N/A: Primero de todo agradecer a TheBlack'sResurgence por dejarme traducir esta increible historia. Si sois fluentes en ingles os recomiendo seguir su trabajo original en su pagina, la cual tiene otra obra acabada, "Honour thy Blood". Esta historia será traducida a lo largo de las siguientes semanas, hasta su finalización e intentaré traducir lo antes posible sus capitulo, pero como podeis observar son bastantes pesados. Espero que os guste la historia.

Entumecimiento; eso era todo lo que Harry Potter sentía. Había gritado y chillado, había despotricado y desvariado pero ahora, todo parecía sin sentido e incluso un tanto absurdo para el adolescente mientras se erguía y volvía a ganar control sobre su respiración, que se había vuelto pesada y trabajosa en su arranque de rabia.

Entumecimiento se sentía extraño para Harry, quien por admisión propia, era siempre un libro abierto en cuanto a sus sentimientos se relacionaba, las cuales siempre habían sido prominentes independientemente del estado de animo en el que se encontrase. Pero tal como la última baratija perteneciente a Dumbledore explotó simplemente en su mano debido a la rabia que sentía, algo dentro de él se rompió junto con ella.

Inmediatamente la tristeza, la rabia y la completa sensación de desesperanza se evaporó, dejándolo vacío y sin sentir nada. Estaba muy consciente que no había perdido su habilidad para sentir pero parecía que había obtenido una forma de controlarla, incluso separarse de ella y engullirla en la nada, enterrándola muy dentro de él.

Sacudió su cabeza que parecía que había estado palpitando desde que Tom había invadido su mente dejándole bastante mareado y con dolor.

"¿Estas bien Harry?" preguntó Dumbledore con preocupación.

"Bien" respondió Harry casualmente. "Pero me gustaría irme a la cama ahora, necesito absorber todo lo ocurrido".

"Por supuesto, mi muchacho" agregó Dumbledore silenciosamente.

El viejo director vio cómo Harry dejó el despacho sintiendo un escalofrío por su espalda.

"Temo que lo que ha ocurrido esta noche puede haberle afectado más de lo que había esperado" habló tristemente con Fawkes.

El pájaro trinó con pesar, él mismo podía sentir que el chico había cambiado de alguna manera, aunque no estaba seguro si era para bien o para mal.

Dumbledore suspiró y empezó a acariciar el pecho del ave distraídamente.

(BREAK)

Harry hizo su camino hacia la torre de Gryffindor y hacia su dormitorio, no encontrándose a nadie por el camino, algo de lo que estaba muy agradecido ya que no estaba de humor de intercambiar palabras con nadie.

Se desvistió y subió a su cama, corriendo las cortinas para asegurar su privacidad, sellándolas con un un encantamiento pegador como medida extra, aunque le costó un par de intentos hacerlo correctamente debido a su obvio estado de cansancio.

Se empezó a masajear las sienes en un intento de aliviar el palpito que lo estaba matando y empezó a reflexionar sobre la noche que acababa de tener, dándose cuenta de varias cosas mientras reproducía los eventos desde que había dejado el examen de historia de la magia.

Primeramente, había sido engañado, no había excusa para ese hecho. Sintió una punzada de rabia por su propia ingenuidad, pero se la tragó, algo que normalmente no haría.

Él, en cambio, permanecería enfadado consigo mismo y se culparía por ser impulsivo y actuar estúpidamente en el calor del momento. Tras tragarse la rabia, pensó mas lógicamente acerca de lo que habia ocurrido.

Por su puesto que había sido engañado, él era solamente un chico ignorante de quince años después de todo y Voldemort era mucho mas viejo y experimentado que él.

"Nunca mas", se prometió a su mismo en un susurro.

Sabía que debía de haber pensado más claramente, incluso cuando la situación era crítica. Actuar precipitadamente solo le había ocasionado casi su propia muerte en bastantes ocasiones y eso le llevó a su siguiente pensamiento.

"Fuimos muy afortunados", admitió a si mismo.

Sabía que él mismo y sus amigos habían sido de hecho muy afortunados. Habían ido contra lo mejor que Voldemort tenía y habían escapado solo heridos. Era muy consciente del hecho de que deberían de estar muertos y considerarse muy afortunados de no estarlo.

Empezó a cuestionar porqué habían tenido tanta suerte, pero no pudo llegar a ninguna conclusión, solamente le sirvió para empeorar su ya palpitante cabeza, así que abandonó esos pensamientos.

Sus cavilaciones se centraron en sus amigos que le habían acompañado. Habían sido heridos por haber ido con él pero la esperada punzada de culpa nuca vino al joven, causándole fruncir el ceño y pensar en ello más detenidamente.

"Les dije que no vinieran, vinieron por su propia cuenta" murmuró en realización.

Aunque sabía que probablemente debería de sentirse al menos algo culpable, no pudo culparse por ello. Él no les había pedido que fueran y no les había forzado de ninguna manera. Sentía que habían sido heridos pero no asumiría la culpa. Él no los maldijo personalmente, al fin y al cabo.

Eso era otra que había empezado a pensar, las diferencias en la magia que la Orden y los Mortífagos usaron.

Los Mortífagos estaban apuntando a matar o mutilar y la Orden dispararon nada peor que aturdidores.

Sacudió su cabeza exasperadamente.

Incluso él, un ingenuo adolescente de quince años, sabia que una guerra no podía ser ganada con aturdidores y tomando prisioneros, los cuales ya habían escapado de Azkaban después de todo.

"Necesito aprender magia para luchar" declaró sabiamente.

Supuso que a Dumbledore no le gustaría eso pero era Harry tras quien Voldemort estaba yendo y era muy consciente que él no era ni una fracción del mago que Voldemort, otra vez dándose cuenta de la suerte que había tenido en todos sus enfrentamientos hasta ahora.

Estaría haciendo un viaje a la biblioteca lo más pronto posible, tenia toneladas para ponerse al día.

No permitió que sus pensamientos fueran hacia su padrino, eso era un nudo de tristeza que no estaba preparado para asimilar. Echaba y echaría de menos al hombre pero no asumiría ese dolor todavía sabiendo muy bien que no estaba preparado. Pero eso no le detendría pensar en la profecía, algo que debería de haber conocido y haber estado preparado, algo que Dumbledore no estaba ansioso por hacer.

Por una parte Harry entendía las razones del director por mantener la información fuera de su conocimiento y sus razones hubieran validas y aceptadas si Harry hubiera tenido un atisbo de infancia pero el simple hecho era, que no tuvo.

Le pareció raro que no sentía nada hacia el director, había esperado al menos una punzada de rabia hacia él pero no llegó. Dumbledore había perdido mucho respeto que Harry tenia hacia él y ahora, el gran hombre que había sido siempre visto por el hombre era ahora simplemente intranscendente. Harry ni le gustaba ni le disgustaba, no podía incluso estar seguro si lo admiraba de la misma forma después de las revelaciones de esta tarde.

Bostezó profundamente y continuó con sus pensamientos, finalmente sucumbiendo al muy necesitado sueño que había estado venciéndole desde que había vuelto a Hogwarts hacia unas horas.

(BREAK)

Cuando se despertó se sintió sorprendentemente bien, fantástico de hecho. Se las arregló para suprimir la tristeza que sentía al pensar en Sirius sabiendo que tenia que centrarse en lo que había planeado; una visita a la biblioteca.

Estaba ansioso por empezar su mejora en cuanto a su físico, y por primera vez en su vida, no protestaría por la inminente y exhaustiva cantidad de estudio que estaba planeando hacer. Ambos, mente y cuerpo, estaban preparados para la tarea.

Estiró la mano y alcanzó las gafas situadas en la mesita de noche y se las puso mientras su estómago rugía fieramente, recordándole que no había comido desde hacia un largo tiempo. Estaba hambriento, mucho mas hambriento que lo que usualmente se sentía, así que decidió que se ducharía y después se dirigiría a las cocinas antes de ir a la biblioteca. No podia esperar conseguir mucho si su cuerpo reclamaba nutrición, su hambre solo serviría como distracción.

Buscó algo para ponerse en su baúl y abrió las cortinas que rodeaban su cama para ser recibido por Neville quien parecía aliviado de verlo.

"Hey Neville, ¿cómo esta tu nariz?", preguntó Harry al chico.

"Me alegro de verte despierto", respondió Neville con una sonrisa. "Madam Pomfrey me la arreglo inmediatamente", se encogió de hombros.

"¿Qué hora es?", preguntó Harry con el ceño fruncido.

Sabía que no podia ser tan tarde ya que el sol acabada de salir hace un rato.

"Las ocho en punto", respondió Neville confundido.

"No me acosté hasta las dos de la mañana Neville", remarcó Harry.

Neville dejó escapar una pequeña risa y sacudió la cabeza.

"Es domingo Harry", le informó. "Fuimos al Ministerio el viernes", añadió como explicación.

Las cejas de Harry subieron ante la revelación.

"¿He dormido alrededor de un día?", preguntó incrédulo.

"Así es", confirmó Neville. "Y Ron está cabreado porque no los has ido a visitar".

Harry dejó escapar un profundo suspiro y se paso la mano sobre el pelo.

"¿Por qué no me despertaste?", pregunto con el ceño fruncido.

"Lo intenté un par de veces pero no podia abrir tus cortinas", respondió Neville.

Harry intentó pensar porqué Neville no podia abrir sus cortinas, al fin y al cabo, solo había utilizado el encantamiento pegador.

"Solo era un encantamiento pegador", replicó Harry, sintiéndose un poco frustrado.

"Lo se pero ninguno de nosotros podíamos deshacerlo", explicó Neville. "Incluso McGonagall lo intentó, ella pensó que habías puesto las guardas, solamente te dejó en paz porque Dumbledore así se lo dijo", añadió divertido.

Harry solamente sacudió su cabeza al chico no entendiendo realmente porque su encantamiento pegador no podia ser deshecho por un profesor.

"Necesitas arreglar tus gafas Harry", dijo Neville, cortando sus pensamientos.

"¿Huh?, preguntó. "Están bien", añadió, siendo capaz de ver todo claramente.

Neville arrugo el ceño esta vez y sacudió su cabeza.

"No hay ningún cristal en ellas", apuntó.

Harry rápidamente se quitó las gafas para verlas por sí mismo. El otro chico tenía razón, no habían cristales en ellas.

"Pero puedo ver", declaró tontamente.

"Puede que se arreglasen por si mismos ", Neville se encogió de hombros inciertamente.

"¿Pueden hacer eso?", preguntó inquisitivamente.

"Ni idea", replicó Neville. "Pero deberías ir y ver a Pomfrey", aconsejó.

"Si",cedió Harry, perdido en sus pensamientos.

"Bueno, voy a ir por allí pronto, Ginny y Luna son dadas de alta hoy, deberías venir, puedes verlos y revisarte los ojos", sugirió.

"Iré", agregó Harry. "Déjame ducharme y conseguir algo de comida primero", solicitó.

"De acuerdo, te esperaré y entonces podemos ir a desayunar",agregó Neville.

"No en el Gran Comedor", dijo Harry desesperadamente." Iremos a las cocinas", se comprometió no queriendo enfrentar a la muchedumbre de personas.

Neville asintió mientras Harry dejaba la habitación para irse ducharse y esperó por el alrededor de 15 minutos, y los dos dejaron la torre para ir a las cocinas.

