unnnn pokiiito d usuk paarr bodiii dr k tanto zus justaa par neneh pa la nenah pa k tu sinta mi ritmo n lsj benaaaaaaaaaa, ejj m primih fikkk
Evitad que me reproduzca, por favor.
Er disklaimeerr to wapoo: hetalia es de TU PUTA MADREEEEEE, también conocido como Himaruya.
El amor es invento inglés
sto e k era er amerka, killo jinn er stao unio ir yiusa save? po k iega 1 dia a 1 var i KILLIOOOO 1 var mntind? pisha kn lo siya i ls mxa. po iegaa er tio to pro eh k zi er stao t vasilah tu t kaya i lo azimILAAHHN I ZUS BEMOH PRIMAAHAJAHAHSRJZTJDJBSJNU
Y ahora en serio.
Esto es Estados Unidos que llega a un bar. Claro, el más chulo que un ocho, se sienta en la barra (en las sillas de la barra, anormalitos, en la barra no) y dice súper guay él:
- Camareeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeerrrrrrrrrrroooooooooooooooooooooooo - con esa voz potente de camionero americano. Porque él es un machoman aunque todos le den por detrás.
Bueno, el barman se gira y él, el Alfredo digo, está anonadado. ANO-NADADO. JAJAJAJAJAJAJA. EZ GRASIOSO PORQUE HA DICHO ANO.
Ya.
Anonadado porque tiene delante a un Adonis rubio y portentoso. Con esas esmeraldas por ojos (no literalmente, corasones), ese cuerpo de no haber hecho ejercicio desde la Segunda Guerra Mundial, su hermoso pelo amarillo paja y la cara de malfollado cosida a la jeta.
Amor a primera vista.
Mientras este narra sus sentimientos en un plano aparte, ya que a nadie le importa una jodida mierda, el camarero buenorro (JA) se gira a ver que quiere.
- ¿Qué pasa? - dice alegremente y muy educado, gran gentlemen inglés. No sabemos cómo, inspiración divina tal vez, pero Alfred sabe que es inglés. Cagate lorito.
Estados Unidos tarda en reaccionar pues aún sigue con su monologo mental sobre mariconadas varias.
- What!? - grita Alfred sin venir a cuento. Por esto solemos tragamos los rollos románticones, gente, para entender estos prontos estúpidos.
- WHAT!? ¡YO NO TE QUIERO! - chilla/agoniza/le-rompe-los-tímpanos-a-medio-bar Arthur. Si, también sabe su nombre. Dejad de quejaros, coño.
Alfred pone cara de situación, es decir, cara de gilipollas. El inglés se sonroja a niveles radioactivos.
- ¡Mentira! ¡Tú me amas! - acusa el rubio gordo al rubio flaco. Este último tiene el rostro en modo horno y Estados Unidos decide freírse un huevo en su frente para aprovechar la situación. El pobre lleva cinco segundos sin comer - ¡Pero yo te amo más!
Arthur no contesta. Freír un huevo es un trabajo muy complicado.
- ¡RESPONDEME, MALNACIDO! - se lanza contra el suelo y vuelve a sentarse en la silla haciendo un mortal hacia delante- ¡DILO!
- NO PUEDO SI TENGO UN PUTO HUEVO EN LA CARA, MAMÓN - quedan pocos caballeros británicos como Arthur.
- Ay perdona, Señora Perfecta - y quita el huevo ya frito con toda la delicadeza americana, es decir, a lo basto.
Inglaterra escupe en su cara demostrando su amor incondicional.
- Dios, Arthur, como me pones. - Acto seguido, Alfredo le debora la boca, el huevo frito y los otros dos.
Tuvieron sexo sucio el resto del día. Meses más tarde, Arthur dio a luz a un precioso niño llamado Yisus. Estados Unidos jamás admitió ser el padre y se suicido a base de panchitos. Yisus resultó ser el mesías de Satanás. Japón vendió la historia a la Warner Bros poniéndole de título "50 sombras de huevo frito". Fue un bombazo.
Fin
xao