" Declaración: Todos los personajes reconocibles de la Saga Harry Potter son propiedad de JKR. Sin embargo, la trama es Total y absolutamente mía y no hay permiso para publicarlo en otro lugar (Texto con Copyright). Esta historia está disponible en Wattpad y fanfiction. net, con la autoría de AliceMlfy (Firma Alice~). Di no al plagio "

Dedicada a Meeli Coceres: Feliz cumpleaños preciosa! espero que te gusta nueva historia ;)


Caso Nº1: el mal de Hermione

Me desperté sobresaltada. Estaba de lado y podía develar en la oscuridad la ventana que daba hacia la calle. El alba aún no repuntaba, pero bellos tintes color morado daban a entender que ya estaba cerca.

Sentía el brazo de mi novio en mi cintura. Me apretaba delicadamente y me encajaba a su cuerpo; yo solo me dejé consentir.

Hacía un año ya que estábamos viviendo juntos nuevamente pues Ginny, mi compañera de piso, se había ido con Harry el mismo día que Dumbledore había decidido que Manifest se fusionara con homicidios e investigaciones, y se habían casado al mes siguiente.
Cerré los ojos y respiré un poco el aroma de la piel de Draco. Cuando decidí voltearme, un hombre viejo, con ojos negros y sonrisa torcida me miraba.

¿Te ha gustado el juego?

Un grito fuerte e inquietante resonó el departamento de los Malfoy. Hermione peleaba fervientemente con Draco, con los ojos cerrados, para intentar quitárselo de encima.

— ¡Amor, calma!, ¡soy Draco, Hermione!

— ¡Suéltame, suéltame, suéltame!

— Diablos…— dijo Draco cuando un manotazo llegó a su mejilla.

Miró a su izquierda. Un hombre estaba frente a frente a Hermione, y miraba a la inquieta chica. Sonreía de manera siniestra. Su sonrisa era definitivamente malévola y el aura que desprendía era de un color gris que cada vez que Draco lo veía se volvía más oscuro, envolviendo a Hermione en ella.

— Aléjate de ella o juro que te eliminaré.

¿Y cómo, maldito mortal? — preguntó el hombre sonriendo maliciosamente—. Es delicioso verla sufrir. He estado una semana con esto. Desearía estar vivo y probarla— miró a Draco quien la retenía—, ¿no has aprendido que no tienes poder contra mí?, ¿no sabes acaso quién soy?

— Tú eres el que no sabe quién soy— dijo Draco a tiempo que mantenía a Hermione en uno de sus brazos, estiraba el otro hacia el alma y lo miraba—, "anima mea malum, Imperat tibi Deus exsilium, non revertetur. Si negare erit eliminate"

El alma grito y se alejó unos pasos. Hermione se tranquilizó en los brazos de Draco, pero el alma miró con odio al rubio quien seguía con las manos extendidas e intentó entrar de nuevo. Al grito asustado de Hermione, Draco apretó su puño y el alma estalló en mil pedazos, haciendo que la muchacha despertara respirando fuerte y de manera sobresaltada.

Hermione sudaba, y miró a Draco para luego abrazarlo fuerte. Se sujetó a su cuello y respiró entrecortado.

— Dime que al fin se fue.

— Sí… lancé la plegaria que Neville me enseñó.

— Dios— murmuró Hermione acurrucándose en él para luego sollozar aliviada por el fin de su pesadilla.

Hacían dos meses casi que Hermione estaba recibiendo visitas en sus sueños de almas desagradables, y esta, en específico, se había quedado mucho tiempo.

— Hoy en la noche haremos un hechizo de protección. Algo está pasando contigo que esas cosas te siguen— murmuró Draco en el hombro de la asustada muchacha.

— Hablemos con Longbottom ahora en mañana, por favor— pidió la muchacha volviéndose a acostar.

