La visita del dragón
Date Masamune y Kojuro Katakura acababan de llegar a su destino. Poca idea tenían de como habían llegado hasta allí, ni de dónde se encontraban exactamente, sólo sabían que, siguiendo una senda en la montaña, de pronto les apareció un paisaje desconocido delante de las narices. Un pueblo que jamás habían visto, que no figuraba en ningún mapa, y con un aire mágico y misterioso. Sus casitas simples, con señales de que allí vivía gente, pero era muy temprano, la gente dormía aún, y mientras Kojuro y Date trataban de entender dónde habían llegado, se fijaron en el enorme castillo que moraba sobre una montaña, vigilando el pequeño pueblo, así que decidieron subir hasta lo alto para averiguar quién era el amo de aquel lugar.
-Masamune-sama.- Habló Kojuro.- Mientras subiamos hacia aquí arriba, he estado meditando a fondo. Creo saber quiénes habitan en este castillo, aunque no puedo estar seguro del todo.
-¿Has pensado en el Clan Tomodachi? .-Preguntó el dragón azul a su ojo derecho.
-Así es.- Contestó él.- Según cuentan las leyendas, viven en algún lugar escondido en Japón, y dicen que un hechizo mágico los protege del exterior, me pareció que eso era lo que pasó cuando de pronto vimos aparecer el paisaje: un hechizo.
-El clan Tomodachi… por fin veremos si son tan fuertes como cuentan las historias.
-Mitsuki.- Dijo Junichi, viendo a los dos visitantes en la puerta de su castillo, mientras él decía esto, una chica apareció en su espalda, como si hubiese sido una ráfaga de viento.- Parece que tenemos visita.
-¿Visita? .-Preguntó ella con inquietud, pues nunca nadie había logrado encontrar su castillo después de muchos años.
-Creo que se trata del Dokugan-ryuu, el famoso Masamune Date.
-¿Dokugan-ryuu? ¿El Dragón tuerto?
-Exacto. Ve a buscar a Aohime y a Keiji.- Ordenó Junichi.
-¡Ni hablar! .-Se negó Mitsuki, sonrojada.- Que están los dos encerrados en la habitación de Aohime y a saber qué están haciendo.
-¡Pues ve a buscar a Meimei! .-Espetó Junichi con cara de fastidio.- Que se ocupe ella.
-Entendido.- Mitsuki sonrió maliciosamente.- Si Meimei va a por él, ese dragón tuerto no saldrá con vida de aquí.
Date y su sirviente Kojuro habían escalado el muro de piedra mientras Junichi y Mitsuki hablaban, aterrizaron sobre un amplio jardín principal muy bien cuidado, lleno de flores. Dos estatuas de panteras custodiaban la puerta principal, que estaba cerrada. Date se quedó un momento contemplando el castillo, era un castillo japonés, parecido al de Osaka, pero amarillo y con los tejados rojos. El ojo de Date captó una silueta que los observaba desde lo alto de uno de los tejados.
-¿Eh? ¿Qué es eso? .-Date volvió a fijarse bien, por un momento le había parecido ver una figura humana.- Ah, no es nada, sólo un gato.
-¡Masamune-sama, mire! .-Avisó Kojuro, Date fue de inmediato donde estaba Kojuro, leyendo una especie de tablón de anuncios.
-¿Qué es? .-Preguntó Date intrigado mientras se acercaba.
-Un cartel.
-¿Y qué dice?.- Ambos leyeron detenidamente el cartel.
"¡Derrota a la asesina felina y encuentra el pasadizo secreto del clan Tomodachi!
El clan Tomodachi posee una entrada secreta para entrar al castillo, para abrirla, deberás vencer a Meimei y derrotar al jefe de campamento, una vez dentro tu misión será derrotar a los cuatro jefes del clan". El cartel incluía un mapa donde se señalaba un lugar con la nota: "usted está aquí" escrito en varios idiomas, los pasadizos del castillo y unos iconos que indicaban dónde estaban los jefes.
