Notas Iniciales:
¡Hola! Aquí estoy yo de vuelta, esta vez con un nuevo fic, no de Shaman King sino de Card Captor Sakura. El título ya les ha dicho todo, no? xP Pues no!! Ajá! El título sólo les dijo una parte. Y la otra parte tendrán que leerla!! n.n Bueno, me dejo de rodeos y pasemos al fic!
Dedicaciones:
A Ferchie Fer (¿por qué me suena a Fergie Ferg? xD), que sé que le gustan estas historias... ¡4 u, darlin! n.n
El Secuestro De Sakura Kinomoto
Escrito por Megumi Asakura
Capítulo 1: You've Got Style
"¿Qué es lo que estoy haciendo aquí?" fue lo primero que se preguntó Sakura cuando despertó de un duro golpe en la cabeza. No sabía en dónde estaba, y hasta aún le parecía ver estrellitas y luces dando vueltas por allí.
Tampoco tenía la más pálida idea de porqué estaba allí, en ese sótano oscuro y húmedo, atada a una silla. Que ella recordara, había pagado todas sus deudas, y no creía que ella misma valiese demasiado como para pagarlas en reemplazo del dinero.
Kinomoto Sakura era una estudiante muy popular de la facultad de medicina. Tan sólo iba a segundo año y ya toda la institución sabía quién era. Pensó que ese podría ser uno de los motivos de su secuestro. Aunque ella no había notado ninguna anomalía con sus compañeras para que alguna le tomara celos o envidia e hiciera cosa semejante.
Lo cierto era que estaba allí por algún motivo, y eso se lo tendría que preguntar al secuestrador. ¿Quién sería?
Seguramente su mejor amiga de la facultad, Daidouji Tomoyo había puesto servicios de seguriadad al más puro estilo del FBI o de la CIA para buscarla. Sakura siempre pensó que era un poco exagerada para todo, pero en este caso no lo sería. No, no, al contrario, necesitaría toda esa ayuda y algo más quizá para encontrarla, porque le parecía que estaba metida en el último rincón del mundo.
-Veo que despertaste, Sakura-chan. -una voz masculina le habló.
-¿Quién eres?
-Oh, soy sólo tu secuestrador. -se acercó a la silla en donde ella estaba- Me presento, Li Shaoran a sus órdenes.
-Bien, si estás a mis órdenes, deberías desatarme. -habló con frialdad la joven de 20 años.
-Lo siento, todo menos intentos de escapatoria. -respondió Shaoran de la misma manera.
-Perfecto, entonces desátame. -le ordenó.
-Muy bien. -accedió a su orden.
Pero Sakura no iba a ser del todo buena y sincera con esta persona.
Mientras era desatada, intentó golpearlo, pero sólo consiguió enredarse más. Lo que ella no sabía era que Shaoran sabía demasiado bien artes marciales, y con movimientos rápidos, se defendió. Y de repente, él estaba encima de ella, en el suelo; una pocisión un tanto incómoda.
-Nunca vuelvas a tratar de hacer aquello¿sí? Podría irte peor, y no quiero sangre en mis manos. -dijo tranquilamente, como si estuvieran en una mesa, sólo hablando.
-Mierda. -dijo ella y miró hacia otro lado. Su mirada era muy intensa, a tal punto que hizo sonrojarla. Parecía que a él no le importaba. Pero no era así.
Shaoran vio los bellos ojos de la secuestrada: verdes, como el más profundo de los bosques, como la más hermosa manzana de la tentación. Nunca pensó que su trabajo fuera difícil a veces. Jamás le había sucedido esto.
Rápidamente recordó y la ayudó a levantarse. -¿Algo más?
-No por ahora. Gracias. -dijo a medida que sacudía su ropa a modo de limpieza rápida. Ese día llevaba un traje azul marino, compuesto por una mini falda y un saco del mismo color. La camisa que llevaba era blanca y sus zapatos con tacos eran negros. Llevaba cancanes largos de color negro. Era día de reunión en el centro de estudiantes de la facultad, y siempre que podía, vestía sus mejores ropas. Quizá podría ser ello el motivo de su secuestro, pero, como iban las cosas, no parecía que así fuese.