El alba estaba ya estaba repuntando. Eso indicaba que el domingo había llegado a su fin y el trabajo los necesitaba. Draco entró primero al baño una hora después del incidente mientras Hermione, aún algo asustada, colocaba el agua y ponía dos cucharadas de café en la cafetera francesa.

Apenas estuvo lista del baño, se vistió y colocó el arnés con los dos revólveres bajo su chaqueta.

Draco tenía el café servido solo para él a tiempo que Hermione se sentaba. Profundas ojeras adornaban su cara y su respirar era cansado.

— Toma— dijo Draco entregándole un vaso de jugo de naranja—, te hará bien.

— Gracias— murmuró para luego beberlo.

— Hoy se acaba todo, lo prometo.

Hermione asintió y siguió con su desayuno que consistía en un té de hierbas y tostadas con margarina y mermelada. Desde que los fantasmas habían vuelto, la cafeína se había vuelto un enemigo, y decidió, muy a su pesar, dejarlo, lo que la dejaba con un humor de perros y un sueño asqueroso todo el día.

Salieron del edificio. Era una fría mañana de primavera. Extrañamente frio.

Hermione entró al auto de Draco y se sentó de copiloto. Ella se consideraba un horrible copiloto, pero esta mañana estaba más desanimada que de costumbre como para manejar. Draco se subió con su traje impecablemente puesto y la miró extrañado.

— Me siento mal— explicó Hermione como respuesta ante la tácita pregunta de su novio.

— Cada vez que algún desgraciado se te mete en el cuerpo te sientes mal… y creo que es lógico.

— Siento que mis fuerzas flaquean— murmuró Hermione—, no me siento la misma de siempre.

— Hablaremos con Longbottom, debe ser eso— Draco tomó el mentón de Hermione y lo volteó delicadamente hacia él—. Estoy contigo. Tranquila, yo te cuido.

— Gracias— dijo Hermione acercándose para besarlo.

Draco manejó hasta la agencia. Ahí, con un "Cuídate" de parte de Draco, se separaron. Primer piso, Manifest. Sexto piso, Homicidios; ahí iba Hermione.

Mientras estaba en el elevador, presionó el número 3. Quería ver a Ginny a ver si podía ayudarle… esto de las pesadillas ya le estaban dando miedo.

— ¿Se puede? — preguntó Hermione al entrar.

— ¡Sí, buenos días! —dijo Ginny girándose para recibirme. Tenía una barriga gigante y se demoraba en caminar.

— Sí… buenos días— murmuré besando las mejillas de mi amiga.

— ¿Qué tienes? — preguntó haciéndome pasar y apuntando el sillón para que me sentara junto a ella.

— Son los sueños… Draco hoy al fin pudo eliminar al ente.

Ginny se sentó a su lado y miró a su izquierda.

— Mmm no, Phill, es imposible… de acuerdo.

— Hola Phill— saludó Hermione al espacio vacío, con algo de resquemor. Ginny sonrió.

— Phill dice que, tal vez, estás embarazada.

— Imposible, fantasma. Mi periodo terminó hace un par de días— dijo Hermione rodando los ojos ante la situación de tener que explicarle algo a "algo" que no veía.

— Phill dice que le encantaría otro bebé en la agencia— dijo Ginny sonriendo y apuntando su barriga.

— No, Phill. No quiero eso— dijo Hermione seria—. Solo me siento algo cansada.

— Debe ser normal… ¿Irás a ver a Neville?

— Sí, ¿estará en su despacho?

— Pues no lo he visto. Hoy había una reunión con los encargados de exorcismo en Inglaterra.

— Está bien… Me voy a mi piso, cuídate.

— Hermione— llamó Ginny cuando la castaña estaba en la puerta. Esta la miró—, si necesitas hablar, de cualquier cosa, no dudes en contar conmigo. Prometo que estaremos solas, sin Phill.

— Gracias amiga— dijo Hermione sonriendo cansada para luego dar media vuelta y partir.