-¿Q-qué significa esto? .-Preguntó Date, sin saber qué pensar.
-No lo sé.- Kojuro se encontraba igual de confundido.
-Esto debe de ser una brom…- Empezó a decir Date, pues nada de eso le sonaba serio, pero de pronto cayó en la cuenta de algo.- ¡Un momento! .-Exclamó, perturbado.- ¿¡La asesina felina!? .-Tuvo la certeza de que sabía dónde la había visto, volvió a dirigir su mirada hacia el tejado donde había divisado la figura de un gato, pero allí ya no había nada. Miró hacia todas direcciones pero no lo encontró, se quedó en absoluto silencio, estaba seguro de que podía escuchar el leve sonido de un cascabel, acercándose, posó su mano sobre la empuñadura de una de sus espadas y comenzó a desenvainar lentamente, hasta que escuchó un último cascabel, esta vez justo donde estaba Kojuro. Sacó su espada de la funda y le gritó: - ¡KOJURO, NO TE MUEVAS!.- Kojuro apenas tuvo tiempo de reaccionar, en menos de un segundo, una chica de pelo plateado y blanco, con orejas de gato y vestida con colores blancos y negros estaba detrás de él con una estrella ninja, lista para rebanarle el pescuezo. Date se abalanzó sobre ella antes de que atacara a Kojuro, la felina dió un gran salto hacia atrás y se sentó, como lo habría hecho un gato, en lo alto del muro y con una expresión molesta musitó un miau. Luego se irguió y mostró sus dos estrellas ninja amenazadoramente. Tenía además, una larga cola peluda de gato, realmente les pareció que se trataba de una auténtica felina, como si no fuese humana. Meimei dió un salto desde el muro. -¡Aquí viene! .-Indicó Date a Kojuro, la gata aterrizó en el suelo y echó a correr hacia ellos con las estrellas en mano.- ¡Yo me encargaré de esta asesina!.- Date había pasado tantos días viajando a caballo, que ya sentía que necesitaba un poco de acción.- ¡COME ON! .-Date se encaró a ella, pero al llegar donde se encontraba él, Meimei le saltó por encima, como si lo quisiera esquivar.- ¿Eh? ¿Pero qué hace?.- Meimei fue directa hacia Kojuro, que sacó su espada y luchaba para detener con ella las estrellas ninja, la gata consiguió liberar las estrellas y rozó a Kojuro con ellas, dejandole una X marcada en la ropa.
-¡Miah!.- Gritó Meimei mientras asestaba el golpe, aunque el objetivo era matar a Kojuro, sólo había logrado rasgarle la ropa. Date fue en ayuda de Kojuro y Meimei saltó de nuevo para escapar.
-¿Estás bien? .-Preguntó Date a Kojuro.
-Sí, no ha sido nada.- Quitó importancia.
-¿Porque habrá ido a por ti? No lo entiendo…- Intentaba razonar Date, luego se dirigió hacia Meimei.- ¡Pelea contra mi! .-Pero Kojuro se había quedado pensativo, y de pronto creyó haber dado con la respuesta.
-Masamune-sama, déjeme a mi, quiero probar una cosa.- Dijo kojuro decidido.
-Como quieras, pero ten cuidado.- Advirtió Date. Meimei se había parado en el suelo a una distancia prudencial, con sus manos en el suelo y la espalda encorvada y bufando como un gato enfurruñado. Vigilaba a Kojuro como un centinela, en cuanto este se echó a correr de pronto sin mediar palabra, ella corrió detrás de él sin dudar ni un momento. Mientras Date se preguntaba qué era lo que Kojuro pretendía hacer y porqué Meimei parecía tener ese interés en él. Kojuro se giró mientras corrió y vio como Meimei lo perseguía, justo como él había planeado, de pronto puso su mano en el bolsillo de su chaqueta, se detuvo, sacó algo que Date no pudo ver y lo lanzó con todas sus fuerzas, hacia el infinito, Meimei saltó hacia el objeto volador, Date vió entonces que se trataba de un pescado y este y Meimei desaparecieron en el horizonte.
