Hola gente linda!~

Luego de un tiempo corta de creatividad finalmente traigo para ustedes lo pedido, una colección de one-shots HaruTaka y sus derivados!

Lamento la tardanza pero la musa que me inspira para escribir sobre estos dos ha estado ausente en mi vida últimamente uwu ademas de que se supone que esto seria colaborativo con una amiga (al igual que en Accomplices), pero empiezo a creer que eso de hacer proyectos colaborativos no va conmigo XDD posiblemente se nos una luego con una historia de ellos :3

Espero les guste este primer one-shot que resultó ser más KonoEne que HaruTaka, pero prometo que el siguiente si sera de ellos nwn

No hay más que decir, así que disfruten!


Titulo: Celos

Summary: ¿Qué era ese sentimiento que llenaba de dolor su corazón? Siempre al verla a ella junto a otro que no fuera él.

Status: (01/¿?)

Cover: Cyawa [Pixiv] (El cover cambiara dependiendo de la historia)


Disclaimer: Kagerou Project/Mekakucity Actors no me pertenece. Todos los derechos de autor van para su creador Jin (Shizen no Teki-P)


"Our Destiny"

Celos One-shot by Mitsui Neko

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— ¿Verdad o reto? —Preguntó la de coletas señalando al pelinegro frente a ella.

—Eeehh… —El azabache lo pensó demasiado, pero finalmente contestó— ¡Reto!

—Bien… Debes de tirar todo el contenido de tus sodas por el excusado.

— ¿Q-Qué?

—Oh, vaya… eso sí que es cruel. —Comentó otra chica de cabello castaño y prendedores rojos.

—Es eso o decir la verdad.

Shintaro se mordió la lengua. No le convenía decir "La verdad", especialmente si le preguntaban por su senpai, quien ya tenía una lista de posibles preguntas vergonzosas, entre ellas, una que le relacionaba con la chica de bufanda que se sentaba a su lado.

Con toda la pena del mundo, el Kisaragi se levantó de donde estaba y tomó de su bolsa de mercado llena de latas de soda que había comprado apenas ese día. Toda una provisión para toda la semana, ahora acababa en el drenaje.

—Maldita seas, Enomoto… —Decía con dolor el azabache mientras abrazabas sus latas vacías ante la mirada desaprobatoria de sus amistades.

—Uh, tengo hambre. —Comentó repentinamente el más alto del grupo mientras se llevaba una mano a su panza.

—Oh, debo tener algunos bocadillos en la cocina. —Dijo alegremente la dueña de la casa— ¡Ahora los traigo!

—Yo te ayudo, Ayano. —Takane se levantó del suelo y acompañó a su amiga a la cocina dejando solos a los dos varones.

Ese día el cuarteto de amigos se había reunido en la casa de la chica Tateyama para estudiar en grupo ya que los exámenes finales se acercaban, sin embargo habían terminado antes de la cuenta por lo que decidieron perder el tiempo jugando "Verdad o Reto" y había sido bastante divertido hasta el momento.

Shintaro finalmente se recuperó después de su drama con sus preciadas sodas y alzó levemente la mirada para ver a su senpai.

— ¿Qué tal si seguimos jugando mientras vienen las chicas? —Sugirió.

—Oh, de acuerdo. —Respondió Haruka con una amable sonrisa.

—Bien, es mi turno. A ver Haruka… ¿Verdad o reto?

— ¡Verdad! —Contestó confiado el del lunar. No tenía nada que ocultar.

— ¿Alguna vez te has sentido celoso? —Preguntó Shintaro con una sonrisa levemente maliciosa.

Si buscaba molestar a su senpai con dicha pregunta, realmente no lo consiguió pues éste parpadeo confundido.

— ¿Celoso? ¿Por qué habría de sentirme celoso…?

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— ¡Konoha-sama!

El de cabellos blancos abrió pesadamente sus ojos. Cuando finalmente su mirada se aclaró observó a una niña de coletas bajas que le miraba preocupada.

—Hasta que al fin despiertas… —Esta vez habló un niño pelicastaño que estaba detrás de la otra menor.

—Por un momento creí que algo malo le había pasado a Konoha-sama. —Dijo la de coletas abrazándose con fuerza del brazo del albino.

—Hiyori, eres una dramática. —Comentó Hibiya, ganándose un fuerte golpe en la cabeza por la de rosa.

— ¡Cállate, idiota! —Exclamó enfurecida la menor para luego volver a sonreír tiernamente al girarse a ver al peliblanco.

Hiyori a veces da miedo, pensó él.

—Bueno dejen de pelear ustedes dos. —Dijo la líder del grupo con aire autoritario— Konoha, vamos a comprar algo para comer ¿Qué es lo que vas a querer?

—Negima. —Contestó sin pensar.

—Ja, tan predecible como Shintaro con sus sodas. —Mencionó de pronto cierto rubio de rasgos animales y todos la dieron la razón.

Luego de que todos dieran un poco de dinero para las compras, la líder se retiró junto con Hibiya y Hiyori, obligados por haber peleado dentro del Dan, cosa que estaba estrictamente prohibido, aunque en la peliverde no aplicaba a la hora de golpear a Kano.

Konoha quien yacía sentado en el mueble, observó su alrededor. Seto y Kano charlaban cordialmente en el comedor del departamento, mientras que Mary preparaba un poco de té para los invitados. Sin embargo no era a ellos a los que buscaba, a quien quería ver era a cierta chica peliazul escandalosa que siempre estaba en los móviles de varios integrantes del Dan y sabía que para encontrarla a ella debía encontrar a cierto chico de chaqueta roja.

