Aquí les traigo un nuevo Rizzles! Espero que la historia (aunque corta) sea de su total agrado, ya saben que cualquier opinión pueden dejarme sus reviews.
Pd: La historia solo consta de 4 capítulos.
"Mad Love"
Uno, dos, tres, uno, dos, tres; era el tiempo en que ocurría todo, sus ojos se cerraban evitando mostrar miedo y dolor, su rostro se convertía en una hoja en blanco en la cual no se podía observar emoción alguna, ni siquiera miedo o dolor; simplemente era como si cada unas de sus emociones y sensaciones se borraran de su mente y cuerpo. Uno, dos, tres, era el número de movimientos que hacia para lograr que despertara gritando y transpirando como si hubiese corrido 1000 kilómetros en tiempo récord. Abrí mis ojos de golpe al volver a tener el mismo sueño, sin embargo estas ultimas noches yo no era quien estaba en el frío suelo clavada por el filoso bisturí, envuelta en pánico y desesperación siendo observada por Hyot; en su rostro siempre veía la misma expresión de satisfacción y devoción, el deseo de ver sufrir lentamente a sus víctimas y sobre todo verme ahí tendida sin siquiera poder defenderme. Odiaba seguir temiendo aquello que había pasado tiempo atrás, detestaba esta vulnerabilidad que me perseguía cada noche aumentando así mi falta de sueño, sin embargo el miedo que sentía iba más allá de encontrarme en la misma situación, sino verla a ella en mi lugar y yo... simplemente observando como un espectador más sin ninguna posibilidad de ayudarla.
Observé el reloj indicando las 4:00 a.m. era un hecho, esta sería la sexta noche sin poder dormir y aquello comenzaba a mermar mi capacidad de concentración y tomando en cuenta que trabajaba como detective para la policía de Boston sin duda era un gran problema. Suspiré molesta e intenté conciliar de nuevo el sueño, pero este jamás llegó por lo cual decidí levantarme y ver televisión en lo que amanecía y regresara de nuevo al trabajo.
-Jane- Escuché a lo lejos una voz familiar- Jane- Volvía a repetir mi nombre pero con una nota de miedo- Jane- Esta vez se escuchaba tan cerca que mi mente evocó las mismas imágenes de mi pesadilla. Ella estaba en el piso clavada por dos bisturíes en sus manos y con una herida en la yugular; su sangre emanaba con rapidez, su cuerpo comenzaba a verse pálido, sus ojos perdían aquel hermosos color verde y sus labios pintados de un sutil rosa se tornaban azules... la estaba perdiendo.- ¡Maura!- Grité con desespero y me aferré a algo o alguien.
-Jane tranquila- Escuché su preocupación, abrí mis ojos y sentí como me aferraba a su cintura, sentí el frío sudor recorrer toda mi espalda, mi rostro estaba bañado en lágrimas y una fuerte transpiración.- Tranquila ya estoy aquí- Me atrajo a su cuerpo con un brazo mientras que con el otro acariciaba mi enredado cabello. No entendía porque estaba teniendo esta nueva clase de pesadillas, ¿por qué Maura aparecía en ella? Intenté controlar mi respiración pero era casi imposible, me aterraba la idea de perderle.- Jane fue solo una pesadilla aquí estoy mírame, Jane- Oculté mi rostro entre su pecho y aspiré con fuerza su exquisito perfume. Me separé un poco y divisé sus hermosos ojos verdes, ella estaba ahí a salvo sin herida alguna. Me incorporé en el sofá y esperé a que ella hiciera alguna pregunta pero solo se limitó a esperar.
-Tomaré un baño rápido y nos vamos a la estación de policía- Dije sin siquiera explicar mi comportamiento, ella solo me observó y no mencionó nada.
