Capitulo 1: Días en los que no sabía quién era.
Me llamo Sakura Haruno, y tengo 18 años… hasta hace unos meses, yo era la alumna de la Hokage, Entrenaba con mis amigos, y tenía un gran puesto de Chunin… Eso era hace unos meses… Creo que debo de contar mi historia… La historia de esta pasión prohibida.
Había recibido un aviso de Naruto, Por fin encontraremos a Sasuke, me dijo. Y yo fui corriendo junto a él al despacho de la Hokage. Allí, en aquel enorme edificio de color rojo, adornado con el símbolo de la villa oculta de la hoja, nos esperaba mi maestra. Tenía un semblante serio, sin embargo, no imaginaba el motivo de aquello. Pero sí notaba su preocupación en sus ojos, y sabía por quién era.
Estábamos todos reunidos. Kakashi, Yamato, Sai, Naruto y yo. El equipo Kakashi, dispuesto para una misión: Recuperar a Sasuke.
-Hemos recibido noticias de que Sasuke se encuentra en los alrededor de la villa de la Arena, el Kazekage, sabía vuestro interés y ha decidido que vosotros os ocupéis del tema. – Dijo Shizune, mirándonos a todos, analizando nuestros rostros. Sin embargo, él mío estaba cabizbajo… ¿Tendríamos que ir a por él? ¿Por qué? Nunca volverá…
-¡Traeremos a Sasuke de vuelta! ¡Ya veréis!- grito mi amigo con ánimo, yo en cambio, le dedique una sonrisa, mientras por dentro pensaba que eso jamás seria así…
- Posiblemente os topéis con Akatsuki- Dijo la Hokage, mirando a su ventana como siempre. Algo la preocupaba más de lo debido, y seguía sin saber el que… Era algo importante, de eso no tenia duda… ¿Pero, algo tan importante como para no tener una botella se Sake en la mesa?
-Sera divertido- comento Sai, llevándose una mirada fulminante por parte de mi maestra. Automáticamente supe que la preocupaba… Naruto y Akatsuki… Claro, pero no solo la preocupaba eso… Sino el hecho de que nos podíamos encontrar con el hermano de Sasuke. La última vez que le vimos, acabamos gravemente heridos, pero eso fue hace mucho tiempo. No había de que asustarse ahora, somos ninjas, vivimos en peligro constante. El problema que quizás le preocupase más a Tsunade, era si nos encontrábamos con ambos hermanos a la vez. Supongo que sí, ese era un gran problema.
- Debemos partir rápido- Dijo Kakashi, sin despegar la vista de su particular libro.
-Por supuesto- habló Yamato- Todos en quince minutos en la entrada de Konoha. Listos y dispuestos.
- sí- contestamos a la vez. Dispuestos a irnos ya, mi maestra me pidió que me quedase con ella un par de minutos más, tenía algo que decirme. Esperamos a que ellos se fueran, y a que Shizune buscara un pergamino que entregarme, mire en silencio aquel trozo de papel. Ella solo sonreía. Parecía que quería darme tranquilidad, me provoco nerviosismo.
- Ese pergamino- empezó a hablar la Hokage- es lo que vas a necesitar si a Naruto le pasa algo, solo tú puedes hacerlo, solo tú eres la ninja médico-Hizo una breve pausa. -Sakura- me llamo mirándome directamente a los ojos- Me da igual Sasuke, Me importas tú y Naruto. Os quiero de vuelta de una sola pieza ¿Entendido?
- Sí
- Otra cosa, como sabrás, Itachi domina a la perfección el sharingan. Tú sabes cómo actuar contra sus ilusiones, No caigáis en su trampa.
-Será un placer no caer- respondí firmemente, tal y como a ella le gustaba.
-Espero verte sana y salva, dentro de poco tiempo- sonrió, y me abrazo. Dándome a entender que esta misión era tan importante, como ella me hizo sentir en aquel momento.