-Funcionó.- Proclamó triunfante Kojuro.- Iba a por el pescado.
-Eh… sí… esto… Kojuro…- Murmuró Date con cara de asco y asombro al mismo tiempo.- ¿Porque llevabas un pescado ahí?
-Eh… eran provisiones para el viaje…- Explicó Kojuro como si fuese lógico.
-Ahora entiendo porqué olías tan mal.
Mitsuki y Junichi habían estado observando el espectáculo del enfrentamiento de Meimei contra Date y Kojuro todo el tiempo, al ver el resultado, quedaron sin palabras.
-Vaya, qué contratiempo… ¿Qué hacemos ahora? .-Preguntó Mitsuki.
-Tenemos que atacar. Llama a las tropas, baja las compuertas.
-Vale.- Mitsuki acató la orden de Junichi, se dirigió a una palanca que había en una pared y la bajó.
Date y Kojuro notaron que estaba ocurriendo algo, una especie de puertas en una de las paredes estaban comenzando a abrirse, como si de pronto fuese a aparecer algo de dentro.
-Las compuertas se abren.- Advirtió Date.- Prepárate Kojuro. Durante unos segundos que les parecieron eternos, las puertas se abrían delante de sus ojos, lentamente, mientras ellos esperaban ansiosos con las espadas en la mano, en posición de combate inminente. Las compuertas quedaron abiertas del todo, Date y Kojuro esperaron unos segundos más, pero no sucedió nada, nadie salía de allí, y todo estaba en silencio, lo único que se podía escuchar era el sonido del viento.
-¿Eh? .-Preguntó Date confundido.- Pero… si no hay nadie.
-¿¡Eh!?.- Exclamó Junichi, que no comprendía qué estaba pasando.- Pero… ¿¡Dónde están las tropas!? ¿¡SE PUEDE SABER DÓNDE DEMONIOS…!?
-Oh oh…- Musitó Mitsuki con expresión preocupada.
-¿Mitsuki? .-Preguntó Junichi mirandola interrogativamente.
-Se me olvidó decírtelo, les dije que podían irse de vacaciones un tiempo… .-Dijo Mitsuki quitándole importancia.- Que despiste…
-¿Vacaciones…?
-Sí, a Hawaii, mira, nos mandaron una postal.- Mitsuki mostró una postal con un paisaje de playa soleado, una palmera y una hamaca y algo escrito firmado por "general Kam".- Junichi miró la postal sin dar crédito y preguntándose cuánto tiempo debía llevar sin saber que las tropas no estaban allí.
-¿Pero quienes se han ido? ¿Todas las tropas?
-Sí, y Kam y Ryuuichi también.
-¿¡Ryuuichi también!? .-Exclamó Junichi. Luego se quedó pensativo.- Bueno, de todas formas ellos han venido solos.- Dijo serenandose.- Además, no creo que encuentren rápido la entrada secreta, eso nos dará tiempo.
-... -Mitsuki se quedó mirando con preocupación.- C-claro, seguro que tardan un montón… ¿Como iban a adivinar que tenemos una? Es imposible.- Pero mientras pronunciaba esas palabras unas imágenes de Aohime mostrándole el cartel que había postrado en la entrada del jardín venían a su mente.
-Que gente más rara, yo no entiendo nada.- Explicó Date a Kojuro, mientras ambos iban en busca de la entrada secreta al castillo.
-Ni yo.
