One more day with you
(Goodbye my lover)
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Hermione Granger ha quedado sola luego de su divorcio de Ronald Weasley, un hijo le ha quedado de su unión con el pelirrojo y ahora se enfrenta al hecho de rehacer su vida, empezar desde cero y levantarse desde la decepción ¿Alguien estaría dispuesto a amarla a ella y a su hijo?
¿Podría rehacer su vida realmente y alcanzar la felicidad o el destino le depara algo diferente? ¿Que puede existir mas allá de lo que nuestros ojos alcanzan a ver?
Nadie sabe su futuro...
Espero les guste mi ultimo fic (¡El decimonoveno ya!) les adelanto una cosa es un H/Hr hecho con todo amor para ustedes
Dedicado a Max (Maximus Tolkianus), Alan (Remus Alan Black) Hermes (Witherwings) y a mi queridísimo Marcos (Mark Riddle), mis amigos de HL
Los quiero
Claudia Granger
One more day with you
By Claudia Granger
1.
Eran las siete de la mañana de un día de finales de febrero, Ronald Bilius Weasley había dejado la casa la noche anterior, sus cosas pasaría a recogerlas poco después, solo quedaban en la casa Hermione y su hijo de seis años Mark.
- Buenos días mami – susurró el niño - ¿Y papá?
Hermione miró con ternura a su único hijo, el único por el cual se había mantenido unida a Ron, pero lamentándolo mucho, no había nada que se le pudiera hacer. Y en ese momento tenia que dar una buena explicación a su intrépido retoño.
- Mi cielo, papá tuvo que irse, pero vendrá a visitarte – dijo Hermione
El niño la miró frunciendo el cejo, el pequeño había sido testigo de innumerables peleas entre sus progenitores, especialmente aquella de la noche pasada, en la que su madre se había aterrado por la ira de su padre.
- ¿Se fue? ¿Se fue de la casa? – preguntó el pequeño
- Si, se fue – susurró Hermione abrazando a su hijo
El niño suspiró y se recargó en el pecho de su madre.
El pequeño Mark era un niño de seis años y la viva imagen de su madre, a excepción de sus ojos, de un azul cielo inmaculado. Un precioso niño que era el orgullo de su joven madre.
Hermione y Ron se habían casado dos años después de salir de Hogwarts, ella había quedado embarazada casi de inmediato y desde ese momento, nada fue igual entre lo que un día fueron mejores amigos
- Quiero ir casa de la Tía Ashley – dijo Mark – Y pasar el día jugando con Anthony
Anthony era el hijo de Charlie y Ashley, una chica que conoció al regresar de Rumania. Ahora trabajaba en la Reserva de Dragones de las Hébridas Exteriores, el hogar de los Hébridos Negros, los dragones más feroces de Inglaterra. Ellos habían hecho su hogar cerca de Stornoway, en la Isla de Lewis.
- Te llevaré después de que envíe una lechuza a ver si es posible – Contestó su madre
Mark sonrió y salió disparado a buscar su escoba de juguete, y empezó a revolotear por la casa.
- ¡Ten cuidado Mark! – gritó Hermione desde la cocina donde intentaba, hacer el desayuno
Pero la verdad es que no estaba de ánimos, se sentía sola y desorientada, sabia que no podía ir y hablar con Ginny acerca de lo ocurrido, ella se pondría de parte de Ron o si no lo hacia, crearía un conflicto entre ella y su hermano lo cual estaba totalmente fuera de su intención, así que resolvió callar.
¿Que haría ella ahora sola? Ya no tenia a sus padres, ellos había emigrado del país a Francia cuando empezó la guerra con las fuerzas oscuras y se sintieron tan a gusto en París que no tenían intención de volver, la fría ciudad había sido un buen lugar para que ambos se instalaran y abrieran de nuevo su consultorio odontológico. Sus amigos prácticamente no existían, estaba distanciada de ellos pues la mayoría estaba del lado de Ron. Solo quedaban tres: Neville Longbottom, y sus mejores amigos: Draco Malfoy y Harry Potter.
No, no había alguien más en su vida.
Veintisiete años y una vida por delante, un precioso niño que era ahora su motivación a seguir, tendría que reorganizar su vida ¿Por donde empezar?
- ¡Mamá! – Se quejó Mark – ¿Te diste cuenta de que se está quemando la comida?
Hermione miró la sartén donde se suponía que estaba friendo el tocino y se percató de que ahora se había transformado en carbón.
- ¡Oh cielos! – Exclamó sacando aquellos trozos renegridos del aceite y echándolos directamente en el cubo de basura - ¡Por no estar pendiente del desayuno!
- Mama, tú cocinando desayuno temprano eres un desastre ¡Dame cereal! – Pidió – Y no me sirvas jugo de Calabaza, prefiero leche
Hermione se estremeció, ella le tenía asco a la leche desde niña.
