Secuela de Disneyland.

(Es necesario haberla leído antes, pueden encontrarla en mi perfil de autora)


Capítulo 1


Fleur observó su reloj y decidió que había esperado el tiempo suficiente, Draco era muy puntual y si ya iba retrasado más de una hora era muy probable que no apareciera.

Y Fleur no se sentía cómoda en ese lugar desconocido. Inicialmente había aceptado aquel viaje porque le recordaba a aquella castaña que había conocido hace un par de años, pero cuando su búsqueda en internet le arrojó la triste verdad que estaban en extremos de ese país, decidió que después de todo si era un mal viaje.

Llamó a la mesera con la mano, porque con o sin Draco estaba dispuesta a recorrer y disfrutar de aquella ciudad. La chica se acercó de inmediato con una sonrisa- ¿podrías traérmela cuenta por favor?

- Claro, ¿desea algo más?

Fleur no pudo evitar la sonrisa que escapó de sus labios- Tal vez tu número.

La chica se sonrojó de inmediato- N-No –tartamudeó- y tengo novio.

Fleur observó el nombre de la chica, No te preocupes Ivi –y se mordió el labio inferior mientras recorría descaradamente con la mirada a la chica- yo también, pero no tienen que enterarse ¿Cierto?

El sonrojo de la chica se incrementó aún más- Le traeré a cuenta –dijo con velocidad y se apresuró a marcharse.

La rubia observó muy divertida como se alejaba la mesera. No era cierto que tuviera novio pero tampoco iba a decirle la verdad a esa chica, después de todo lo único que deseaba era pasar un rato agradable y era mejor si ambas estaban de acuerdo en que era algo pasajero.

Sacudió la cabeza cuando la memoria de cierta castaña le vino a la mente, ¿Cómo era posible que después de más de dos años aún siguiera pensando en ella?

Hermione había sido clara con ella desde el comienzo, había sido su error aferrarse a la idea de que había algo mágico entre ellas. Había sido su culpa, que al final del día terminara sola en la cama con sólo un recuerdo mientras la otra chica viajaba de regreso a casa probablemente a ser feliz con su novia.

Porque así es como a Fleur le gustaba imaginar que Hermione vivía, feliz con otra chica y una vida exitosa. Por más que deseará, no le guardaba ningún rencor.

¿Por qué habría de hacerlo?

Ese desastre había sido culpa suya.

- Aquí tiene su cuenta –comentó la mesera, que ya había regresado

El ánimo de Fleur se renovó- ¿Pero no tú número? –Fleur hizo una mueca fingiendo tristeza- Pero está bien Ivi, porque mañana regresaré –y le guiñó el ojo a la chica, quién de inmediato se retiró.

Fleur se limitó a sonreír y pagar antes de retirarse, necesitaba encontrar algún plan o algún lugar qué visitar. Al fin y al cabo era un viaje de placer, al regresar a su país podía preocuparse por pagar las cuentas y estudiar para sus futuros exámenes.

Pudo observar un pequeño quiosco turístico y decidió que era el mejor lugar posible para armar un plan. De inmediato se arrepintió cuando se vio inundada por folletos e incontables sugerencias. No tardó demasiado en agradecer y retirarse a la banca más cercana.

Era un hermoso día en Londres y ella estaba ahí, perdida Westminster. Si al menos hubiera estado del otro extremo del país, hubiera tenido la posibilidad de encontrar a la castaña y sin embargo ahí estaba, sola en una banca porque su malagradecido primo había desaparecido seguramente con una conquista y no tenía ni idea de a dónde dirigirse.

- ¿Eres una turista?

Fleur de inmediato brincó de su asiento, arrojando algunos de los folletos que le habían previamente dado. No se había fijado que había una mujer sentada a lado suyo.

- Lo siento –se disculpó la chica mientras recogía los folletos que se habían esparcido por el suelo- No pretendía asustarte.

Fleur la observó mejor, parecía de su edad y aunque no destacaba físicamente, Fleur podía vislumbrar que tenía buenas piernas.