Después de comer más comida que podía recordar comer, el duo hizo su camino al ala medica a visitar a sus amigos que estaban aun allí y así que Harry pudiese revisarse sus ojos por un sanador, algo por lo que estaba algo nervioso.

No tenia ni idea de porque su vista se había arreglado sola o incluso si era permanente, Harry solo esperaba que Madam Pomfrey se lo pudiera explicar.

Entraron en el ala media viendo a Luna y Ginny conversando con la matrona, la cual les estaba dando estrictas instrucciones que seguir después de que abandonaran el hospital.

Viendo a Harry y Neville entrar, Ginny se separó de Madam Pomfrey y los recibió a ambos con un abrazo.

"¿Cómo te sientes?", le preguntó Harry a la pelirroja.

"Estoy bien pero mi pierna todavía duele", frunció el ceño. "Ron está hosco", añadió en un suspiro, lanzando una mirada sobre el hombro de Harry,

Harry le agradeció el gesto con un asentimiento cambiando su atención a Luna.

"¿Y tu Luna, estas bien?", preguntó.

"Oh sí", la chica respondió soñadoramente, "Solo estoy un poco triste ya que no pudimos ver nada que Papi podría usar en su articulo acerca de la Conspiración Rotfang", suspiró distraídamente.

Harry compartió una mirada con Neville que solo sacudió su cabeza, urgiendo a su amigo que no preguntara nada.

"Bueno, me alegro que estes bien", replicó Harry, comprendiendo la pista.

Luna simplemente se puso de puntillas y empezó a tararear casualmente como respuesta.

"¿Dónde están tus gafas?", cuestionó Ginny, habiendo dándose cuenta que Harry no las llevaba puestas.

Harry sacó la montura de su bolsillo y frunció el ceño hacia ella.

"Parece que no las necesito aparentemente", respondió, todavía sintiéndose algo confuso. "Iba a ir a ver a Madam Pomfrey para que revisara mis ojos", añadió.

"Iba a venir a por mí a qué, señor Potter?", la enfermera preguntó mientras se unía al grupo.

"Bueno, me desperté y ya no necesitaba mis gafas", explicó Harry débilmente.

Madam Pomfrey le miró calculadoramente para posteriormente guiarlo a una cama cercana.

"Bueno, no es improbable que la vista se corrija sola", comenzó. "Es poco común, particularmente si es una aflicción mágica", siguió explicando. "¿Era su deficiencia así?", preguntó finalmente.

"No lo se", se encogió de hombros. "Mi tía y mi tío me llevaron a un oftalmólogo muggle cuando era pequeño y me dieron esas", respondió, haciendo un gesto hacia la montura que llevaba en la mano.

"¿Así que nunca antes ha visitado a un sanador mágico?, Pomfrey preguntó con un ceño.

"No hasta que te conocí en mi primer año", respondió Harry con un finalidad.

Madam Pomfrey resopló molestamente y empezó a murmuras acerca de incompetencia y niños que no recibían el cuidado adecuado.

"Muy bien señor Potter, voy a comprobar sus ojos, no se preocupe es un simple hechizo con el que puedo ver si hay algún problema", explico en un tono calmante.

Harry solamente asintió y le permitió proceder, confiando en ella, como siempre había hecho con su bienestar.

Mientras que la mujer empezó a lanzar el hechizo, sintió como si sus ojos se hubieran convertido en una gelatina liquida, un sentimiento que de inmediato le desagradó. Tan rápido como comenzó el hechizo acabó y sintió una oleada de alivio envolverle.

"Eso fue raro", concluyó sucintamente, sacudiendo su cabeza bruscamente.

"Bueno, parece que sus ojos están completamente bien señor Potter, no sé cual era el problema con ellos anteriormente pero ahora ya no está", le informó aunque estaba un poco confusa. "Debería de sentirse afortunado señor Potter, no muchas personas son tan afortunadas como para tener su vista reparada por sí misma", finalizó reflexivamente.

"Quizá debería realizarle un chequeo completo", sugirió Pomfrey cortésmente.

"No, está bien", Harry regresó rápidamente, no queriendo que lo siguieran, ya había tenido suficiente de eso en su vida, especialmente bajo el cuidado de esta mujer. "De verdad, está bien", agregó apaciguadoramente.

"Bien", ella concedió infeliz. "Pero si se siente mal, regrese de inmediato, ¿ me oye?", Preguntó ella con firmeza.

Harry solo asintió antes de deslizarse de la cama y regresar con Neville y las chicas, que ahora estaban reunidas alrededor de Ron.

Harry pudo ver que ya estaba frunciendo el ceño cuando se acercó y suspiró interiormente al pensar en la inminente discusión.

"¿Finalmente decidiste enseñar la cara?" Ron gruñó cuando Harry los alcanzó, cruzando los brazos en su molestia.

"He estado durmiendo hasta esta mañana, Ron", explicó Harry.

"No podría haber sido tan malo" Ron se encogió de hombros en respuesta. "No estabas aquí como nosotros", agregó acaloradamente.

"Estaba dormido" reiteró Harry. "No es como si no hubiera venido aquí a propósito".

"Así que pudiste dormir tranquilamente", se quejó Ron. "Es tu culpa que estemos aquí de todos modos" escupió con veneno.

"¡Ron!", Ginny intervino acaloradamente, advirtiendo a su hermano.

Harry entrecerró los ojos ante su amigo, sorprendido por lo tranquilo que se sentía. En circunstancias normales, estaría furioso y vocalizaría su ira sin siquiera pensarlo, claramente la reacción que los demás en la habitación esperaban mientras miraban a los dos preocupados.

Harry sofocó la inusualmente pequeña rabia que sentía antes de hablar.

"Dime, ¿cuándo te obligué a venir conmigo?", Le preguntó al pelirrojo con calma. "¿En qué momento te maldecí o te puse ese cerebro?" Cuestionó aún más con una ceja levantada.

Ron frunció el ceño y murmuró incoherentemente, claramente no teniendo respuesta a esas preguntas.

"No lo hice", respondió Harry por él, su voz mantenía su tono calmado. "Si recuerdas correctamente, te dije que te quedaras atrás, pero fuiste tú quien insistió en venir, como siempre lo has hecho", señaló. "Nunca pedí tu ayuda y nunca te obligué a hacer nada, sí, lamento que hayas hecho daño, pero no me culparán por eso cuando fuiste tú quien vino por tu propia voluntad", concluyó con firmeza.

"Casi nos matas a todos, mataste a Sirius", replicó Ron con vehemencia.

Harry tragó la punzada de culpa y tristeza que sintió por la acusación, entrecerró los ojos y dio un paso hacia Ron, dejando que un poco de su ira surgiera mientras hablaba.

"Sirius murió haciendo lo que les prometió a mis padres que haría, protegiéndome y sé muy bien que soy la razón por la que estuvo allí, no necesito que me lo indiques", dijo Harry en un susurro. "Pero te diré que Ron, si quieres culparme, está bien, pero recuerda, tienes tu propio cerebro en la cabeza, úsalo en el futuro antes de que te lleve por el mal camino", aconsejó, terminando a seis pulgadas de la cara del pelirrojo.

Ron simplemente no pudo responder. Estaba acostumbrado a que Harry gritara y vociferara, siendo rápido de temperamento, no estaba acostumbrado a esto y era mucho más aterrador ver a su amigo tan tranquilo. Un escalofrío recorrió su espina dorsal cuando Harry le habló de esta manera tan fácilmente, haciéndole temblar involuntariamente y tragando profundamente.

"Ahora, tengo algunas cosas que hacer, ¿podría alguien avisarme cuando Hermione se despierte, por favor?" Preguntó Harry, provocando un mudo asentimiento de acuerdo de Neville.

Harry salió del ala del hospital dejando atrás a tres amigos estupefactos.

"Eso fue un comportamiento muy diferente a Harry", declaró Luna, rompiendo el silencio.

"Es más aterrador cuando no grita" observó Neville sacudiendo la cabeza.

"¿Qué le ha pasado?", Ginny preguntó preocupada.

"Su padrino acaba de morir", le recordó Neville.

"No creo que eso sea pena, algo es muy diferente en él", respondió ella pareciendo muy segura de sí misma.

"¿Vamos a vigilarlo?", Preguntó Neville nerviosamente.

"Sí", Ginny estuvo de acuerdo. "Creo que tenemos que hacerlo", agregó sonando un poco más segura. "¿Estás bien Ron?" Ella cuestionó a su hermano que estaba pálido.

"¿Por qué no gritó?", Ron preguntó simplemente. "Cuando estamos enojados el uno con el otro, gritamos, tenemos unos días para nosotros mismos y luego nos perdonamos", explicó, todavía confundido por lo que había sucedido y todavía un poco nervioso.

Los otros tres simplemente se encogieron de hombros, sin entenderlo más que Ron.

(BREAK)

Después de salir del hospital, Harry se dirigió a la biblioteca, incluso más interesado en distraerse después de la discusión que tuvo con Ron. Volvió a alejar sus emociones recordándose que necesitaba concentrarse y no dejarse distraer por lo que había sucedido en los últimos días.

Entró en la habitación para encontrarla casi vacía, a excepción de unos pocos estudiantes de Ravenclaw, y comenzó a examinar los estantes, buscando cualquier cosa que pudiera ser útil en una pelea con los Mortífagos.

Después de buscar más de una hora, suspiró derrotado. Había muy poco aquí que pudiera darle el tipo de ayuda que estaba buscando y miró con avidez hacia la sección restringida sabiendo muy bien que no obtendría permiso para tomar nada de allí para leer por placer.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que se había dado cuenta de otra cosa, una de la que debería haber sido consciente desde el principio y algo que había pasado por alto en su entusiasmo.

Faltaban menos de dos semanas para las vacaciones de verano y no podría llevarse ninguno de los libros a casa y sabía que si Dumbledore se enteraba de lo que estaba haciendo, sin duda lo detendría.

'Necesito conseguir mis propios libros' suspiró para sus adentros.

Sabía que tenía más que suficiente en su bóveda para algunos libros, pero no tenía forma de saber que no podría visitar el Callejón Diagon y mucho menos el Callejón Knockturn para encontrar lo que necesitaba.

Salió de la biblioteca de un modo bastante desagradable, tratando de pensar en una forma en qué pudiera obtener el material tan necesario. Consideró preguntar a algunos estudiantes mayores si tenían algo que pudiera pedir prestado, pero dudaba que algún estudiante tuviera lo que necesitaba.

Entró en el dormitorio de niños de quinto año, agradecido de que estuviera vacío, y se tiró en su cama.

"Tal vez Remus ayudaría" murmuró pensativamente.

Sin embargo, no estaba listo para enfrentar la mirada rota del hombre lobo, quien sin duda lamentaba el fallecimiento de su último y verdadero amigo.

Una vez más, Harry tragó una punzada de culpa y tristeza antes de continuar sus reflexiones.

"Eso es", declaró después de unos momentos, aunque no estaba completamente seguro de su plan. "Dobby?" Llamó un poco tentativamente.

Hubo un fuerte chasquido cuando el elfo doméstico apareció muy emocionado de ser convocado por Harry.

"¿Qué puede hacer Dobby por el señor Harry Potter?" El elfo preguntó en su forma hiperactiva habitual, rebotando en su felicidad.

"Dobby, necesito que estés tranquilo y me escuches" pidió Harry.

El elfo inmediatamente se quedó inmóvil y esperó a que Harry continuara.

"¿Puedo confiar en qué mantendrás mis secretos?", Harry le preguntó al elfo sin rodeos.

