Shizuka no Uta... (La canción de Shizuka)

A/N: ¡Hola a todos! Les traigo un fic que originalmente escribí en ingles, pero siendo que el castellano es mi idioma nativo, decidí pasarlo a este idioma primero, una vez alcance la misma cantidad de capítulos en ingles y en español comenzaré a sacar ambos al mismo tiempo eso si me queda tiempo después de mi fic de Saint Seiya :-P jajajaja sino puede que saque todo en español y ya :-P

En fin, espero que me den una oportunidad ¡Prometo que la historia lo vale! :-D

Les dejo la historia espero les guste, si es así ¡Dejen Reviews!

Disclaimers: Ni Inuyasha, ni sus personajes me pertenecen, todo lo que poseo es mi OC y la trama de esta historia.

Capitulo 1: "La chica que salió del pozo"

Mientras escalaba hacia la salida dejó que sus recuerdos la invadieran, para así poder reunir la fuerza que necesitaba... recordó el fuego, los cadáveres de aquellos a quienes más amaba en el mundo, el cuerpo de su madre yaciendo en su propia sangre...

Apretó los dientes con furia mientras seguía escalando, se obligó a recordarlo todo en ese instante, todo hasta la última vez que él le habló antes de enviarla:

Era de noche y la media luna se elevaba alta en el cielo... la única observadora de aquella escena.

_Tráela de regreso. – él le dijo, finalmente rompiendo el silencio entre ellos. – Ya te he dicho que hacer. – Su tono de voz era frío como el hielo – Solo podré enviarte. Una vez allí, estarás sola. – su rostro era la misma mascara seria y sin emociones de siempre, pero ella sabía la verdad, sabía que era una mascara porque ella conocía el dolor de la perdida... sabía que estaban sintiendo lo mismo.

Pero si podía corregirlo, si podía regresarlos a todos... en especial a "ella"... entonces no le importaba arriesgar su vida. Y él lo sabía.

_Llegó el momento. – le dijo, su voz vacía de toda emoción y de... de vida.

Ella simplemente asintió y se enfrentó al pozo, el viento arrastraba hojas y tiraba de ella en dirección contraria, casi como si no quisiera que fuera. Miró la oscuridad del pozo, casi parecía no tener fondo. Se volteó para verlo por última vez, sus profundos ojos dorados le mostraron toda la determinación que necesitaba, mientras él rodeaba el pozo con una espada en cada mano... hasta quedar frente a ella. Tenseiga y Tetsusaiga brillaron mientras apuñalaba el pozo con ellas, haciendo que el poder de las espadas fluyera y se mezclara con su temible aura.

La energía blanca a su alrededor lo hacia parecer un dios... un dios nocturno a juzgar por la luna creciente en su frente. De repente la energía se tornó azul profundo.

_ ¡SALTA! – ella obedeció y saltó, después de eso todo se puso negro, y cuando despertó, estaba en el fondo del pozo.

Y ahora estaba intentando salir de ahí.

Miró hacia arriba, hacia el profundo cielo azul y suspiró preocupada. Sabía QUE tenía que hacer, pero el COMO era un completo misterio para ella, sería más sencillo que le pidieran volar...

Después de unos momentos finalmente logró salir y mirar a su alrededor... todo se veía igual, salvo que aquí era de día y no había una columna de humo donde estaba la aldea... había dado resultado... realmente había vuelto atrás en el tiempo... se preguntó cuantos años ¿Siquiera había nacido?

Volvió a levantar la vista hacia el cielo y cerró sus ojos dorados dejando que los calidos rayos del sol acariciaran su piel.

Estaba ajustando la cinta lila que cubría su frente, cuando escuchó un niño gritando.

Murmuró una maldición y comenzó a correr en dirección a los gritos tan rápido como podía.


_ ¡Maldición! – exclamó para si mismo, había olfateado esa cosa desde lejos pero lo que menos esperaba, era que uno de los niños de la aldea decidiera que ese era el lugar perfecto para jugar. Les había dicho que se alejaran de ahí, pero no... Siempre tenían que hacer lo que se les daba la gana... y ahora aquí estaba, corriendo como alma que lleva el diablo para llegar a tiempo. Escuchó los gritos y apuró más el paso, aún no sentía el olor de la sangre, así que esperaba que el niño todavía tuviera una oportunidad, ya casi llegaba, pero... cerca del pozo de los huesos había algo más... que extraño, no podía descifrar si era un demonio o un humano. Eso nunca le había pasado...

Inuyasha simplemente se preparó para lo que fuera y continuó corriendo.

Ya casi llegaba...


