Hera Syndulla Twi-lek capitana de la nave rebelde ghost es por mucho la piloto más habilidosa y bella que he conocido, su astucia es arrolladora, muchas veces me deja perplejo, el solo pensar en ella me tranquiliza y a la vez me intriga por mucho que yo crea conocerla ella siempre logra sorprenderme.
Cuando la conocí no pensé que llegaríamos muy lejos ni siquiera pensé que me embarcaría en la misión de mi vida y mucho menos que ella me motivará a seguir creyendo en mi mismo, después de todo lo que he sufrido ella aparece y se convierte en un rayo de luz; cuando conocí a la tripulación del Ghost no pensé que me llevaría con nadie pero ella siempre supo como mantener unido al equipo y cómo lidiar con las más alocadas situaciones.
Nunca pensé que los caminos de la fuerza me atraerían a ella y su singular figura, es como si la energía que brota de ella fuera un cálido abrazo que me da confort, seguridad y algo más que no logro explicar. Ella es muy especial en mi vida es lo más hermoso que me ha pasado, mi trágica vida solo fue la pérdida de mis padres, de mis congéneres, de mis amigos, de mi libertad y todo eso cambio cuando una mano fue extendida y me levanto de mi letargo.
Sé que lo que estoy haciendo esta mal, el solo pensarlo me revuelve el estómago, ella no es como yo, ella es de otra especie, es de un mundo distinto su edad y la mía son un impedimento. Sé que como creyente de la fuerza esto me puede orillar al lado oscuro pero… lo vale.
-hey ¿pequeño Jedi estás listo?-su dulce voz me saco del tormento de mi mente.
-Claro, lo estoy-casi temblando le contesté.
-Ok justo a tiempo estamos saliendo del hyperespacio y llegamos a…
-La cuarta luna de Yavin, base de la alianza rebelde-dije un poco atónito por la afinidad con la fuerza que esa misteriosa luna tenia.
-Claro que si, Kanan-aunque su voz no lo denotaba ella lloraba porque yo no podría apreciar con mis propios ojos aquel lugar en donde habíamos llegamos.