"Dobby nunca estaría contando los secretos de los Harry Potter, señor", contestó de inmediato, sacudiendo la cabeza y haciendo que sus orejas de murciélago se agitaran cómicamente.

"Bien", respondió Harry agradecido. "¿Hay alguna forma de obtener oro de mi cuenta de Gringotts?" preguntó.

"Si el señor Harry Potter le da a Dobby su llave, entonces Dobby puede hacer eso", le informó el elfo.

"Mierda, no tengo mi llave", maldijo Harry irritado. "¿No hay otra manera?" Preguntó un poco desesperadamente.

"No, señor Harry Potter", respondió Dobby con tristeza, con la cabeza caída y decepcionado. "¿Qué necesita Harry Potter, señor?", Preguntó.

Harry suspiró y se frotó las sienes, frustrado.

"Necesito algunos libros, pero no los tienen en la biblioteca", explicó.

"¿Qué tipo de libros, señor Harry Potter?", inquirió el elfo.

"Libros que me enseñarán cómo luchar contra los Mortífagos", susurró Harry, lanzando una mirada furtiva hacia la puerta.

Dobby imitó la acción de Harry antes de inclinarse más cerca.

"¿El señor Harry Potter necesita libros que sean hostiles?", Preguntó en un susurro, sonando más serio de lo que Harry lo había escuchado.

"Sí", confirmó Harry con un asentimiento resuelto.

"Dobby sabe dónde encontrar esos libros Harry Potter, señor", respondió el elfo en un susurro emocionado.

"¿Dónde?", Preguntó Harry con entusiasmo mientras se ponía de pie.

"Están en la habitación que viene y va, señor Harry Potter", respondió el elfo reflejando la emoción de Harry y también sonando un poco travieso.

Harry suspiró y se sentó, sacudiendo la cabeza.

"No se puede sacar nada de allí", señaló.

"Están en una habitación especial, Harry Potter señor, son escondidos allí por la gente", explicó el elfo.

Harry se puso de pie otra vez.

No podía estar seguro, pero supuso que si los libros solo estaban escondidos allí, podría recuperarlos.

"¿Puedes llevarme?", Le preguntó al elfo, sintiendo que su entusiasmo se hinchaba dentro de él una vez más.

"Dobby, se reunirá con usted allí", respondió Dobby con una inclinación de cabeza antes de desaparecer con un crack.

Harry corrió desde la torre tan rápido como sus piernas lo llevaban a encontrarse con el elfo, alabando a la criatura mientras avanzaba.

Llegó al tapiz de los trolls danzantes sintiéndose más que un poco sin aliento cuando se encontró con Dobby, que estaba parado frente a una puerta de roble muy vieja.

"Están aquí, señor Harry Potter", le informó el elfo, haciendo un gesto para que Harry ingresara, lo que hizo de inmediato, seguido por Dobby.

Lo que vio dentro le quitó el aliento y lo dejó mirando asombrado.

Había una pila sobre otra de artículos que incluso él podía decir que eran muy valiosos, se parecía mucho a una gran tienda de antigüedades muggle.

Podía ver algunos pensaderos, algunas escobas viejas e incluso un par de capas de invisibilidad similares a las suyas, que sabía a ciencia cierta qué valían una fortuna.

"¿Puedes sacar algo de esta habitación?", Le preguntó al elfo con aliento, todavía asombrado por lo que estaba viendo.

"Sí, señor Harry Potter, todo esto fue escondido por magos y brujas", confirmó Dobby.

Fue entonces cuando tuvo su segundo golpe de genio del día.

Sabía muy bien que no tenía mucho dinero con él y Dumbledore insistiría en que Molly Weasley completaría sus compras escolares para él el próximo año escolar, por lo que no tendría ninguna posibilidad de obtener grandes cantidades de oro de su bóveda. También sabía que podría necesitar oro en algún momento en el futuro y sabía que una vez mas no tendría su llave, pero tal vez podría vender las cosas valiosas en la habitación, nadie las echaría de menos después de todo y la causa fue ciertamente digna.

"Dobby, ¿puedes tomar cosas y venderlas?", Preguntó nerviosamente, esperando que el elfo pudiera darle otra salvación.

"Dobby puede hacer eso", respondió el elfo con entusiasmo, sabiendo a dónde iba esto. "Dobby solía vender para su antiguo maestro", agregó.

"Ok, quiero que tomes todo lo valioso y lo vendas por favor", pidió Harry. "¿Hay algún lugar donde puedas guardar oro?", Preguntó, dándose cuenta de que necesitaba un lugar para almacenarlo.

"Dobby puede estar usando un baúl, señor, puede hacerlo tan grande por dentro como quiera", respondió alegremente.

"¿Podrías hacerlo por mí, por favor?", Preguntó Harry esperanzado.

"Dobby lo hará Harry Potter, señor", exclamó el elfo, claramente entusiasmado ante la perspectiva de hacer algo importante para Harry. "Dobby incluso puede ayudar a Winky", agregó pensativo.

Harry sonrió y asintió a la criatura, complacido de que algo finalmente iba bien.

"Ok, ¿dónde están los libros?", Preguntó, no pudiendo ver ninguno a su alrededor.

"Están siendo ahí", respondió Dobby con seriedad, tomando a Harry del brazo y guiándolo por los pasillos de los artículos.

Finalmente se encontraron con lo que Harry podría describir cómo un tesoro de tomos e inmediatamente comenzó a clasificarlos, dejando de lado cualquier cosa que pareciera útil. Hojeó a algunos de ellos sintiéndose muy feliz de que contenían lo que estaba buscando, incluso encontrando un libro sobre duelos escrito por el mismo Salazar Slytherin.

Dobby, al ver que Harry estaba ocupado, inmediatamente comenzó a atender la tarea que se le había asignado y llamó a Winky para que lo ayudara, quien estaba feliz de estar fuera de la cocina y completando un trabajo para un mago.

Fue un par de horas más tarde que Harry dejó escapar un suspiro de alivio después de que finalmente terminó de revisar los libros. De los más o menos 300 que había allí, había reservado alrededor de 50 que le serían útiles, algunos de los cuales contenían hechizos que eran un poco más que cuestionables.

Harry había aceptado a regañadientes el hecho de que este tipo de maldiciones y tales eran los tipos de cosas que necesitaba aprender para tener incluso una oportunidad en una pelea con los Mortífagos, y mucho menos con el propio Voldemort. Sabía que ya no podía confiar en la suerte que había experimentado hasta el momento y que necesitaba convertirse en un mago y luchador mucho mejor, algo que lograría por cualquier medio que fuera necesario.

Con la ayuda de Dobby, colocó los libros en un baúl que había encontrado en la habitación, hizo que el elfo lo encogiera y colocara un amuleto de plumas para que pudiera llevarlo consigo en todo momento.

Encontró que tenía hambre una vez más y Dobby le llevó el almuerzo antes de regresar a la torre para comenzar a leer algunos de sus libros recién adquiridos y dormir un poco, antes de volver a la habitación mañana para comenzar a aprender los hechizos que sabía que necesitaba.

(BREAK)

Se despertó temprano a la mañana siguiente y abandonó el dormitorio lo más silenciosamente posible para evitar despertar a cualquiera de los demás en la habitación. Hizo un viaje rápido a las cocinas para desayunar y se dirigió a la habitación requerida, pidiendo un lugar donde pudiera practicar su hechizo.

La habitación con la que se le proporcionó era similar a la que había usado el Ejercito de Dumbledore durante todo el año antes de que, por supuesto, hubieran sido descubiertos por Umbridge.

Se quitó la túnica y sacó el primer libro del que había decidido intentar algunos de los hechizos y se enfrentó al maniquí estacionario que estaba a unos quince pies de distancia de él.

Abrió el libro de duelo que Slytherin había escrito y revisó la teoría detrás del primer hechizo que quería probar; una maldición cortante.

El texto no incluía detalles específicos de los efectos del hechizo, por lo que Harry había decidido verlo por sí mismo.

Estaba seguro de que tenía la capacidad de actuar, pero el único inconveniente que había encontrado era que el mismo Slytherin había destacado las ventajas del lanzamiento no verbal, algo que Harry nunca había intentado, aunque había visto a Dumbledore y Voldemort usar la técnica en su duelo y sabía que era lo primero en lo que tenía que trabajar si quería llegar a ser lo suficientemente competente para enfrentarse al Señor Oscuro en persona.

Sacó su varita y se preparó para disparar la maldición por primera vez y no se sorprendió de que no pasara nada, aunque eso lo frustraba un poco.

Pasó los siguientes diez minutos tratando de maldecir al muñeco, cada vez más irritado de que no pasara nada. Podía sentir su magia literalmente con ganas de escapar a su voluntad, pero la acumulación de magia que podía sentir simplemente se disiparía cuando alcanzara su mano, dejando solo un suave hormigueo dentro de la extremidad.

Después de otros cinco minutos del mismo resultado, sintió un estallido de ira en su interior y lanzó su varita hacia el maniquí, lo que provocó que un perno púrpura y irregular saliera de su varita y lo golpeara en el centro del pecho.

Sin embargo, no tuvo tiempo de admirar su obra. Tan pronto como el hechizo dejó su varita, bajo mucha protesta, la madera dentro de su mano se volvió mortalmente caliente y la dejó caer cuando comenzó a quemar su piel causando que el adolescente aullara tanto de dolor como de sorpresa.

"Mierda, ¿qué demonios?", maldijo mientras comenzaba a soplar en su mano en un intento de enfriarlo.

Después de unos momentos, logró poner su incomodidad en el fondo de su mente y se acercó al muñeco para inspeccionar el daño que su maldición había hecho solo para descubrir que la cabeza, el cuello y uno de los hombros se habían separado del resto. dejando atrás una línea desigual donde el hechizo lo había separado del torso.

Sacudiendo la cabeza con sorpresa, se apartó del muñeco y tentativamente levantó su varita del suelo, complacido de que se hubiera enfriado una vez más. Dudaba mucho que se suponía que el hechizo iba a hacer que su varita se calentara tanto que ya no se podía mantener, pero sabía que lo había realizado correctamente a pesar de que había estado más que un poco molesto al lanzarlo.

Decidió no intentar esa maldición en particular por el momento y pasó a algunos otros, pero el resultado había sido el mismo. Cada vez que lograba lanzar el hechizo, su varita se convertía en un calor insoportable, lo que provocaba que la dejara caer una vez más.

Después de que sucedió por quinta vez, decidió dedicarse a lanzar los hechizos más básicos de manera no verbal, lo que descubrió que podía hacer sin quemarse, aunque la varita se volvió extrañamente caliente, algo que seguramente tendría que analizar cuando pudiera.

(BREAK)

Así es como Harry había pasado el resto de sus días del año escolar en Hogwarts. Se despertaba por la mañana, se dirigía a las cocinas para el desayuno y luego pasaba el resto del día en la habitación trabajando todo lo que podía en los duelos, algo que sabía que estaba tomando naturalmente, como lo había hecho con el vuelo.

Su varita había continuado siendo muy temperamental, por lo que había trabajado principalmente en movimientos y posturas que había encontrado en los libros y había practicado armar movimientos de varita de manera rápida, eficaz y lo más eficientemente posible.

Lo habían dejado solo la mayor parte del tiempo, ya que Ron ni siquiera había intentado hablar con él, incluso después de haber dejado el hospital.