El niño estaba ahí llorando y gritando mientras el demonio acortaba la distancia entre ellos, era un simple ogro rojo, débil comparado a ella, pero el niño no tendría oportunidad... ¿Por qué no intentaba correr? ¡Maldición! Si esperaba hasta estar lo bastante cerca como para usar sus garras ¡el niño moriría!

Desenvaino su katana mientras corría.

_ ¡Apártate! – Le advirtió al niño que la miró sorprendido – ¡Dije QUE TE APARTES!

Finalmente el niño pareció darse cuenta de que, quedarse parado esperando al demonio, no era muy buena idea y corrió poniendo algo de distancia entre ellos, esto era justo lo que ella estaba esperando. Sujetó la katana con fuerza, la punta de esta apenas rozaba el suelo... tenia que ser precisa.

_ ¡Colmillo Plateado! – gritó, haciendo un movimiento ascendente, como si estuviera cortando el aire con su espada. Una gran onda de energía plateada siguió a este movimiento, impactando directamente al demonio y reduciéndolo a cenizas.

El pequeño miró a su salvadora sorprendido, apenas era mayor que él mismo, sin embargo había derrotado a ese demonio sin ningún esfuerzo.

La chica volteó para ver al niño.

_ ¿Estas bien? – le preguntó, su sonrisa era amable. El niño asintió.

_ ¿Quien eres? – alguien preguntó groseramente a sus espaldas. – no necesitaba mirarlo para saber quien era, su esencia era la misma de siempre. La molestó un poco el que fuera tan grosero, pero a pesar de ello estaba contenta de volver a escucharlo... ¿O debería decir de escucharlo por primera vez? No pudo evitar que una sonrisa se formara en sus labios al contestarle.

_Mi nombre es Shizuka, es bueno verte Inuyasha. – finalmente giró para verlo. Inuyasha estaba de pie bajo un enorme árbol y era obvio, por la forma hostil en la cual la estaba mirando, que no tenía ni idea de quien era ella.

_No recuerdo ser tu amigo – le espetó – es más, ni siquiera recuerdo conocerte. – Shizuka soltó una risita.

_Solo digamos que yo te conozco, te lo explicaré más tarde. –por ahora creo que este niño necesita a su madre.

Inuyasha miró al niño y se dio cuenta de que la chica estaba en lo cierto. Como usualmente pasa en este tipo de incidentes, el pequeño acaba de caer en la cuenta de que tan cerca había estado de morir. Y ahora estaba llorando pidiendo ver a "Mamá".

_De acuerdo – finalmente aceptó, los gritos del niño lo estaban irritando – pero no creas que te vas a escapar ¿Entendido?

_Entendido. –respondió con una sonrisa.

Mientras tomaba al niño en brazos (así podría correr más rápido) observó a la joven de pie frente a él.

Tenía largo cabello plateado, unos cuantos mechones caían desordenadamente en su frente, en la cual llevaba una cinta lila; usaba una pequeña cola de caballo a cada lado de su cabeza, pero el resto de su cabello caía suelto hasta su cintura. Sus ojos eran grandes y ¿Dorados?... era de piel pálida, su cara era algo redondeada, mostrando su juventud, sus rasgos eran dulces pero al mismo tiempo altivos, le recordó a alguien, pero no sabía a quien.

También tenía orejas puntiagudas, vestía un kimono de dos piezas, la parte superior era blanca, a excepción de los hombros y al final de las mangas donde era violeta oscuro, también tenía un diseño de flores lilas, una más grande que el resto señalaba el punto donde estaba su corazón. La parte inferior era lila, mientras que el cinturón era violeta oscuro, y estaba usando zapatos negros. Llevaba una katana larga en el cinto. Pudo notar claramente que no era humana... no completamente al menos. Su olor era confuso, no olía como humano ni como un demonio o un medio-demonio... olía a... ¿Menta y lilas?

_Bien. – comenzó a caminar con el niño en brazos. Y Shizuka lo seguía.

_ ¿A dónde crees que vas? – le dijo sin darse vuelta.

_A la aldea de Kaede, por supuesto. – respondió con toda la sencillez del mundo.

_ ¡De ninguna forma! Tú te quedas aquí. – No sabía si era una enemiga o no, los demonios habían estado my agitados últimamente y atacaban las aldeas más de lo normal, así que no podía permitirse el riesgo de llevar a esta chica sospechosamente-salida-de-la-nada-de-raza-desconoc ida, hasta saber cuales eran sus intenciones.

