Tierra Neutral

ACLARACIONES:

-DiAlOgO…

-"PeNsAmIeNtOs…"

-FlAsH bAcK-

/Cambio de escena

Esta demás decir que Naruto no me pertenece, al igual que ninguno de sus personajes; esta historia no está escrita con fines de lucro, solo por mero entretenimiento y espíritu creativo :B

Sin más que decir…espero y disfruten la lectura ;)

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En el mundo shinobi las guerras por los territorios o por la obtención de poder es pan de cada día. No hay jornada que no sea apagada con lejanos gritos de dolor y agonía producto de alguna batalla o guerrilla desatada entre los bandos enemigos con el fin de alcanzar los propósitos de sus superiores. La muerte está constantemente al asecho, rozando sus cuellos y sus corazones con filosas armas o poderosas bombas… pero si bien no es una vida que alguien pudiese envidiar, es el destino que han escogido con resignación. Pero eso no significa que su parte humana, temerosa y cobarde esté del todo apagada, siempre hay una pequeña voz en su conciencia que los invita a escapar utilizando cualquier excusa posible que los libre de su sentencia.

Es por eso que existen tierras neutrales… lugares pequeños en puntos estratégicos de cada continente en donde un silente tratado de paz rige sobre quienes llegan a ellas, siempre con el pretexto de reponer fuerzas y encontrar un refugio temporal. Nadie se ha podido explicar nunca cómo ni por qué dicho acuerdo ha logrado mantenerse con los años, pero poco importaba cuestionárselo ya que mientras dichas tierras existieran y mientras ellos estuviesen en ellas no tenían motivo alguno por el cual preocuparse… al menos hasta que llegase la hora de regresar al campo de batalla. Esas tierras eran verdaderos oasis para los heridos y viajeros, incluso para los renegados y traidores los cuales tendían a permanecer un tiempo luego de abandonar sus aldeas para prepararse lo suficiente y comenzar su largo camino ya absueltos de las normas y reglamentos shinobis. Eran sitios en donde nada de eso importaba y que por primera vez, todos aquellos que son y que fueron catalogados como ninjas de alguna aldea eran simples personas teniendo una rutinaria vida.

Era un lugar perfecto, pensó la pelirroja mientras observaba el gran letrero que daba la bienvenida al pequeño pueblo conocido como terreno neutral. Se acomodó las gafas y volteó a mirar a su grupo mostrándose seria y neutral, aunque en el fondo estaba chillando por la emoción de poder encontrar por fin, luego de varias semanas, un lugar cómodo y no tener que dormir en la intemperie.

-aquí no tendremos de qué preocuparnos, estamos en tierra neutral…-dijo esbozando un amplio suspiro de satisfacción

Suigetsu arqueó una ceja-… ¿tierra neutral? Creí que eso era un mito…

La chica se abstuvo a responder, en cambio se dirigió al líder de su equipo. Con una sonrisa coqueta se ganó a su lado ganándose una burlona mirada del espadachín pues sabía a la perfección el desaire que estaba a punto de recibir.

-éste es un lugar ideal para descansar, Sasuke-kun…-ronroneó

Sasuke simplemente observó la entrada por breves segundos e inmediatamente retomó su andar dejando a la chica con las palabras en la boca. Suigetsu comenzó a carcajear estridentemente ganándose una mirada asesina de la pelirroja.

-¡¿de qué tanto te ríes atún con patas?!...-gruñó con desagrado intentando contener sus instintos homicidas

El joven sonrió ladinamente-deberías rendirte cuatro ojos…-Karin abrió la boca, pero el se apresuró en continuar-… podrías estar completamente desnuda frente a Sasuke y ni aún así lograrías captar su atención…-se echó a reír y antes de que el puño de la chica le deformase la cara salió corriendo detrás de Juugo el cual se encontraba a un par de pasos detrás de su líder

Karin golpeó con impotencia el suelo intentando de mitigar la creciente ira que se almacenaba en su pecho. Quiso seguir al peliblanco con toda la intención de molerlo a golpes aunque supiera que tenía razón. Bufó colérica y se acomodó los lentes mientras observaba el letrero de bienvenida, el cual le hizo recordar un detalle que no era menor. Estaba clara que su compañero tenía razón, jamás lograría captar la atención del Uchiha ni mucho menos su corazón. Sonrió maliciosamente, sin embargo…

-…estamos en tierra neutral…-y con esa idea procedió a alcanzar a su equipo ignorando la interrogante mirada de Suigetsu

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El sol pegaba intensamente aquella mañana recordandole que estaban en pleno apogeo de verano. Secó el sudor de su frente dejando escapar un largo y cansado suspiro mientras observaba los alrededores de la bodega. Inmediatamente comenzó a contabilizar las nuevas cajas que llenaban el lugar tachando de manera distraída un par de números que terminaban de estructurar el inventario de provisiones y medicamentos que se encontraban en el lugar. Sonrió al ver que la lista por fin estaba completa.