-Bueno, vamos a por esa entrada secreta.- No llevaban mucho andando cuando a lo lejos divisaron un puesto en el que se encontraba un jefe de campamento haciendo guardia. Vestía de soldado y en lo alto del puesto ondeaba una bandera rosa con un conejito blanco haciendo el símbolo de la victoria. - ¡Un jefe de campamento! .-Indicó Date.- Entonces sí debe haber una entrada secreta.- Date desenvainó de nuevo su espada, pensando que por fin le tocaría luchar.- Ok! Here we go! ¡Por fin un poco de acción! .-Exclamó mientras blandía su espada contra el jefe de campamento, como un rayo saltó hacia él y le asestó un golpe mortal, pero no notó en ningún momento resistencia alguna, el campamento explotó al instante, un trozo de madera voló a los pies de Kojuro, éste lo tomó para comprobar que se trataba de la cabeza del vigilante.
-¿Qué? Pero si era de madera.- Se quedó de piedra Kojuro.
-¡Nos han vuelto a engañar! .- Exclamó Date observando el trozo de madera con forma de cabeza en manos de Kojuro. Mientras decía eso, una compuerta se abría en la pared que estaba a su lado. - ¡La entrada secreta!
-No, esto no está pasando.- Junichi vio como el campamento explotaba y la entrada se abría, dejando vía libre a sus enemigos para acceder al interior de su castillo, no podía creerlo.
-No sé cómo puede haber pasado.- Mintió Mitsuki.- Alomejor son más listos de lo que parecen.
-¡Ya me he cansado! ¡Esto es la guerra! ¡AHORA MISMO VAMOS A POR KEIJI Y Aohime! ¡YA! .-Ordenó, con fuego en los ojos.
-¿¡Qué!? .-Preguntó Mitsuki sonrojada.- ¡Pero es que aún están en la habitación!
-¡PUES ENTRAMOS CON LOS OJOS TAPADOS! ¡ESTO ES UNA EMERGENCIA! .-Junichi blandió su espada y se dirigió al cuarto de Aohime como alma que lleva al diablo y con los ojos encendidos como el fuego del infierno, se paró en la puerta y alzó la espada, mientras Mitsuki observaba desde detrás y se tapaba la cara como acto reflejo cuando Junichi destrozó y echó la puerta abajo de un solo golpe, causando un fuerte estruendo. Junichi giró la cabeza y cerró los ojos mientras gritaba.- ¡DEJAD LO QUE ESTEIS HACIENDO Y VESTÍOS! ¡NOS ATACAN! .-Pero no hubo ningún sonido, Keiji y Aohime miraban sentados en el suelo a Junichi y Mitsuki, sin saber qué era lo que estaba ocurriendo, Junichi giró la cabeza y abrió uno de sus ojos, al no ver nada obsceno les miró ya con los dos ojos abiertos, Aohime y Keiji seguían con la misma expresión, en medio de ellos había un tablero de parchís.- Eh… ¿Estais jugando al parchís? .-Mitsuki abrió los ojos al oír eso, y comprobó que era cierto.
-Pues claro.- Contestó Aohime.- ¿Y qué íbamos a estar haciendo? .-Preguntó inocentemente.
-Eh… no nad-.- Junichi recordó entonces a lo que habían venido.- ¡No hay tiempo para hablar! ¡Nos atacan! ¡Y ya han entrado al castillo!
-Jah, no hace falta que te estreses, yo me encargo.- Aohime se levantó del suelo y se colocó las gafas en la cabeza.- Esto lo arreglo yo en un abrir y cerrar de ojos.
-Cuidado Kojuro, se puede esperar cualquier cosa de este lugar.- Advirtió Date, mientras ambos andaban por un pasillo oscuro, Date llevaba una antorcha en la mano que alguien había dejado en la entrada del pasadizo.