_No, no lo haré. – Lo cortó sin dejo de vergüenza – necesito hablar con Kagome, ella entenderá la situación mucho mejor que tu. Además, si no quieres llevarme, esta bien. Porque llegar por mi cuenta. – Shizuka le sonrío de forma altanera – y apuesto a que puedo llegar antes que tú.

_Eso desearías. – Inuyasha respondió con una sonrisa confiada. El niño pasaba la vista de uno al otro, su miedo ya olvidado.

_Entonces, si estas tan seguro, te propongo algo. – Shizuka dijo levantando un dedo frente a Inuyasha – Si llego a la aldea antes que tú, me dejarás hablar con Kagome.

_ ¿Y que si yo gano? – preguntó intentando parecer desinteresado... y fallando miserablemente.

_Si tu ganas, haré lo que creas conveniente. Ya sea que decidas que entre a la aldea o que me quede afuera, respetaré tu decisión. – hablaba muy en serio, lo primero que tenía que hacer era hablar con Kagome y explicarle la situación... el resto vendría después...

_ ¡Siii! ¡Una carrera! – el niño exclamó de repente. Sorprendiendo a ambos. Pero eso no fue todo, sino que señaló a Shizuka con su sucio dedito – ¡Inuyasha te vencerá de seguro! – dijo tan seguro de eso, como de que el cielo es azul, Inuyasha obviamente estaba más allá de feliz y orgulloso de oírlo. Tan orgulloso y seguro que incluso tuvo el coraje de mirarla con altanería... sonriendo como si fuera el ser más rápido en toda la tierra... bien ya le probaría que tan equivocado estaba.

_Entonces no tienes razones para retractarte ¿Verdad? – Shizuka le aseguró con una sonrisa animada mientras pensaba "voy a aplastarte, estúpido cabeza de perro"

_De acuerdo. – Aceptó pasando el niño a su espalda para correr más cómodo – Pero no vayas a creer que no iré en serio solo porque tienes... no sé ¿Diez años?

Shizuka frunció el ceño, molesta.

_Tengo doce. – replicó fríamente.

_Claro... – Inuyasha puso los ojos en blanco – como esa es una graaan diferencia.

_Como digas... – dijo Shizuka, poniendo los ojos en blanco a su vez ¿Por qué rayos lo había extrañado?

Ambos se prepararon para la carrera, una ligera sonrisa curvó los labios de Shizuka.

_En sus marcas – el niño comenzó.

_Preparados – continuó Inuyasha, ya todos en la aldea se habían acostumbrado a ese pequeño ritual de palabras antes de las carreras, era cosa de Kagome. La sonrisa de Shizuka se amplió enseñando sus pequeños colmillos.

_ ¡FUERA! – dijeron al unísono.

En el momento exacto que empezaron a correr Inuyasha supo que algo estaba mal. Un momento estaba allí y al siguiente... el único rastro de ella era ese olor a lilas y menta.

_ ¿Qué rayos...?


"Eso le enseñara". Shizuka pensó mientras corría sintiendo el viento contra su piel, si de una cosa estaba orgullosa era de su velocidad. Ahora que lo pensaba podría ir a la aldea y hablar con Kagome sin Inuyasha... pero, pensándolo mejor, quizás sería más conveniente esperarlo en la entrada a la aldea, así podría ver que no pretendía hacerles ningún daño. Era importante que confiaran en ella...

Alcanzó la entrada mucho antes de lo que esperaba... mmmh... quizás se había apresurado demasiado.

Dejo que su mirada vagara por aquel lugar tan familiar para ella, observó como los aldeanos iban de un lugar a otro y apreció como la luz del sol bañaba los campos. Cerró los ojos y se sentó en el pasto, oliendo el aire, permitiendo que todas esas esencias especiales la envolvieran como una manta mientras soñaba que estaba de vuelta en casa, que su madre saldría en cualquier momento llamándola con la misma dulce sonrisa de siempre... comenzó a tararear una canción de cuna para sí misma intentando con todas sus fuerzas mantener sus sentimientos a raya. Pero simplemente no podía, mientras esperaba a Inuyasha podía sentir el dolor cada vez más fuerte... le dolía el pecho... no quería llorar, no otra vez. No ahora.

Abrió la boca y respiró profundo... era algo que su Mamá le pedía siempre... a veces incluso la fastidiaba un poquito, pero la hacía feliz verla sonreír... por eso siempre cedía... quizás haciéndolo podría evitar llorar.

Sha-lalala Shalalala

Comenzó a cantar, su voz era dulce y suave... aunque un poco aguda a causa de su edad, pero no por ello dejaba de ser melodiosa.

Solías llamarme tu ángel

Decías que me habían enviado

Directamente desde el cielo

Me estrechabas entre tus brazos

Yo pensaba que te veías tan fuerte

Nunca quise que te marcharas

Quería que te quedaras aquí abrazándome...