Aprovechó de estirarse con pereza destensando un poco los músculos de su espalda-sí, creo que es todo…-suspiró y sonrió satisfecha para posteriormente salir del lugar

Un anciano la esperaba en la salida. El hombre le entregó una candida sonrisa que ella correspondió de inmediato-Sakura-san, ¿todo en orden…?- preguntó mientras le extendía gentilmente un vaso con agua que ella agradeció con una sonrisa

-sí, cuentan con el implemento necesario, al menos para un par de meses…-hizo una pausa para beber un poco del frío contenido, agradecida de poder refrescarse un poco y escapar del fuerte calor-… aunque me preocupa que los medicamentos estén en un sitio tan caluroso, creí que el lugar se mantenía fresco a pesar de la temperatura…

El anciano suspiró-lamentablemente quien construyó la bodega olvido ese detalle…

-eso es algo peligroso, sobre todo cuando se trata de algo tan delicado como medicamentos…

-tenemos una cueva no muy lejos de aquí, es bastante húmeda, quizas eso sirva…

La kunoichi lo meditó brevemente para luego asentir-creo que eso está bien, servirá como refrigerador…-la chica volteó a observar el lugar-… hay que procurar que su estado no se altere, se viene un periodo bastante complejo para el país…

El anciano asintió-…supe que las relaciones han estado peligrando, hay rumores que se aproxima una gran guerra…

La pelirrosa le otorgó una tenue sonrisa tratando de sonar tranquila y conciliadora-… sin embargo no tiene que preocuparse, ustedes aquí están seguros…

-admito que somos afortunados en vivir en estas tierras, pero no deja de darme pesar todas aquellas personas que viven en constante peligro…

-el sentimiento es mutuo…-murmuró la médico casi inaudible-… lo mejor será trasladar esto antes de que se vuelvan inservibles…

El anciano asintió e inmediatamente mandó a llamar a los más jóvenes para comenzar con la tarea. La pelirrosa por su parte se mantuvo asesorando el proceso hasta que por fin todos los medicamentos se vieron seguros en la cueva. La esposa del terrateniente se acercó hasta la joven y le extendió una pequeña toalla húmeda para que pudiese refrescarse, la muchacha la recibió agradecida.

-Sakura-san, ¿cuándo volverá a su aldea…?

La joven miró a la mujer algo interrogante- pues…tenia pensado hoy mismo, hay muchas cosas que hacer en Konoha…

La mujer sonrió-…pero ¿por qué no se queda…-la chica abrió la boca para responder-…por lo menos esta noche?

Sakura se quedó en silencio meditando unos minutos, sabía a la perfección que apenas pusiera un pie en su aldea tendría que seguir trabajando llenando un sinfín de papeles y atendiendo pacientes. Hizo una leve mueca de desagrado ante aquella idea. Si bien sabía que era su trabajo y que le agradaba hacerlo en cierta forma, era agotador además estaba el hecho que ya ni recordaba cuándo había sido la última vez que había tomado un descanso. Sonrió ligeramente acción que fue imitada por la anciana intuía el porqué de dicha.

-¿por qué no? al fin de cuentas… estoy en tierra neutral…-la chica asintió-… creo que podría quedarme, agradezco mucho su hospitalidad…

La mujer asintió feliz-no lo agradezcas pequeña, tu has sido incondicional con nuestro pueblo, además le debemos mucho a Konoha y a Tsunade-sama, lo mínimo que podemos hacer es devolverles la mano de alguna manera…

Sakura hizo una breve reverencia-muchas gracias…

La anciana se despidió y se dirigió hasta una de sus subordinadas para que la dirigiese hasta el hostal principal del pueblo. Apenas la joven terminó su trabajo se estiró con pereza satisfecha con su decisión, cosa que se reflejaba en una amplia sonrisa. Aunque fuese aquel día… iba a disfrutar su descanso.

