Capítulo 1: La causa

-Felicidades señorita Kyouyama, está usted embarazada.

Y ese fue el principio de mis problemas. Está bien, quizás no el principio pero si una de las causas.

Era un día triste, lluvioso y hacía mucho frio. Estábamos a penas a principios de marzo y mi madre me acompañó a recoger unos resultados que me hice hará un par de semanas. Me los hice sólo porque ella decía que estaba rara, suposiciones tuyas le dije; sin embargo, accedí y me esperaba cualquier cosa menos eso.

-¿Cómo?.- Preguntó mi madre en shock, y no era para menos hasta yo me quedé en shock.- No puede ser, eso está equivocado, mi hija no puede estar embarazada. ¡Es solo una niña!

Y si, tenía razón, apenas tenía 18 años casi recién cumplidos cuando me quedé embarazada. Claro que no era del todo imposible, yo tenía mi novio y ya habíamos tenido ese tipo de acercamiento pero nunca, jamás me imagine quedarme embarazada si, supuestamente, usábamos protección. No, no lo entendí.

-Mamá…

-Mamá nada Anna.- me interrumpió de forma brusca y muy cabreada. Nunca había visto a mi madre tan enfadada.- ¿Qué significa esto?

Me abstuve de soltar un comentario sarcástico. Mi carácter era, y creo que aun sigue siéndolo, muy sarcástico pero mi madre en aquellos momentos tenía razón en estar enfadada. Yo también me comportaría así si mi hija de 18 años se queda embarazada de alguien que no conozco. Claro que le reñiría en un lugar donde estuviésemos nosotras dos, no delante de un medico como mi madre estaba haciendo.

Gracias al cielo, el susodicho decidió intervenir.

-Tranquilícese señora Kyouyama.- Já! Cuanta fe tenía el doctor. Cuando mi madre se alteraba no había poder sobrehumano que la tranquilizara.- La ciencia avanza muy rápido y ahora hay métodos para interrumpir el embarazo. No tendrá más de un mes, su hija podría abortar.

-¡No!.- Intervine antes de que mi madre pudiera abrir la boca. Odiaba el aborto, estaba totalmente en contra de él y ya era mayor de edad así que yo podía decidir si tenerlo o no.

-Anna no seas inconsciente, tienes todavía mucha vida por delante y ese niño te condicionaría mucho.

En qué idioma había que hablar para que a una la entendieran. Mi madre sabía que a mí me encantaban los niños, que mi sueño era ser madre así que no comprendí como podía siquiera proponérmelo. Ni lo entendí y sigo sin entenderlo. Sin embargo, el doctor dio otra solución, igual de mala que la anterior.

-Bien, si no quiere abortar podría darlo en adopción.

Bien, ese comentario acabo con la poca paciencia que tenía en aquellos momentos y no pude hacer otra cosa que golpear la mesa y gritarle al doctor. Sí, tengo un carácter muy explosivo, que se le va a hacer.

-¿Qué parte de no, no entienden? No voy a abortar, no lo voy a abandonar, lo quiero tener y punto.

-Anna ¿quieres pensar con la cabeza?.- Mi madre también empezó a gritar aunque no me importaba, era mi hijo y nadie me lo iba a quitar.- Acéptalo, tienes muy mal carácter y muy poca paciencia, no serias una buena madre.

Y esa fue la gota que colmo el vaso. Me puse a gritar como loca, a reclamarle y a saber qué cosas le dije, ya no me acuerdo. Pero accedió, no me presionó más pero si me bajó de la nube en la que me encontraba con sus siguientes palabras.

-Tu padre te va a matar. No le va a hacer nada de gracia que te hayas quedado embarazada de a saber quién.


-¿¡Que estas que!

Y efectivamente no le hizo nada de gracia mi futura maternidad. Me chilló, me gritó, me castigó pero no dio resultado. Cabe destacar que yo era en aquellos tiempos una rebelde, sumando que era una "adolescente" hormonada y con mal carácter. Pero mi padre tampoco se quedaba atrás. Era la persona menos comprensiva, más egoísta y peor malhumorada de toda la tierra así que el campo de batalla que se creó en mi casa era impresionante.

-¿Se puede saber en que estabas pensando?¿Crees que nos sobra el dinero?

No, yo tenía muy claro que no nos sobraba el dinero. Mi madre no trabaja, yo estaba estudiando así que el único sueldo que entraba en mi casa era el de mi padre. Si ya de por si era complicado llegar a fin de mes siendo solo nosotros tres… no me imaginaba lo que era tener un miembro más en la familia.¡ Pero oye! No lo hice queriendo.