Ese mismo día salimos de allí, Naruto con ilusión, cantando, riendo y gritando, que Sasuke estaría de vuelta, que seriamos felices y que toda su traición no había pasado. Kakashi iba pensando en sus cosas, sin embargo, a su manera, decía lo mismo que Naruto, Sasuke estaría de vuelta… Sai y Yamato, pensaban en silencio lo que significaba aquel ninja para nosotros… Aunque para mí, empezaba a significar algo distinto… No sabía que me pasaba, tampoco deseaba saberlo, sin embargo, no tenía interés de mirar otra vez a los ojos del Uchiha, otra vez esos ojos rojos como el fuego, llamándome débil y haciéndome sentir, como una persona… como una persona, que no valía nada. Las dudas se agolpaban en mi cabeza tan rápido, que no entendía el porqué de ellas… Pero, me agobiaban. ¿Sasuke querrá vernos? ¿Nos intentara matar? ¿Acaso, quiere volver? ¿Será capaz? ¿Nos encontraremos con su hermano? ¿Pelearemos? Y si es así… ¿Quién se enfrentara con el otro miembro de Akatsuki? Siempre van de dos en dos… ¿No? ¿Si se encuentran, será capaz de derrotarle? ¿Seré capaz de ayudar a alguien? ¿O seré una molestia más, como siempre?
Tantas, tantas, tantas dudas… Y ni una sola respuesta.
Habíamos llegado a la aldea de la arena, tan rápido, que el tiempo se había perdido entre mis pensamientos, juraría que mis pies habían venido solos, porque yo, en ningún momento fui consciente de lo que quedaba por llegar.
Cuando llegamos, Kakashi comenzó a planear el sistema de búsqueda que usaríamos para encontrar a Sasuke. Apreste atención, por el hecho de no defraudar a Naruto… Ni a mi sensei. Pero las ganas de encontrar a Sasuke, se me hicieron nulas.
Cuando todo quedo repartido, nos dirigimos cada uno a la zona que peinaríamos. Con nosotros iba el capitán Yamato, dispuesto a ayudarnos en una misión, que no le importaba nada, pero que realizaba solo por nosotros.
-Sakura-chan, ¿Cuándo encontremos a Sasuke me dejaras darle su merecido?- me pregunto Naruto riéndose, mientras buscábamos por aquel mar de arena y tierra, que parecía no ir nunca a ningún lado.
-Está bien, pero después le daré yo el mío- los dos juntos reímos, disfrutando de la idea de tener a Sasuke de vuelta a la villa. Sin embargo, aunque mi risa era verdadera, no quería tenerle de nuevo en la villa. ¿Por qué? Sencillamente, porque se volverá a ir…
Estuvimos andando durante horas, buscando en aquella arena, una sola pista de donde podía encontrarse el Uchiha, o en su defecto, algún Akatsuki, a pesar de ello, El capitán Yamato, Naruto y yo, solo encontramos arena y mas arena, en ese enorme desierto. Pero cuando volvimos al punto de encuentro, nos encontramos con Kakashi-sensei, el cual había descubierto barias cosas, y entre ellas una de las que más nos gustaban. Una pista de donde podría estar escondido el Uchiha.
A pesar de que no quería verle, la noticia me animo a acabar rápido esta misión y traerle de vuelta con nosotros, lo hacía por Naruto, por mi gran amigo... Pero, sabía perfectamente que el jamás volvería.
-Está en el sur, escondido en una cueva que hay. Seguía a algún Akatsuki, de eso estoy seguro, tenemos que encontrarle. Rápido.-Ordeno el sensei, y antes de que pudiese haber un segundo de silencio tras aquellas palabras, nos habíamos puesto en marcha, hacia el paradero de Sasuke Uchiha. Corrimos y corrimos por la arena del desierto, en la cabeza iba Naruto. A su lado le seguía Kakashi, haciendo de guía al grupo. Mire en silencio la cabellera de Naruto, y me quede absorta en su pelo rubio. Pensaba, y pensaba, en Sasuke. Tenía miedo de encontrarle, ¿Y si volvía a atacarnos? ¿Y si no se venía?... Tantas dudas tenía.