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La mañana había pasado más rápido de lo que pensaban. Apenas cruazon la entrada se dirigieron hasta el hostal principal, se registraron y antes de darse cuenta ya era hora de comer. El lugar era apacible pero con mucho movimiento, podían observar como tanto hombres y mujeres iban de un lado hacia otro comprando provisiones o intercambiando información, o simplemente charlando con gran calma y tranquilidad, como si en las afueras de aquella villa no ocurriese absolutamente nada.

Suigetsu bostezo reflejando su aburrimiento y se recargó perezosamente en una de sus manos-…este pueblo es un asco…-gruñó mientras comía un pedazo de pan

-¿qué esperabas? ¿A un grupo de shinobis matándose en la entrada?

-eh…sí…-dijo como si fuese algo obvio

Karin rodó los ojos-ya te dije que esta es tierra neutral, nadie puede ejercer ningún tipo de violencia o ataque en este perímetro, está prohibido…

El espadachín la miró con exasperación- ¿y qué demonios podría pasar? No creo que nadie intervenga si te da por matar a tus enemigos….

-tú que matas a alguien y sin que te des cuenta te mataran a ti…-siseó la mujer dando por zanjado el tema

Suigetsu bufó molesto-¡eso es absurdo! ¿Qué tiene este pueblucho que provoca eso?

La pelirroja estaba perdiendo los estribos. Lo fulminó con la mirada y procedió a responder para terminar con su escándalo de una buena vez-… ¡simplemente se respeta un tratado que en estos momentos nos tiene bajo un techo y con comida decente así que deja de decir babosadas y come callado!...-ladró advirtiendole con la mirada que no la siguiera provocando

El chico rodó los ojos, había comprendido el mensaje y sabía que ya no conseguiría más que ello como respuesta-…bien…-masculló-… bruja…

Karin lo fulminó con la mirada-sushi podrido…

-cuatro ojos…

-boca de cierra…

-pelo de escoba…

La pelirroja ya había perdido los estribos-¡friki…!

-a callar…-masculló el pelinegro ya hastiado de la fastidiosa conversación que ambos entablaban desde hace un rato

Ambos se fulminaron con la mirada pero obedecieron casi al instante. Sasuke agradeció ese breve momento de paz logrando por fin escuchar sus pensamientos. La camarera llegó con el resto de su orden y comenzaron a comer en silencio. Ni una mosca podía volar si Sasuke estaba comiendo, lo que más le molestaba era que lo interrumpieran cuando estaba perdiendo el tiempo llenando su estomago. Repentinamente la puerta de entrada del comedor se abrió dejando que ingresase la risa de un par de niños quienes llamaban a alguien para que se apresurara. El Uchiha frunció el ceño. Detestaba a los niños escandalosos, aunque en realidad el detestaba casi todo. Miró en dirección a la puerta esperando fulminar aunque fuese con la mirada al o a la culpable de que esos mocosos estuviesen haciendo ese escándalo. No pasó mucho tiempo cuando la fina silueta de una joven ingresó al lugar. Ni siquiera alcanzó a pasar un segundo para darse cuenta de quién se trataba, aquella mota rosada era muy difícil de olvidar.

-Sakura…-pensó entrecerrando los ojos sin despegar su atención de la joven quien miraba distraídamente los alrededores

Como si su insistencia hubiese sido un imán la chica dirigió su mirada jade hasta donde se encontraba. Sus ojos se encontraron repentinamente y pareció que el tiempo se detenida. Su cuerpo se tensó y comenzó a prepararse ante la posibilidad de que tuviese que atacar, por muy tratado de paz que hubiese en el pueblo no iba a arriesgarse de que la chica llamase a todo Konoha y que lo retrasaran más en su objetivo. Sin embargo, a pesar de que la chica se había quedado allí mirándole, no parecía mostrarse sorprendida, incluso fue capaz de desviar su mirada en el mismo instante que uno de los pequeños se acercó hasta ella y se la llevaba a las afueras del hostal para mostrarle algo. Sakura se dejó llevar por los niños y desapareció del lugar igual que una suave brisa.

Sasuke se mantuvo observando el lugar donde la chica había estado. Sin poderlo evitar había comenzado a preguntarse qué había sucedido, por qué ella no había reaccionado como él esperaba. Había actuado como si en verdad no le importase que estuviese allí. Esa idea provocó un ligero malestar en su pecho que no supo interpretar.