Su canción estaba llena de tristeza y añoranza, pero aún así conseguía ser dulce... dulce como los recuerdos que llenaban el corazón de Shizuka en aquel momento. Recuerdos llenos con el afecto de su madre...

Te extraño, extraño tu sonrisa.

Y, cada tanto, aún derramo una lágrima.

Y, incluso si ahora es diferente.

De algún modo sigues aquí.

Mi corazón no te dejara ir.

Y necesito que sepas que...

Te extraño Sha-lalala

Te extraño...

Esa era la única forma de expresarlo. La extrañaba tanto... y ver el lugar donde habían sido tan felices junto a sus amigos mientras lo esperaban... dolía... dolía demasiado. Shizuka había creído que ver la aldea nuevamente la haría feliz, pero... solo le recordaba cuanto había perdido.

Te extraño, extraño tu sonrisa.

Y, cada tanto, aún derramo una lágrima.

Y, incluso si ahora es diferente.

De algún modo sigues aquí.

Mi corazón no te dejara ir.

Y necesito que sepas que...

Te extraño Sha-lalala

Te extraño...


Su esencia estaba mucho más cercana ¡¿Cómo podía ser tan rápida?!

Inuyasha suspiró, al menos estaba esperándolo en la entrada de la aldea. Quizás no tenía malas intenciones.

Pero... ¿Qué era eso? ¿Una canción? No conocía esa voz... seguramente era esa chica.

Después de correr por un momento. Finalmente pudo verla, estaba sentada en el suelo con los ojos cerrados... dejó de cantar abruptamente. Seguramente lo había olfateado.

_ ¿Por qué tardaste tanto? – Shizuka preguntó tratando de sonar animada, aún mantenía los ojos cerrados, así que no pudo notar la mirada confundida de Inuyasha.

_ ¿Por qué estas llorando? – ante esta pregunta Shizuka abrió los ojos y se dio cuenta de que tenía razón. Un poco decepcionada consigo misma secó sus lágrimas abruptamente con el dorso de su mano.

_Por nada – le dijo en tono cortante.

_Si no quieres decirme solo dilo.

_ ¿No tienes que llevar a ese niño con su madre y luego a mí a hablar con Kagome?

_ ¡Ya sé, ya sé! – y murmuro algo que sonó como "No hay necesidad de ser tan desagradable"

Los ojos de Shizuka se abrieron con sorpresa, mientras sentía una gota de sudor formarse en su nuca "Mira quien esta hablando" pensó.

Lo dejo pasar y se puso de pie.

_ ¿Nos vamos?

Después de llevar al niño con su madre, Inuyasha caminaba sin prestarle ningún tipo de atención a la chica que caminaba junto a él. Aunque todos los demás en la aldea parecían mirarla con mucha atención. Y el mismo pensamiento pasaba por sus mentes "¿No se parece a...?"

_ ¡Espera! – Shizuka acababa de darse cuenta en que dirección iban.

_ ¿Ahora que? – Inuyasha la miró con evidente fastidio.

_Te dije que necesitaba hablar con Kagome, aunque hablar con la señora Kaede podría ser una buena idea, tengo que hablar con Kagome primero. Ella entiende mucho más sobre el pozo de los huesos que ustedes... o eso espero... de todas formas ¿Por qué me llevas a la casa de la señora Kaede?

_ ¿Y tú como sabes que este camino lleva a la casa de la vieja Kaede? – exclamó sospechando de ella nuevamente.

_Estoy familiarizada con el área. – respondió rápidamente.

_ ¿Qué quisiste decir con el pozo de los huesos? – Shizuka suspiró derrotada, no veía forma de escabullirse de esa.

_Vine de allí del futuro... ¡No como Kagome! – Se apresuró a añadir al notar la mirada de Inuyasha – no tan adelante... ¿Podría explicar el resto cuando estemos con Kagome, por favor? – El flequillo cubría sus ojos – no quiero contar esto más de una vez...

Inuyasha recordó que estaba llorando y cantando cuando estaba esperándolo. Quizás tenía algo que ver con eso... se dio vuelto y comenzó a caminar nuevamente. Dejando a Shizuka atrás.

_Kagome esta en la casa de Kaede con algunos amigos. – le dijo sin voltear a verla. – ¿Vienes o no? – Shizuka levantó la mirada, una pequeña sonrisa adornaba sus labios.

_ ¡Por supuesto que voy!

Después de un rato de caminar en silencio, finalmente llegaron a la casa de Kaede. Podían escucharse risas animadas desde dentro de la casa. Inuyasha entró como si nada.