- ¿Eres turista? –repitió la chica

Fleur lo dudó un momento- Sí

El rostro de la chica de inmediato se iluminó- Yo soy Katie, mucho gusto –sonrió mientras extendía su mano

Fleur nuevamente dudo antes de estrechar su brazo- Fleur

- Lo siento, debo verme como una loca –y comenzó a reír

Hubo algo en su risa que Fleur decidió que no era su tipo, sin duda tenía un físico lindo pero lo agudo que se había tornado su voz al reírse le hizo pensar que probablemente cuando gimiera se pondría más agudo.

No, definitivamente no el tipo de mujer que buscaba Fleur.

Gracias, Katie, pero paso. Pensó la rubia.

- Soy guía de turistas –comentó Katie una vez que terminó de reír.

O tal vez si estoy interesada. Pensó- ¿En serio?

Katie asintió eufóricamente con la cabeza- Sí, mira –y comenzó a rebuscar en sus bolsillos.

Fleur le echó una segunda mirada. No parecía una loca, al menos no el tipo de locas que secuestran a las personas para vender sus órganos o para traficar algo. Pero una nunca sabe.

- Aquí está –dijo triunfante la pelinegra. Y le acercó a Fleur un pedazo de plástico.

La rubia lo tomó con sus manos y se aseguró de leerlo detenidamente. Era una credencial que la acreditaba como guía, tenía varios datos que a Fleur no le parecieron de interés. Parecía real- Asumo que vienes a ofrecer tus servicios.

La chica río nuevamente- Lo haces sonar como si fuera escort.

- Si fuera así –Fleur la observó sin pena- No te contrataría.

Y aunque la rubia lo había dicho sinceramente, Katie comenzó a reír descontroladamente como si de una broma se tratará.

Fleur levantó una ceja y dirigió su mirada al frente. Si Hermione fuera su guía, probablemente esto no pasaría. Soltó una pequeña risa. ¿A quién engañaba?, Si Hermione fuera su guía probablemente no saldrían del cuarto.

- Eres muy graciosa –comentó Katie- Me caes bien, así que te haré un descuento.

Y aunque Fleur dudó de la veracidad de aquella oferta, pensó que no tenía nada de malo escuchar.


Y así es como terminó con la efusiva Katie a un lado y aunque su carácter no era del todo grato para Fleur, descubrió que era muy buena guía. O al menos Fleur disfrutaba mucho conociendo la historia de edificios emblemáticos y Katie se guiaba muy bien entre las calles y el transporte urbano.

- ¿no extrañas a tu familia? –pregunto Katie mientras Fleur se apresuraba a tomar fotografías

Habían hablado un poco de ellas a lo largo de su recorrido, pero para Fleur todos habían sido datos generales, esta era la primera pregunta que realmente le parecía personal- ¿La extrañas tú? –evadió Fleur. Katie le había contado que estaba en aquella ciudad porque había decidido seguir a su novia y había dejado a su familia atrás, para la rubia era mejor inclinar el tema de conversación a la vida de la otra. Después de todo, en las horas que habían estado juntas descubrió que le gustaba mucho hablar.

-Sí –confesó Katie sin darse cuenta que Fleur evadió la pregunta- Es decir… El amor es lindo y todo eso pero ¿Vale la pena?

Y la rubia se detuvo, enfocada en razonar. Hace mucho que no se sentía enamorada.

Lo había estado y le habían roto el corazón.

Y lo de Hermione había sido demasiado apresurado para llamarlo amor.

A pesar de eso, asintió con la cabeza.

- ¿Eres de la que cree en cuentos de hadas? –se burló Katie.

- ¿Me creerías si te dijera que solía ser una princesa y vivir en un castillo con mi príncipe?

Aunque Fleur lo había dicho con seriedad, sabía que la otra chica lo tomaría como burla. De inmediato se arrepintió de haberlo hecho porque la risa aguda de la pelinegra apareció, incluso llamando la atención de las personas que estaban alrededor.