Hermione se había despertado una semana después de los acontecimientos en el departamento de misterios y parecía no tener ningún malos sentimientos hacia Harry, aunque insistía en que Harry necesitaba llorar, algo que molestaba al adolescente bastante rápidamente.

Se había dado cuenta de que tanto Neville como Ginny harían excusas para pasar tiempo con él cuando él no estaba en la habitación, algo más que lo molestaba.

Estaba muy contento de pasar tiempo con la pareja, pero parecía que no tenían ninguna razón para hacerlo más que para vigilarlo y que Harry ya había tenido suficiente de eso, particularmente durante el último año.

Sin embargo, había logrado evitar los dos cuando quería estar en la habitación, para su propio alivio y pensó que sería capaz de abordar el tren de regreso a casa sin más problemas ni molestias, de los cuales tuvo su parte. de este año.

Sin embargo, la salida pacífica que él deseaba no estaba destinada a ser.

Era dos días antes de que el tren llevara a los estudiantes a Kings Cross cuando fue convocado a la oficina de Dumbledore, no completamente inesperado, pero tampoco era una bienvenida distracción.

Entró en la oficina del director, se sentó frente al hombre y esperó a que hablara, ya que no tenía nada de lo que quisiera hablar sobre él.

Dumbledore miró al adolescente especulativamente por un momento antes de comenzar.

"¿Cómo estás Harry?", Preguntó preocupado.

"Bien señor", Harry se encogió de hombros.

Realmente se sentía bien. Cada vez que un sentimiento de tristeza amenazaba con vencerlo, lograba tragarlo.

Dumbledore solo asintió, nada convencido, pero decidió no seguir con ese tema en particular.

"Me temo que vas a tener que regresar con tus familiares al menos durante la primera parte del verano, muchacho", Dumbledore habló nuevamente después de un momento.

"Eso pensaba", respondió Harry casualmente, sabiendo muy bien que eso estaría sucediendo.

"Estoy seguro de que podemos hacer otros arreglos para más adelante", lo intentó Dumbledore.

"No voy a volver a Grimmauld Place", dijo Harry a cambio, sin tener ningún deseo de estar en la casa de Sirius. "Y la

Madriguera es poco probable ya que Ron no me está hablando", explicó.

"Estoy seguro de que el señor Weasley verá sus errores", dijo Dumbledore en un intento por aplacar al adolescente.

"En realidad, señor, preferiría que me dejen solo este verano", pidió Harry. "Tengo cosas más importantes en las que centrarme que el quidditch y evitar las bromas de Fred y George", agregó con seriedad.

Dumbledore suspiró y sacudió la cabeza.

"No creo que sea prudente que pases todo tu tiempo solo Harry", señaló.

"Pero esa es mi elección, señor", respondió Harry un poco irritado.

Dumbledore suspiró de nuevo y aceptó el punto con una inclinación de cabeza.

"Muy bien, pero habrá un miembro de la orden en guardia en todo momento", explicó.

"Te refieres a vigilarme", replicó Harry.

"Están allí para mantenerte a salvo, Harry", respondió Dumbledore con firmeza.

Harry resopló ligeramente.

"Para eso están las guardas", dijo sacudiendo la cabeza. "Usted mismo dijo que cualquier persona que intente hacer daño no puede pasarlas, por lo que tener un miembro de la Orden implica una pérdida de tiempo", señaló lógicamente.

"Es una protección adicional, Harry", respondió Dumbledore con calma. "No lo tomes por sentado", aconsejó.

"Así que de nuevo no tendré privacidad", Harry frunció el ceño. "Vivir con ellos es lo suficientemente malo sin ser vigilado constantemente por personas que se supone que están de mi lado, no soy un niño Director, no necesito una niñera".

"Me temo que así es como tiene que ser mi hijo", suspiró Dumbledore tristemente.

Harry solo sacudió la cabeza con frustración.

"¿Eso es todo?", Preguntó Harry después de calmarse.

Dumbledore suspiró de nuevo y asintió.

"Adiós profesor", dijo Harry mientras se dirigía hacia la puerta.

"No es bueno sofocar tus sentimientos, Harry", advirtió Dumbledore. "Solo te hará amargarte y te enviará por un camino inadecuado", agregó. "Te imploro que reconsideres tus planes de verano", terminó, claramente preocupado.

Harry se había detenido después de abrir la puerta, pero no se volvió para mirar al hombre que se había dirigido a él. Cuando Dumbledore terminó, Harry solo sacudió la cabeza ante las palabras del director y salió de la habitación.

La siguiente cosa molesta tuvo lugar cuando salía del castillo para tomar el tren a Londres cuando fue abordado por Malfoy, Crabbe y Goyle en el vestíbulo de entrada.

Estaba a punto de salir cuando el rubio, que estaba claramente furiosa con Harry, se dio la vuelta.

"Pagarás por lo que le hiciste a mi padre", Malfoy siseó amenazadoramente.

Harry simplemente lo encontró divertido, y no una amenaza en absoluto después de lo que había experimentado en las últimas semanas.

"Sigue, entonces", desafió Harry, cruzando sus brazos casualmente.

"¿Qué?", Preguntó Malfoy con el ceño fruncido.

"Continúa entonces", instó Harry, agarrando discretamente su varita que había escondido en la manga.

Malfoy miró a sus dos matones, que solo le devolvieron la mirada. Al darse cuenta de que no obtendría ayuda de ellos, buscó en su bolsillo y hurgó mientras intentaba recuperar su varita.

Antes de que pudiera entender lo que estaba sucediendo, la punta de una varita se presionó contra su mejilla y encontró su muñeca en un agarre sólido. La punta de la varita estaba incómodamente caliente, pero el rubio estaba demasiado distraído por los ojos verdes estrechados que se clavaban en los suyos.

"Si me vuelves a amenazar a Malfoy, entonces tu padre sodomizado en Azkaban será la menor de tus preocupaciones", susurró Harry peligrosamente. "¿Entendido?", Preguntó acercándose al niño que simplemente tragó profundamente y asintió.

"Potter", una voz enojada interrumpió cuando el profesor Snape se acercó al grupo. "¿Qué estás haciendo?", Le preguntó con suspicacia.

"Solo decirle adiós a Draco, señor", respondió Harry alegremente, dándole al chico una palmadita condescendiente en la cabeza.

Snape frunció el labio con desagrado al adolescente.

"Sal de aquí Potter", le ordenó con irritación.

Harry inmediatamente se fue y se dirigió a los vagones, incluso logrando abordar el tren sin más interrupciones y encontrar un compartimento para él mismo, que cerró y echó las persianas sobre la ventana, no queriendo que lo molestaran.

Suspiró aliviado de estar lejos del castillo, algo que pensó que nunca haría y comenzó a leer un libro sobre el arte de la creación de varitas que Dobby había comprado.

Tenía la intención de preguntarle a Dumbledore acerca de su varita, pero se olvidó de todo durante la reunión, ya que el viejo le molestó.

Necesitaba hacer algo al respecto pronto, pero sabía que no era posible. No había manera de que pudiera convencer a Vernon de que lo llevara a Londres y sabía que no podía escapar de los confines de Privet Drive, especialmente si Moody estaba cerca, y no tenía dudas de que estaría.

(BREAK)

Cuando el tren se acercaba a su tramo final del viaje, Harry cerró el libro en señal de derrota. Había aprendido una cantidad razonable sobre varitas e incluso tenía un nuevo aprecio por ellas, pero el libro no le había proporcionado nada relevante con respecto a sus problemas con los suyos.

Harry sacó el palo de acebo de su manga y lo miró pensativamente.

"¿Por qué no funcionas?", Murmuró.

Fue sacado de sus pensamientos por la llegada de Dobby y Winky quienes aparecieron con un fuerte chasquido, llevando un gran baúl entre ellos.

"Dobby y Winky terminaron de vender ahora, señor Harry Potter", le informó Dobby con cansancio.

"¿Ya?", Preguntó Harry, sorprendido de que lo hubieran logrado tan rápido.

"Dobby y Winky saben lo que están haciendo", respondió Winky con un firme asentimiento.

"Eso es genial", exclamó Harry alegremente. "¿Cuánto obtuvisteis?", Preguntó sabiendo que pocos miles de galeones serían geniales si se encontrara en necesidad de ello antes de poder acceder a su bóveda, cuando sea posible.

"Estaremos recibiendo casi 4 millones de galeones de Harry Potter, señor", respondió Dobby. "¿Eso es suficiente?" Añadió inseguro.

Las cejas de Harry se alzaron ante la figura que le habían dado, era mucho más de lo que hubiera imaginado.

"¿Tanto?", Preguntó, completamente asombrado por la suma.

"Los encargados de las tiendas en lugares oscuros piensan que Dobby sigue siendo un elfo Malfoy, señor Harry Potter", explicó Dobby. "Están pagando los precios altos".

Harry solo sacudió la cabeza con incredulidad a la pareja de elfos.

"Gracias", dijo agradecido. "Quiero que ambos tomen todo lo que quieran de él", instruyó.

Winky simplemente parecía ofendida y Dobby negó con la cabeza.

"No queremos galeones, señor Harry Potter. Dobby está contento con su galeón un mes y Winky no quiere que le paguen señor", respondió Dobby con firmeza.

Harry suspiró sabiendo que no podría convencerlos de que se llevaran algo.

"Ok, bueno, si hay algo que pueda hacer por ti, solo tienes que preguntar", respondió con sinceridad.

"Sólo queremos trabajar, señor", respondió Winky. "El castillo está vacío ahora", señaló.

"Bueno, ¿qué tal si los llamo a los dos si necesito que me hagan algo durante el verano?", Harry ofreció un poco vacilante.

Los ojos de Dobby y Winky se iluminaron con la idea y rebotaron alegremente de emoción.

"Estamos contentos con eso", exclamó Dobby antes de que la pareja desapareciera con una grieta final.

Harry solo negó con la cabeza a los dos y comenzó a intentar reducir el baúl que habían traído, lo que logró hacer después de varios intentos con su varita que funcionaba cada vez peor y lo colocó en su propio baúl junto con el otro baúl de libros que ya tenía. ahí.

Poco después, el tren entró en la estación y Harry rápidamente salió del tren y salió de la plataforma para evitar chocar con cualquiera de sus amigos, adivinando que lo habían estado buscando. Él no estaba de humor para lidiar con Ron y su mal humor, ni Hermione y su consejo para buscar consejería de duelo.

Ya había sospechado que no se les permitiría escribir con él durante el verano, como ocurrió el año anterior, así que comenzó a buscar los Dursley, solo con ganas de volver a casa y continuar el estudio que había comenzado antes de que terminara el período.

Vio a sus parientes y frunció el ceño al ver a varios miembros de la orden hablando con ellos. Incluso desde donde estaba, Harry pudo ver que la conversación no era amistosa. Vernon ya tenía un peligroso tono púrpura y Petunia estaba explorando a la multitud con preocupación, claramente esperando que nadie que ellos conocieran estuviera cerca para verlos hablar con el extraño grupo de personas.

Harry se acercó al grupo y se colocó entre ellos, frente a su tía y su tío.

"Ve y espera en el auto", instruyó con calma pero con firmeza. "Me encargaré de esto", les aseguró.

Vernon parecía que iba a protestar, pero Petunia colocó una mano en su brazo carnoso y lo llevó con cuidado, disparándole a Harry lo que percibía como una mirada de gratitud.

Harry se volvió hacia los cuatro miembros de la orden y sacudió la cabeza.