Shizuka respiró profundo y entró tras él.

Lo que no se esperaba era que TODOS estuvieran ahí, no solo Kagome y Kaede, también Sango, Miroku... ¡Incluso Shippo! Y... ¿Por qué estaba todo tan silencioso de repente? No solo eso sino que la miraban como si le hubiera brotado otro par de cabezas de la nada.

_ ¿Pero que...? – Sango la miraba como si hubiera visto un fantasma.

_Increíble... – Miroku miró atentamente a Shizuka y luego a Inuyasha, después de esto su mirada fue de Shizuka a Inuyasha al menos unas cuatro veces antes de, finalmente, mirar fijamente a Inuyasha - Inuyasha... – su voz destilaba una decepción sin limites – ¿Cómo pudiste hacer algo así...? ¡Si ibas a ir de fiesta debiste haberme invitado! – Sango miró a Miroku con el ceño fruncido. Shizuka podría haber jurado que veía llamas brotar de Sango. – Q-Q-Quiero decir ¡Inuyasha eso es despreciable! – se corrigió.

Inuyasha parpadeó un par de veces, confundido y sin tener idea de que estaban hablando... o de porque Kaede lo miraba de forma tan reprobatoria.

_ ¿Huh? ¿De que están hablando? – el pobre realmente no entendía nada.

_No intentes hacerte el inocente ahora Inuyasha, ahora es simplemente patético. – Shippo dijo cruzándose de brazos y mirándolo reprobatoriamente.

_ ¡Hablo en serio! ¡¿Podría alguien decirme que esta pasando?!

Shizuka no era del tipo que retrocediera frente al peligro, su padre le había enseñado a no hacerlo, pero... la mirada en la cara de Kagome la hizo retroceder un par de pasos.

_ ¡Muy bien Inuyasha! ¿¡Con quién estuviste saliendo!? – Si Shizuka había creído que Sango estaba en llamas... ¡Entonces Kagome era un volcán en plena erupción!

_ ¿¡De que estas hablando!?

_ ¡Ni siquiera trates de mentirme! ¡Es igualita a ti! – dijo Kagome, señalando la cara de Shizuka para probar su punto.

_ ¿Que...? – Inuyasha miró a Shizuka, notando por primera vez cuanto sus ojos dorados se parecían a los suyos. Pero antes de que pudiera decir nada al respecto...

_ ¡INUYASHA... ABAJO! – La cara de Inuyasha golpeó el piso con tanta fuerza que casi lo quebró.

_Kagome... ¿Por qué...? – Musitó contra el suelo.

_ ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! – Parecía que Kagome no planeaba terminar pronto...

_Alto. – una voz fría y dura ordenó. Todos buscaron la fuente de la voz y resulto no ser otra que Shizuka. Inuyasha trató de verla desde el piso destrozado y no podía creer lo que veían sus ojos ¿En verdad era la misma chica?

_ ¿Disculpa? – Dijo Kagome, entre la sorpresa y el enfado, mientras Inuyasha seguía en el piso.

_No. Me temo que no te "disculpo" – Shizuka la miró fríamente y le habló con la misma voz glacial, tenía algo importante que decir u no estaba dispuesta a soportar las peleas de esos dos, que sabía podían durar toda la semana. – Tengo algo de vital importancia que decirles a todos ustedes. Ahora si me hicieras el favor de dejar de torturar a Inuyasha por las razones equivocadas, quizás sería capaz de hacerlo.

Shizuka podía sentir como la ira emanaba de Kagome en ondas concéntricas, pero no le importó en ese momento. No era así como quería hablar las cosas... pero si no lograba que Kagome saliera de su ataque de celos no podría hacerse entender... cerró los ojos y respiro profundo, preparándose para su primer obstáculo.

N/A: Bien, aquí les dejo el capitulo uno ¿Les gusto? ¿Es medianamente interesante? Si es así por favor dejen una REVIEW para saber que vale la pena seguir adaptando mi historia al español... ah y les aviso, que si bien la versión en inglés esta más avanzada, esta va ir por un camino diferente ;-D

En el siguiente capi veremos si Shizuka logra sobreponerse a los celos de Kagome ¿Qué tendrá que decir? ¿Por qué Sesshomaru la envió atrás en el tiempo? Todo eso y más en el siguiente capitulo ¡Díganme si vale la pena continuar por favor!

Por cierto la canción que Shizuka cantó no me pertenece, es la versión traducida de un fragmento e la canción de Miley Cyrus "I miss you"

¡Hasta el siguiente capitulo!

Ja ne! :-D