Diclaimer: los personajes y el universo son de JKR.
Aviso: Tiene alusiones a DH, especialmente al final.
Dedicatoria: a Maru Hellen y el resto de mi club de fans. Os quiero, chicas.
--------
De cómo Harry no se casó con Ginny
La guerra había acabado. Por fin. Con Voldemort muerto, junto con media Gran Bretaña que luchó en la batalla final, se acercaba para Harry el momento de relajarse y tomar unas merecidas vacaciones. Pero al parecer no iba a poder realizar ese viaje que siempre quiso hacer al Triángulo de las Bermudas. En la siempre numerosa familia Weasley ya se hablaba de boda y Molly, como toda suegra emocionada, no paraba de atosigar a Harry con los preparativos, la tarta, la lista de bodas, el color de los vestidos para las damas de honor...
Siendo sinceros, Ginny no estaba nada mal. Además era pelirroja, punto extra porque su madre también lo había sido y casándose con ella seguía la tradición. Pero tanto ajetreo empezaba a volverle loco y si había conservado la cordura para luchar con el Señor Oscuro más terrible de todos los tiempos, no estaba dispuesto a ir a San Mungo por una boda. Tampoco podía pedir consejo a Ron ni Hermione, pues se habían largado de luna de miel a Hawaii sin avisarle más que con una semana de retraso vía pajarraco tropical, algo que no pensaba perdonarles fácilmente.
El la petición de mano, todos los amigos supervivientes se habían reunido. Estaba Neville con su siniestra abuela, McGonagall y el resto de los supervivientes de la Orden del Fenix junto con el Ejército del pobre y difunto Dumbledore. Molly ofrecía copas de un líquido verdoso a todos los presentes, algunos de los cuales se atrevían a jugarse la vida por ser corteses. Y entonces Harry tomó una decisión de cambiaría el curso de su destino. No se casaría con Ginny. No tendría una familia numerosa ni podría a sus hijos nombres horribles como James Severus ni cosas semejantes. Él estaba hecho para la aventura, para luchar, jugarse la vida, pelear con dragones, no cuidar críos, cambiar pañales ni pagar una hipoteca. Lo dijera quien lo dijera. Así que desenvuelto por fin, se acercó a Luna.
-¿Qué te parece venir a buscar nurgles conmigo al Triángulo de las Bermudas?
La joven resultó encantada con la propuesta y juntos se dieron a la fuga. No fue fácil y Molly logró echarles una maldición a distancia pero con el único hechizo que Harry de verdad sabía usar, léase el Expelliarmus, consiguió desarmarla y huir en su escoba con una rubia simpática y medio loca que, estaba seguro, preferiría ir a buscar cuernos arrugados y fantasmas de Merlín, que embarazarse y darle familia de la que cuidar. Y así, volando llegaron a su destino, donde fueron felices sin volver a ver a un Draco repeinado 19 años después ni a su pequeño retoño ni a un tal Teddy morreándose con sabe Morgana quién.
Harry por fin había cambiado su destino.
-------
Dedicado a todos aquellos que como yo detestaron el horripilante epílogo de la JK.