La rubia optó por continuar su recorrido. Ella sabía de palacios, había trabajado gran parte de su vida en uno, pero el palacio de Westminster era diferente. En su trabajo todo era imitación y el sentimiento de realeza, en este lugar se respira la historia, Fleur dejaba que su mente vagara ante las posibilidades y relatos que un diván podría contar si hablará.

- Yo estoy pensando regresar con mi familia –intervino Katie.

Y por supuesto, ese lugar tan maravilloso tenía que ser opacado por su compañía. Fleur se esforzó en sonreír- Quizás podrías crear tu propia familia aquí.

- Quizás es porque llevo demasiado tiempo con ella pero… Siento que no es amor, ¿Sabes?

Y Fleur nuevamente asintió- Es difícil hallar a alguien con quién conectarse.

La rubia gruñó de nuevo, ¿Es posible alejarla de mi mente?, pensó.

Lo había hecho muy bien, pero viajar a este lugar era simplemente tortura- ¿Conoces algún bar? Un buen bar.

Katie lo meditó- ¿Buen bar? Del tipo que vas a tomar una copa de vino y una buena charla

Fleur sacudió la cabeza negativamente.

- Oh –sonrió maliciosamente- Del tipo que tiene música fuerte, y chicas para bailar.

Fleur sintió afirmativamente

- Si lo que buscas es un buen rato –Katie trató de tomarle la mano.

Fleur la retiró de inmediato- Tienes novia

Katie se encogió de hombros, aunque se veía ligeramente apenada- ojos que no ven, corazón que no siente –soltó un largo suspiro- además ella no es una santa

Fleur sonrió- Suena como un viejo matrimonio

- No puedo ni mencionar esa palabra porque huye despavorida –se quedaron en silencio un momento- Bueno, creo que tengo un par de sugerencias para ti

- Preferentemente en las que pueda entrar un chico –y observó la mirada desconcertada de la guía- Vengo con mi primo

Katie sonrió- ¿Es guapo?


Fleur giró sobre la cama. Observó el reloj y descubrió que apenas eran las dos de la madrugada. Nunca le había parecido tan larga la noche.

Se levantó de la cama y se colocó una bata mientras juraba que nunca volvería a rentar una habitación pegada a la de su primo.

Su mente buscaba mil formas de distraerse e hizo lo primero que se le vino a la mente. Tomar el teléfono y marcar. Tomó varios tonos antes de que le contestaran.

- Dime que hay una buena razón para despertarme a esta hora –la voz sonaba bastante rasposa, casi imposible descifrar las palabras. Pero Fleur ya tenía experiencia.

- Me encantaría tener un cigarro –comentó Fleur.

- Lo tienes –y la otra persona gruñó- revisa tu maleta de mano. Te escondí un par

- Ginevra –regañó Fleur, pero ya había empezado a rebuscar en su maleta- No escondas cosas en mi maleta

Fleur escuchó las carcajadas del otro lado de la línea- ¿Recuerdas cuando le escondí un consolador morado y una botella de lubricante a Ron en su equipaje de mano?

La rubia no pudo evitar reír también- La chica del aeropuerto no pudo contener la risa

- Y Ron casi se desmaya

- Sobre todo cuando le dijeron –Fleur se aclaró la garganta, tratando de hacer su voz más grave- "Joven, tendré que decomisar el lubricante pero su otro paquete lo puede llevar"

Ambas continuaron riendo unos minutos- Eran buenos tiempos –confesó Ginny- ¿Ya lo encendiste?

Fleur ya lo tenía entre sus manos, pero no se había animado a encenderlo. Había pasado mucho tiempo desde su último cigarrillo.

- Vamos, enciéndelo –animó la pelirroja, como si hubiera detectado el titubeo de su amiga

Fleur no vaciló esta vez, y caminó hacia el balcón con el cigarro en la mano. Al abrir la puerta el aire frío de inmediato le erizó la piel. Sus cabellos volaron en el sentido del viento. Su cuerpo de inmediato reaccionó a la nicotina.