-Ni que me hubiera quedado embarazada queriendo.- Ajá, esa frase no se me olvidara nunca.

-No, pero lo que sí que estás haciendo queriendo es querer tenerlo.- Ahí vamos otra vez.- Si fueras menor te llevaba de los cabellos a abortar.

-Sí, pero no lo soy y puedo decidir por mi misma y la decisión está tomada, voy a tenerlo.

-¿Si? Pues no será mientras vivas debajo de este techo.- Eso me dolió, tengo que admitirlo, pero no me quede callada.

-¿Me estas echando de casa?

-Kouji…

Mi madre, que hasta ese momento se había mantenido alejada viendo como nos gritábamos uno a otro, decidió intervenir. Yo sabía que mi madre no estaría de acuerdo con que me fuera así que no temí por ello, sin embargo yo quería a mi padre, nos llevábamos bien ya que teníamos caracteres afines y siempre decía que era su princesita así que esa proposición me dolió muchísimo más que los gritos que me estaba dando.

-Sabes papá eso si que no me lo esperaba.- le dije, y no porque quisiera dar pena sino porque en verdad no me lo esperaba.- Si eso es lo que quieres pues me iré.

Yo, mi bebe y mi orgullo nos fuimos hacia la puerta de entrada pero mi madre nos detuvo. Bien, no pensaba irme para siempre, hice un poco de drama, pero si, tuve intención de airearme al menos.

-Anna tu padre solo está enfadado.- Me intentó convencer. Si quizás solo fue por el enfado, pero igual estaba muy dolida.- Ya verás como luego se arrepiente.

Fue lo último que escuche de ella y sin despedirme, salí de casa dando un sonoro portazo.


Anduve unos buenos kilómetros hasta llegar al parque Hiroshimuru. Di un buen paseo, viendo a las parejas besuquearse, familias jugar con sus hijos en los columpios y sin darme cuenta se me escapo una sonrisa. Ese siempre había sido mi sueño, tener mi propia familia e irme a jugar al parque con mis hijos y mi novio.

Hablando de él, de camino al parque le mande un mensaje diciéndole que quería hablar con él. Si, se lo dije en un parque y sinceramente su reacción me impresiono, pero aun no llegamos a eso.

Me dispuse a esperarlo en un banco. Casualmente, era el banco en donde Yoh y yo nos encontrábamos cada tarde y nos besuqueábamos como las parejas que vi aquella tarde.

Yoh y yo llevábamos como año y medio saliendo juntos, y tres años o así conociéndonos. Era, y sigue siendo, una persona muy tranquila, demasiado, y eso a veces me ponía nerviosa. A parte de ser una persona muy tranquila, era muy distraído y sonriente. Para todo tenía una sonrisa y yo lo amaba por eso y por lo cariñoso y tierno que era conmigo. Lo que más me molestaba de él es que fuera inocente y tontorrón, todo se lo creía aunque inocente era solo cuando quería porque claro, no me quede embarazada del aire.

-Anna…

Oh, sí, llego unos 30 minutos luego de que yo lo llamara pero claro, ya había mencionado que era muy tranquilo y como consecuencia muy lento.

Me levanté para saludarlo y él me dio un abrazo de oso. No sé que se creería que me pasaba, pero me agarro tan fuerte que casi me dejo sin aire.

-Vamos Yoh, suéltame que me asfixias.

-Oh, lo siento mucho, no me di cuenta.- Se disculpó, con esa sonrisa que tanto amaba yo, para darme un pequeño beso en los labios.

Le cogí de la mano y lo senté a mi lado. No quería que se cayera de la impresión ni que se desmayara, y si se desmayaba al menos estaría sentado y dolería menos el golpe. Gracias a Kami que nada de eso sucedió.

-¿Qué querías decirme?.- Directo al grano.

Yoh nunca era tan directo, pero creo que se imagino algo muy malo así que se lo dije rápidamente, tan directo como él me había preguntado.

-Hoy fui a recoger unos análisis que me hice hace un par de semanas.

Ok, de acuerdo, no se lo dije tan directo pero es que Yoh era muy lento así que deje que lo asimilara un poco.

-Y…

Sinceramente, no entendía muy bien porque tan impaciente, Yoh tenía toda la paciencia que a mí me faltaba así que me extrañó. Se debió imaginar algo muy malo.

-Y el resultado fue que… pues que estoy embarazada.