-¿sucede algo Sasuke-kun?-la voz de Karin lo sacó de sus pensamientos

La joven había sido la única en atreverse a sacar al joven de sus pensamientos una vez que notó que había dejado de comer y que parecía estar concentrado observando un punto en particular. El vengador no respondió y retomó hoscamente su acción a pesar de que el poco apetito que tenía había desaparecido. Su equipo intercambió una breve mirada, pero decidieron ignorar el detalle que repentinamente su jefe había adquirido un aura más sombría que de costumbre. Uchiha por su parte no podía dejar de pensar en Sakura y su neutra mirada.

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Sakura se llevó una mano hasta su pecho sintiendo como su corazón latía aceleradamente, incluso su respiración se había echo agitada y errática causando la preocupación de los pequeños que estaban a su alrededor. Tuvo que hacer acopio de todas sus fuerzas para controlarse e ignorar el pequeño gran detalle que se encontraba en el mismo sitio que Sasuke.

-esto debe ser una pésima broma…-mascullo mientras se dejaba caer bajo la sombra de un árbol mirando como los pequeños se repartían por los campos para recolectar hierbas medicinales. De vez en cuando se acercaban a preguntarle si habían encontrado alguna de utilidad o el para qué servían, impidiéndole (cosa que agradeció) a seguir pensando en lo que había ocurrido.

Si bien en su foro interno había un remolino de emociones, en el momento no había sentido absolutamente nada. Era como si las miradas de dos extraños se encontrasen… todo era muy extraño. Sabía que no era porque el chico en cuestión hubiese dejado de interesarle, hasta aquel día sus sentimientos por aquel idiota seguían intactos… eso hacía que toda la situación anterior se le hiciese extraña.

Suspiró y cerró los ojos unos segundos rememorando la penetrante mirada oscura de aquel muchacho que sabía que también al igual que ella había quedado descolocado ante la situación. Sakura entreabrió sus jades observando como la copa del árbol se mecía lentamente llevándose algunas hojas en el proceso.

-¡Sakura-onee-san!

La muchacha reacciono al ver que nuevamente los niños se acercaban con una gran cantidad de hierbas. Sonrió. No iba a pensar en eso ahora… no por ahora.

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El día se había esfumado con gran rapidez dándole paso a una típica noche de verano. Karin se asomó lentamente y observó los pasillos asegurándose de que estuviesen desiertos. Ningún huésped estaba dando vueltas por los alrededores así que deslizó sigilosamente su cuerpo hasta salir por completo de su alcoba y comenzó a caminar en puntillas hacia el ala sur del hostal, donde sabia se encontraba Sasuke.

A pesar de que esa entupida aldea tenía algo que bloqueaba su capacidad para detectar el chakra se había asegurado de seguir al Uchiha para averiguar en qué habitación estaba y así poder sorprenderlo a mitad de la noche. Un sonrojo se apodero de sus mejillas ante la idea de lo que se le venia, pues tenía la completa certeza de que esta vez no la rechazaría. Bien sabia que Sasuke no era un hombre que pudiese dejarse llevar fácilmente por el deseo pero no iba a perder esa ultima oportunidad. El pueblo tenia un poder muy extraño sobre sus habitantes y visitantes y quizás esa "magia" podría ayudarla a conseguir su propósito.

Llegó hasta la habitación. Sonrió triunfal y tal como un felino se dirigió hasta el interior del cuarto. Ingresó con mucho silencio y cautela. La habitación estaba completamente en penumbras pero pudo distinguir un bulto en medio de la misma. Con lentos pasos se acercó hasta el futón. Lentamente sus manos se deslizaron hasta el listón de su yukata y la dejó caer quedando completamente desnuda. Posterior a eso se sacó sus gafas perdiendo por completo la visibilidad, pero eso no le importaba, en aquellos momentos estaba segura no los iba a necesitar. Con mucha delicadeza se metió en el futón, sus manos se dirigieron al torso desnudo de su "victima" el cual dejo escapar un ligero suspiro ante el contacto.

-hola…-ronroneó la chica

El hombre volteó adormilado-… ¿eh?

Karin colocó un dedo sobre lo que intuyó eran sus labios. A pesar de no lograr ver su rostro por completo se mantuvo en su juego de seducción-…déjame consentirte…-susurró besando el cuello del joven

-mmm…bien…aunque admito que las pelo de zanahorias no son del todo mi agrado…

La pelirroja abrió los ojos abruptamente al notar el sarcasmo y el tono de voz. Que sabía no le pertenecía al Uchiha. Repentinamente la luz de la luna logró colarse en la habitación iluminando un poco el cuarto. Con un rápido movimiento Karin se hizo de sus gafas y logró ver la sonrisa burlona de su acompañante.

