Cap 1


De los merodeadores en el Expreso de Hogwarts


Ya era hora de despedirse. Por fin, después de tanto tiempo de espera, iba a empezar su 1er curso en Hogwarts. James se acercó a su madre, arrastrando el baúl, para darle un beso.

- Vas a cuidarte mucho, mi "Jamy", ¿Lo harás, no es así? – la Sra. Marie Potter estaba apunto de estallar en sollozos, mientras abrazaba a su hijo como si fuera la última vez que lo haría.

- Ya esta bien, Marie, deja al chico, sino perderá el tren – dijo el Sr. William Potter, llevándose a su hijo hacia un lado y frunciendo el entrecejo – Escucha, James, recuerda tu promesa, hijo.

- Sí, papá: Prometo no traer una amonestación durante los primeros 3 meses. ¡No te preocupes! No tiraré nada ni esconderé libros, lo juro – James estaba utilizando aquel tono inocente que su padre reconocía muy bien.

- Ni tampoco sabotear las clases, ¿entendido?

- ¿Por quién me tomas, eh? – dijo el chico, en tono divertido.

- Por mi hijo, James, al que conozco muy bien… bueno, ahora sí despídete de tu padre, hijo.

El Sr. Potter abrazó a su hijo por unos instantes, y lo soltó para que alcance el tren. James corrió rápido con su baúl en mano y a las justas alcanzó la locomotora. Al entrar sucedió algo inesperado: se dio un fuerte golpe en la cabeza, que lo hizo retroceder. Un poco más y se hubiera caído del tren en movimiento. Su baúl se fue hacia un lado, abriéndose, pero el se incorporó rápidamente. Al frente suyo estaba otro chico, muy diferente a él: tenía la nariz ganchuda, el pelo muy grasiento y la cara de pocos amigos.

- Oye, ¡Mira por donde vas! – le dijo James al desconocido, pero fue un error; el chico de pelo grasiento se paró y volvió a empujar a James, sólo que esta vez lo hizo tan fuerte que James sacó medio cuerpo del expreso, y se quedo oscilando hacia fuera por unos segundos.

Entonces, alguien lo ayudó a entrar de nuevo. James estaba con la respiración entrecortada, pero se compuso en seguida. Miró alrededor. El del pelo grasiento ya no estaba, y en su lugar había un chico de pelo negro y ojos grises, muy guapo y elegante, el cual lo miraba con curiosidad. James carraspeó.

- Em… gracias…

- No importa...

- Por cierto, ¿Quién era ese tipo?

- Ni idea...

- Soy James Potter.

- Sirius Black.

- Oye, Sirius, vamos por un compartimiento, encontraremos uno con suerte…

- Yo ya tengo uno…

- ¿así?

Caminaron hacia el compartimiento de Sirius, después de recojer las cosas de James y meterlas en el baúl, pero al llegar, vieron que había alguien más.


Ok. esta es mi primera historia en , espero que sigan leyendo. Gracias!