- ¿Vas a contarme por qué estamos despiertas?

- Draco y su acompañante son bastante ruidosos –y de inmediato escuchó otro fuerte gemido- Están en la habitación continua.

Ginny río- Ese es mi chico.

- Por favor –se quejó la rubia- No le bastó con desaparecer toda la mañana seguramente con una chica. Además, se está cogiendo a la guía turística.

Ginny gruñó- No tienes que darme detalles, sólo dile que se cuide.

Fleur continuó observando la vista. Era evidente que quejarse de Draco era una pérdida de tiempo.

- Entonces –continuó Ginny, ya no había rastro de sueño en su voz- ¿Vas a decirme por qué estamos despiertas? La verdad.

- ¿Por qué escondiste cigarros en mi maleta?

Y aunque Ginny no respondió. Fleur conocía la respuesta.

Fleur fumaba cuando sus pensamientos se veían invadidos por la castaña. Le era inevitable, lo habían hecho en la única noche que habían estado juntas y ahora era algo a lo que Fleur se aferraba cada que no podía sacarla de su cabeza.

- La extraño.

Ginny soltó un suspiró- La conociste un día. No puedes extrañar eso.

- No lo entiendes.

- Ya hemos tenido esta conversación cientos de veces.

- Bien –se resignó Ginevra- Vamos a asumir que soy yo la que está equivocada. Que soy yo la que no entiendo este tipo de conexión cósmica que tuviste con ella.

- No sé si sea cósmica la palabra correcta.

- ¿Y cuál sería?

La rubia lo pensó un momento antes de proseguir- No lo sé.

- Fantástico –dijo la pelirroja con sarcasmo.

- Ella me hacía sentir taaaaaan bien.

- Eso pasa cuando tienes un orgasmo.

Fleur sacudió la cabeza, aspiró su cigarro antes de explicar- No en ese sentido.

- Entonces era mala en la cama.

- ¿Vas a dejarme terminar una oración?

Sonó un gruñido- Si me duermo mientras hablas de tu cursilería no digas que no te lo advertí.

- Ella me hacía sentir tan cómoda –y dejó que su mente regresará a sus recuerdos- Era como si nuestras personalidades encajaran perfectamente. Tal vez no lo entiendas pero era como si al oírla hablar yo supiera que ella era la indicada, que ella me comprendía y eso que no llegó a conocerme tan bien.

- Tienes razón –habló la pelirroja- No entiendo.

- ¿Has sentido ese tipo de felicidad cuando encuentras… no sé… Dinero, cuando encuentras dinero que no sabías que tenías?

- Ahora la estamos comparando con dinero.

Fleur sintió ganas de golpear a su amiga- No estás siendo de ayuda.

- A ver –trató de nuevo la pelirroja- Esta súper y fantástica chica que conociste en el trabajo, te la cogiste y hablaste con ella un par de horas… ¿Me dices que estás enamorada de eso?

- No.

- ¿Entonces?

- Hablé con ella un par de horas –concordó Fleur- y en ese par de horas me hizo sentir tan… comprendida, como nunca lo había hecho alguien más.

- Ok. Sigue.

La rubia lo meditó unos momentos, eligiendo sus palabras con cuidado- Y me hizo sentir tan interesada en ella como no me había pasado antes. Tenía –sacudió la cabeza- Tengo –corrigió- ese enorme deseo de conocerla, de saber todo sobre ella, de saber qué es lo que le gusta, qué es lo que detesta, qué le gusta hacer, qué le gusta leer, cómo toma el café.

- Ok. Te hizo sentir deseada y ella es súper interesante.

Fleur ignoró el sarcasmo- Y sí, tuvimos relaciones pero es increíble como mi cuerpo respondía a ella, ¿Sabes?, es como si ella supiera exactamente dónde tenía que tocarme.

- Eso pasa cuando pasas varios meses sin acción –interrumpió Ginny- Entonces si era buena en la cama.

- En la cama, en la mesa, en la regadera –bromeó Fleur.