Durante el trayecto de mi departamento a la estación no se habló nada de lo que me había ocurrido y me alegraba que esta vez no se pusiera a interrogarme como otras veces lo había hecho, quizás mi forma de abrazarla la había tomado por sorpresa o incluso escuchar su nombre salir de mis labios en un grito de miedo, como sea el tema jamás se abordo. Al llegar todo el personal se encontraba en calma hoy tenía pinta que sería "un día de esos" en los cuales los criminales se tomaban un pequeño descanso. Me despedí de Maura como todos los días en el elevador, ella presionó el botón para ir a la morgue mientras yo me dirigiría a homicidios. Entré al elevador y esperé a que las puertas cerraran pero estas habían sido detenidas por una delicada mano.
-No creas que lo que ocurrió en la mañana lo pasaré por alto, tenemos que hablar- Dijo al retirar la mano y permitir que las puertas del elevador se cerraran. Maldije por dentro al creer que ella no preguntaría, pero como pude pensar aquello conociendo a Maura, sabía que me haría decirle todo y temía expresarle que mis pesadillas y mi falta te sueño estaban relacionadas por unos estúpidos sueños en donde ella estaba presente. Intenté olvidar el tema ocupándome en algún caso o algo que me distrajera.
-Jane bue...días- Dijo Frost al verme- Veo que alguien no ha dormido esta última semana, ¿Te encuentras bien?- Preguntó preocupado.
-Por supuesto, solo es que ha habido una serie que no he podido dejar de ver y me he desvelado viéndola- Mentí. Está era como la quinta excusa que decía para encubrir mi falta de sueño.- Pero esta noche creo debería dormir un poco- Dije sonriendo y evitando más pregunta al respeto.- ¿Hay algún caso en que ocuparnos?
-Por suerte estamos libres, solo hay que hacer algunos papeleos pero Korsak y yo nos hemos encargado de ello-Respondió dirigiendo su vista nuevamente al monitor.
-Creo que la Dra. Isles tenía un caso que se le había asignado, quizás puedas entretenerte en ello- Sugirió Korsak al no dejar de ver un video de gatitos caminando por una parque.
-Está bien, si me necesitan estaré abajo- Dije al salir de la oficina y dirigirme a la oficina de Maura.
En verdad estaba esperando que el día estuviera tranquilo, necesitaba dormir aunque fuera unos escasos minutos y solo lo había conseguido en la oficina de Maura en donde el silencio prevalecía sin importar el ruido que estuviera haciendo alrededor. Su oficina la había acondicionado de tal forma que nadie podía interrumpir sus pensamientos, una especie de "cuarto del silencio" así es como ella había descrito su nueva decoración. Entré a la morgue y divise su silueta inclinada sobre el cuerpo estudiando cada milímetro de su piel, lo observaba como si una pintura se tratase, quizás aquella dedicación la había adquirido de su madre. Esperé a que ella terminara la autopsia pero los minutos pasaban y Maura no movía ninguna parte de su cuerpo, me acerqué y susurré en su odio que el cadáver jamás hablaría, ella se sobresaltó y soltó el bisturí que tenía en su mano derecha, me observó con enojo y cuando estuvo a punto de reprimirme algo vio en mi que la dejo sin habla, giré hacia atrás en busca de alguien pero solo estábamos el cadáver, ella y yo.
-¿Ocurre algo Maura?- Dije siguiendo su mirada- No hay nadie atrás de mi- Reí al acercarme a la mesa y observa el cadáver que segundos antes estaba estudiando con determinación- Puedo preguntar porque no reaccionaste durante varios minutos, era como si esperaras que el cadáver hablara- Dije riendo.
-Simplemente perdí la noción del tiempo, pero dime ¿qué haces aquí? Por lo qué sé, no hay ningún caso hasta este momento- Preguntó conociendo ya la respuesta.
-¿Ya terminaste con tu autopsia?-
-Siempre a la defensiva Detective- Rió al terminar de coser el cuerpo.- Adelántate, sólo me lavaré las manos y me cambió, te veo ahí- Dijo al alejarse de mi y comenzar con sus procedimientos.
