El secreto de sus ojos...
Estaba en un parque observando como los demás niños jugaban mi abuela estaba vigilándome desde una banca hablando con las mamas de otros niños, subí las escaleras para llegar a una casita con una resbaladilla pero cuando llegue a ella me detuve de golpe porque vi a un niño de ojos grandes verdes mirándome fijamente sonriente que al parecer hace poco estaba dibujando algo.
-Hola- Dije casi como un susurro.
-Hola- me dijo el niño dejando de lado la hoja y los crayones.-Toma, te hice un dibujo- Dijo el niño mientras me daba la hoja de papel con un dibujo algo extraño.
-¿Qué es?- Tal vez sonara brusco pero enserio no sé que es.
-Es un secreto- Dijo con una gran sonrisa.
-¿Quieres jugar a algo?- Dije sin pensar.
-Es que ahora no puedo me tengo que ir - Dijo para empezar a tomar sus colores.
-Ah, vale... oye ¿Cómo te llamas?- Dije apresurado pues quería saber su nombre.
-Lo siento me voy ya, adiós- Dijo aventándose por la resbaladilla.
Cuando me fije para ver si lo alcanzaba a ver pero ya no había rastros de él, mi abuela me llamo y me baje por las escaleras para irme con ella del parque.
-12 años después-
Estoy en la orilla de la playa, a unos pasos enfrente de mi esta el chico que he perseguido desde los 7 años con esos ojos verdes que puedo sentir como me observan hasta lo mas profundo de mi ser, cuando nuestros ojos se encontraron entablamos una conversación sin necesidad de palabras solo bastaba con lo que transmitían nuestros ojos avance decidido a no dejar que se escape como siempre... Pero el sonido de una puerta cerrándose me saco de mi sueño.
-Ryugazaki...- Digo con un aura oscura envolviéndome, como se atrevía a despertarme.
-Nanase-san... encontramos algunas personas que entran en su descripción-
-... que haces parado ahí... tráelos- Dije con una diminuta esperanza.
-como dese- Dijo haciendo una leve reverencia para al fin retirarse.
Todos estos años he compartido mi vida con hambres increíbles, hombres de todo tipo, vi cuerpos casi perfectos, curvas inimaginables, he derrochado fortunas pero ninguno me sirve, cada día despierto sobresaltado porque sueño que sus ojos me vigilan, me observan y me persiguen.
La puerta de mi recamara se abre dando paso a algunas personas que podrían ser el chico que estado esperando, cuando veo que Rei cierra la puerta me levanto y camina hacia los que están enfrente de mí y me pongo a inspeccionarlos, pero como siempre el chico que busco no está entre ellos.
-Fuera todos- Digo cortante mientras saco la misma cantidad de siempre de Yenes que me cobra Rei por traer a esas personas.
Me cambio con ropa más decente para recorrer el camino de siempre, pasar por el parque después el centro revisar la plaza y terminar con la playa.
Cuando voy caminando por la calle noto como las madres alejan a sus hijos de mi, muchos dicen que me volví loco sin mas... sé que una mirada así no ellos la vieron jamás, algunos me piden que los trate de describir pero lo siento aquellos ojos no se pueden definir.
Llevo mucho tiempo en busca de la mirada de aquel niño, estoy empezando a pensar que quizás debería rendirme apenas me quedan fuerzas para seguir adelante llevo esperándole desde que se largo sin despedirse.
Me fui al mismo lugar donde lo vi la ultima vez, quise pensar que regresaba y que lo volvería a ver de repente, mire hacia el horizonte y no puede ser, ¡estaba allí! me vio, lo vi y entonces yo lo perseguí salí corriendo detrás de él.
Lo perdí de vista pare, mire hacia todos lados pero se me escapó y encontré un trozo de papel roto que estaba justo en el suelo parecía que aquella pista venia directa del cielo.
Aquella nota, mantenía la fragancia de ese chico, es la misma sensación de cuando éramos pequeños, el dibujo es algo extraño, no sé qué significa, todo ha sido tan real que hasta ha parecido un sueño.
"Hace tiempo que te observo, también me acuerdo de ti, el dibujo es otra pista, para llevarte hasta a mí, nunca dejes de buscarme, como yo te busco a ti, gracias por aquellos días, por cierto, mi nombre es Makoto"