-Yo no creo que ya nada me sorprenda, después de esa loca felina y el soldado de madera.- Vieron una luz al final del túnel, con forma de puerta, así que la atravesaron y se encontraron con un amplio salón. - Ya está, estamos dentro.- El suelo era de color dorado y reluciente, las paredes amarillas con ventanas y decoradas con algunos cuadros, firmados por alguien llamado "Aohime Chikanari", y al fondo había dos escaleras que conducían al piso superior. , .-Verdaderamente, este castillo es enorme… -Date se quedó observando un cuadro de una chica que vestía de morado y que observaba la luna ¿Sería una de los dueños de la casa?.- Eh… ¿No se supone que aquí debería haber alguien? .-Preguntó a Kojuro.
-Pues sí, según el mapa…
-Espero que no nos estén volviendo a engañar.
-Jah, claro que no.- Contestó una voz dulce y femenina desde el piso superior, Date y Kojuro dirigieron su vista hacia allí, en la barandilla estaba subida una chica pelirroja, de ojos azules, vestida de rosa y amarillo y con unas gafas de aviador en la cabeza. - Aquí estoy.
-¿Cuando ha subido ahí? .-Preguntó Date. Un segundo antes la chica no estaba allí, estaba seguro de eso, pero no la había oído llegar y subirse a la barandilla. Ella descendió por la barandilla de las escaleras como si hiciese esquí, se dejó llevar por la velocidad que alcanzó y saltó unos metros, aterrizando delante de ellos.
-Os lo advierto, será mejor que os marchéis antes de que os vuele la cabeza.- Advirtió Aohime guiñandoles un ojo y con aire despreocupado.
-Jah.- Rió Date.- Aquí la única decapitada serás tú.
-Está bien, pero después no digáis que no os lo advertí. -Aohime sacó su pistola y posó.- Mi nombre es Aohime Chikanari, y mi especialidad es matar con dulzura.
-Qué atrevida.- Dijo Date molesto.- No sabes con quién estás hablando.- Mientras hablaban, alguien descendía la barandilla justo como había hecho Aohime, pero sin que nadie se diese cuenta.
-Bueno, basta de cháchara, vamos all- .- Empezó a decir Aohime, pero la persona que había saltado desde la barandilla también aterrizó justo encima de ella, aplastandola. Aohime gritó del susto y del dolor de haber sido aplastada, el otro enseguida se levantó y se disculpó.
-L-Lo siento, no he calculado bien la trayectoria del salto.
-Keiji… .-Lloriqueaba Aohime.- Me has hecho quedar mal…- Date se fijó en el recién llegado: pelo extremadamente largo, castaño y mal cuidado, ropas extravagantes y de colores vivos, aspecto de vagabundo, y por supuesto, el mono en su cabeza. No le hacía falta preguntar, sabía exactamente de quién se trataba.
-¿El vagabundo Maeda? .-Preguntó en voz alta.- ¿Qué haces aquí?
-Ahora protejo a mi amada.- Contestó.- Soy su guardaespaldas.- Aohime miró a Keiji unos segundos con las manos juntas y los ojos brillantes, como si mirase a un Dios griego. Luego se puso delante de él y le dijo:
-Bueno, pero ahora no te metas Keiji, quiero encargarme yo personalmente.
-Vale, pero me quedaré cubriendo tus espaldas.
-No me subestimes, niña.- Habló Date entonces, con su espada ya desenvainada, al igual que la de Kojuro.
-No lo haré, pienso luchar hasta la muerte.
-ALL RIGHT! PUT YA GUNS ON! .-Gritó Date como signo de batalla.
-OK! LET'S DANCE! .-Siguió Aohime, pero a Date pareció no gustarle nada eso.
-¡Oye, no me copies!
-¿Qué te crees? ¿Qué eres el único que sabe inglés? Que yo soy filóloga, para que lo sepas.- Alardeó Aohime.