La esperé dentro de su oficina, tomé asiento en su extraña e incómoda silla roja la cual no sabía para que demonios la tenía si era de lo más molesta; observé los pequeños cuadros que había cambiado y me sobresaltó ver la pequeña escena que describía. Se trataban de 3 cuadros quizás no más de 50 centímetros, dos de ellos tenían pintados dos manos sujetando cada una un bisturí, el fondo era de un negro mezclado con diferentes tonos de rojo, mientras que el cuadro de en medio estaba pintado un corazón cubierto por varios cortes y suturas; fue algo perturbador y aquello no había sido bueno pues las imágenes se arremolinaban en mi mente proyectándose al mismo tiempo, aquella escena me resultaba un tanto familiar, busqué el nombre del autor pero no había firma ni nada que dijera quien lo había pintado. Intenté recordar desde cuando Maura tenía aquellos cuadros pero jamás me había percatado de la decoración. Regresé de nuevo a la silla a esperarla y al llegar su sonrisa había iluminado su rostro, desvié la mirada y espere a que terminara de llenar el papeleo habitual después de la autopsia, al entregarlo cerró con seguro las puertas y bajo las cortinas de las ventanas evitando así que alguien pudiera ver lo que ella estuviera haciendo.
-¿Desde cuándo tienes esos cuadros?- Pregunté al caminar de nuevo a ellos y observarlos con detenimiento- Jamás los había visto- Dije pensativa sin dirigirle la mirada.
-Hace apenas unos días quizás cinco o seis, alguien los envió y los dejaron en mi oficina, no había remitente por lo que supuse que se trataba de algún admirador- Explicó como si fuese lo más normal del mundo- Incluso puedo asegurar que el admirador es alguno de mis trabajadores, porque la escena la puedo traducir con la disección del cuerpo- Explicó al colocarse a mi lado- Como puedes observar ambas manos tienen el bisturí ¿cierto? Las cuales fueron empleadas para indagar en el corazón, razón por la cual tiene varios cortes y suturas minimizando el concepto en una de las partes más importante del cuerpo-
-Apuesto a que fue la interna nueva- Bufé molesta al dejarme caer en el sofá y cruzar los brazos sobre mi pecho. Odiaba que las estudiantes flirtearan con Maura y peor aún lo hacían frente a mi como si yo no existiera.-
-¿Otra vez el mismo tema? Ya habíamos dejado en claro que yo jamás he hecho nada para que ellas actúen de esa forma, sólo es admiración por ser su superior y ya, una vez que termine su internado su "amorío" acabará también- Explicó al acomodar mi cabeza sobre sus piernas y comenzar a jugar con los rizos de mi cabello- Anda Jane no puedes estar molesta aún por lo que ocurrió hace seis días con, ¿cuál era su nombre?- Se cuestionó intentando recordar el nombre de su alumna quien le había dado un beso.
-Kate- Dije en tono molesto- Tú tonta alumna se llama Kate, y sí aún estoy molesta porque al parecer tardaste segundos en reaccionar- Recordé cuando ambas estaban una frente a la otra observando las anotaciones que habían obtenido tras haber revisado el cuerpo de un niño de escasos 10 años el cual había sido apuñalado a sangre fría. Maura estaba absorta redactando lo que había encontrado; restos de cabello, marcas de anillos y pequeños hilos provenientes de una camisa de algodón.- Estabas tan absorta en tu trabajo que ella aprovechó.