Pero había algo que nos preocupaba a todos en común, y era Akatsuki. Nos preocupaba mil veces más que Sasuke. Si ellos se encontraban con Naruto, la lucha estaría servida, y no solo por la parte de ellos. Sino por la nuestra y la de Sasuke. Si nos encontrábamos con Akatsuki nos encontraríamos con él. ITACHI UCHIHA.
Llegamos a la cueva y como predijimos, hay estaba Sasuke, mirándonos desafiantes en la entrada. Su equipo estaba detrás, no se movían, pero estaban atentos a cada paso que nosotros dábamos. El Uchiha se a adelanto hasta llegar al nivel de Naruto. El silencio se produjo en el campo, hasta que él hablo.
-¿Qué quieres?- la voz fría que tenia, me recorrió por todo el cuerpo, y lo único que pude sentir fueron nervios. Nervios de verle de nuevo, de chocarme con sus ojos color fuego y volver a sentir todo lo que antes sentí.
-Vuelve a Konoha-respondió Naruto, tan seguro de sí mismo como siempre lo había estado.
-No
-¿Por qué? Dime… ¿Por qué?... ¿Por qué no puedes volver, con tus amigos, ¡eh! Sasuke?
-ya os lo dije, corte hace mucho tiempo los lazos afectivos que tenia con vosotros.- Lastima que nosotros nos neguemos a aceptar eso…
-¡Y una mierda!-grito Naruto.- Solo eres un egocéntrico, que no se quiere dar cuenta del error que está cometiendo. ¡Sasuke, tu solo no conseguirás nada!
Tenía que reconocer que el ninja hiperactivo y cabeza hueca, tenía razón, mucha razón. Demasiada incluso. Sin embargo, Sasuke podía conseguir todo lo que se propusiera, pues era un vengador. Alguien incapaz de tener sentimientos, sin embargo, sabia como nosotros, que la única manera de derrotar a su hermano, era con nuestra ayuda, Algo que se negaba a aceptar.
-hmp. No me importa lo que digas.
Se hizo el silencio cuando la vista de todos los presentes se dirigió hacía el extremo izquierdo del bosque. Allí estaban ellos. Akatsuki. De pie, mirándonos desafiantes y con una expresión en el rostro desafiante. Provocándonos hasta dejarnos inconscientes, allí estaban ellos. Allí estaba él. Itachi Uchiha, miraba a su hermano, sin pestañear con la mirada fija en él, con el penetrante ojo sharingan. A su lado estaba Kisame. El hombre tiburón. Nos miraba a todos con una mueca, con una sonrisa plantada en los labios. Al lado de ellos, el hombre marioneta, al cual ya me había enfrentado antes y la habíamos dado por muerto… Aunque se veía que nos habíamos equivocado. Y por último el rubio que dominaba los explosivos, Deidara. Capaz de llevar kilos y kilos de arcilla explosiva en cada mano. Sonreí, y no supe porque, quizás porque era la oportunidad de demostrarme a mi misma y a los demás que el entrenamiento había dado sus frutos. Era masoca, podría decir. Pero si de algo estaba segura… Era que Sakura Haruno, murió tal y como ellos la conocían.
-Sasuke, hermano, siempre tan estúpido- dijo Itachi, mientras se acercaba a nosotros- ¿Desaprovechas la ayuda que te ofrecen tus compañeros? Así nunca conseguirás lo que quieres.
-¡Cállate!-bramo.- No eres quien para hablar.
-Soy tu hermano.
-¡Nunca serás mi hermano!
-Aunque no te guste, compartes mi sangre y eres igual de despreciable que yo.- le aseguro parándose cerca de nosotros, casi a nuestro lado. Casi a mi lado.- Lo único que nos diferencia, es que tú no eres capaz de matar a tus amigos.- Dijo, y en ese mismo instante apareció detrás de mí. Demasiado rápido, para mis movimientos... Se coloco detrás de mí, agarro mi cuello, y apretó su katana contra este.