- Te sirvo el cereal y lo demás, la leche la tomas tú – propuso
Su hijo conociendo la repugnancia que le producía la leche, que de solo verla le producía nauseas, aceptó.
Luego de ese inicio de día tan desastroso, Hermione y Mark salieron de la pequeña casa donde vivían alquilados en Dover, no lejos de los famosos acantilados blancos rumbo a Stornoway, la red flu no servía interoceánicamente por lo que tuvieron que aparecerse, ella lo llevaba de la mano.
- ¡¡Mark!! – Anthony al ver a su primo corrió a su encuentro mientras que Alyssa, la hermana mayor de Anthony leía un libro sentada en un rincón de la sala de la casita. Los niños se fueron al patio a jugar una partida de Gobstones.
- Hermione ¿Como estás?- Ashley salió a recibirla con una sonrisa en los labios – Te veo pálida y ojerosa, no es para menos
- ¿Ya lo saben? – preguntó tímidamente
- Ron pasó por aquí esta mañana temprano para hablar con Charlie y me enteré, ¡Cuanto lo siento! Después de tantas cosas – musitó con pena Ashley
- Es lo mejor Ashley, lo que me queda es salir adelante – dijo Hermione – Y por Mark lo haré, ya veras
Ashley leyó la determinación en los ojos de su cuñada y sonrió tímidamente – Sabes que puedes contar conmigo y con Charlie, para lo que necesites, tanto tú como Mark
- Lo que tengo es que conseguirme un empleo de nuevo y alguien que se encargue de cuidar de Mark mientras trabajo – contestó ella
- Si quieres hablo con Molly, ella estará encantada de cuidar de Mark y así Anthony tendrá un compañero de juegos – Propuso Ashley
- ¡No quiero que Ron diga que tengo que recurrir a su familia para salir adelante! Quiero demostrarle que lo haré por mis propios medios y mucho mas rápido que él – dijo orgullosa – Le mostraré que Hermione no es una mujer que se deja derrotar por el hecho de que se esté divorciando
- ¡Y lo harás! – Exclamó Ashley – Ya lo verás, cuenta conmigo
- Gracias Ashley, tu siempre has sido una buena amiga, pero te dejo, voy a visitar a alguien que sé que me echará una mano – le confió ella despidiéndose
- ¿Draco? – susurró Ashley para que los niños no oyeran, el nombre de Malfoy estaba prohibido en la familia por cosas de Ron
- Si, ya sabes, ahora que no he de rendirle cuenta de mis actos a Ron, sé que puedo contar con lo que tuve que mantener a escondidas – Respondió Hermione – Iré a verlo enseguida
- Apúrate entonces, yo diré que fuiste a hacer unas compras – dijo Ashley apremiándola – ¡Y buena suerte!
Hermione se despidió de Mark y salió de la casa rumbo a la casa de Draco, consultó la hora, seguramente estaría en su casa aun, el no solía salir antes de mediodía, por lo que estaba segura de hallarle.
Reapareció frente a una enorme mansión antigua, su aspecto siniestro aun existía pero gran parte había desaparecido al morir Lucius y Narcissa en Azkaban hacia tres años. Ahora Draco Malfoy era el único heredero y residente allí.
Toco la verja, allí había un timbre, no muchos segundos después salió un elfo y al reconocerla le saludó y le dio paso, avisándole que estaba en su despacho, que tocase allí.
Ella había estado infinidad de veces, Draco y ella se habían hecho muy amigos al salir de la guerra, cuando ambos pelearon en el bando de la Orden, en el bando de la Luz. Draco era el mejor amigo de Hermione pues Harry en su calidad de Auror casi no tenia tiempo para visitarla, aparte de que el y Ron habían tenido una fuerte discusión hacia un tiempo atrás y había cortado la comunicación, de no ser por Draco, ni sabría de su paradero.
Si, pues ¡Las vueltas que da la vida! Harry y Draco ahora eran muy buenos amigos, a veces, en las noches, solían salir a disfrutar de la vida nocturna y divertirse pues ambos seguían siendo solteros, sumamente codiciados, les llamaban "El dúo dinámico". Y Hermione se había vuelto muy amiga de Draco, pero debido a las restricciones de Ron, tenían que verse solamente en su casa, ya que el pelirrojo detestaba a muerte a Malfoy y uno de los principales puntos de su desavenencia con Harry había sido esa precisamente, su relación amistosa con Malfoy. Harry no permitió que Ron interfiriera en su vida como lo había hecho con Hermione y tenían que mantenerlo en secreto. Se llevaban de maravilla.
Y ahora venia a él para pedirle que la ayudara a recuperar su vida.
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