Hey! He renacido. Esta vez con las PPG pero era de esperar.
Bueno, también me veo un poquito obligada a avisar de que probablemente el fic contenga leves tintes homosexuales y un pelín (bastante) de incesto, pero también tiene parrafos enteros de los rojos ligando en un tira y afloja estúpido.
No voy a repetirlo más veces así que mejor que no os saltéis este cachito y luego vengáis a quejaros de que de repente Butch y Brick están follando porque yo ya lo dije.
Disfrutad.
El estruendo incesante del despertador barato que robaste hace unos días retumba dentro de tu cabeza como si estuvieras en una discoteca cutre del centro a las 4 de la mañana.
Puedes escuchar a tus dos hermanos gruñir y removerse bajo las sábanas. Incluso sientes la mano del más mayor de los dos chocar contra tu abdomen repetidamente a la par que quejidos agudos escapaban de los labios del rubio que tenías justo al otro lado.
Suspiras, parpadeando un par de veces sin llegar a abrir del todo los ojos, y emites un profundo gemido de cansancio.
Tratas de pronunciar un par de palabras rápidas, un ya voy, o algo por el estilo, pero no te da tiempo porque el más alto de los tres ya ha estirado la mano y, como te esperabas cuando conseguiste colar el objeto bajo tu sudadera y salir de la tienda sin que te pillaran, ha estampado el reloj contra la pared de la habitación.
Escuchas desde tu posición como los trozos de plástico caen contra el parqué viejo del piso y como los muelles botan un par de centímetros hasta perderse bajo la mesita de noche que usáis para almacenar los restos de maría y papeles quemados.
Te llevas la mano con la que pretendías parar el despertador hasta la cara y la deslizas por tus facciones como si estuvieras cansado de existir.
Lo cual, sinceramente, no se alejaba lo más mínimo de la realidad.
Empujas con el pie el cuerpo pesado de Butch y acabas pateándole un par de veces el muslo mientras pasas la pierna por encima de su cuerpo y te dejas caer sobre su abdomen, golpeando al moreno en la frente con un par de dedos.
—Estoy hasta los cojones de robar los putos despertadores porque a ti se te mete en los huevos que no puedes esperar cinco minutos a que yo pulse el botón, sabes.
Le regañas con esa característica voz ronca y profunda de cuando aún no estás ni despierto por completo y vuelves a pasar la pierna por encima de él para salir de la cama.
Tu hermano ni siquiera se ha dignado a responder tu regañina y lo único que escuchas desde la cama son un par de gruñidos y los balbuceos del más pequeño que, tras escucharte hablar, se ha dignado a levantarse de la cama y perseguirte hacia el baño como el perrito que bromeas a veces que es.
Pasas la mano por sus cabellos rubios y le peinas en un gesto casi automático que con práctica y años has aprendido a controlar incluso cuando no estás mirando lo que haces.
Notas a Boomer relajarse bajo tu tacto y llegas a ver por el rabillo del ojo como se echa una cantidad de pasta de dientes excesiva en el cepillo y, de chiripa, atina a meterse el objeto en la boca.
Despegas la mano de su pelo cuando crees que ya has arreglado lo que él no consigue acomodar por las mañanas y fijas la vista en tu reflejo.
La verdad es que das bastante pena. Ni siquiera sabes cómo es posible que lo que antes de acostarte era un pelo liso y normal ahora sea una marabunta de mechones entrelazados entre sí inhumanamente.
Rechistas, chascando la lengua contra el cielo de tu boca y pasas los dedos por las zonas más desenredadas para alejarlas del resto, agarrando el peine con intención de arreglar el estropicio.
Siempre tardas bastante en hacer este tipo de cosas, entre quince y veinte minutos teniendo en cuenta la cantidad de pelo que tienes y lo largo que lo habías dejado crecer.
Había veces que pensabas en cortártelo, acabar con esta gilipollez, pero la verdad es que te veías incapaz y, además, el pelo era algo muy importante para ti. Le habías cogido cierto aprecio sentimental.
Agachas la cabeza unos instantes para dejar caer aquella melena anaranjada y comprobar que efectivamente habías terminado con ella. Solo entonces alzas las manos en un gesto estudiado y te haces una coleta rápida que en escasos instantes acaba convirtiéndose en un moño algo descuidado.
No te apetece llevar gorra, no porque no te guste, obviamente adoras tu gorra, si no porque era bastante coñazo poner y quitar esa prenda los días de entrenamiento y, además, llevar el pelo suelto en invierno era un suicidio.
Hace un rato que Boomer terminó de vestirse y escuchas como reniega a lo lejos sobre lo poco que le gustan las mañanas y el hambre que tiene.
Le ignoras, incapaz de prestarle atención a una gilipollez así y enfilas la puerta del baño.
Sales arrastrando los pies y te llevas por delante un par de camisetas verdes que claramente pertenecen al mediano de tus hermanos.
Bufas, enfadado y le tiras las prendas por encima en tu camino hacia el armario, empujando con la planta del pie el hierro de la cama que compartíais los tres para llamar la atención del chico que ahora estaba recostado ocupando casi todo el colchón.
—Hoy salgo tarde.