-¡Sakura!-grito mi equipo. Yo apenas me inmute. Sabía lo que Itachi quería de mí. al fin de cuentas, como ya dije, no era la misma kunoichi que conocían.
-Hermano- llamo Itachi.
-¡No me llames así!-grito este enfadado. El Uchiha siguió hablando como si nada. Podía notar sus palabras en mi oído, y su aliento chocar contra mi cuello.
-Sabes, hermanito, si fueras un poco listo, sabrías que la chica que tengo hora mismo en mis manos, es la única capaz aquí de matarte a ti, y a mí. ¿Verdad, Haruno?- me quede helada ante sus palabras, pero tenía razón, había sido preparada para esto. Años y años, preparando el momento de acabar con él. Solo por ayudar a Sasuke, la persona que ahora mismo, no quería ver.
-No se te escapa nada, Uchiha.-hable. Mientras notaba el chakra de los demás Akatsuki al lado nuestro. Tal y como me había dicho Tsunade, había caído en la trampa. Era imbécil. Ahora tendría que buscar la manera de salir de aquí. No me había dado cuenta de mi situación, hasta que sin querer, me encontre metida dentro de la boca del lobo.
-Sakura.- Me llamo Naruto- ¿Cuándo? ¿Cómo?
No esperaba tener que contar esto, de esta forma.
-Sabía que quieras encontrar a Sasuke, lo sabía. Durante años, he estado trabajando en un experimento, he entrenado… Buscando, e investigado. La forma de acabar con el sharingan. Por eso, te dije, que esta vez sería diferente… Y que si había algún problema, me dejases a mí.
-¡Sakura! ¡Tú! ¡No!- grito Naruto- No te puedo perder a ti Sakura.- temía lo peor, Naruto… me quería tanto que temía perderme con toda su alma, en cambio yo, jugaba a los médicos y decidía arriesgar la vida por conseguir traer a Sasuke de vuelta, era lo que Naruto quería… debía hacerlo por él. O Al menos eso intentaba, porque la realidad era que estaba en manos del enemigo, y a su merced. Aunque eso… tendría que cambiar.
Mire a los ojos azulados que poseía, y le dedique las más amplias de mis sonrisas.
-Jamás me perderás- respondí.
Todo se quedo en silencio tras aquella frase, el Uchiha hundió mas la katana en mi cuello, hasta provocar que un hijo rojo bañase el arma. Era pequeño y poco preocupante para una ninja medico. Pero demasiado efectivo en cuando al dolor emotivo que provocaba. Kakashi intentaba buscar una solución para sacarme de ahí, Naruto iba a saltar de un momento a otro. Yamato se lo impedía, Sai estaba buscando una solución optima al conflicto. Sasuke en cambio, miraba la escena con furia rabia e ira.
-Tarde o temprano- me susurro el Uchiha al oído-vendrás con nosotros, quiero algo que tienes.
Naruto era buscado por ellos, por culpa del Kyubi. Lo mío, era por culpa de mis conocimientos.
-¡¿Qué tiene ella, Itachi?!- pregunto Sasuke, enfadado, realmente enfadado. Me hizo temblar.
-tranquila- me susurro antes de contestar a su hermano- Ella tiene el poder de curar nuestros ojos, de evadirlos, y por si fuera poco de destruirlos. Te dije que eres estúpido. Perder a esta chica en tu vida, ha sido uno de tus grandes errores. Acaso pensabas que estabas en su equipo por casualidad…
-¿tu como sabes esa información?- pregunto esta vez Kakashi, ante mi asombro. ¿Qué información? Era mi pregunta.
-Es evidente… El ultimo descendiente del clan Uchiha, el Kyubi… La miembro femenina del equipo no podía ser menos.
-En eso estas equivocado, Uchiha.-le dije- yo no soy tan especial como Sasuke y Naruto, soy simplemente un ninja más.
-No creo que a un ninja más, le entre un Sannin, simplemente por aburrimiento, Haruno- me contesto. Agarre con mi mano derecha, la empuñadura de la katana, por encima de su mano y apreté.-ten cuidado, gatita, no sea que me arañes- me dijo con sarcasmo, a lo que yo respondí con más fuerza sobre su mano. Me agite y golpe su abdomen con mi codo izquierdo, haciendo que me soltase. Caí alejada de ambos grupos, en buena posición para atacar.