Y, como dije antes, me esperaba un desmayo o una caída por la impresión, pero no, Yoh abrió los ojos como platos (en aquellos momentos me recordó a manta) y se quedo como en estado de shock. Si, exactamente como me había quedado yo cuando me lo dijeron.

-¿Yoh?- Pregunte pasando una mano delante de sus ojos, pero nada, no reaccionaba así que lo moví bruscamente y así si que salió de la impresión.

-¿Es… en serio?

-No, si te parece…- Cuando dije que era lento, no mentía, era muy lento y lo sigue y seguirá siendo. Pero en fin, así lo quiero.- ¡Claro que es en serio!

Agache la cabeza. Que quisiera tenerlo no significaba que me sintiera feliz y contenta. Por el amor de dios que solo tenía 18 años. Tenía dudas, incertidumbres y Yoh seguía sin decir nada.

Al cabo de los pocos segundos, uno de los brazos de Yoh me rodeo los hombros y me atrajo hacia su cuerpo en un calido abrazo. El siempre era asi, cariñoso y atento y por eso lo amaba tanto.

-No te preocupes Anna, yo no te voy a abandonar.

-No es por eso tonto, es…

-¿Qué es Anna? Sabes que puedes contármelo.

Lo sabía y es por eso que se lo conté todo. Mis miedos, mis dudas, todo lo que paso con mi padre. Y el muy pacientemente me escucho. Creo haber llorado incluso, pero como no lo recuerdo muy bien olvidemos eso. El caso, es que Yoh me reconforto solo con escucharme, como siempre hacía y me dio un beso en la cabeza para mayor tranquilidad para mí. Sonreí, y como agradecimiento yo también le di un beso en el cachete y como siempre hacía, me dijo esa frase, su frase, esa que tanto me relajaba.

-Ya verás como todo saldrá bien.

Luego de la charla, fuimos a dar un paseo por el parque, ambos abrazados y recargados uno encima del otro. Jamás lo admitiría pero me encantaba estar así con él.

Como se estaba haciendo tarde, nos fuimos hacia la entrada del parque y allí nos despedimos. Esa vez el beso no fue como cuando nos saludamos, ese beso fue más profundo y más duradero, tanto que, si mal no recuerdo, me dejo los labios rojos.

Luego del beso, cada uno nos fuimos por un lado hacia nuestras casas y Yoh me prometió contarle lo sucedido a sus padres. Siempre me lamentare de no haber podido estar allí y ver la cara que pusieron sus padres. Lástima.


La verdad, la charla que había mantenido con Anna me dejo un poco pensativo. No es que no me gustaran los niños, simplemente éramos muy jóvenes para ser padres y eso conllevaba mucha responsabilidad y a mi no me gustaba la responsabilidad. Pero era por Anna, a ella le había caído lo peor y no iba a dejarla sola porque la amaba, y el amor se demostraba tanto en lo bueno como en lo malo.

Así que me dirigí a hablar con mis padres como le dije a mi rubia novia. Mis padres ni sabían que tenia novia, no me imaginaba como iban a reaccionar en cuanto supieran que tenia novia y que la había dejado embarazada.

Si es cierto, que mis padres no eran muy estrictos, solo había que ver la actitud de mi hermano pero él no había dejado a sus amantes embarazadas en cambio yo…

En fin, llegue a mi casa y entre sigilosamente. En la entrada vi el maletín de mi padre, tuve mala suerte, ese día precisamente le dio por llegar temprano. Mi madre estaba haciendo la cena alegremente y el patriarca estaba viendo la televisión. Salude y los llame a ambos para hablar. Al principio me vieron extrañados, claro, estaba hecho un manojo de nervios y por lo general yo era muy tranquilo.

-Papa, mama.- Comencé, y rece a cualquier dios que no se lo tomaran a mal.- Tengo novia.

Bien, no hacía falta que me fulminaran tan rápido así que empecé por el principio. Sabía que lo de la novia no se lo iban a tomar a mal y acerté, me felicitaron y demás, la mar de contentos.

-Oh hijo al fin te echas novia.- Bueno, eso no se le pudo considerar una felicitación pero algo es algo.

-Sí, felicidades.- Mi madre sí que me felicitó y también me dio un abrazo. Todas esas muestras de afecto me complicaron un poco la siguiente noticia.

-Jeje gracias, pero… hay algo más.

Me miraron extrañados, otra vez. No se que se estuvieron imaginando pero bueno, no se tomaron muy mal la noticia. Solo un poco. Un poco bastante.

-Resulta que… está embarazada.