-¡Kyyyyaaaa! –Chilló alejándose del espadachín, llevándose consigo la sabana-… ¿¡Qué mierda haces aquí pedazo de imbécil?!

El chico bostezó perezosamente-… ¿qué crees que hago? Durmiendo… hasta que viniste a despertarme…-esbozó una sonrisa ladina-… aunque admito que no me desagradó del todo…

Karin tragó con dolor-¡¿do-dónde demonios está Sasuke?!-volvió a chillar sonrojada a no más poder

Suigetsu arqueó una ceja-¿Sasuke?...-luego de unos segundos se dio cuenta de la situación-… ¡ah, ya caigo!… así que querías violar a Sasuke…-la kunoichi tomó el mismo tono de sus cabellos por la vergüenza y el descaro de peliblanco-… pues creo que te has equivocado, esta no es su habitación…

La joven lo miró confusa-¿cómo que no es…? ¡E-el entro aquí!

Suigetsu meditó unos segundos-… ¡oh sí!, vino a decirme que mañana partiríamos a primera hora…-suspiró-…pensé que íbamos a quedarnos más tiempo pero ya sabes como es Sasuke…

Karin ya harta de la situación dejó escapar un gruñido, no estaba de humor ni mucho menos en las condiciones para escuchar al estúpido de su compañero. Con pasos erráticos se acercó hasta su yukata captando la atención del espadachín-… estúpido pedazo de sushi…-masculló entre dientes evitando mirar a Hozuki

El chico sonrió al ver los vanos intentos de la mujer por cubrirse con el trozo de la tela mientras se vestía. Sigiloso se levantó y se dirigió hasta Karin quien no había reparado en los escasos metros que comenzaban a separarlos.

-¡pobre de ti que digas algo de esto imbécil porque si no serás hombre muerto…! -una vez que logró colocarse la yukata se dispuso a irse, sin siquiera voltear se encaminó hasta la salida pero antes de llegar a la puerta unos fuertes brazos la apresaron y la acorralaron a la muralla-… ¿p-pero qué…?

Suigetsu la miraba intensamente causándole un sonrojo mayor del que ya poseía. La habitación nuevamente se quedó en penumbras imposibilitándoles a ambos ver los movimientos del otro.

-¿q-qué mierda pretendes…?-Karin sentía que sus piernas temblaban, mientras que su corazón latía desenfrenado

-relájate…-susurró el joven acercando sus labios hasta su cuello dejándola petrificada-… al fin de cuentas…-suspiró y depositó un beso en su cuello causando que emitiese un jadeo-… estamos en tierra neutral…

Antes de que la chica pudiese decir algo, los labios de Hozuki se apoderaron de los suyos de manera demandante. Karin se mantuvo rígida al principio pero sin darse cuenta se había dejado llevar por los labios expertos del espadachín, y antes de tomar noción de sus acciones se encontraba sobre el futón despojada de sus lentes y de sus ropas.

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Dio una vuelta sobre su futon maldiciendo nuevamente por la inutilidad de sus intentos por conciliar el sueño. Colocó un brazo sobre su frente y cerró los ojos con fuerza, lo ocurrido aquella tarde lo había dejado abrumado, aturdido, confundido… ¿por qué demonios ella no había hecho nada? ¿Por qué no fue a reclamarle?

Bufó y se incorporó maldiciendo por lo bajo. Era obvio que no iba a poder conciliar el sueño. Se levantó de mala gana y se echó a andar por los pasillos sin ningún rumbo fijo, lo mejor era tratar de distraerse y dejar de pensar estupideces. Para su desgracia el hostal era más pequeño de lo que aparentaba y ya con un par de pasos había llegado hasta el pequeño patio. Se quedó observando el cielo por largos minutos enfocándose en la nube que cubría la luna dificultando su visión, sabia que alguien estaba cerca, pero por alguna extraña razón no podía distinguir quién era. Lentamente la nube se deslizó dejando que la luz de la luna alumbrara el lugar, y por fin pudo encontrarse con la persona que en silencio le estaba haciendo compañía, la misma persona que había sido causante de su insomnio…

-Sakura…-susurro en el momento en que los ojos de la chica se encontraron con los suyos

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Hello!

Una nuevo proyecto, espero ya en un par de días subir el otro capitulo :)

Espero tener una buena allegada :3

Cariños!

NinfaOscura_