-Pein nos agradecerá llevarla con nosotros, ese temperamento es digno de amasarlo-río el tiburón, por detrás del Uchiha.
-Estaría bien, ver las paliza que la da el líder por la tontería que tiene- dijo Deidara.
-Sakura no se irá con vosotros- bramo Naruto, el cual había aparecido a mi lado. Me gire para encontrarme con la vista del rubio, pero para mi asombro también se topo con el sharingan de Sasuke.
-Ella no se va a ningún lado. Itachi, tu pelea es conmigo, no con ellos.
-¿Ahora la quieres?- dijo irónicamente.- toda la vida enamorado de ella… ¿Y ahora la quieres?
-¡Cállate Itachi!- bramo Sasuke enfadado, y yo me quede perpleja ante mi asombro.
-Sasuke... ¿Es cierto lo que dice este maldito?- pregunto Naruto por mí- ¿Y si es cierto? ¡Por que la hiciste tanto daño! ¿Acaso te parecía bonito jugar con los sentimientos de la persona que moriría por ti…? Eh, Sasuke…
-¡Basta!- grite. No quería escuchar más hablar del tema.
-La pelo chicle se enfada- escuche decir a Deidara detrás del Uchiha mayor. Las pocas veces que le había visto, eran para sacar una conclusión de su personalidad bastante definida. Es idiota.
-Ah… Odio que me hagan esperar- Murmuró Sasori lo suficientemente alto para que lo escuchásemos todos. Sin embargo, nadie contesto a ello. Mire a Sasuke, este tenía la cabeza gacha, se mordía el labio y podía notar la sed de venganza que emanaba dentro de él. Si algo sabia de él, es que era un vengador.
Sin desearlo cerré mis ojos fuertemente para intentar que no cayesen las lágrimas que amenazaban con salir. Sí Sasuke siempre me amo… ¿Para qué coño tanto dolor? ¡Por esto! ¡Por esto es lo por lo que no deseaba verle! siempre tan egocéntrico. Siempre tan frio, siempre tan imbécil, siempre era así… la única persona capaz de desquiciarme, de hacerme llorar y de enojarme.
-La has hecho llorar, hermano. No te puedo dejar nada… Todo lo destruyes, insensato.- Pronuncio lentamente las palabras, provocando a Sasuke. Si algo sabía de Itachi era que jugaba con sus enemigos para simplemente, divertirse, siempre lo hacía. Pues él era el maestro de la batalla, creaba ilusiones capaces de hacerte revivir hasta el más ultimo de tus recuerdos amargos, era capaz de enfadarte hasta tal punto que no razones, y acabes contigo mismo. Es capaz de todo.
Sasuke se volvió a morder el labio con más fuerza, y vi caer hasta su mentón un hilo de sangre, que me revolvió las entrañas.
-Uchiha, jugar con los sentimientos de la gente, es de cobardes, pero hacerlos con los de tu propio hermano, es despreciable.- brame enfadada, no podía aguantar más la situación, y estaba perdiendo la cabeza.
-Sakura, Sakura… Recuerdas tus palabras cuando eras pequeña, lo mucho que le querías y lo que él te ignoraba. ¿No te alegra saber, lo que siempre has querido saber?
-La verdad, es que No.- Pronuncie segura de mi misma, notando como en cada palabra Sasuke se enfadaba más y tensaba su mano, hasta convertirla en un puño.- Creer en las palabras del enemigo, es darle ventaja, Solo creeré las palabras que salgan de sus labios, y que expulse su garganta. Mientras tanto, seguiré sin créeme nada. Uchiha, Por estas razones son por las que siempre te he querido matar. Eres despreciable.
Itachi sonrió de lado, y cogió la katana en posición de ataque. La batalla comenzaba. Era hora de decidir el futuro de todos. Pero en especial… El mío.