"Mis veranos con ellos son bastante malos sin vuestra interferencia", habló en voz baja. "Todo lo que has hecho es darles más razones para que me encierren, me maten de hambre y me revienten cuando quieran, gracias", terminó con sarcasmo.

"Solo estábamos tratando de ayudar", explicó Arthur Weasley.

"Bueno, no lo hagas", ordenó Harry.

"Dumbledore no te dejaría allí si fuera tan malo", Tonks cortó con incredulidad.

"Bueno, él lo hace", Harry se encogió de hombros. "Solo quiero que me dejen solo, sé que todos ustedes estarán allí haciendo de niñera porque Dumbledore les dice que lo hagan, pero no quiero ver a ninguno de ustedes", les dijo con severidad.

"Harry, necesitas hablar con alguien", Remus intentó desesperadamente "Aislarte de tus amigos no ayudará", agregó.

Harry negó con la cabeza al hombre, notando que se veía peor que nunca lo había visto.

"Así que Hermione te escribió", dedujo. "Lamento lo de Sirius, Remus, lo estoy, pero tengo cosas más importantes en las que concentrarme y si no sabes qué es eso, entonces tienes que hablarlo con Dumbledore, ¿a menos que él realmente haya considerado oportuno decirle algo?", le preguntó.

Cuando ninguno, incluso Moody no respondió, Harry negó con la cabeza.

"Eso pensaba", reconoció con irritación. "Solo dejadme en paz, ¿está bien?", exigió antes de girarse y salir de la estación.

"¿De qué demonios estaba hablando?", Remus preguntó con tristeza.

"No lo sé, pero voy a hablar con Albus, algo está mal con el chico", gruñó Moody.

"¿Qué quieres decir?", Arthur preguntó con preocupación.

"Me recuerda a un muchacho que conocí justo antes de que se convirtiera en un bastardo despiadado y uno oscuro en eso", respondió Moody con seriedad.

Los otros tres compartieron una mirada aprensiva.

"¿Quién?", Tonks preguntó en poco más que un susurro.

"Yo", gruñó Moody, con una sonrisa siniestra formándose en su rostro antes de darse la vuelta y alejarse, cada dos pasos haciendo eco con un profundo golpe.

(BREAK)

Harry pudo ver inmediatamente cuando entró en el auto de Dursley que una confrontación con el trío estaba en la agenda del día. Suspiró y se sentó en silencio mientras duraba el viaje, observando cómo el bigote de su tío se contraía en su estado de agravación.

Vernon era realmente un hombre patético y era incluso menos amenazante que Malfoy, una observación que a Harry le pareció bastante divertida. La amplia ventaja de tamaño que el hombre tenía sobre su sobrino había sido todo lo que había tenido a lo largo de los años, pero esos días ya habían quedado atrás.

Sí, Vernon era mucho más grande que Harry en términos de masa y circunferencia, pero Harry ahora era más alto que el hombre y descubrió que no era nada menos que un matón mezquino, algo con lo que ya no se saldría con la suya. Harry se había enfrentado a los Mortífagos e incluso al Señor Oscuro en varias ocasiones y su tío no era más que una molestia en comparación.

Cuando el auto se detuvo en el camino, Harry sacó su baúl del maletero y entró en la casa donde los tres Dursley lo estaban esperando en el pasillo.

"No seré amenazado por un montón de monstruos", rugió Vernon, rociando una cantidad obscena de saliva mientras lo hacía. "No tienen nada que decir sobre lo que pasa en mi casa", agregó enfadado.

Harry suspiró y negó con la cabeza al hombre.

"Estoy completamente de acuerdo contigo", se encogió de hombros, para sorpresa de sus familiares.

"¿Estás siendo gracioso, chico?", Preguntó Vernon peligrosamente, dando un paso amenazador hacia su sobrino.

Harry rápidamente sacó su varita y la apuntó entre los ojos de su tío, mirándolo.

"Creo que descubrirás que fui yo quien lo detuvo, Vernon", le recordó al hombre con calma, aunque su voz estaba mezclada con una advertencia.

"No te atreverías a usarlo", proclamó Vernon con confianza. "Te echarán de esa escuela, recuerdo la carta que recibiste", señaló a sabiendas.

Harry solo se rió entre dientes al hombre, aunque realmente no vio diversión en la situación.

"El ministerio tiene cosas mucho más importantes de las que preocuparse que lo que sucede aquí", afirmó. "No me presiones, Vernon", advirtió, sintiendo una oleada de ira brotando dentro de él, haciendo que su varita se volviera extremadamente caliente en su mano.

Los dos se miraron el uno al otro, desafiándose el uno al otro para hacer su movimiento cuando fueron interrumpidos por el sonido del timbre de la puerta.

"Yo abro, declaró Petunia en voz alta en un intento de arrastrar a los dos de su punto muerto.

"Guárdalo", siseó Vernon cuando su esposa se acercó a la puerta.

Harry bajó su varita pero la sostuvo firmemente en su mano, aunque todavía lo estaba quemando.

Petunia abrió la puerta y dejó escapar un grito de horror, inmediatamente poniendo a Harry de nuevo en guardia.

"Buenas tardes, señora Dursley, me preguntaba si podría hablar con Harry", sonó la voz de Dumbledore en todo el pasillo.

Petunia no dijo nada, pero abrió la puerta para permitir que el hombre entrara, aunque lo hizo a regañadientes.

"Ah, Harry, veo que tus familiares y tú mismo nos estamos recuperando", dijo con un gesto de la cabeza mientras cruzaba el umbral. "¿Podemos hablar en privado?", Preguntó.

Harry condujo al director al salón, la pareja fue fulminada con la mirada de Vernon, quien, por una vez, sabiamente había mantenido la boca cerrada.

"Me acaban de visitar Remus y Alastor, ambos están bastante preocupados por ti", Dumbledore comenzó después de que se había sentado.

"Les dije que no interfirieran con mis familiares, eso es todo", explicó Harry, sintiéndose molesto por los dos hombres.

"Ya veo", reconoció Dumbledore. "No creo que estar aquí vaya a funcionar, por lo que Arthur le ofreció amablemente un lugar en la Madriguera durante el verano", explicó, con los ojos brillantes.

"Ya tuvimos esta conversación, señor", le recordó Harry.

"Al joven señor Weasley se le ha advertido que se comporte", Dumbledore respondió esperanzado.

Harry solo negó con la cabeza al hombre.

"Solo quiero que me dejen solo", suspiró. "Si esperas que mate a Tom, entonces debes dejarme hacer esto", suplicó un poco.

"No derrotarás a Tom al tomar un camino similar a él", Dumbledore regresó con gravedad. "Es el amor que posees lo que los separa a los dos", agregó con confianza.

"La última persona por la que amé ahora está muerta", gruñó Harry en respuesta. "Soy yo quien tendrá que enfrentarlo profesor, si no me preparas, entonces me prepararé", concluyó con firmeza.

"Tengo la intención de prepararte Harry", le aseguró Dumbledore.

"¿Así que me vas a enseñar cómo luchar?", Preguntó Harry con incredulidad, sintiéndose un poco emocionado ante la perspectiva de aprender algo de la magia que había visto usar al hombre contra Voldemort.

"Eso no será necesario", respondió Dumbledore con el ceño fruncido.

Harry suspiró de nuevo.

"¿Así que solo piensas que él será asesinado por su propia maldición otra vez?", Preguntó con exasperación.

Cuando el anciano no contestó, Harry se echó a reír, sobre todo por el shock.

"Eso es exactamente lo que planeas que suceda", exclamó Harry en la realización. "No voy a arriesgarme con eso, no lo enfrentaré a él ni a los Mortífagos sin estar listos", terminó con firmeza.

"Los Mortífagos no son tu problema, Harry", Dumbledore respondió casualmente.

"Lo siguen, por lo tanto, son mi problema", respondió Harry simplemente. "Podrías estar dispuesto a arriesgar mi vida en un plan estúpido, pero no lo estoy", agregó acaloradamente.

"Desearía que confiaras en mí, Harry", suspiró Dumbledore.

"En este momento, señor, no hay nadie en quien confíe, especialmente si esperan que pelee sin ser entrenado", respondió Harry.

Dumbledore se levantó y sacudió la cabeza tristemente.

"Espero que reconsideres esto", imploró. "Si hay algo más en lo que pueda ayudarte, haré lo mejor que pueda", finalizó genuinamente mientras se dirigía hacia la puerta.

"En realidad hay", declaró Harry de repente. "Mi varita no ha funcionado correctamente desde esa noche en el ministerio, ¿sabes por qué?" Preguntó esperanzadamente dándole la madera al hombre.

Dumbledore sacó el suyo y comenzó a murmurar entre dientes mientras Harry esperaba que terminara.

"Está en perfecto estado de funcionamiento", le informó Dumbledore.

"No lo está", proclamó Harry. "Se calienta mucho cuando lanzo hechizos con él y es difícil conseguir que un hechizo funcione, puedo sentir la magia en mí reaccionando pero no saldrá", explicó con exasperación.

Dumbledore frunció el ceño, luego sus ojos se abrieron repentinamente al darse cuenta y sonrió.

"Parece como si hubieras sobrepasado a tu varita, muchacho, una hazaña increible." Habló alegremente, aunque parecía demasiado considerado para el gusto de Harry.

"¿Sobrepasado?", Preguntó Harry con incertidumbre.

"Es posible que una bruja o un mago madure más allá de las capacidades de una varita" explicó Dumbledore a sabiendas. "O si algo cambia dentro de ellos", agregó en un susurro, mirando a Harry especulativamente.

Harry solo frunció el ceño sin entender realmente lo que se le estaba diciendo.

"Dime Harry, ¿has tenido algún dolor de cabeza desde que Tom te poseyó?", Preguntó, con un poco de esperanza en su voz.

Harry repasó las últimas dos semanas y se dio cuenta de que no había tenido ningún dolor de cabeza, su cicatriz ni siquiera lo había molestado una vez.

"No, nada en absoluto, mi cicatriz no ha dolido", respondió Harry.

"Ya veo", susurró Dumbledore, mirando hacia dónde estaba la famosa cicatriz, aunque estaba oculta por el cabello del niño. "¿Puedo ejecutar algunas exploraciones?", Preguntó. "Sólo quiero comprobar algunas cosas, nada invasivo", prometió.

Harry solo se encogió de hombros.

Dumbledore comenzó a lanzar varios hechizos, repitiéndolos una y otra vez para estar seguro de sus hallazgos.

"¿Le importaría hablar con una serpiente si convoco a una?", Preguntó.

"Si va a ayudar", respondió Harry confundido.

Dumbledore convocó a una serpiente y Harry compartió una breve conversación con ella como lo había hecho en otras ocasiones con criaturas similares.

"Hmm", Dumbledore reflexionó después de que lo había desaparecido. "Me gustaría probar un hechizo más, pero será un poco incómodo", explicó.

"Si ayuda con mi varita, hágalo", suspiró Harry.

Dumbledore asintió y comenzó a cantar en una lengua extraña mientras agitaba su varita sobre la cabeza de Harry.

Harry sintió como si su cerebro se hinchara dentro de su cráneo y apretara los dientes bajo protesta por la presión. La sensación retrocedió rápidamente, aunque una vez que Dumbledore se detuvo y lo miró con una sonrisa brillante, sus ojos brillaban como locos.

"¿Y bien?", Preguntó Harry un poco impaciente.

"Algo sobre lo que tengo que pensar", respondió el director con entusiasmo. "Nada para que te preocupes, mi hijo", le aseguró al adolescente.

