Me levanté como siempre,vi al lado de mi cama,teniendo la esperanza de que te encontrarás ahí... pero no fue así...todos los días amanecía igual,de la misma forma,con el mismo dolor de cada día al saber la razón del porque llegabas siempre demasiado tarde...

Eso me mataba por dentro...pero no lo demostraba, debía siempre mostrarme fuerte... debía siempre mostrarme sonriente con mi hija y amigos.

Me levante de la cama y rebice la hora,eran 6:00 AM. Decidí bajar para preparar el desayuno,para Sarada,para ti y para mi.

Preparé algo simple,hize Huevos con tostadas asi que no era la gran cosa.

Sasuke aún no había llegado,le deje una nota junto con su desayuno. Fuí hacia la habitación de Sarada,y abrí su puerta. Observé como ella se estaba acomodando sus lentes rojos. La miré con una dulce sonrisa.

- Sarada.- la llamé y ella me miró.- ¿ya estás lista?- le pregunté y ella asintió.- Bien,ve a desayunar,yo solo tenfo que cambiarme y estaremos listo. Asi qué apurate,si?- ella volvió a asentir con su sonrisa,que me recordaba tanto a el...

Acto seguido,Sarada salió de su habitación y yo me dirigí hacia la mía,para cambiarme y dejar luego a Sarada en su escuela y luego ir al hospital.

Luego de cambiarme,me dirigí hacia la cocina,y vi que Sarada estaba viendo fijamente el lugar donde se sentaba Sasuke.

- Oye Mamá.- dirigió su mirada hacia mi.- ¿Por mi Papá nunca desayuna con nosotras?- al escuchar esa pregunta, sentí una punzada en mi pequeño y frágil corazón...

- Sarada hija,tu sabes que tu Papá,trabaja mucho para tener dinero para que nos mantengamos ¿entendiste?- ella solo asintió y continuó con su desayuno,yo simplemente me dediqué a comer el mío.