Prólogo
Estaba recostada en mi cama, mis ojos entreabiertos, me sentía cansada, muy cansada y lo poco que veía era absoluta obscuridad aunque sabia muy bien que era de esos días soleados que hacían en Londres
¡Hermione!-gritaron desde la cocina, yo me tapé los oídos con mis almohadas como dije estaba CANSADA
Pasaron algunos minutos y sabía que esos minutos no durarían mucho
¡Hermione!-volvían a gritar
Suspiré resignada tener a una pelirroja en casa gritando por todas partes y con cuchillos cerca era peligroso
Ya voy-anuncie en Un grito , me incorporé bostezando y me fui directamente a las cortinas
Las abrí no me gustaba la obscuridad, y permití que la luz entrara a mi cuarto, me quedé parada por un minuto escuchando los silbidos de los pájaros simplemente los amaba, caminé a mi cómoda tenia muchas fotografías ahí, con mis padres, mis mejores amigos, Harry, Ginny y Ron, sonreí al ver la ultima esos sin duda fueron los mejores años de mi vida, me di media vuelta para encontrarme con mi propio reflejo, estaba mas despeinada de lo usual y tenia algunas ojeras, pero lo que me llamo la atención fue un destello brillante que provenía de un dedo de mi mano derecha lo levanté y lo lleve a la altura de mis ojos era un anillo, un anillo de oro blanco ¿Cómo pude olvidar mi boda? ¡En tres semanas me casaba!, Salí corriendo por un pasillo que naturalmente me llevaba a la sala y con ello al comedor y la cocina, se podía oler el café recién hecho de Ginny
Al fin-saludó esta