"¿Necesito una varita nueva entonces?", Preguntó Harry con irritación.

"Eso creo", respondió Dumbledore. "Te buscaré en un par de semanas e iremos a Olivander para conseguir una", prometió. "¿Puedo ver tu cicatriz por un momento?", Preguntó.

Harry suspiró y levantó su flequillo para que el hombre pudiera ver.

"Inconcebible", susurró Dumbledore.

"¿Qué es?", Suspiró Harry.

"Tu cicatriz casi ha desparecido", Dumbledore le informó con otra sonrisa.

"¿Qué significa eso?", Harry preguntó.

"Te lo explicaré todo muy pronto, una vez que lo entienda completamente", Dumbledore respondió con sinceridad.

Harry solo asintió sabiendo que no obtendría más información del hombre.

"Me despediré, pero por favor piense en lo que hablamos", pidió.

"De acuerdo, lo pensaré", concedió Harry.

"Buen chico", respondió Dumbledore antes de salir de la habitación.

Harry simplemente se pasó la mano por el pelo y esperó a que saliera de la casa antes de entrar al pasillo una vez más.

"¿No te vas, entonces?", Preguntó Petunia, sonando esperanzada ante la perspectiva.

"No tía Petunia", respondió Harry. "¿Qué tal si nos mantenemos alejados el uno del otro", sugirió Harry. "Me aseguraré de que todos los quehaceres estén listos y ustedes tres me dejen solo, solo querré usar el baño y proporcionaré mi propia comida", ofreció él, esperando que ellos aceptaran.

"Bien", Vernon estuvo de acuerdo. "Mientras te mantengas alejado de nosotros", advirtió.

"Funciona para mí", Harry se encogió de hombros.

Harry pasó sus días en Privet Drive al despertarse temprano y pasar todo el día posible estudiando y practicando los movimientos de varita de los hechizos que estaba aprendiendo, confiando en que sería capaz de realizarlos adecuadamente cuando obtuviera una varita nueva.

Había pedido la ayuda de Dobby y Winky para completar las tareas necesarias sabiendo que lo que estaba haciendo era más importante. Los elfos habían aceptado con entusiasmo ayudar al adolescente y Winky le llevaría varias comidas al día, algo que le complacía ya que su apetito había aumentado recientemente.

Aparte de no escuchar a nadie en ninguna forma, había una cosa que molestaba a Harry y era que parecía tener mucha energía acumulada, más de lo que nunca antes había tenido. Lo había atribuido a su aumento de comida, pero comenzó a cuestionar si tenía algo que ver con lo que Dumbledore estaba buscando.

En un intento por liberar la energía, comenzó a hacer ejercicio por las mañanas, notando los beneficios de inmediato, ya que podía concentrarse en su trabajo sin inquietarse como lo había hecho. Haría flexiones, e incluso comenzó a correr siempre seguido por quien lo estaba mirando en ese momento.

Había estado en casa desde Hogwarts había terminado su curso desde hace casi dos semanas y estaba sentado en su escritorio leyendo la última página de la noche cuando sonó el despertador, notificándole que ya era medianoche.

Terminó la página que estaba leyendo y se estiró, preparándose para las cuatro horas de sueño que ahora tendría una noche, no por decisión propia, pero parecía que estaba bien descansado incluso después de lo que consideraba que era un sueño corto.

Acababa de devolver el libro que había terminado en el maletero cuando escuchó dos sonidos casi inaudibles en la habitación y rápidamente sacó su varita por instinto, pero no fue lo suficientemente rápido.

Logró vislumbrar dos figuras con túnicas oscuras cuando se giró antes de que un chorro de luz roja lo golpeara y no supiera más.

(BREAK)

Albus Dumbledore se sentó en una mesa en el Gran Comedor rodeado por los miembros de la Orden del Fénix, preparándose para dirigirse a ellos con respecto a Harry.

Había pasado las últimas semanas reflexionando sobre el chico y su descubrimiento de que, de algún modo, por algún milagro, el Horcrux dentro de él había desaparecido.

Inicialmente, Dumbledore se había mostrado extasiado por las noticias, pero pronto se encontró en un gran dilema. Primero había creído que con Harry logrando deshacerse del Horcrux, la profecía se había cumplido, un pensamiento que no duró mucho. La profecía declaraba claramente que uno debe morir de la mano del otro y ninguno de los dos estaba muerto todavía.

Esto también explica parcialmente por qué la varita de Harry ya no funcionaría para él; simplemente ya no le emparejaba. Claramente, la influencia de Tom había sido mucho más prominente dentro de Harry de lo que Dumbledore había anticipado, hasta el punto de que afectó la elección primaria del núcleo de varita para el niño, la pareja compartiendo un núcleo exacto, por supuesto.

Dumbledore también creía que Harry también había madurado por encima de las capacidades de la varita que tenía, algo que le preguntaría a los miembros de la Orden que habían tenido contacto reciente con el chico. Él mismo había notado que Harry estaba mucho más tranquilo de lo que normalmente estaría, incluso cuando le dijeron que se quedaría con sus familiares, no gritó ni se enojó de la forma habitual, pero lo había aceptado con calma.

Independientemente de cualquier cosa especulativa, una cosa estaba clara para el Director y le dolía admitirlo; Harry realmente tendría que estar entrenado y listo para pelear con Tom, algo que Dumbledore nunca había querido enfrentar pero que ya no tenía otra opción.Él podría ayudar a Harry y guiarlo lejos de un camino por el que se dirigía hacia abajo, o podría continuar tratando de controlarlo, sin darle al niño ninguna razón para confiar en nadie y sacrificando su inocencia para ser victorioso, algo que el anciano sospechaba que Harry lo lograría por cualquier medio necesario.

Al ver que toda la Orden, menos Tonks que estaba en servicio de guardia, estaba presente, se aclaró la garganta para comenzar.

"Los he llamado a todos aquí esta noche para hablar sobre el joven Sr. Potter", informó a los reunidos.

"¿Qué hay para discutir?" Preguntó Snape con irritación. "Tú mismo dijiste que el chico ha pedido que lo dejen solo para llore la muerte durante el verano, yo digo que lo dejemos", terminó con un dejo en sus palabras.

"Ya no es tan simple Severus", Dumbledore respondió con gravedad. "¿Alguno de ustedes ha notado algo diferente acerca de Harry?", Preguntó. "¿Algo?".

"Apenas fue visto durante las últimas dos semanas del curso, el señor Longbottom y la señorita Granger estaban bastante preocupados por él, parece haberse aislado de todos", señaló Minerva con preocupación.

"Ron también mencionó que cuando él y Harry tuvieron una discusión en el ala del hospital que no se enojó como usualmente lo haría", Molly intervino.

"Sí, mis observaciones también", Dumbledore reflexionó en voz alta. "¿Algo más?", Agregó.

"Justo antes de que los estudiantes se fueran para el verano, me encontré con Potter y el Sr. Malfoy teniendo un intercambio, aunque no fue explosivo y ruidoso como solían ser", respondió Snape pensativamente. "Lo que sea que haya sucedido dejó a Draco con una quemadura en la mejilla y bastante agitado", explicó con el ceño fruncido.

"Aye, y el muchacho no estaba contento con que nosotros tuviéramos palabras con sus familiares, sé que estoy en lo cierto acerca del chico Albus", Moody habló sombríamente.

"Me temo que casi tienes razón, Alastor, pero aún podemos evitarlo", suspiró Dumbledore.

"¿Realmente crees que Harry se está oscureciendo?", Remus preguntó preocupado.

"Creo que Harry está dispuesto a hacer lo que sea necesario para matar a Tom", respondió Dumbledore. "Es innegable que él ha cambiado, todas las pruebas apuntan de esa manera", supuso.

"El chico solo está de mal humor, volverá a ponerse arrogante al final del verano, marca mis palabras", replicó Snape.

"Desearía que ese fuera el caso Severus, pero no hay duda de que Harry ha cambiado de manera permanente, desearía que no fuera cierto, pero lo es", dijo Dumbledore con tristeza.

"¿Qué quieres decir? ¿Estás seguro de que no es solo el dolor?", Preguntó Arthur preocupado.

Dumbledore suspiró.

"Los cambios son innegables después de la última conversación que tuve con él cuando Alastor llamó su atención sobre mis preocupaciones", comenzó el director. "Harry ha superado su varita, algo que no sucedería a menos que los cambios fueran permanentes", explicó.

"Entonces, ¿qué hacemos?", Remus preguntó, claramente preocupado por el adolescente.

"Tenemos que ayudarlo", respondió Dumbledore con firmeza. "Tenemos que prepararlo para la pelea que sin duda buscará", explicó.

"No lo haría", exclamó Molly.

"Ya se está preparando, aunque no sé cómo, lo mejor que podemos hacer es entrenarlo y ayudarlo, o lo hará solo y nos alejará si no lo hacemos" respondió Dumbledore con una sacudida de su cabeza.

"Dijiste que no llegaría a esto", Remus gruñó enfadado señalando al hombre con un dedo tembloroso.

"Me temo que me lo han quitado de las manos", Dumbledore respondió decepcionado. "Voy a buscarlo mañana y él pasará el resto del verano aquí en Hogwarts, donde lo entrenaré junto con cualquiera de ustedes que pueda ayudar", terminó con un tono de finalidad en su voz.

"Sí, te ayudaré", declaró Moody. "Si podemos enseñarle, entonces tal vez podamos impedirle que tome ciertas acciones", concluyó.

"Yo también", Remus aceptó a regañadientes.

"¿Qué le vas a enseñar?" Preguntó Minerva.

"Para matar al bastardo y sus seguidores", gruñó Moody con entusiasmo.

Claramente, el ex-Auror había tenido suficiente de la forma pasiva en que la Orden estaba luchando.

Dumbledore asintió a regañadientes ante el tosco resumen que Moody le dio.

"No creo que esté escuchando esto", Molly intervino incrédula. "Él es solo un niño y usted le enseñará a matar", dijo ella, sacudiendo la cabeza.

"Sí, y apuesto que el muchacho será bueno en eso, tiene potencial", bromeó Moody alegremente.

"Más de lo que sabes", Remus suspiró.

Sin embargo, la conversación no fue más allá cuando Tonks irrumpió en la habitación, respirando pesadamente.

"Harry ha sido secuestrado", anunció, agarrándose cautelosamente el costado.

"¿Qué pasó?", Dumbledore preguntó frenéticamente, de pie inmediatamente.

"Estaba afuera en servicio de guardia cuando vi un hechizo rojo a través de la ventana, cuando llegué allí, Harry y todas sus cosas se habían ido", Tonks explicó a toda prisa.

"El chico claramente se ha escapado", Snape arrastraba las palabras, sin preocuparse en absoluto.

"Sé lo que vi Snape", Tonks respondió acaloradamente.

Dumbledore ignoró a la pareja que se peleaba y llamó a Fawkes para que lo llevara a la casa de Harry al instante.

Fue menos de 30 minutos después que Dumbledore regresó con un aspecto realmente grave. Harry había sido secuestrado, no se podía negar ese hecho, pero no podía entender cómo.

Las proteciones estaban todas intactas y cualquier cosa que significara un daño para el niño no podría entrar a la casa, pero tal vez Tom había encontrado una manera, estaba claro para el director que Harry no se había escapado. Podía sentir la magia extranjera, aunque no era particularmente oscura en la naturaleza.