Comienzas a avisar mientras te cambias los calzoncillos, gesto que parece llamar la atención del moreno que ahora no despega la vista de la zona baja de tu espalda.
—Obviamente eso significa que si no robas algo para comer no vais a comer, vaya.
Concluyes, zanjando la conversación sin esperar una respuesta a cambio.
Estiras los brazos mientras notas la tela de la sudadera rozar tu piel al caer y te acomodas al cuello una de las 3 bufandas de colores que guardáis al fondo del armario.
Te estas poniendo las botas cuando escuchas a tu hermano responder, despacio, incluso cuando se ha tomado largos minutos para hacerlo.
—Voy a ir a clase.
Le escuchas murmurar, acomodando la cabeza en la almohada y mirándote con suma atención mientras abrochas la zona de cremallera de tus zapatos.
—Si vas a venir al instituto tendrás que traer la comida de todas formas, sigo sin poder salir a por nada.
Respondes, entrecerrando los ojos y arrugando levemente la nariz, confuso.
—Obviamente eres el único con la libertad suficiente como para salir y entrar del recinto sin que nadie te llame la atención, no me voy a jugar el puto culo porque seas un vago de mierda, Butch.
Añades una vez terminas de acomodarte las cosas, echándote la mochila al hombro y acercándote al borde de la cama para poder mirar más de cerca al chico.
Ves como frunce el ceño, posiblemente enfadado y entre abres los labios para hablar de nuevo.
Pero no te da tiempo porque ya lo está haciendo él.
—Llevaré comida. —Le escuchas decir, con voz ronca, arrastrando las palabras. —Solo digo que voy a ir a clase, que no tienes que volver a casa solo, capullo.
Balbuceas unos segundos porque no es normal que Butch vaya a clase, tampoco lo es que haga gestos decentes.
Pero sabes que, aunque no sea normal, los hace a veces (o a escondidas) cuando se trata de vosotros.
Recuperas el aire. También tu capacidad para hablar y moverte y simplemente te elevas de hombros inclinándote un poco para mirar más de cerca a tu hermano y dedicarle una sonrisa suave que acompañas de una despedida corta, golpeando un poco la frente del chico con un par de dedos.
Casi puedes notar a Butch sonreír mientras te das la vuelta y pasas de largo el umbral de la puerta, proporcionándole una colleja suave al más bajito de los tres que, como casi siempre, se había quedado algo al margen en el pasillo que daba a la habitación principal, esperando a que terminaras de arreglarte.
[ ~ ]
Las clases se te están haciendo jodidamente largas, tanto que incluso comienzas a verle el atractivo a la chica que tienes enfrente.
Te ríes entre dientes como si eso fuera una broma. Y la verdad es que lo es. Porque sinceramente, no necesitas estar aburrido para saber que Blossom sin duda es atractiva.
Estiras la mano y rozas un par de mechones de la coleta de la muchacha con la intención de llamar su atención pero, obviamente, no lo consigues, así que optas por agarrar dicho mechón y dar un pequeño tirón que sabes perfectamente que no le ha hecho daño.
—Para.
Es lo único que escuchas mientras la chica se echa el pelo a un lado y lo pasa por encima de su hombro para que no puedas volver a tirar de él, mirándote de reojo.
Esbozas una sonrisa suave, alzando las cejas y empujando la silla que tienes enfrente con el pie, arrastrándola despacio para que no suene mucho y el profesor se de cuenta de lo que estás haciendo.
—Vamos Blossy, no seas aburrida.
Susurras, inclinando el cuerpo por encima de la mesa y estirando los dedos para rozar la nuca (ahora desnuda) de la muchacha, paseando con delicadeza la yema de tus dedos por la curva de su cuello y rozando la parte de atrás de su oreja, atento a los movimientos de la chica de ojos rosas y, además, de los movimientos en falso del profesor, que parecía muy entretenido leyendo la lección de biología que tocaba.
Sientes la piel ajena erizándose bajo tus caricias y escuchas un pequeño suspiro escapar de los labios perfectamente pintados de Blossom, que se da la vuelta despacio mientras golpea con suavidad tu mano y frunce el ceño, cabreada, como siempre.
Le dedicas una sonrisa algo más sincera, como si no hubieras roto un plato en tu vida y reposas la barbilla en la palma de tu mano, inclinándote para hablarle de una forma más íntima.
—Sabes, nena, te queda muy bien el gloss rosa.
Musitas, lamiéndote los labios en un gesto rápido que acompañas con un movimiento casi imperceptible de cejas, sin despegar tus ojos de las orbes rosas de tu antigua némesis que, como puede, lucha con aquel piropo y acaba rechinando los dientes y soltando un par de insultos flojos por lo bajo.
Se vuelve a dar la vuelta, zarandeando su perfecta coleta y dejando que aquel pelo brillante y excesivamente cuidado se escurriera por el respaldo de la silla escolar pintarrajeada sobre la que estaba sentada.
No puedes evitar reprimir una carcajada mientras fijas la vista de nuevo en el profesor, mirando de reojo a la supertonta que aún te echa alguna que otra mirada rápida.
Mentirías y además mucho si dijeras que no te pone.
Bueno, eso es todo por ahora. Espero que os haya gustado y, bueno, si resulta que sí, un review está más que apreciado.
See you soon. (Hella soon)