-¡Vale! ¡Ya me estoy cansando! ¡Acabaré contigo! .-Date alzó su espada como si fuese a atacar en ese momento, pero Aohime disparó desde donde se encontraba, Date detuvo la bala con su espada, pero Aohime siguió disparando más veces, Date hizo girar su espada como si fuese una hélice y parar todas las balas que ella le enviaba, la táctica funcionó, y cuando Aohime dejó de disparar, Date aprovechó para correr hacia ella, cargó su espada y asestó un golpe, pero Aohime saltó hacia atrás justo a tiempo, y mientras estaba en el aire, disparó dos balas contra Date. La primera acertó a su casco y lo hizo saltar de su cabeza, la segunda rozó el brazo izquierdo del Dragón, que lanzó un quejido.
-¡AG!.- Dijo cogiendose el brazo derecho con la otra mano.
-¡Masamune-sama! .-Exclamó Kojuro yendo hacia él, pero Date no le dejó que le examinara la herida.
-¡N-no es nada! Sólo un rasguño. IT'S NOT OVER YET! .-Dijo amenazante.
-Punto para mi.- Se burló Aohime sacándole la lengua a Date, mientras Keiji aplaudía.
-¡No te burles de mi! .- El ojo de Date se encendió de la cólera que sentía.- ¡AHORA VAS A SABER LO QUE ES BUENO! .-Sacó de las fundas todas sus espadas y se las colocó en las manos.- ¡SEIS GARRAS!
-Ui, ui, ui.- Dijo burlándose aún Aohime.- El gatito ha sacado sus uñas para arañarme la cara.- Aohime volvió a apuntar a Date con su pistola mientras decía eso, pero cuando apretó el gatillo, no ocurrió nada.- ¿Eh? …- Siguió apretando pero no consiguió nada.- ¡Se ha quedado sin balas, maldita sea! .-Aohime recordó cuando, hablando con Junichi, le dijo que algún día se le acabarían las balas, ella le dijo que eso no iba a suceder. Se imaginó a Junichi con los brazos cruzados y diciéndole "Ya te lo dije". Mientras estaba pensando en eso, Date corría hacia ella con sus espadas en alto, listo para asestar un golpe mortal. Aohime, desesperada, no tuvo otra idea que lanzar su pistola contra Date con todas sus fuerzas, la pistola impactó contra la cabeza del Dragón con un sonoro ¡clonc!
-¡Maldita tramposa! .-Se quejó Date mientras le salía un chichón donde la pistola le había alcanzado.- ¡ESTA BATALLA SE VA A TERMINAR YA!
-Tienes razón, yo también me estoy cansando.- Aohime cargó entonces con su super Bazooka especial, Date corrió hacia ella más enfadado que nunca, Aohime apuntó a Date con su arma, lista para acabar con él de una vez por todas.
-¡Veamos quien es más rápido! .-Desafió Date.
-Vas a acabar igual que lo hizo Saica.- Amenazó Aohime. Kojuro y Keiji estaban ambos mirando el combate, con sus espadas desenvainadas en la mano, listos por si tenían que intervenir en cualquier momento, Date mientras corría hacia Aohime, cogió su casco, mientras ella esperaba el momento justo para volarle la cabeza.
-Jah.- Rió Date, cuando hubo estado lo suficientemente cerca, lanzó su casco contra el bazooka, el casco se quedó atorado en él, haciendo de tapón, Aohime no tuvo tiempo a reaccionar, había apretado el gatillo justo un segundo antes.
-N- .-Pero no tuvo tiempo de decir nada más, el bazooka se disparó, pero como el casco estaba tapando la salida de la bala, la explosión provocó que retrocediera, arrastrando a Aohime con él, Keiji intentó frenar a Aohime.
-¡YO TE SALVARÉ! .-Gritó poniéndose en la trayectoria, pero el impacto fue demasiado fuerte y acabó arrastrando a Keiji también. Ambos se estamparon contra la pared con un fuerte estruendo que se oyó por todo el castillo.