Se sentó en la mesa y miró a los miembros de la Orden que lo miraban expectantes.

Suspiró antes de hablar.

"Harry ha sido efectivamente secuestrado", les informó. "Aunque no puede haber sido hecho por alguien que signifique daño, de eso estoy seguro", terminó confiadamente.

"¿Qué hacemos?", Preguntó Tonks, sintiéndose un poco culpable por lo sucedido en su guardia.

"Severus, necesitaré que confirmes que Harry no ha sido llevado a Tom", le ordenó al hombre de cabello grasiento que se burló pero asintió con la cabeza. "El resto de ustedes hará todas las consultas que puedan, es de suma importancia que lo encontremos", explicó con urgencia.

Con eso los miembros reunidos salieron de la sala para realizar sus tareas.

"Por favor, cuídate, muchacho", susurró suplicante Dumbledore.

(BREAK)

Harry se despertó y se encontró atado a una silla. Le tomó un momento o dos para poder pensar con coherencia y suspiró cuando el recuerdo de lo que sucedió surgió.

"Buenas noches señor Potter", le saludó una voz.

Harry sacudió la cabeza con irritación al ser capturado tan fácilmente, sabía que debería haber estado más atento, aunque le habían asegurado que estaba a salvo.

"¿Por qué no me llevas con Tom y terminamos con esto?", Sugirió, no estando de humor para prolongar lo inevitable.

"¿Quién demonios es Tom?", Preguntó otra voz enojada, lo que provocó que Harry sonriera levemente.

Sabía que probablemente debería tener miedo, pero no era por razones desconocidas para él. Sabía que iba a terminar entre él y Riddle, pero no esperaba que fuera tan pronto.

Harry rió oscuramente antes de responder.

"Tu amo", dijo simplemente. "No me digas que no sabías que es un mestizo", suspiró divertido. "Su nombre es Tom Riddle, su padre era un muggle", agregó.

"¿Estás seguro de que solo lo aturdieron?", Preguntó la primera voz, ignorando completamente lo que Harry había dicho.

"Lo hicieron", confirmó la segunda voz.

"Sr. Potter, no sé quién es Tom Riddle, no lo trajimos aquí para hablar de eso, me disculpo por haberlo hecho de esta manera pero tuvimos que ser rápidos", explicó la primera voz.

"Entonces, ¿quién demonios eres?", Preguntó Harry con irritación.

El primer hombre se rió entre dientes cuando Harry finalmente miró hacia ellos.

"Mi nombre es Clarence Croaker, soy el jefe del Departamento de Misterios", explicó.

"Oh, mierda", murmuró Harry, sabiendo que esto iba a ser malo.

"Mierda de hecho", Croaker estuvo de acuerdo con un asentimiento. "Nos ha dado un dolor de cabeza bastante grande en el último mes", informó a la adolescente de manera casual.

"Mira, lamento lo que sucedió, incluso pagaré el daño que hicimos", intentó Harry, solo queriendo que esto terminara.

"No, no, señor Potter, no se trata de eso", respondió con tristeza Croaker.

"¿Entonces qué quieres conmigo?", Preguntó Harry preocupado.

Croaker suspiró.

"Parece que nos encontramos en una posición en la que debemos ayudarnos unos a otros", respondió a regañadientes. "Aunque la cantidad de ayuda que le brindemos dependerá de su cooperación", agregó seriamente.

"¿Qué puedo hacer para ayudarte?", Preguntó Harry confundido. "Solo soy un adolescente", les recordó.

"Puedes ayudarnos dándonos el contenido de la profecía que tomaste", intervino el segundo hombre.

"No puedo", respondió Harry firmemente.

"Lo harás", el otro hombre regresó acaloradamente. "O lo tomaré de tu mente", amenazó, sacando su varita.

"Calma Filmore", ordenó Croaker antes de volver su atención a Harry.

"Sr. Potter, tenemos que encontrar una manera de crear confianza entre nosotros", suspiró. "¿Qué tal si le explico lo que necesitamos de usted y luego comparte con nosotros todo lo que pueda de buena gana y luego partimos desde allí, de cualquier manera nos ayudará, pero será mucho más fácil para usted si lo hace voluntariamente, le daremos toda la ayuda que necesite", le ofreció. "Les aseguro que estamos en el mismo lado", agregó con sinceridad.

Por lo que Harry entendió de la situación, no tenía otra opción en el asunto. Él podría cooperar con los hombres y tomar la ayuda ofrecida o podría negarse y ser violado por Filmore, algo que no era agradable, como él sabía por experiencia.

"Vale", admitió. "¿Con qué necesitas mi ayuda?", Preguntó con incertidumbre.

"Buen hombre", respondió Croaker, claramente aliviado. "¿Te gustaría una bebida?, esto podría tomar un tiempo", Preguntó.

"Agua por favor", respondió Harry, sintiéndose un poco seco.

Croaker conjuró un vaso y lo llenó con agua antes de pasárselo a Harry. Luego se volvió contemplativo por unos momentos para decidir dónde era mejor comenzar.

"Dígame, Sr. Potter, ¿con cuántas personas comparte su dormitorio en Hogwarts?", Preguntó.

Harry frunció el ceño ante la pregunta inesperada.

"Hay 5 de nosotros en total", respondió confundido.

"Había veinte en la mía", volvió Croaker. "¿Qué te dice eso?", Preguntó más.

"Que hay menos brujas y magos de lo que solía haber", concluyó Harry después de un momento.

"Exactamente", convino Croaker. "¿Por qué crees que es eso?", Preguntó.

"¿Por la guerra?", Preguntó Harry.

"En su mayoría sí, pero es más profundo que eso", respondió Croaker.

Harry nuevamente se veía confundido causando que Croaker suspirara.

"¿Qué sabes de las familias de sangre pura de Gran Bretaña?", Preguntó.

"Nada realmente", Harry se encogió de hombros. "Fui criado por muggles", explicó.

Croaker asintió su comprensión.

"Bueno, antes de la última guerra había alrededor de 220 familias de sangre pura", comenzó a sabiendas. "Al final de la guerra en 1981, solo quedaban 50 y ahora solo quedan 43", explicó. "Las familias fueron destruidas en servicio a Voldemort y por sus seguidores si se negaban a unirse a él", explicó. "¿Qué has notado sobre la actitud que tiene la sangre pura hacia los mestizos y los muggles?", Preguntó.

"La mayoría de ellos no nos quieren", supuso Harry. "Nos miran con desprecio y piensan que son mejores", concluyó.

"Exactamente, eso significa que tienden a casarse solo con otros sangre pura que, con tan pocas familias que quedan, es un problema real", finalizó gravemente.

"¿Cómo?", Preguntó Harry, interesándose genuinamente en la conversación.

"Con tan pocas familias restantes, los purasangres ahora están practicando la endogamia y producen más squibs que nunca", comenzó Croaker. "Pero eso en sí mismo es solo la mitad del problema", suspiró.

"¿Entonces qué es?", Preguntó Harry frunciendo el ceño.

"Las líneas de sangre pertenecientes a nacidos de muggles solo parecen durar una o dos generaciones si tienen hijos juntos", explicó Croaker. "Necesitan sangre mágica pura para mantener lo que se les da, no entendemos completamente por qué, pero así es como funciona", terminó encogiéndose de hombros.

"Lo siento, pero ¿qué tiene eso que ver conmigo?", Preguntó Harry.

"La verdad es que el Sr. Potter, el daño irreversible ya se ha hecho a nuestra raza, es solo cuestión de tiempo antes de que muramos y no hay nada que se pueda hacer para prevenirlo, especialmente con otra guerra en el horizonte, no, simplemente no hay forma de que sobrevivamos por más tiempo que unas pocas generaciones, en el mejor de los casos ", explicó.

"Todavía no entiendo qué tiene que ver eso conmigo", respondió Harry, sacudiendo la cabeza.

"Es por eso que necesitamos el contenido de la profecía, sé que se refiere a ti mismo y al Señor Oscuro", dijo Croaker a sabiendas.

Harry suspiró y se frotó las sienes con frustración.

"Ok, contéstame esto", lo intentó Croaker. "¿Dice que solo eres tú quien puede matarlo?", Preguntó.

"Dice que uno de nosotros debe morir a manos del otro", admitió Harry a regañadientes.

Croaker se hundió en su silla, algo más que aliviado.

"Ok, eso significa que definitivamente podemos usar esto para nuestra ventaja", exclamó a Filmore, quien asintió a regañadientes. "Sr. Potter, lo necesitamos", dijo simplemente Croaker. "Si nuestra raza quiere seguir viviendo, necesitamos su ayuda", reiteró con seriedad.

"Dijiste que era irreversible", señaló Harry.

"Es irreversible ahora", convino Croaker. "Pero solo se hizo así en los años de 1978 a 1981, cuando la mayoría de las víctimas de la guerra se produjeron después de que Barty Crouch firmó los papeles y le otorgó al Auror la autoridad para matar", explicó.

Harry dejó que lo que se había dicho se absorbiera antes de estallar en risa al darse cuenta.

"Estás hablando de enviarme de vuelta en el tiempo", dijo con incredulidad. "Sé a ciencia cierta que solo puedes regresar unas horas con un giratiempo", dijo a sabiendas y continuó riéndose.

"Estamos terriblemente serios, Potter", cortó Filmore irritablemente causando que Harry reprimiera su risa.

"¿No estás bromeando?", Preguntó débilmente.

"No", confirmó Croaker con severidad. "Podrás matar al Señor Oscuro antes de que el daño a todos nosotros haya sido efectivo y salvar muchas vidas en el proceso", explicó.

"Pero no soy lo suficientemente bueno para matarlo", dijo Harry sin rodeos.

"Te entrenaremos antes de que te vayas", le aseguró Croker. "Filmore, busca el expediente de Hogwarts del Sr. Potter", ordenó.

Filmore salió de la habitación para cumplir sus órdenes, aunque no parecía muy feliz.

"Eres un huérfano", declaró Croaker después de que su compañero se había ido. "Esta oportunidad te dará la oportunidad de salvar a tus padres e incluso conocerlos", agregó.

La cabeza de Harry se giró ante esa declaración.

"Te enviaremos de regreso a 1976, tendrás la misma edad que ellos, y comenzarás tu sexto año en Hogwarts", explicó Croaker.

"Pero seré mayor cuando estemos listos para enviarme de vuelta", señaló Harry.

"Ahí es donde te equivocas", le dijo Croaker sonando un poco emocionado. "Sígueme", le pidió, apartando a Harry de la silla.

El dúo salió de la habitación y Croaker lo condujo por un pasillo familiar hasta otra habitación, deteniéndose cuando entraron.

"¿Reconoce esta habitación?", Le preguntó a Harry.

"Algo así", respondió Harry incierto mirando alrededor del gran espacio vacío.

"Esta solía ser la habitación en la que estudiamos el tiempo", explicó Croaker.

"¿Solía serlo?", Preguntó Harry.

"Sí, eso fue hasta que usted y sus amigos destruyeron todos nuestros turnos del tiempo", respondió Croaker. "Es por eso que Filmore es más bien hostil hacia usted, esta era su habitación y él es más que un poco envidioso".

"Lo siento, no era mi intención que sucediera", dijo Harry genuinamente. "¿Por qué estaría celoso?", Preguntó con curiosidad.

Croaker lo llevó a uno de los muros y lo señaló.

Harry miró y vio que había una sustancia granulada cubriéndola.

"Usted y su amigo crearon sin querer algo bastante espectacular" explicó Croaker con una sonrisa.