"Justo hoy sucede todo esto." pensó. Y pensó que realmente no había escapatoria ya que estaba en un sótano que tenía una puerta con llave.
-Esta será tu habitación. Dormirás, comerás, verás televisión y te ducharás aquí. No se aceptan quejas. -dijo Shaoran mientras iba cerrando la puerta.
-Espera, -interrumpió- ¿podemos hablar? Hay muchas cosas que aclarar.
-Está bien, sólo unos instantes porque estoy realmente muy ocupado. -cuando dijo que estaba a sus órdenes, era cierto.
Ambos se sentaron en la cama, uno al lado del otro. Sakura empezó.
-Bien¿por qué estoy aquí secuestrada?
-... Yo sólo sigo órdenes, realmente no sé el motivo verdadero pero... Supongo que por algo bueno no es. ¿Mataste a algún funcionario o político? -preguntó.
-Ojalá fuera eso, al menos sabría porqué demonios estoy aquí encerrada. -respondió impacientemente.
-¿Y qué piensas que has hecho para estar aquí? -volvió a preguntar.
-Bueno, creo que nada... ¡Oye¡Soy yo la de las preguntas! -gritó enojada.
-¡Perdón¡A usted nada se le puede preguntar! -dijo en tono burlón Shaoran.
-¡Hey¡No merezco este trato!
-¡Bien¡Entonces me voy! -se levantó del lugar en el que estaba. La situación estaba muy tensa, de verdad. Quizá Shaoran no quería hablar realmente.
-¡Pues hazlo! -y se echó en su cama dándole la espalda a la puerta para no verlo salir.
Seguramente ese iba a ser el peor y más aburrido día de su vida.
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Estaban todos reunidos en la casa de Tomoyo, a ver si daban con la desaparecida Sakura. No contestaba su celular, tampoco los mensajes, no estaba ni en su casa ni en la facultad, había faltado a la reunión del centro de estudiantes... Eran una sucesión de hechos que la secuestrada nunca hubiera hecho, ni siquiera estando ebria.
-¿Cuándo fue la última vez que la viste, Tomoyo? -preguntó Touya.
-Pues... Ayer, en la clase de farmacología. Nos despedimos como siempre... -y no pudo continuar ya que empezó a llorar. Todo esto la tenía muy mal, ni siquiera el ver su telenovela favorita en el televisor plasma de pantalla plana que tenía en su habitación podría ayudarla.
Daidouji Tomoyo era una niña demasiado rica, su madre era la dueña de una gran empresa de juguetes que ahora esaba teniendo gran éxito. Conocía a Sakura desde segundo año en la primaria, así que llevaban siendo amigas mucho tiempo. Lo suficiente como para creerse que fueran hermanas, sin duda alguna. Pero ahora estaban un poquito distanciadas con todo esto de que Sakura representaba al ciclo básico en el centro de estudiantes, que ocupaba un cargo importante allí, que esto, que lo otro... Y su popularidad. Podría decirse que Tomoyo no estaba celosa de ella, ni tenía envidia, pero le molestaba que ya nada volvería a ser como antes.
-Bueno, bueno, no te pongas mal, amor, ya aparecerá sana y salva. -Eriol la abrazó suavemente. Él era su novio.
Se habían conocido hacía tres años. Puede decirse que fue amor a primera vista.
Hiragizawa Eriol había nacido en Inglaterra, de padre japonés y madre británica. Ambos eran profesionales famosos en sus respectivas tierras natales; él, un excelente abogado y ella, magnífica psicóloga. Pero Eriol no tenía esos ideales de defender gente o penetrar en la mente de los demás, no, él quería salvar personas en un hospital. Llegó a Japón con sólo 18 años, pero listo para todo. Conoció a su actual novia en la facultad, gracias a Sakura. Eriol también formaba parte del centro de estudiantes, y era muy popular también. Cursaba tercer año, a diferencia de Sakura y Tomoyo, quienes iban a segundo.
-Eso espero... -se aferró a sus brazos. La policía ya había empezado a buscarla por todo Tomoeda, y luego buscarían en todo Japón, así hasta dar con Kinomoto Sakura.