En realidad se molestaron mucho, me echaron en cara que si era un irresponsable, que siempre me tomaba las cosas a la ligera, que tener un hijo no era cosa fácil y miles de cosas mas pero yo me lo esperaba peor asi que tampoco fue para tanto.

-¿Y cómo se llama?.-Me cuestionó mi madre ya pasada la sorpresa. A mi padre le duro la cara seria un día más.

-Anna, Anna Kyouyama.

-¿Qué edad tiene?.- Bien, dije que le duro la cara seria no que no me dirigiera la palabra. Algo es algo ¿no?

-Hace poco cumplió los 18.

Y durante la cena no se habló más del tema. Fue muy incomodo para mí, porque mis padres, en especial mi madre, nunca estaban tan serios ni tan silencioso y eso daba escalofríos. Luego de terminar de cenar deje los platos en el fregadero y me fui a lavar los dientes. Antes de irme a dormir mis padres me llamaron y la noticia que me dieron me puso los vellos de puntas.

-Mañana por la tarde iremos a hablar con los padres de tu novia.

Si, aun recuerdo esa charla como si hubiera sucedido ayer.


Al día siguiente me levanté un poco tarde. Si no fuera porque Yoh me mandaba todos los días un mensaje de buenos días al móvil no me hubiera levantado jamás.

Lo que sucedió, es que cuando volví de hablar con Yoh me di un buen baño y cene. Claro, con la diferencia de que mi padre ni me miraba y mi madre se mantenía de lo más silenciosa. Parecía como si me estuvieran haciendo la ley del hielo y del sofocón, me comí yo sola un bote familiar de yogur de chocolate. Si, fui muy lista, tanto que me quede sin dormir porque estuve toda la noche metida en el baño devolviendo el yogur. Desde entonces prometí no volver a comer chocolate.

Baje a desayunar pero en cuanto vi el ambiente y el olor de la comida se me quitaron todas las ganas. Fui a hacerme un té, necesitaba mucha teína para mantenerme despierta y esperaba que me quitara las nauseas. Me lo bebi de un tirón, no sé cómo es que no me hizo daño, y me fui a coger mis cosas para irme a la universidad, no quería llegar tarde.

-¿No vas a desayunar nada?.- Me pregunto mi madre cuando me vio dirigirme hacia la puerta. Se le veía mal por el conflicto que había en casa e incluso me dio un poco de pena pero yo me encontraba mucho peor.

-No tengo hambre, además como no me vaya ya llegare tarde.- Y sin más, me despedí de ella. Admito que me comporte un poco mal pero ninguno de los dos se levanto aquella noche a saber cómo me encontraba y eso me dolió.

Me encamine hacia la universidad y cuando llegue no habían empezado las clases. No es que eso sea de mucha relevancia pero lo que vino después si que lo es.

-Anna, Anna…

Bien, esta no es la parte relevante, bueno quizás un poco. La que me llamaba era mi "mejor amiga" Katty, lo de mejor amiga era muy relativo pues ella solo quería ser mi amiga para coger mis apuntes y yo… yo la toleraba sin más.

-¿Que pasa Kat? Que animada.- Esa mañana yo obviamente no estaba animada y su sonrisa radiante me molestaba un poco a la vista.

-¿Qué te dijo el médico?

Vaya que casualidad ¿no? Yo que no quería hablar de eso y ella que me preguntaba. Si, así era ella tan entrometida como siempre pero en fin, qué más da si al final lo terminaría sabiendo así que se lo dije sin más.

-Estoy embarazada.- Lo dije tan secamente y con tan poco ánimo que no me creyó.

-Oh venga, no bromees con esas cosas.

¿Ves? Primero fue Yoh, luego Katty. No sé en qué idioma tiene que hablar una para que la crean. Me armé de paciencia, y juro que me faltaba mucha, y lo volví a repetir.

-No Kat, no es broma. Estoy embarazada de verdad.

La deje sin habla, obvio. Cada una de las personas que lo sabía, excepto mi padre, se habían quedado sin habla. No era para menos.

-Vaya Anna eso es… es…

Horrible, era la verdadera palabra que ella quería decir pero no se si fue por pena o por consideración que no dijo ni una palabra. Y lo digo en serio, ni una palabra en todo el día, las clases comenzaron y terminaron y no me dijo nada más. Me pareció raro pero lo deje estar.

Casi al final del día Yoh me mando un mensaje al móvil. Quería que nos encontráramos en la terraza de su facultad. Yoh yo estudiábamos en la misma universidad pero carreras distintas y nuestras facultades estaban separadas por una simple carretera. ¿Que qué estudiábamos? Yo estaba estudiando Pedagogía y Yoh Derecho.