-Se lo advertí.- Dijo Date con una sonrisa maliciosa y los brazos cruzados, orgulloso. Aohime y Keiji no pudieron contestar nada, los dos estaban estampados contra la pared, Aohime cayó al suelo en un momento, pero Keiji siguió ahí encajado en la pared amarilla, inconsciente. -Jajajaja, ya pueden estar agradecidos de dejarles vivir. Lo único que lamento es haber hecho estallar mi querido casco.
-Yo le haré otro casco igual, Masamune-sama.- Se ofreció Kojuro.
-Oh, Dios mío, Aohime, ¿Qué te han hecho? Es horrible.- Dijo Mitsuki horrorizada.- ¡Nunca lo perdonaré!
-Es… es… imperdonable… - Junichi se había dejado caer en el suelo, abatido, como si ya no pudiese más.- Imperdonable.- Repitió.- ¿Porque?... Maldita sea… yo… yo…
-Ánimo, Junichi, les vengaremos.- Intentó animar Mitsuki, girándose hacia él.
-Yo… ¡ACABABA DE PINTAR ESA PARED! .-Dijo levantándose de pronto con una mirada homicida. -¡ESTO EXIGE VENGANZA! ¡A LAS ARMAS!
-¡POR FIN NOS TOCA! .-Exclamó Mitsuki.- Pienso cargarme a ese Dragón tuerto con mis propias manos.
-So easy.- Se pavoneó Date.- Bueno, ahora a por los que faltan, ¿Por donde hay que ir?
-Por ningún sitio.- Dijo una voz detrás de él, Date se giró confundido hacia sus dos nuevos enemigos.- Aquí estamos.
-Pero a ver, si en el cartel dice que estais arriba, ¿Para que lo poneis si después hacéis lo que os da la gana? .-Preguntó molesto Date. Junichi no entendía de qué estaba hablando.
-¿Qué cartel?
-Bah, ¿Qué más da? ¡Lo que importa es la pelea! Let's party! .-Date volvió a coger una de sus espadas.- ¿Quién de los dos luchará contra mi?
-¡Yo! .- Contestó Mitsuki.- No pienso perdonarte lo que le has hecho a mis amigos.- Mientras Mitsuki decía eso, por dentro estaba fijándose bien en el Dragón que tenía delante y pensó:- Vaya, ahora que me fijo en él… es bastante guapo.- Date saltó con sus seis garras mientras Mitsuki pensaba en sus cosas.
-¡Vale! ¡Pues ve rezando lo que sepas! .-Pero Mitsuki interrumpió a Date mientras estaba en el aire.
-¡ESPERA! .-Gritó, Date se detuvo.- ¿No puedes esperar a que diga mi nombre y mi frase o qué? Para algo lo decimos, ¿O es que crees que es para que la autora rellene más páginas?
-Y no habéis dejado que yo hable.- Se quejó Junichi también.
-Uuh… eh… p-perdón.- Se disculpó Date, un poco alucinado.
-¿Ahora puedo? .-Preguntó Mitsuki.
-Sí, sí, continúa.
-Mi nombre es Mitsuki Nishihara.- Dijo mientras hacía un pose peliculera como Aohime, pero con cuchillos ninja y sus dos espadas.- Y yo jamás abandono a mis amigos, permanezco con ellos hasta el mismo final.- Kojuro aplaudió ante la presentación, maravillado, Date miró la hora en su reloj, ya se le estaba haciendo tarde y pronto empezaba Sengoku Basara así que quiso apresurarse.
-Bueno, ¿Ya has terminado?
-¡No! ¡Aún falto yo! .- Intervino Junichi.- Pienso vengar lo que habéis hecho a la pared.- Luego se volvió a mirar a Kojuro.- He oído que el ojo derecho del dragón es un gran estratega, será un honor para mi medir nuestras fuerzas, ¿Qué me dices?
-Acepto encantado.- Contestó Kojuro.- Yo también tengo ganas de luchar, así seremos dos contra dos.
-Hm. Esto va a ser divertido por fin.- Proclamó Junichi.- Llevaba demasiado tiempo sin luchar. