DISCLAIMER: Hellsing no me pertenece (por desgracia ¬¬), es propiedad de Kouta Hirano – sensei (que envidia ¬¬) simplemente soy una fan más perdida en el infinito (pero muy feliz de serlo n.n) pero eso no me quita la oportunidad de jugar un poco con mis personajes favoritos (y ponerlos en las situaciones más extrañas que puedan imaginar X3).
Integra Hellsing estaba en su recámara, estaba sentada frente a un viejo tocador que había pertenecido a su madre.
En lugar de su habitual traje verde llevaba un sari rosa que mostraba su bien formado cuerpo. Su largo cabello estaba amarrado en una apretada trenza dorada con algunos adornos discretos, en sus muñecas colgaban numerosas pulseras de oro.
Hacía varios minutos que había notado la presencia del vampiro ahí, pero no le había prestado atención. Tomó discretamente un lápiz de labios color rosa y lo pasó por su boca. Después tomó un poco de pintura roja y con mucho cuidado se dibujó un círculo en la frente.
Se miró al espejo y suspiró –sí, toda una muñeca hindú –murmuró levantándose
– ¿se puede saber cuál es la ocasión, Amo? –preguntó el vampiro materializándose junto a ella
–Se casa mi prima Larika –contestó Integra tajantemente sin mirarlo. Alucard la miró un momento y luego sonrió burlonamente
–Tus primas deberían casarse más seguido –le dijo él desvistiéndola mentalmente. Integra lo miró y, para sorpresa del vampiro, sonrió burlonamente
–estás de suerte, es la primera de mis primas que se casa en Inglaterra… y si las cosas salen bien para mi abuela y mis tías habrá por lo menos otras trece bodas –le dijo ella caminando por los pasillos.
Alucard la miró sorprendido – ¿Cuántas primas tienes? –le preguntó
–Por el lado de mi madre, somos quince solteras y cinco casadas, contando a Larika, por el lado de mi padre, tengo una, supongo… pero he sabido de ella desde hace quince años –le dijo Integra con cara de asco mientras bajaban las escaleras principales de la mansión
–Wow –fue lo único que alcanzó a decir el vampiro antes de Integra saliera de la casa y subiera al auto
– ¿me permite acompañarla, Amo? –le preguntó Alucard asomándose por la ventanilla
–no creo que te interese… la familia de mi madre es grande y tradicionalista y no lograrás tirarte a ninguna de las damas de honor, entre las cuales, por desgracia, me incluyo –le dijo ella fríamente
– ¿apostamos? –le preguntó él burlonamente. Integra lo miró y abrió la puerta del auto
–Entra –le dijo fastidiada, Alucard subió con una sonrisa perversa
– ¡MORGAN! Nos vamos –le dijo al chofer, molesta. Un muchacho de unos veinte años brincó en el asiento delantero y encendió el auto.
Salieron de la mansión y se adentraron en las calles de Londres
–Pero te voy a poner una condición, el sombrero y los lentes se quedan en el auto –le advirtió ella
–Hecho –contestó él quitándose el sombrero y los lentes y dejándolos en el asiento
–si me permite preguntarle ¿Por qué tan adornada, Amo? Te he visto menos arreglada para las bodas de las mujeres de la nobleza –le preguntó Alucard burlonamente
Integra lo miró –haces demasiadas preguntas ¿no? Además puedes leer mi mente… evítame el tener que contestarte… algo muy feo, por llamarlo de alguna manera –le dijo ella fríamente
Dos segundos más tarde un de las llantas del auto cayó en un hoyo, Integra brincó violentamente dentro del auto y cayó en brazos de Alucard
–Morgan ¡maneja con cuidado! –le dijo molesta al chofer. Miró al vampiro y comenzó a sonrojarse al notar que las manos del vampiro estaban sobre su abdomen
–Si me permites decirlo… ya escogí a la dama de honor que me interesa –le dijo Alucard a media voz, estrechándola contra su cuerpo.
Integra le dio un bofetón y se alejó de él murmurando –chupa-sangre idiota –lo suficientemente alto como para que Alucard escuchara y no llegara a los oídos de Morgan
Después de algunos minutos llegaron frente a una enorme casa blanca, donde había varia gente reunida, todos hindúes, Integra se acomodó el sari, se revisó la cara y bajó del auto con Alucard detrás de ella.