-¡Exacto! Estaba haciendo mi trabajo y jamás me percate de ella, no es alguien en quien me fijaría teniendo en cuenta a una alta, inteligente, sexy y muy irritable detective- Explicó acercando su rostro al mío para robarme un pequeño beso- Así que podrías por favor terminar tu rabieta y regresar a mi casa para que puedas dormir como la gente normal- Ordenó sonriendo y colocando la música que lograba conseguir que durmiera. -En verdad Jane esta es el sexto día que no puedes dormir, ¿has visto las ojeras que tienes? Te recuerdo que el sueño es importante para el cuerpo ya que si lo privas de este tendrás…
-Maura por favor- La interrumpí- Vamos solo quiero dormir aunque sea 40 minutos, en este momento no tenemos ningún caso y dudo que este así toda la mañana por ello quiero aprovechar y dormir un poco, podrías- Supliqué
-¿Por qué no simplemente regresas a mi casa?- Exigió- Desde que regresaste a tu departamento no has podido dormir, lo cuál significa que me extrañas demasiado como para perder tu sueño, ya que la falta de sueño muchas de las veces se asocia con la ansiedad la cual tiende a crearse debido a que existen problemas ya sean de trabajo o personales.
-Si guardas silencio durante los próximos 40 minutos prometo regresar- Exclamé cerrando los ojos.- ¿Podrías?
-Esta bien- Respondió
Maura tenía razón desde que había ido a quedarme a mi departamento los sueños comenzaron a presentarse cada vez que intentaba dormir y lucían tan reales que el miedo a vivir otra vez me obligaban a mantenerme despierta, pero al estar a su lado me sentía segura y capaz de conciliar el sueño sin problema alguno. La música ayudaba a relajarme llevándome a un escenario de paz y tranquilidad.
La noche había recaído y tras ella los ruidos mermaban, me encontraba sentada en la esquina de la cama de mi habitación, desabrochándome los botones de la blusa, después de un intenso día de trabajo lo único que deseaba era dormir pero mi pensamiento fue interrumpido al escuchar que la puerta se había cerrado y ahí estaba Maura vistiendo únicamente una camisa blanca, la escasa luz era suficiente para ver su cuerpo exquisitamente delineado por las sombras que dejaba tras de si; observé su andar tan elegante y provocativo al caminar colocándose frente a mí. No podía quitar la mirada de ella, sentía que tenía dificultades al respirar al perderme en aquel par de esmeraldas y delicados labios pintados de un rojo carmesí, aquello si que me estaba matando, jamás había imaginado que Maura se presentará en mi habitación de esa manera, pronuncié su nombre y escuché como mi voz había salido más ronca, ella sonrió de satisfacción, se inclinó y beso mi mejilla, despacio alargando cada beso, cada caricia que sus labios me proporcionaban hasta llegar a su objetivo, el beso comenzó lento, inocente, provocador. Me levanté de un solo movimiento y la atraje a mí inclinando su rostro y devorando sus labios; ella tomó mi rostro con ambas manos y aumentó el ritmo, sentía como su lengua exigía que la explorará sin miedo, acepté su invitación, sus labios eran tan suaves que podría besarla toda la noche y jamás saciarme de ellos. Descendí mi mano y comencé a desabrochar uno a uno los botones de la camisa hasta dejar expuesto su cuerpo, me separé un poco y la contemplé como si ángel fuese, amaba como caía su cabello por sus hombros, de un hermoso rubio de diferentes matices, su sonrojo me incitó a explorar su cuerpo, sentir su tersa piel arder bajo mis caricias, un gemido salió de su voz.
-Te necesito Maura- Dije en susurros al depositarla sobre la cama, la observé y besé hasta descender a sus pechos- Te amo- Dije al llevarme uno de sus pezones a mi boca y comenzarlo a morder, amaba su voz, deseaba escucharla decir mi nombre.- Di mi nombre una vez más- Exigí al descender mis besos hasta su abdomen- Di mi nombre Maura, o te torturaré hasta agotarte- Susurré besando sus costillas y acariciando sus piernas-
-Jane- Dijo entre jadeos- Jane- Volvió a repetir.
-Una vez más.
-Jane, despierta- Sentí mi cuerpo ser movido con brusquedad- Abrí mis ojos y la luz me lastimó por unos segundos; vi el rostro de Maura completamente sonrojado, me levanté de golpe a recordar lo que estaba soñando ¿por qué justamente ahora tenía es clase de sueños?- ¿Qué ocurre?- Intenté sonar normal, pero mi voz había sonado más ronca de lo normal.
