Anonimato

Desde el día en que lo conocí supe que él era mi destino, por eso deje a mis padres y a mi hermana para irme con él, para estar a su lado siempre, y aunque nadie realmente sabe que o quien es lo que lo tiene tan cambiado yo si escucho los rumores, cada vez que voy a dar un paseo siempre hay alguien que comenta "… y no has visto cómo ha cambiado, hasta parece que ni le importara lo que pasa en Meridian, y si Phobos lo tiene hechizado?..." o también "…. Eso está pasando desde que conoció a las guardianas, debe tener un romance con una de ellas, solo eso explica su actitud….", y eso es lo que más me duele, que nadie pueda saber lo nuestro, que no le puedo decir a todo el mundo lo que soy en la vida del líder de los rebeldes, los únicos que lo saben son sus mejores amigos y su padre, los demás habitantes de Meridian creen que soy una niña que vino a formar parte de la rebelión pero que es tan débil que realmente no hace nada, porque nadie la ve nunca en alguna labor, que no habla con nadie y que simplemente es muy extraña, él me dice que es mejor así y que, cuando gane la guerra, él mismo le dirá a todo el mundo quien soy yo y nos casaremos, debo admitir que esta decisión me duele porque no puedo demostrarle mi amor en público y, obviamente, él tampoco lo hace, cuando estamos en algún lugar con más personas el simplemente me ignora y me trata tan despectivamente que a veces siento ganas de reclamarle pero me contengo, después cuando el reloj marca las nueve siento tres suaves golpes en mi puerta y al abrirla lo veo con una flor en la mano y con una mirada de arrepentimiento, cierra la puerta tras de sí y me abraza, me llena de besos y me pide que lo perdone me dice que no fue su intención y que me ama, yo simplemente lloro contra su pecho y lo abrazo tan fuerte como puedo, después lo beso como si fuera la última vez que lo tengo tan cerca y siento que él hace lo mismo, pero seamos sinceros, en el mundo en el que vivimos cada noche podría ser la última, por eso él viene a pasar todas las noches a mi lado, me cubre con las cobijas y me acomoda contra su pecho, me besa y me susurra al oído hasta que me duermo y después en la mañana cuando despierto él ya se ha ido, algunas veces lloro y algunas otras no, pero siempre siento la angustia de que tal vez esta vez no volverá y yo me quedaré en este mismo cuarto esperándolo, soñando que está conmigo, abrazando su recuerdo, añorándolo en las sombras, si siempre en las sombras por mi seguridad dice él; pero si este es el precio que tengo que pagar por amarlo lo seguiré haciendo porque sé que él también me ama y confío en que algún día este anonimato se acabará.

Mi nombre es Cornelia y sí, soy la novia de Caleb, el líder de los rebeldes.

Mi historia con Caleb empezó hace un par de años, nací en una provincia algo retirada de la ciudad de Meridian, pero no por eso sentíamos menos la opresión y los abusos de Phobos, mis padres me tenían prohibido salir, decían que era demasiado bonita y que no querían que algo me pasara, por eso pasaba todo el día en casa con mi hermanita menor Lillian que apenas tenía seis años, un día decidí salir a una quebrada que quedaba cerca a mi casa, me cubrí con mi capa negra habitual y salí a dar un paseo, cuando llegue a la quebrada me quite la capa y el vestido que traía puesto, y entré al agua tan solo con mi ropa interior, después de un rato sentí los cascos de un caballo acercándose, salí rápidamente del agua y me cubrí con las capa mientras tomaba el vestido en una de mis manos estaba a punto de internarme en el bosque cuando deje de escuchar al caballo, di media vuelta para ver qué había pasado y entonces me encontré con sus ojos, eran dos hermosas esmeraldas que brillaban con el sol de atardecer, tenía el rostro más hermoso que había visto en toda mi vida y sin duda alguna era el hombre más fuerte de toda Meridian, quede paralizada ante esta vista, lo único que me sacó del trance fue su voz, recuerdo que dijo:

"¿Quién eres tú? No deberías andar sola en el bosque a estas horas no es seguro" después de esto se acercó a mí, halando las riendas de su caballo con una mano, cuando ya estuvo lo suficientemente cerca levantó mi mentón con su dedo índice y sonrió, yo sentí que algo en mí por fin estaba completo y también sonreí, era un espacio que hasta ese momento no sabía que estaba vacío, pero al ver su sonrisa entendí que nunca más podría estar sin él.

Todos estos recuerdos vinieron a mi mientras estaba alistándome para salir a dar un paseo, pero en ese momento sentí los tres suaves golpes en la puerta que se habían convertido en mi salvación de cada día, salté hacia la puerta y en el segundo en que la abrí un par de fuertes manos tomaron mi rostro y unos labios suaves buscaron los míos, en alguna parte de mi mente sentí como se cerraba la puerta y después de eso como sus manos recorrían mi espalda mientras las mías se enredaban en su cabello, cuando tuvimos que separarnos para recuperar el aliento estábamos sobre mi cama y Caleb me sonreía con una mirada de ternura.

"Cómo es que estás aquí tan temprano, no tienes trabajo que hacer?" le pregunte mientras acariciaba su rostro con mi mano derecha.

"Tengo un tiempo libre y quería estar contigo, además necesito que sepas que no vendré a verte por al menos una semana" me dijo tratando de evadir mi mirada, me tome al menos un minuto en procesar esa información, no podía dar crédito a mis oídos, esta sería la primera vez que nos separaríamos desde que había venido a vivir a la Ciudad Infinita, porque él me lo había pedido.

"A dónde vas?" le pregunte con tristeza en la voz, simplemente no podía ocultarlo.

"Voy a quedarme en la Tierra, la situación en Meridian cada vez es más difícil para mí, Phobos no parará hasta encontrarme y es mejor que nadie me vea por algún tiempo, incluso tu"

"Pero por qué? Acaso crees que te voy a entregar a Phobos o algo así?" era ridículo que me estuviera diciendo esto, nadie sabía de nuestra relación, la última persona que podrían interrogar para saber sobre su paradero era precisamente yo.

"Claro que no mi amor no es eso, es simplemente que alguien podría verme y no quiero perjudicarte, de todas formas Drake y Aldarn cuidarán de ti mientras vuelvo, y ya debo irme" al finalizar la frase se levantó de la cama y se puso su típico abrigo café, que yo le había quitado unos minutos atrás, después me levantó en un abrazo, me acomodó de nuevo en la cama y me dio un beso en la frente, luego se arrodillo frente a mí y dijo

"Cuídate mucho cariño y no te preocupes que volveré muy pronto" me dio un suave beso en los labios y susurro en mi oído "Te amo" yo le respondí un "Yo te amo más" tratando de contener las lágrimas, él se levantó y caminó hacia la puerta, me dedicó una media sonrisa y se fue.

Permanecí todo el día en mi cuarto después de eso, en un momento entró Drake para saber cómo estaba, él se había vuelto en mi mejor amigo y nos quedamos platicando hasta que se hizo demasiado tarde, cuando Drake se fue me acosté y deje que el sueño me envolviera.