El chico de ojos magentas se paró de donde estaba y empezó a inspeccionar por todas partes, hasta que finalmente halló al azabache fuera de la base, disfrutando de la agradable ventisca de ese día. Claro, con él estaba Ene.

—Dentro de la base hace un calor horrendo… —Se quejó Shintaro mientras tenía los ojos cerrados y el ceño levemente fruncido— Aquí está más fresco…

—Tehehe~ es la primera vez que veo al amo prefiriendo estar afuera, que encerrado. —Comentó la virus, ganándose una mirada fulminante del de rojo.

— ¡Cierra la boca, Ene! ¡No me hagas borrarte! —Amenazó el Kisaragi, pero la chica cibernética ni se inmutó, solamente sonrió.

—El amo no me haría eso… de nuevo. —Dijo ella sonriendo tiernamente.

— ¿Ah, sí? ¿Y por qué no?

— ¡Porque el amo me quiere! —Canturreó alegremente y extendiendo los brazos mientras unos cuantos corazones de pixeles aparecían en la pantalla.

—No digas tonterías. —Bufó él entrecerrando los ojos al mirar a la intrusa en su móvil.

—Oh, pues yo si lo quiero. —Ene se cruzó de brazos mientras inflaba sus mejillas.

— ¿Q-qué tú que…?

—Lo que escuchó amo… —La de azul se acercó más a la pantalla del móvil y con una sonrisa maliciosa exclamó: ¡Lo quiero, amo!

Por razones desconocidas Shintaro sonrojó levemente por la confesión de su virus, aunque sabía muy bien que solo se trataba de una broma. Por otra parte, el albino que escuchaba todo desde la puerta del daze no sabía eso.

Konoha no entendía que había sido aquel repentino dolor que sintió en su pecho al escuchar que Ene le decía a Shintaro que lo quería. Era verdad que él era algo despistado, pero no era tonto y sabía muy bien el significado de un "Te quiero", lo suficiente para entristecerse porque Ene se lo dijera al Kisaragi y no a él.

¿Por qué? ¿Por qué ella le diría eso? Si ellos siempre estaban discutiendo y peleando constantemente. A veces Shintaro incluso era malo con ella. Por otro lado, él que siempre le hablaba con amabilidad y las intenciones más puras e inocentes, era cruelmente despreciado.

Lo llamaba "Impostor" ¿Por qué? Le dolía que le llamara de esa manera. Él no era ningún impostor, él era Konoha, ese era su nombre. Le gustaba dibujar, comer negima, jugar beisbol y los dinosaurios, aunque recientemente había adquirido un nuevo gusto y ese era nada menos que Ene. De hecho era un gusto mucho mayor que las otras cosas mencionadas anteriormente.

Le gustaba Ene, la quería. La quería solamente para él.

Dolía que le tratara tan mal y le molestaba ver a Shintaro cerca de ella.

Su mano ardía en ocasiones. Un deseo horrendo de golpearlo se apoderaba de él, pero no podía hacer eso, Shintaro era su amigo, pero no soportaba ni un minuto más verlos juntos. Todos esos extraños sentimientos lo confundían y hasta lo hacían sentir cansado.

De pronto, sin saber la razón, se encontró a sí mismo llorando. No sollozaba, pero las lágrimas se derramaban de sus ojos sin cesar.

— ¿Konoha, estas bien? —Escuchó que alguien le preguntaba.

Reconocería esa voz donde fuera. Era la voz de Ene ¿Le había llamado por su nombre? Era la primera vez y le alegraba pero no era capaz de sonreír, no cuando al alzar la mirada veía a ella y a Shintaro juntos.

—Estoy bien… —Mintió. Era la primera vez que lo hacía.

Secándose las lágrimas con la manga de su ropa, Konoha entró a la base.

Después de un rato, Kido y compañía regresaron. A cada uno se le fue entregado lo que pidió, pero Konoha rechazó el negima que le habían comprado, extrañando a todos en el lugar. No sabía por qué, pero de pronto había perdido el apetito.

Luego de un rato, él, junto con Hiyori y Hibiya regresaron a casa.

— ¿Aun no tienes hambre, Konoha-sama? Mi tío nos ha hecho algo de cenar. —Preguntó la de coletas bajas asomándose por la puerta de la habitación del joven.

—No. —Respondió secamente mientras yacía acostado en su cama.

—Ok… —Contestó Hiyori notándose bastante preocupada por la extraña actitud del chico de ojos magentas, pero no dijo nada y se retiró dejándolo nuevamente solo.

Konoha cerró los ojos. Al hacerlo la imagen de Ene sonriendo tiernamente venía a su mente. Soñaba por el día en que aquellas sonrisas fueran dedicadas a él también. Soñaba por el día en que pudiese tocar a Ene, sostener su mano así como sostenía la de Hiyori en ocasiones. Soñaba por el día en que este punzante dolor en su pecho desapareciera al verla a ella junto con su mejor amigo, pero… ¿Llegaría de verdad ese día?

Quería creer que si… quería creer.


Últimamente me gusta mucho escribir feels de mis parejas favoritas, lo siento. (?

Espero que les haya gustado, por favor dejen reviews para saber que les ha parecido y nos leemos la próxima con un nuevo one-shot! nwn

Gracias por leer! Cuídense!~

Atte: Mitsui Neko