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"Toc toc"
Pasaron unos segundos, y al no ver ni oír respuesta, Shaoran volvió a tocar la puerta de entrada al sótano, es decir, a la habitación de Sakura. Se sorprendió cuando se pasó varios minutos intentando ser oído.
-Oye¿eres sorda? Abre la maldita... -y entró. Lo que vio allí fue algo inesperado.
Allí estaba la estudiante de medicina, mirando a las paredes. Nada extraño, lo extraño lo tenían las paredes mismas. Todas pintadas con dibujos, estrellas, corazones, flores...
-Bien, creo que me mantendrás mucho tiempo secuestrada, así que me pareció buena idea pintarlas como son en mi habitación. -y sonrió.
-Pero...
-Ya sé, ya sé, no serán ocho años de secuestro como Natascha Kampush pero cuesta acostumbrarse a un lugar oscuro y frío. La pintura te la pago después de que me liberes¿sí?
-Está bien, aquí está tu almuerzo. -y le entregó la bandeja.
-Gracias, Shyao... ¿Puedo llamarte así, no? Siempre pongo sobrenombres a la gente. A mí me llaman Sadie o Sak, a mi mejor amiga Tommy o Tomate para que se enoje, a su novio Eri-chan y... Y a ti ahora, te llamo Shyao. -era increíble que Sakura no parase de hablar. Estaba aburrida de verdad.
-Bueno, Sadie... Aunque a mí simplemente me gusta más Sakura. Sadie me suena a... -dudaba si decir la palabra- Sádico.
-A mí también, creo que no es el mejor apodo para alguien como yo¿no? -y rió algo. El almuerzo estaba allí olvidado, realmente no sentía hambre de comida sino hambre de amistad.
-Sí que tienes imaginación... Y mucho estilo. -dijo, mirando de vuelta a las paredes recién pintadas.
-Como esa vieja canción de jazz, "You've Got Style"... ¿Realmente lo crees así?
-Y, mira a esas paredes... Creo que deberías ser diseñadora de modas o--
-No, yo creo que debería ser doctora y atender en emergencias. Una doctora con estilo. -sonrió.
Shaoran sólo pensó en los pacientes que llegen a ser atendidos por Sakura. Ella, criticándoles el color de la ropa o sus jeans y la persona a atender, muriéndose. Pero aún así no le pareció ridículo. Los médicos lo único que hacen, a veces, es criticar lo que llevas puesto.
-Qué bien.
-Mmm. -parecía el fin de la conversación.
Shyao se levantó de su lugar en la cama y se fue a la puerta. Allí estaba un dibujo plasmado con lápiz, sin terminar. "Hasta la puerta ha rediseñado" pensó.
-Espera, -habló Sakura- aún no he acabado de hablar.
Shaoran volvió a donde Sakura estaba, esta vez, mirándola fijo a los ojos. Quedó hipnotizado. Hacía mucho tiempo que no miraba a nadie con esa clase de mirada.
-Bueno, pues... Acaba ya. -dijo, quizá sonrojándose.
-¿Tienes muchas cosas para hacer?
-Etto... No realmente, sólo quiero ver una película--
-¿Cúal? -preguntó entusiasmada- ¿"Rápido y furioso"?
-Sí¿a ti también te gusta? -la conversación estaba tomando un rumbo distinto: ahora podían empezar a conocerse aunque sea por sus películas favoritas.
-¡Por supuesto! Me gustan los Lamborghinis que aparecen... ¡Son un sueño hecho realidad!
Y así continuaron hablando de cosas menos importantes que el propio secuestro que tenía conmocionado a todo Japón.
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Notas de la autora:
¡¡Primer capítulo arriba!! n.n ¿Cómo ha quedado¿Qué les pareció¡¡Son muchas preguntas que quiero que me respondan a través de los reviews!! n.n
Les comento algo sobre la trama de la historia: como ya se habrán dado cuenta, es un SxS. Tendrá acción, aventuras y mucha azúcar entre esta pareja... n.n
Y como ya he dicho: deseo muchos reviews... Muchas gracias desde ya por leer mi fic.
