Lisa que es promiscua y que junté con el Rey de la Promiscuidad! (a.k.a Blaise).
¡Vamos águilas!
Besos,
Carly Lujan