- Basta, basta, por favor –suplicó dramáticamente- No quiero saber eso.

Fleur observó que la mayor parte de su cigarrillo se había consumido. Aspiró de él una vez más antes de desecharlo- La extraño.

- Amor mío –habló suavemente la pelirroja- Creo fielmente que vas a ser capaz de encontrar a otra persona así, eres divina. Por dentro y por fuera –aseguró- y hay miles de personas en el mundo, estoy segura que muchas darían lo que fuera porque les dieras una oportunidad.

- ¿Estás interesada?

- Sabes que terminaríamos como Bonnie y Clyde –dijo entre risas- Pero en serio creo que tienes todas las oportunidades para ser feliz con alguien súper interesante e inteligente –hubo una ligera pausa- Piensa en todo lo que no le conoces, podrían olerle los pies.

Fleur sonrió, decidió seguir el juego- o comerse las uñas.

- o comerse los mocos.

La mueca hizo una mueca- o ser desordenada.

- Y tirarse flatulencias muy olorosas.

- Ok –Fleur decidió que era suficiente- entendí tu punto –tampoco deseaba manchar la imagen que tenía de Hermione.

- Sólo… Deja las cosas fluir –concluyó la pelirroja- Me gusta la palabra cósmica.

- ¿Ok?

- Me refiero a que… Si tú y ella están destinadas a estar juntas, si esa conexión cósmica tan especial que sientes por ella es real… Entonces el universo se encargará de reunirlas

Fleur sonrió mientras regresaba a su habitación.

- y sino –continuó Ginny- las cosas pasan por algo ¿No? –inquirió retóricamente- No te aferres a un recuerdo. Sólo deja las cosas fluir ¿Ok?

- Ok –acordó Fleur- Gracias

- Descansa

Y sin esperar respuesta, Ginny terminó la llamada.

Fleur continuó con una sonrisa en el rostro. Momentos como ese, era en los que estaba completamente agradecida por la calidad de amiga que tenía.


Fleur se sacudió el cabello, incrédula ante lo que sus oídos escuchaban- ¿Estás bromeando? Porque tiene que ser una broma muy jodida de tu parte.

- Oh, vamos, Fleur –habló Draco- Hay que aprovechar cuando los momentos se presentan.

Fleur empezaba a sentir un ligero dolor de cabeza.

- Al menos hoy te estoy llamando por teléfono para avisar –se justificó.

Y Fleur sintió enormes ganas de estrellar su celular contra la mesa- Sino lo hacías, iba a llamar a mi tía para decirle que su adorado hijo me había abandonado por segundo día en este viaje tan interesante que ÉL planeó.

- Te tengo una sorpresa si te sirve de algo.

- No quiero una streper.

La risa de Draco resonó- No, no, no. Esta vez no es eso. Me imagino que sigues en el mismo café de ayer.

Fleur observó a la linda mesera- Sí.

- Bueno, pues no muy lejos de ahí, hay una universidad que te va a encantar.

- Ya estoy estudiando -Fleur creyó escuchar una risa muy aguda del otro lado de la línea. Decidió ignorarlo- Y dudo que ofrezcan lo que busco.

Draco soltó una risa sarcástica- Te sorprenderías.

- ¿Sigues con la guía? –se decidió a preguntar Fleur.

- Es una chica muy traviesa.

Fleur se arrepintió de preguntar- No quiero saber.

- El punto es –continuó el chico- Que ofrecen postgrados.

- Sigo sin estar interesada.

- ¡Oh! ¡Vamos! –alegó el rubio- Es una de las mejores universidades en Londres, ¿Sabías que tienen el mejor programa de arquitectura?

El interés de Fleur de inmediato se reanimó- ¿En serio?

Atesoraba los pocos detalles que Hermione le había dado de su vida, y uno de ellos era que estudiaba arquitectura. ¿Podría ser una posibilidad encontrarla?