- Si tanto me necesitas por que no te quedas a dormir en mi casa- Dijo al besarme y romper con ello la razón por la cual había decidido quedarme en mi departamento. Era verdad ella me hacia falta, necesitaba tenerla cerca y despertar cada mañana por sus besos y traviesas carias, Maura mantenía a raya mis temores, deseaba en estos momento estar en otro lado con ella. Todo había ocurrido tan repentino, hace algunos meses éramos solamente "amigas" pero ambas sabíamos que había algo más, y solo bastaron unos cuantos tragos uno que otro coqueteo para terminar ahí bajo la lluvia besándonos como si ambas quisiéramos recuperar el tiempo perdido, los besos, las caricias de las cuales nos habíamos privado la una a la otra, pero sabíamos que esto aunque era nuevo no se sentía extraño porque en el fondo sabíamos lo que estaba ocurriendo.
-¿Dije algo entre sueños?- Pregunté en un pequeño susurro.
-Está es la segunda vez que sueñas conmigo, aunque dudo que el primero sueño haya sido muy agradable, pero puedo asegurar de que trataba el segundo, así qué ¿significa que ya no estoy castigada?- Cuestionó en un tono infantil, yo la observé y besé por ultima vez sus labios, me puse de pie y caminé hacia la puerta.
-Gracias por dejarme dormir- Salí de su oficina sin siquiera darle una respuesta, simplemente necesitaba pensar un poco las cosas, aún no estaba segura de lo que haría, sin embargo sentí que estaba lastimando a Maura con mi indecisión. Crucé la mesa de la morgue y al llegar a la puerta Maura me detuvo en un fuerte abrazo.
-Rizzoli- Contesté al escuchar la voz de Frost decirme que había un caso que teníamos que asistir- En seguida voy para allá- Finalicé la llamada.
-¿Regresarás esta noche?- Sonaba en un tono de suplica, sus ojos estaban cristalinos anunciando que si elegía la respuesta incorrecta rompería en llanto y odiaba verla en ese estado.
-Lo haré Maura, siempre regreso a tu lado, jamás podría durar demasiado tiempo alejada de ti, a veces soy una idiota celosa, de nuevo gracias por todo Maura- La besé- Esta noche dudo que vaya a dormir otra vez, aunque será por otra razón- Expresé saliendo de la morgue y dirigiéndome a mi oficina antes de que Maura comenzara con un ataque de vergüenza.
.
-Tardaste mucho, ¿acaso la Dra. Isles no te dejaba ir? - Cuestionó Korsak burlándose. No sé si era mi imaginación pero comenzaba a sospechar que mi relación con Maura ya no era tan secreta pues las indirectas que mis compañeros incluso mi madre comenzaban a ser más constantes de lo habitual.
-Ha Ha, muy gracioso- Dije ignorando su comentario.- ¿Qué tenemos esta vez?- Pregunté cambiando el tema.
-Al parecer una joven de escasos 25 años, causa de la muerte aún desconocida- Explico Frost mientras nos dirigíamos al elevador.- Encontraron el cuerpo en unas bodegas que se localizan a unos 20 minutos de aquí, no se halló ningún testigo. Se cree que el homicidio se efectuó hace 3 días, aún no estamos seguros hasta no confirmarlo con la autopsia.- Relató en el trascurso del camino.
Al llegar a las bodegas, el equipo de policía y forenses ya tenían asegurado el lugar evitando así la contaminación de la escena del crimen; a lo lejos divisé una espesa cabellera rubia, sin duda era Maura examinando con precisión el cuerpo de la víctima. Nos acercamos y vi que la mujer que yacía en el piso lucía como Maura, el mismo tono de cabello, piel blanca, esa forma elegante de vestir; cerré los ojos por un momento y recordé aquella pesadilla; no podía creer que esto estuviera ocurriendo, vi la posición de su cuerpo era idéntico como lo había visto, sus manos tenían marcas de haber sido clavadas con algún objeto y en su cuello un hilo de sangre brotaba de el. Me acerqué más y Maura me detuvo al parecer llevaba minutos explicándome lo que había ocurrido. Intenté despejar mi mente y prestarle atención pero me era imposible borrar aquella escena y más teniendo a Maura a mi lado.