Ginny torció el gesto pensando en el mal humor de Hermione. El café la mantenía feliz… desde que los fantasmas volvieron se sentía más oscura, huraña y antisocial con el resto. Solo se refugiaba en Draco.

Hermione se subió al ascensor a tiempo que veía en él a Pansy Parkinson.

— Draco ya me contó— dijo la pelinegra abrazándola—. ¿Estás mejor?

— Estoy cansada— dijo Hermione—, creo que pediré vacaciones y… no sé, mejor no. No podría pedirle a Draco que se tomara vacaciones conmigo, no ahora que es agente especial en Investigaciones.

— Y próximo sucesor de Severus Snape— canturrió Pansy mientras el ascensor se detenía en el sexto piso haciendo sonreír orgullosa a Hermione.

Caminaros en silencio hasta la puerta de Blaise. Ahí un muchacho alto y cabello negro y corto estaba esperando con traje, sentado a un costado de la puerta que rezaba "Blaise Zabini, Director de Homicidios". Carla, la secretaria de Blaise, saludó con una sonrisa encantadora.

— Agente Granger, Doctora Parkinson, ¿cómo están?

— Creo que mejor que este chico— dijo Pansy por lo bajo haciendo reír a Carla.

— Él es Víctor Krum, el nuevo compañero de la agente Granger.

— Si es que puede con el ritmo— picó la pelinegra.

— Tenga, aquí está la información— dijo Carla entregándole una carpeta amarillo opaco a Hermione—, el señor Zabini me pidió que apenas usted llegara, el novato entrara con usted.

— Gracias.

Hermione caminó hacia el muchacho que, al ver a Hermione, se levantó para saludar. Hermione se dio cuenta de lo alto que era, le pasaba fácil por una cabeza, pero esa altura no la intimidaba.

— Señor… Krum— dijo leyendo el informe—. Bienvenido. Soy Hermione Granger, tu nueva compañera.

— Un gusto, señor, señora, digo…

— Solo dime Hermione—dijo la castaña sonriendo ante el nerviosismo de Krum—. Pasemos y conozcamos a nuestro jefe. Relájate.

— Es difícil cuando estoy en una de las agencias más prestigiosas del país.

— Tranquilo, después de unos días no sentirás tanto entusiasmo— dijo Pansy haciendo sonreír cansina a Hermione.

Entraron a la oficina. Ahí, Blaise Zabini, un muchacho de raza negra, cabello corto y ojos oscuros los miraba. Tenía colgado el saco del traje negro en el respaldo de la silla.

— Querida Pansy, Mione.

— Hola Blaise— saludó Hermione gruñendo ante el apodo—. Tenemos nuevo compañero.

— Lo vi; es imposible no hacerlo— dijo estirando el brazo a tiempo que Hermione le entregaba el expediente—. Víctor Krum, 25 años, doctor en antropología, el mejor en el entrenamiento de nuevos agentes… oh, 9,5 de 10… ¿qué pasó ahí?

— Me hice un esguince en la muñeca en plena prueba y me demoré más de la cuenta— dijo con un acento marcado en las R.

— ¿De dónde vienes?

— De Rumania, señor— dijo el muchacho—, pero pasé mi universidad en Londres.

— Pues bienvenido. Soy Blaise Zabini, jefe de homicidios y de estas dos locas.

— Mucho cuidado, Blaise Alexander Zabini que soy yo quien hace el trabajo de todo tu departamento.

— Pero negrita…

— ¿Para eso me llamaste?, ¿para burlarte? — preguntó Pansy molesta.

— A ver… negrita— Blaise se tocó los ojos en manera de cansancio—, ¿podrías esperarme afuera? Necesito darles instrucciones a los agentes y luego hablamos.

Pansy achinó los ojos molesta y meneando su cabellera negra como el carbón salió de la habitación con un portazo que movió el cuadro de último año del instituto que estaba en la pared cercana.

— Esta mujer me matará algún día— murmuró Zabini.

— Se aman… nadie me lo niega— dijo Hermione melodramática. Blaise simplemente rio.