- Reclutan a los mejores de todo el país

- ¿Y cuál es la sorpresa? ¿Eso? –Fleur trató de fingir desinterés

- Te conseguí un guía especial

Los nervios de Fleur comenzaron a aflorar- Draco…

- Te van a dar acceso a los edificios, biblioteca y todo eso. Una nerd como tú lo sabrá valorar

- ¿Quién es la guía?

- Una rubia, ahora no recuerdo su nombre

Una ola de desilusión invadió a Fleur- Oh. Ok

- Te envío los datos ¿De acuerdo?

- Sí –Fleur trató de inyectarle emoción a su voz- ¿Podrías en algún momento de este viaje, agendar una cita conmigo?

- Te veo todo el tiempo en nuestra ciudad

- Eso no es cierto –se defendió la rubia- En realidad hablamos muy poco

- Bueno, eso es porque la Señorita Perfección siempre está muy ocupada con sus deberes

- No voy a discutir por teléfono

Draco río- Exactamente. Fleur –y el tono de su voz se suavizó- estamos aquí para divertirnos, relajarnos… ¿Por qué no pruebas con alguna chica?

Gruñó- ¿por qué todos me dicen lo mismo?

-Tal vez porque estamos en lo correcto –se oyó de nuevo una voz femenina- Mira, estoy un poco ocupado ahorita

- No quiero saber –esbozó una breve sonrisa- Ginny pide que uses protección

- Siempre –y una voz femenina se oyó del otro lado- Te dejo por ahora, pero te prometo que cenamos juntos

Fleur trató de no ilusionarse- Te quiero

Y dejó el teléfono a un lado. Era difícil estar animada cuando estabas en un país desconocido, sin nadie de compañía. Incluso la guía que ella había encontrado había sido robada por su primo.

Su teléfono sonó, probablemente era Draco y su información.

Pero lo ignoró, realmente no tenía ningún ánimo de visitar una universidad. Tenía demasiado actualmente en su vida, no quería agregarle algo más.

Observó el exterior, estaba cayendo una ligera lluvia, probablemente se detendría pronto y podría salir a explorar. Ya era demasiado vergonzoso estar sola en una cafetería.

Las palabras de Draco resonaron en su cabeza. Esbozó una sonrisa y llamó a la mesera, la misma del día anterior.

La chica se acercó de nuevo, con las mejillas coloradas- ¿Desea ordenar algo más?

Fleur fingió prestar atención al menú unos instantes antes de dirigir su vista al cuerpo de la chica- No me parece que tú estés en el menú.

La chica, Ivi, trató de fingir indignación pero el sonrojo en sus mejillas era evidente- ¿Siempre es tan insistente?

- Sólo con las chicas bonitas como tú.

Jackpot, pensó la rubia. Incluso las orejas de la mesera estaban coloradas.

- No tienes que decir nada –agregó Fleur- Ni siquiera tenemos que hablar.

Fleur se mordió el labio inferior con una sonrisa, esperaba que resultara seductor- Aunque debo admitir que soy muy buena con la boca

Y continuó sonriendo. Claramente orgullosa del efecto que estaba causando.

Había estado tan absorta en su logro, que no había notado a la persona que se había acercado y colocado frente a ella. Se aclaró la garganta para llamar la atención.

Y la sonrisa de Fleur se desvaneció en un segundo.

- Disculpen, ¿Estoy interrumpiendo algo?

Fleur observó a la mujer delante de ella y abrió y cerró los ojos, tratando de enfocar su vista y auto-converserse de que era real.

- ¿Hermione? -Se sorprendió ver que su voz saliera relativamente normal.

La chica frente a ella sonrió- Fleur

Y su voz le pareció la melodía más encantadora que había escuchado en mucho tiempo. El tiempo definitivamente le había hecho bien a la castaña. Fleur tragó saliva con dificultad y espero que su nerviosismo no fuera tan notorio

Hermione de nuevo se aclaró la garganta- Me alegra saber que aún recuerdes mi nombre

Si tan sólo supieras, pensó Fleur.


¿Qué les pareció?
Espero no haber perdido mi toque.
Hasta la próxima.