Subí los escalones hasta llegar al techo y lo vi sentado, con la espalda apoyada en la pared y sus ojos mirando hacia el celeste cielo. Se veía tan tranquilo y relajado que se me antojo unirme a el. Y no, no fue el primer antojo, pero ese no lo voy a decir.

Me acerque a él y el sonido de las cuelas de mis zapatos al chocar con el suelo le llamo a atención. Me dio una de esas sonrisas que tanto me encantaba y aunque lo intente, no pude devolverse. Si, no soy muy expresiva que digamos.

El me invito a sentarse entre sus piernas y asi lo hice, apoyando mi espalda sobre su pecho y la cabeza sobre su hombro mientras el me abrazaba. No olvidare jamás lo relajada que me quede entre sus brazos al igual que no olvidare los nervios que me causaron sus palabras.

-Mis padres… van a ir a hablar con los tuyos esta tarde a tu casa.

Si, adiós tranquilidad, hola nervios.


Y los nervios vinieron en cuanto mis padres estuvieron de acuerdo con hablar con los señores Asakuras. Mi padre pidió la tarde libre incluso y se vistió como si fuera una reunión de negocios. Creo que exageró un poco, pero bueno él se vio bien así.

Mi madre en cambio se vistió como siempre, preparó té para los invitados y algunas pastas. Nada fuera de lo normal.

A eso de las cinco y media la familia Asakura llego a mi casa y los nervios me comieron por completo, tanto que las nauseas de la mañana volvieron y tuve que ir rápidamente al baño. Recuerdo que ni mi padre ni mi madre me preguntaron cómo me sentía.

Cuando termine de devolverlo todo, baje y allí me encontré a los padres de Yoh y a los míos hablando tranquilamente, como si hubieran sido amigos de antes y eso me resulto raro, sobre todo cuando vi que Yoh no estaba.

Entre unos pocos minutos, el tiempo que me dio presentarme con Keiko y Mikihisa Asakura porque luego, mi padre me dijo que me fue al jardín que es donde Yoh estaba.

Y efectivamente, allí se encontraba tan relajado como siempre, no entendí como podía estar así cuando nuestros padres estaban hablando de nosotros. A veces su actitud me desconcertaba, ahora en la actualidad ya no me pasa.

Me acerqué a él, que estaba recostado sobre un árbol, me arrodille y le di un casto beso en los labios, no me atrevía a más estando mis padres y los suyos tan cerca; sin embargo, a Yoh no le importó nada y me abrazó, obligándome a recostarme sobre él.

-¿Cómo te encuentras? – Me preguntó en un susurro y creí notar una nota de preocupación en su voz, pero a día de hoy todavía no sé si fue mi imaginación o de verdad.

-Bien, nerviosa, asustada…

De acuerdo, no me encontraba muy bien pero no quería que Yoh se preocupara.

-Yo también estoy nervioso.- Si, yo también creí haber oído mal pero no, el siempre tranquilo Yoh estaba nervioso. Increíble ¿verdad?- ¿De qué crees que estén hablando?

No lo supe hasta que nos llamaron a los dos al salón y esas palabras nunca las olvidaré porque con eso comenzó lo que hoy es mi vida.

-No permitiremos que tengáis un bebé fuera del matrimonio.- Me hubiera quejado, pero la mano levantada de mi padre me interrumpió.- Así que si queréis tenerlo será mejor que os caséis cuanto antes.

Y si, no me desmaye porque Yoh me tenia cogida del brazo.

Continuará…


Notas de la autora: Hola! Si, si, una nueva historia y no acaba las demás? Lo sé, lo sé. Pero no pensaba subirla, solo escribirla lo que pasa que Ange casi ordeno que lo subiera porque lo queria leer y aqui esta. Pero no preocuparos que la semana que viene subire Un internado y sus consecuencias. Si,si como leeis. Y a continuacion supongo que subire un oneshot. Para los que hayais leido el de mentes obscenas, ese oneshot es parecido, me refiero a lo perver xD.

Bien, para los que quereis el fic que tenemos en comun Annasak2 y yo tambien lo tendreis pronto, lo unico que me falta es la escena de Anna y Yoh y es la que mas me esta costando y bueno este el proximo lo subire segun como vayan los rr o los hits, ya vere por donde los cuentos.

Asi es, estoy de vuelta. Despues de estas aclaraciones, espero que os guste este fic nuevo. Parece gracioso pero creanme, no lo es, no por nada pongo drama en la clasificacion. En fin, espero que os guste. Bye!

By:Seyram Asakura