"¿Eh?", Harry preguntó tontamente.

"Este grano es en realidad la arena que encontrarías en un giratiempo", comenzó Croaker. "De alguna manera has creado un espacio en el que el tiempo no pasa, por más incrédulo que parezca que es verdad", afirmó con seriedad.

"¿Cómo sucedió?", Harry susurró con asombro.

"Honestamente, no tenemos idea", se encogió de hombros Croaker. "Solo lo descubrimos después de que comenzó la limpieza aquí, uno de nuestros hombres entró y aparentemente salió de inmediato, aunque afirmó que había estado en la habitación por varias horas limpiando. Después de verificar y ver que la habitación estaba realmente limpia, Nos las arreglamos para confirmarlo ", explicó, claramente confundido por la habitación. "Usaremos esta sala para capacitarlo y luego la sala en sí se usará para enviarle de vuelta, el mecanismo necesario se está construyendo mientras hablamos", finalizó.

Harry solo asintió con la cabeza, sin entender completamente todo lo que había dicho. En verdad, su mente estaba centrada en la perspectiva de ver a sus padres y a Sirius con vida. Fue entonces cuando fue golpeado por un pensamiento repentino.

"¿Cómo volveré aquí cuando haya terminado?", Preguntó preocupado.

Croaker suspiró y sacó a Harry de la habitación y regresó a la que habían comenzado. Hizo un gesto para que Harry tomara asiento antes de explicar sus pensamientos.

"No hay vuelta, señor Potter", dijo sin rodeos. "Esta línea de tiempo ya no existirá como la conoces en el momento en que te marchas", agregó.

"¿Qué pasará aquí entonces?", Preguntó Harry, tragando profundamente.

"No podemos estar seguros, pero creemos que esta línea de tiempo cambiará para reflejar el resultado de lo que sucede y lo que logrará después de que regrese, aunque no lo sabremos. Simplemente no existirá aquí como lo está ahora y no recordaremos nada de esto, pensamos ", reiteró con firmeza.

"Así que voy y nunca volveré a ver a mis amigos", susurró Harry.

"Me temo que es un sacrificio necesario", dijo con simpatía Croaker. "Es por eso que necesito que coopere con nosotros, queremos ayudarlo a que sea lo más fácil posible, el hecho es señor Potter, que usted está yendo al pasado de cualquier manera, pero queremos darle la mejor oportunidad posible", él explicó. "El lado positivo es que conocerás a tus padres y vivirás con ellos de alguna manera si tuvieras éxito", concluyó en un intento de animar el estado de ánimo de Harry.

Harry suspiró tristemente pero asintió; Fue mejor que nada.

"¿Eso no significa que tendré que cambiar mi nombre?", Preguntó abatido.

Croaker sonrió.

"Oh, ahí es donde se equivoca mucho, señor Potter, volverá como usted mismo, ya hay una familia allí que sé que a ciencia cierta estará encantada de contar con usted", habló con seriedad.

"¿Quién?", Preguntó Harry confundido.

"La suya, por supuesto", respondió Croaker. "Charlus y Dorea le aceptarán sin dudarlo tan pronto como entiendan quién es", agregó con confianza.

"¿Charlus y Dorea?", Preguntó Harry confundido.

"Sus abuelos", dijo Croaker con el ceño fruncido.

"¿Y cómo se lo explico a ellos, a mi padre?", Preguntó Harry. "Él tendrá la misma edad que yo", señaló. "¿Y no todos sabrán que ya tienen un solo hijo?".

"Su familia es famosa por sus secretos", explicó Croaker desdeñosamente. "No sería una gran sorpresa para nadie que Charlus y Dorea mantuvieran un secreto como este: después de todo, eran extremadamente confidenciales. Estoy seguro de que podrá encontrar una explicación adecuada entre todos ustedes", concluyó.

Harry solo asintió aunque no estaba del todo convencido.

"¿Qué les digo a todos, especialmente a mi padre?", Preguntó débilmente.

"Le dice la verdad, hasta el último detalle, no le hará bien esconder nada o mentirles", dijo Croaker.

Al ver que Harry se mostraba reacio, suspiró antes de continuar.

"El hombre más confiable de la época fue Dumbledore", comenzó. "Él podrá verificar quién es y él podrá ayudarle con ellos, le sugiero que lo busque primero", aconsejó.

Harry asintió, sintiéndose ligeramente mejor. Si alguien le creyera, sería Dumbledore.

"Espera, ¿sabías de mi abuelo?", Preguntó Harry esperanzado.

"Conocí a Charlus en varias ocasiones cuando era un Auror, pero no lo conocía bien, era un buen hombre y hará lo correcto, usted es su familia después de todo, algo que él tomó seriamente por encima de todo", Croaker explicó con confianza.

Harry asintió, un sentimiento de excitación comenzó a hincharse dentro de él al pensar en tener una familia, algo que nunca había perdido el deseo o la esperanza.

La puerta se abrió, cesando cualquier conversación mientras Filmore regresaba, le entregó una carpeta a Croaker y se quedó con los brazos cruzados, mirando a Harry.

"Lo siento por tu habitación", le dijo Harry sinceramente al hombre.

"Lo estaras", gruñó Filmore en respuesta.

Los dos fueron interrumpidos por una tos de Croaker que miraba a Harry y negaba con la cabeza.

"Me siento decepcionado", entonó, haciendo un gesto hacia el archivo.

"¿Por qué?", Harry preguntó vacilante.

"Ciertamente esperaba mucho más de usted, señor Potter, parece que necesitará mucha más ayuda de la que pensamos", explicó entregándole la carpeta.

Harry hojeó el archivo que contenía sus registros académicos, incluso sus resultados de OWL y frunció el ceño.

"No están tan mal", dijo después de haberlos leído.

"La mayoría son promedio, su salvación parece ser defensa y encantos, pero claramente necesita mucho trabajo en todo y tal vez pueda reponerse un poco antes de irse, estos resultados no le irán bien a Charlus y Dorea", dijo. prevenido.

Harry asintió con su acuerdo, sabía que podría haberlo hecho mejor en la escuela.

"Soy mejor que eso", admitió Harry.

Filmore tomó la carpeta y miró el contenido antes de sacudir la cabeza.

"Estamos perdiendo nuestro tiempo en él", declaró enojado.

"Hemos discutido esto", replicó Croaker con irritación. "Estoy de acuerdo en que la adivinación es un tema muy esquemático, pero no podemos arriesgarnos a no intentar esto", señaló. "Ambos sabemos que algunas profecías son y han sido reales, tenemos que confiar en él", concluyó con una advertencia.

"Es patético", respondió Filmore acaloradamente. "Los resultados hablan por sí solos, él no tiene oportunidad", dijo molesto golpeando la carpeta sobre la mesa con disgusto.

"Puedo hacerlo mejor", interrumpió Harry, molesto por Filmore.

"Seré el juez de eso", declaró Filmore mientras apuntaba su varita a Harry. "Legilimens", rugió.

Harry observó con horror mientras su vida parecía brillar ante sus ojos mientras el hombre se entrometía y revolvía sus recuerdos.

Presenció el paso de cada momento clave de su vida: recibió su carta de Hogwarts, el troll en el baño, la pelea con Quirrel, el episodio en la cámara de secretos, salvando a Sirius de los Dementores, la totalidad del cuarto año y la confrontación con Voldemort en el cementerio y, finalmente, la noche que él y sus amigos pasaron en el departamento de Misterios.

El hombre salió de la mente de Harry tan rápido como entró, viéndose pálido y conmocionado por lo que había visto.

"Mierda", Filmore susurró con incredulidad y miró a Harry con algo parecido al respeto. "Parece que te había subestimado, Potter", admitió.

"¿Tiene potencial?", Preguntó Croaker, claramente sin aprobar los métodos de su colega.

"Míralo por ti mismo", respondió débilmente.

Croaker supo de inmediato que lo que Filmore había visto debía ser algo bastante espectacular para obtener ese tipo de respuesta de él.

"¿Puedo?", Le preguntó a Harry.

Harry tragó profundamente y asintió de mala gana.

Croaker repitió el proceso que tuvo Filmore y emergió luciendo igualmente sorprendido, pero feliz.

"Vaya, vaya, señor Potter, tiene potencial, estos resultados ciertamente no reflejan sus capacidades", habló con seriedad. "¿Estás satisfecho de que él esta capacitado ahora?" Cuestionó a Filmore con severidad.

Filmore asintió.

"Nunca había visto algo así antes", dijo, sonando un poco emocionado. "Yo y mi equipo lo convertiremos en el mejor maldito mago que podamos", prometió.

Harry dejó escapar un suspiro de alivio, complacido de que no pensaran que era una pérdida de tiempo.

"No te emociones demasiado, Potter", advirtió Filmore. "Voy a hacer de tu vida un infierno", dijo con una sonrisa siniestra.

Harry tragó hondo pero asintió.

"¿Entonces tenemos un acuerdo?", Preguntó Croaker a Harry. "¿Te ayudaremos y cooperarás con nosotros?" preguntó más.

Después de un momento Harry asintió; Sabía que tenía muy pocas opciones en el asunto. El éter regresó preparado, o regresó como estaba, fue una obviedad para él.

"Bien, aquí está tu varita", dijo Croaker con una sonrisa, entregándole a Harry su varita.

Harry suspiró pero lo tomó.

"Necesito una nueva", explicó.

"A mi me parece que funciona bien", respondió Croaker con el ceño fruncido.

"Dumbledore cree que lo he superado o algo así", Harry explicó más.

Croaker asintió su comprensión.

"Tendremos traer a un un creador de varitas aquí primero", prometió. "Filmore le mostrará su habitación donde esperan sus baúles", explicó. "Tengo una colección de libros bastante envidiable , y ¿de dónde sacaste tanto oro?" preguntó con curiosidad.

Harry solo miró al hombre en shock sin saber que decir.

"No se preocupe, señor Potter, no somos los Aurores", se rió entre dientes Croaker. "Apruebo mucho la lectura que está haciendo, muestra que está siendo proactivo, lo respeto", explicó de manera apacible. "Pero el oro, no lo entiendo", agregó confundido.

Harry soltó un suspiro de alivio ante la noticia de que no estaba en problemas.

"Pensé que podría necesitar el dinero si las cosas van mal", explicó. "Encontré algunas cosas que valen la pena y algunos elfos las vendieron", agregó. "No tengo mi llave de Gringotts y no se me permitió salir de mi casa", terminó frunciendo el ceño.

Filmore se rió entre dientes.

"Pequeño bastardo ingenioso", elogió con aprobación.

"Realmente muy ingenioso", convino Croaker. "Nos ahorra el problema de llevarte a Gringotts para obtener algo para ti, por supuesto que lo necesitarás para cuando regreses, por si acaso", explicó. "Me temo que no podrá irse de aquí aunque, señor Potter, no podemos arriesgarnos a que nadie descubra que está aquí".

"Pero Dumbledore vendrá a buscarme", señaló Harry.

"Nunca sabrá que estás aquí", respondió Croaker con seriedad. "Ahora sugiero que descanse un poco, Filmore y su equipo tienen un don para los comienzos tempranos", aconsejó.

Harry se despidió del hombre, su cabeza nadando con todo lo que había aprendido esta noche, pero un pensamiento se destacó por encima de todos ellos.

"Puedo ver a mi padre y a Sirius", pensó alegremente mientras seguía a Filmore para dormir un poco.