–Nami –le dijo Integra a una chica de unos quince años que se acercó a recibirla, era de cabello y ojos negros y piel morena, iba vestida igual que Integra, pero su sari era naranja.
–Integra… te había extrañado ¡mucho, mucho, mucho, mucho, mucho! –le dijo la chica abrazándola con fuerza. Las dos chicas se acercaron al grupo y Alucard las siguió un poco de lejos.
Todos en el grupo recibieron a Integra con los brazos abiertos y la saludaban en hindú, Alucard de inmediato notó que era un idioma que Integra manejaba a la perfección. Algunos de los hombres mayores la saludaban con un beso en la frente y le levantaban la barbilla para ver su rostro claramente, luego soltaban una ligera carcajada y la abrazaban.
Alucard los miró un poco contrariado y luego sonrió burlonamente, se acercó al grupo y varias de las chicas lo miraron con una mezcla de curiosidad e interés. Se acercó a Integra y se mantuvo lo más cerca de ella posible.
Integra lo miró un segundo y sonrió ligeramente, entró a la casa y en la entrada se quitó los zapatos, los cambió por unas pequeñas babuchas que le ofrecía una sirvienta y se adentró en la casa saludando a los que pasaban
Una mujer un poco gorda y mayor se le acercó –Integra, querida… que gusto que hayas venido… te miró y parece que veo a tu madre… estas enorme –le dijo sonriendo
–gracias tía Makrisha –le dijo Integra con una sonrisa
–deberías venir más seguido, te extrañamos… ¿ese es tu prometido? ¿O es tu esposo? ¿Por qué no habías dicho nada? Dios ¿no invitaste a tu propia familia a tu boda? –le dijo la mujer severamente mirando a Alucard
Integra enrojeció y Alucard tomó su mano –no, lo que ocurre es que no nos hemos comprometido pero pensamos hacerlo pronto –dijo el vampiro besando la mano de Integra
La cara de la mujer se iluminó –que bueno… creíamos que jamás te casarías –le dijo Makrisha con una sonrisa
–vamos, Larika y las demás están arriba… tu sube, todavía conoces la casa, espero, yo voy a buscar a Nami, Sirtea y Araki… nunca sé dónde demonios se meten esas niñas –continuó Makrisha sonriendo
Integra sonrió suavemente mientras su tía salía y tomó a Alucard del brazo y lo jaló hacia otro cuarto con fuerza y cerró la puerta.
– ¿Qué te pasa? ¿Con qué derecho te presentas así frente a mi familia? –le preguntó furiosa
Alucard la miró con una sonrisa perversa –vamos… creo que después de diez años me he ganado ese privilegio –contestó él
–pero es mi tía Makrisha… MI TÍA MAKRISHA… en menos de una hora lo sabrán todos –murmuró Integra palideciendo y poniéndose una mano en la frente
– ¿Qué más da? Igual no los habías visto en diez años ¿Por qué te preocupa lo que piensen? –le dijo él burlonamente
Integra le lanzó una mirada asesina –eres un maldito cínico… no los he visto en diez años por que viven en la India, si no, no pasaría un día sin que alguien se aparezca en la casa… cosa que no sé si sería muy buena para mí –le dijo ella molesta
–sigo sin ver el punto… además, sirve para que te quites de encima a los padrinos del novio –le dijo Alucard burlonamente
–eso no estaría tan mal… pero eso pude haberlo hecho yo sola ¡no tienes ningún derecho a presentarte como mi novio y menos frente a la familia de mi madre! para que lo sepas la familia Rakashira es muy tradicionalista… cuando mis padres se casaron se armó un pandemonio… por que muchos miembros de esta familia sólo viven para vernos a mis primos y a mí bien casados con un hindú… si se me ocurre aparecer con un vampiro rumano mis tías y abuela se van a infartar –le dijo ella trabada del coraje
–pero antes de que todo el mundo se entere, explícame quienes son tus primas, sólo escucho nombres y no tengo idea de quién es quién –le Alucard mirando la puerta
Integra lo miró de pies a cabeza –ya te dije, tengo cuatro primas casadas, Larka, Racashi, Mika, y Mahavira, todas con hijos, si te interesa saberlo, luego está Larika, que se casa hoy ¿ya está bien? –le preguntó Integra desesperada
–casi, entonces, ahí van seis, siete si te contamos a ti… continúa –le dijo Alucard con una sonrisa macabra, Integra lo miró desesperada.
