[Prologo
¿Cómo había llegado a este punto?
No podía creerlo, mi vida estaba cambiando y no por un rumbo el cual me dejara satisfecho al 100%.
"Hace 5 años que había regresado, al lugar que me vio nacer, crecer y alimentar mi venganza ya extinta. Konoha. El mismo lugar que Itachi decidió salvar por encima del clan, volví solo para finalizar algo en mi vida.
Perecer junto con mi clan.
Moriría como el único y último miembro del clan Uchiha, no más descendientes. No, ellos no caerían en la maldición. Y eso dependía de mí. Konoha era el único lugar donde me aceptarían después de mi traición, la que me fue perdonada hace 3 años. Dos años de penitencia haciendo los trabajos más humillantes de mi vida. Pero bien valió la pena. Ya estaba aquí, paseando libremente por las calles con todas las miradas de los aldeanos sobre mí.
Eso me da igual, que miren lo que quieran, yo cumplí con lo que me habían ordenado.
5 años en que la soledad y mis pesadillas me siguen atormentando. Itachi fue enterrado en Konoha, así fue dispuesto después de revelar en donde había dejado su cadáver. Mucho no creían "la misión" que supuestamente me habían encomendado hace 8 años; el día que deje la aldea. Tsunade decidió crear una mentira más. Cuando creyeron que yo había dejado la aldea en busca de Orochimaru para obtener poder, mi misión era infiltrarme en su entorno y derrotarlo y en fin no del todo fue mentira. Recuerdo muy bien la sensación de cuando lo mate, el ya no servía para nada y era obvio que no recibiría más fuerza si seguía con él."
Ya estaba amaneciendo, el sol entraba por la ventana de mi habitación, me levante sin ánimos de hacer algo. Me duche rápidamente con agua fría, debía despertar. Me cambie y me puse una camisa blanca y unos pantalones deportivos. Al fin y al cabo este día no sería ni mejor que ayer, este día seria marcado por el resto de mi vida. No desayune, no tenía hambre; tan solo de pensar en lo que pasaría hoy me quitaba el apetito. Me maldecía una y otra vez.
Y me volvía a preguntar ¿Cómo había llegado a este punto en mi vida?
Yo el gran Uchiha Sasuke, uno de los mejores ninjas de Konoha.
Ya era mediodía y me dirigí a la puerta, había tocado demasiadas veces como para saber de quién se trataba. Naruto entro rápidamente y con esa estúpida sonrisa en su cara ¿es que siempre estaba feliz?
-¡Vamos Teme! Aun no estás listo- dijo Naruto- sabes muy bien que no puedes llegar tarde-
Salió disparado a mi habitación. Cerré la puerta y a paso de tortuga lo seguí a mi habitación. El se encontraba sacando mi ropa del armario y lo ponía sobre la cama.
Le eche un vistazo y note que el ya estaba listo para el acontecimiento de hoy. No sé cómo podía estar tan feliz, el no formaba parte de ese día como yo. Se podría decir que sin mi todo se iría al carajo.
-¡Listo!- dijo cuando apretó el nudo de m i corbata- Sasuke muéstrate más alegre- me reprocho mi amigo
Instantáneamente forcé a mi rostro a sonreír, me salían tan natural últimamente que nadie se daba cuenta que eran sonrisas falsas. Sonrisas que no reflejaban nada en mí, pero la gente veía una máscara, una simple mascara de felicidad. Cuando yo solo me pudría por dentro.
Nos paramos frente a un espejo y nos miramos ante el objeto. Naruto arreglaba su traje, y sonreía y alegaba lo bien que se veía y que Sakura se arrepentiría de haberlo rechazado. Suspire al verme, realmente no sabía si podía hacerlo.
-No hay novio y padrino de bodas que nos igualen dattebayo- grito con ánimos y me arrastro a las afueras el complejo Uchiha.
Quien iba a creer que Uchiha Sasuke terminaría casándose en contra de su voluntad. Aunque eso solo lo sabíamos yo, mi futura esposa y su familia. Una maldita noche que cambio mi vida.
Maldigo el día que llegue de misión, en que decidí entrar a un bar en vez de regresar directamente a casa. Maldigo ese día que la encontré ahí sentada ahogándose en sus penas, maldigo haber cruzado palabra con ella y maldigo la noche que nos vio darle rienda a nuestros instintos más básicos.