-¿Ocurre algo?- Me cuestionó Frost al ver mi rostro pálido-
-Fue Hyot- Dije sin más.
Maura observó el cuerpo una vez más antes de hablar, sus ojos mostraban preocupación por mi respuesta, pero ella jamás daba una explicación sin antes haber examinado el cuerpo, sin embargo al ver la reacción que había tenido se arriesgo a hablar.
-Jane las marcas en sus manos y cuello pudieron ser hechas de diferente manera, además no muestra indicios de haber luchado- Explicó Maura señalándome las muñecas de la víctima. – Como puedes ver, esto fue echo por alguien más – Dijo al tomar mis manos al percatarse del movimiento involuntario debido a lo ocurrido con él. – Ya he tomado los datos que necesito el resto lo examinaré en la morgue, hay algunas marcas que encuentro un tanto sospechosas y me gustaría analizarlos mejor.
Frost asintió y ordenó que se llevaran el cuerpo a la morgue, mientras él tomaba declaraciones de los policías. Observé que Maura indicaba que tomarán algunas fotos más y al dejarla sola vi como una pila de cajas de madera iban a caer directo sobre ella, corrí los escasos metros que nos separaban y la aparte de un solo golpe, cubrí su rostro con mi pecho y dejé que ella callera sobre mi evitando así lastimarla. El ruido de las cajas se escucho por toda la bodega, durante varios segundos nadie hacia ningún movimiento hasta que yo grité que examinaran el lugar, Frost y Korsak se acercaron de inmediato y nos ayudaron a ponernos de pie, examiné a Maura con rapidez buscando alguna herida, solo su ropa se había ensuciado pero estaba intacta, ella no reaccionaba solo se había quedado sin palabras.
-¿Te encuentras bien Maura?- La cuestioné
-Si estoy bien, solo me asuste, supongo que nadie esperaba que un tonelada de cajas callera sobre mi- Dijo nerviosa abrazándose a si misma.
-Esto no es normal, algo me dice que Hyot está detrás de todo esto, digo es obvio las marcas son las mismas que él hace para torturar a sus víctimas, el lugar casualmente cerca de la estación de policía donde trabajo y ahora misteriosamente una tonelada de madera cae sobre Maura- Exclamé molesta al ver que nadie tomaba enserio mi teoría.
-Debo analizar el cuerpo Jane, te veo en la estación.
-Tú no irás sola a ninguna parte- Sujeté su brazo impidiendo que regresara.- Ustedes encárguense de aquí, busquen por todos lados, todos cometen errores aunque sean mínimos- Ordené al dirigirme junto a Maura a su auto.
-No debiste hacer eso Jane, ahora si creo que ha quedado claro que no somos "solo amigas"- Dijo avergonzada al subirse al auto.
-Maura, estuviste a punto de morir aplastada y lo único que piensas es ¿en el qué dirán?- La reprimí al azotar la puerta del auto. En cuanto vi que nadie estaba a nuestro alrededor atraje a Maura a mi pecho y la abracé como si fuera la última vez, la besé con miedo a perderla, ella entendió mi reacción y comenzó a sollozar casi en silencio- Eres un tonta sabes y al diablo lo que piensen, te amo y ese sentimiento nadie lo cambiará, temí haberte perdido- Susurré acariciando su cabello- Además tú habías dicho que ya no querías ocultarlo más.
-Pero aquí estoy gracias a ti y por supuesto que no quiero hacerlo, pero siempre hay maneras de hacerlo- Dijo riendo- Yo también te amo Jane - Beso mi mejilla y regreso de nuevo a su asiento, nos dirigimos a la estación para comenzar a investigar lo que al parecer era un homicidio.