–luego están Lalina, Kenya, Laki, Brahjab y Shasik que son mayores que yo, y Krishka y Araki que tienen mi edad ¿Feliz? –le preguntó Integra mirándolo
–De nuevo, casi, por que supongo que no eres la menor –le dijo Alucard mirándola de pies a cabeza
– ¿Por qué esa obsesión? Sólo son mis primas menores, Lalita, Sirtea, Anika y… –le dijo Integra desesperada antes de que la interrumpiera
–Y Nami –concluyó Alucard mirando la puerta
– ¿ahora te digo quienes son mis primos varones o no te interesa? –le preguntó Integra burlonamente
La perilla de la puerta giró y antes de que Alucard pudiera reaccionar, Integra se lanzó a sus brazos para cubrir la mentira, Alucard sonrió y la estrechó contra su cuerpo.
–oh… lo siento, prima… es que Larika sabe que llegaste y le urge ver a todas sus damas –le dijo un muchacho de unos diecisiete años, bien parecido, asomándose por la puerta
–sí, Ramash… te sigo –le dijo Integra acercándose a la puerta, antes de salir le lanzó una mirada de odio a Alucard y desapareció detrás de Ramash
–prima ¿ese es tu novio? Parece muerto –le dijo Ramash a Integra con una ligera sonrisa que escondía una carcajada
–Pues es bastante vivo –le dijo ella con una sonrisa tensa, se miraron a los ojos mientras subían por unas escaleras y comenzaron a carcajearse
–vamos… sube ya –le dijo él empujándola juguetonamente, ella le devolvió el empujón y subió corriendo, avanzó por un largo pasillo y entró a un cuarto donde se escuchaban risas
–Hola chicas… Larika –dijo alegremente entrando al cuarto
De inmediato unas quince mujeres se lanzaron sobre ella y la sentaron en la cama junto a otra muchacha, con un sari rojo con adornos dorados bellísimo, Larika
–Integra… hacía mucho que no te veíamos –le dijo Larika abrazándola
–sí, como once años –le dijo Integra sonriendo
–vamos tienes que verte como nosotras –le dijo una muchacha de cabello negro, piel morena y ojos verdes tomándola de la mano, Shasik
Entre cinco chicas tomaron los brazos de Integra y comenzaron a pintarlos con pequeñas imágenes, símbolos y figuras tradicionales hindúes.
Cuando terminaron de arreglar a Integra, Nami se acercó con una cajita de madera y la abrió con una sonrisa malvada
–No voy a perforarme la nariz –le advirtió Integra señalándola
–Sí que lo harás –le dijo una muchacha muy parecida a Nami, Lashra
–No –volvió a protestar la rubia
–Vamos chicas, déjenla, ya saben que no tiene el valor –le dijo Larika burlonamente Integra las miró un segundo y luego tomó la caja de manos de Nami
–Dame acá –le dijo y sacó un fino arete de oro con forma de flor y algunas piedras incrustadas
–Sólo lo acomodas en tu nariz y aprietas fuerte –le dijo otra, que usaba el sari naranja, igual que Nami
Integra respiró hondo y se acomodó el arete, las miró un momento –no lo pienses, sólo hazlo –le dijo otra, Brahjab
Integra cerró los ojos al mismo tiempo que apretaba el arete, una gota de sangre brotó de la herida. Integra abrió los ojos, todavía con la mano en la nariz
–Duele –les dijo con voz aguda y todas, incluida ella comenzaron a reírse. Se limpió rápidamente la nariz mientras algunas de las chicas se asomaban a la ventana.
–Ya llegó Greg –dijo Brahjab y Larika comenzó a temblar
– ¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Me voy a casar! –les dijo nerviosa
–Tranquila –le dijo Nami sonriendo
–no puedo… es que hasta hace un minuto se veía tan lejano, tan irreal –les dijo lanzándose a los brazos de Integra.