— Muy bien, Krum. Granger será tu compañera de aquí hasta el final de tus días en Homicidios. A menos que te pongas a ver fantasmas como ella.

— Muy gracioso Zabini, muy gracioso

— ¿Fantasmas? — preguntó Víctor.

— Larga historia de una aventura anterior.

— Y llegan justo para un trabajo— dijo Blaise a tiempo que les pedía que se sentaran frente a él—. Hay un caso que debemos resolver, querida Granger. Una muchacha de 15 años colgada en su casa.

— Suicidio— afirmó Víctor tímidamente.

— No lo sabemos— dijo Blaise sonriendo enigmático—. Homicidios revisa todos los casos de muertes. Dependiendo si es homicidio o suicidio queda a nuestro cargo o es Draco quien se encarga. Por cierto. Hoy le llega compañera al agente especial Malfoy.

— Si sé— dijo Hermione gruñendo—, ¿Cuál es el plan?

— Investiga y dime si es homicidio o suicidio. El cuerpo fue encontrado hace diez minutos y ya van para allá. Nadie ha tocado el cuerpo salvo el padre quien la descolgó pensando que podría salvarla. Te daré un auto y la dirección.

Blaise sonrió mientras sacaba del cajón un llavero con una llave. Se las entregó y también un papel con la dirección. Hermione la leyó y quedó helada. Krum miró por el hombro de Hermione y torció el gesto.

— ¿Almendral N° 7?

— ¿Te recuerda algo? — preguntó Blaise uniendo sus manos en una mueca de burla.

— Sí... muchos dolores de cabeza.

— Toma tus armas— dijo Blaise entregándole un arnés y dos armas, las dos muy distintas— y tu placa. Bienvenido a Manifest Homicidios, querido Krum.

— Gracias, señor.

— Vamos Krum— dijo Hermione saliendo del despacho del moreno.

Llegaron al subterráneo en silencio mientras Víctor se colocaba el arnés y miraba sus armas, las cuales eran muy raras. Buscaron el auto que resultó ser un viejo Nissan modelo V16 color verde olivo, bastante antiguo dado la placa, pero en aparente muy buen estado.

— Blaise quiere que me muera, definitivamente— dijo la chica mirando el interior algo sucio del vehículo por la ventana. Hermione miró a su compañero—. ¿Sabes manejar?

— Estas cosas funcionan con explosiones… no soy muy amigo de los automóviles, pero sé manejar muy bien cuando la ocasión lo requiere.

— Está bien, yo manejo. Siéntate y te explico lo de las armas.

Cuando se sentaron en el interior del vehículo, se dieron cuenta que definitivamente Blaise quería matarlos.

— Mira… esta arma— dijo apuntando una plateada y algo plana— es un arma que lanza electricidad. Se coloca en la izquierda, si eres diestro, y en la derecha si eres zurdo. Ahora, la otra arma es normal, pero la tomamos con nuestra mano menos hábil. No podemos matar a los sospechosos, pero— Hermione lanzó el arma de la mano izquierda a la derecha con facilidad—, cuando es necesario, se pueden hacer excepciones.

— En serio, ¿has matado a alguien?

— Entré a homicidios cuando tenía 20 hasta los 25. En esos 5 años le disparé a 10 sospechosos con esta belleza, pero no he matado a nadie.

— ¿Cómo cinco años?... según me dijeron tienes…

— 29, correcto. Entré nuevamente a homicidios el año pasado. Estuve dos años en Paranormal.

— Espera— Krum se acomodó en el asiento, mirándola con una sonrisa escéptica—, Manifest, división paranormal, ¿realmente existe?, en la escuela es un mito.

— No lo es— dijo sonriendo de medio lado—. Ven, te contaré la historia—dijo Hermione a tiempo que arrancaba el auto y salía por el garaje.


Hola! espero que les haya gustado este primer capítulo. no olviden dejar un review para saber si les ha gustado.

Saludos

Alice~

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