–tranquila, Larika… si Mika, Larka, Mahavira y Racashi pudieron tu también –le dijo otra chica acariciando su espalda, Araki
–No, no puedo, no me puedo casar –les dijo temblando
–tranquila… ¿tu amas a Greg, no? –le preguntó Integra sujetándola por los hombros firmemente
–Como loca, sí –contestó Larika
–entonces vas a respirar, te vas a calmar y vas a bajar a casarte aunque que tenga que darte una patada en el trasero cada paso hacia el altar –le dijo Integra firmemente, Larika la miró incrédula y luego la abrazó con fuerza
– ¿Qué haría sin ti? –le preguntó sonriendo
–Quedarte soltera –le dijo Integra y todas comenzaron a reír mientras una chica que iba envuelta en un sari azul entraba al cuarto
–creo que no soy la única que se casará pronto… tía Makrisha está presentando a tu prometido con todos allá abajo, Integra –le dijo la chica, Neela
Integra sintió que se desmayaba – ¿prometido? –preguntó ella
–sí, tía Makrisha ha dicho que se van a comprometer –le explicó la chica,
–Todavía no sé siquiera si esta relación va a durar y ya me quieren casar con él –dijo Integra molesta
– ¿Por qué no nos habías dicho nada? –le preguntó Larika
"por que somos novios desde hace una hora" pensó Integra –por que no creí que valiera la pena –contestó mirándolas
–bueno… ahora lo que importa es que Larika se case bien… que disfrute su boda –dijo Araki,
Las chicas comenzaron a bajar despacio y se acomodaron para salir por el patio trasero de la casa, de la más joven a la mayor
Primero Nami, Anika y Sirtea con el sari naranja por ser menores de veinte y luego Lalita, Integra, Araki, Krishka, Lashra, Kendra, Shasik, Brahjab, Laki, Kenya y Lalina, vestidas de rosa. Y al final, de rojo, la novia, Larika
Las chicas recibieron cada una un pequeño ramo del color de su sari y comenzaron a avanzar lentamente hacia el altar hasta que Larika quedó frente al altar. Junto a su prometido, Greg, un muchacho inglés de origen hindú.
Durante la ceremonia Integra pensó en sus padres, en ella y por un segundo el pensamiento de Alucard se infiltró en su cabeza haciendo que se sonrojara, buscó al vampiro con la mirada y lo vio en una esquina, con los ojos fijos en ella.
Después de la ceremonia, todos dejaron la casa y fueron a un salón decorado al estilo hindú donde se celebraba la recepción. Después de que entraron los novios lo primero que hizo Alucard fue pegarse a Integra
–Algún día yo me voy a casar igual –le dijo ella para hacerlo enojar
–sería linda la ceremonia… pero sabes que a mí me interesa saltarme los trámites y llevarte directo a la luna de miel –le dijo él estrechándola por la cintura
Integra lo miró un segundo molesta y luego subió discretamente por unas escaleras laterales con Alucard detrás de ella
–Eres un cínico –le dijo ella molesta
–Pero por ahora somos pareja –le dijo él tomando su mano y besándola,
Integra lo miró con ojos asesinos y Alucard la estrechó por la cintura y acarició su espalda –pues agradece "mi vida" que no tenga un arma escondida en el escote, por que ya te hubiera dejado como coladera "corazón" –le dijo ella al oído.
Alucard sonrió maliciosamente y besó a Integra, la rubia lo miró sorprendida, puso sus manos en el pecho del vampiro y quiso empujarlo, pero Alucard la estrechó contra su cuerpo.
Integra comenzó a relajarse y a ceder al beso del vampiro, sus manos comenzaron a dirigirse hacia los hombros del vampiro y la rubia comenzó a enredar sus dedos en el cabello negro de Alucard.
Alucard la jaló hacia un cuarto lateral, cerró la puerta y la besó de nuevo. Pasó sus dedos a lo largo de la larga trenza de Integra y la desató, pasó sus dedos a lo largo de la melena rubia de la mujer.
Integra desabrochó el saco del vampiro y luego su camisa, acarició el perfectamente formado abdomen del vampiro y sonrió maliciosamente. Alucard le aflojó la parte superior del sari y pasó sus manos por el pecho de la mujer
–Por favor déjame hacerlo –le murmuró él al oído poniendo una mano sobre el cinturón que detenía el sari. Integra lo miró sorprendida y se alejó de él
–por favor… sólo una vez, rápidamente y te juro que me podrás encerrar de nuevo en el calabozo si es lo que deseas, pero por favor, déjame hacerte amor por lo menos una vez –le dijo él estrechándola por la cintura
–No –le dijo ella acomodándose el sari
–no, lo que acabamos de hacer ya rebasa nuestros límites, ni siquiera sé por que acabo de hacer lo que acabo de hacer… pero por nada del mundo va a repetirse –le dijo ella muy seria. Alucard la miró decepcionado, Integra se acomodó el cabello con las manos y luego regresó a la fiesta.
Alucard se acomodó la ropa y luego salió y se dedicó a contemplar a Integra desde el piso de arriba. La miraba ir y venir en la fiesta y bailar con sus primas y con otros invitados. Realmente parecía una princesa que sólo lograba opacar la novia.
Tres horas más tarde, durante las cuales Alucard no hizo otra cosa más que mirar a Integra, los novios salieron del lugar y los invitados los siguieron para despedirlos. Alucard se asomó por un ventanal y miró como Integra abrazaba a Larika, justo antes de que ella y su esposo se fueran del lugar.
Los invitados regresaron al salón y Alucard bajó a recibir a Integra al pie de las escaleras, Integra se acercó y se recargó en el barandal. Una mujer mayor, de cabello gris los miraba desde el otro lado del salón
–Ella es mi abuela –explicó Integra mirando a la mujer
–Entonces la siguiente en casarse es Neela –comentó alegremente la mujer, todos asintieron y brindaron mientras la chica se sonrojaba
Alucard miró a todos y antes de darse cuenta de lo que hacía se había arrodillado y tenía la mano de Integra entre las suyas, todos en el lugar los miraban
–sé que no es momento, sé que no estoy a tu altura, sé que no soy el "correcto", sé que ni siquiera estoy vivo ¡caray!… pero si no me dices que sí me vuelvo a morir… ¿te casas conmigo? –le preguntó mirándola a los ojos. Integra lo miró asombrada, miró a su alrededor nerviosa y luego de regreso a Alucard. Notó cierto aire de súplica en los ojos del vampiro
–yo… este… yo… yo… –tartamudeó mirando a su familia. Se alejó un par de pasos del vampiro
–Yo no puedo contestar ahora –le dijo y salió corriendo por una puerta trasera y subió al auto
–Morgan ¡nos vamos a la casa! ¡Sin preguntas! –le dijo al chofer bastante alterada. El pobre chofer brincó asustado y encendió el auto.
En cuanto el auto estuvo frente a la entrada de la mansión, Integra bajó con el sombrero del vampiro en sus manos. Subió corriendo a su habitación sin decirle nada a nadie y se encerró. Se miró al espejo y vio el rojo atardecer en el reflejo de la luna del tocador.
Se sentó en su cama y apretó el sombrero del vampiro contra su pecho pensando en lo que acababa de pasar "¿Por qué me congelé de esa manera?" se preguntó "la respuesta es obvia… ¡no!" pensó levantándose.
–pero por otra parte –murmuró ¿Quién iba a amarla más? ¿Quién iba a serle así de fiel? ¿Quién más iba a poder estar a su altura? ¿Qué otro hombre no querría tenerla amarrada? ¿Quién más la entendía perfectamente? Y ¿Quién la hacía temblar de la misma manera que él? NADIE, absolutamente nadie.
Integra se tumbó en su cama y recordó al vampiro arrodillado frente a ella, lo que había pasado en el cuarto y volvió a sentir las caricias del vampiro. Pero ¿y su obligación? ¿Su familia? No podía simplemente ignorar eso. Se sentó al sentir que la habitación se enfriaba y miró a su alrededor un poco alarmada.
Alucard se materializó frente a ella y la miró sin decir nada. Integra lo miró fijamente antes de decir…
AHHHHH!!
¡Que cosas!!
Jajaja… y el desbarajuste empieza con esa simple pregunta… el mundo va a ponerse de cabeza para todos
¿le dirá que sí o que no? Si le dice que sí ¿sí se casarán? ¿O la boda se irá por un tubo? Y si le dice que no ¿Qué pasará después?
Jajajajaja sólo la sabia de yo lo sabe n.n
Gueno… no… este va a ser un fic didáctico… pregunta número 1 ¿le dirá que si o que no? Contéstame con un review o mándame un mensaje XD
ah y este fic es uno de los elegidos para continuar
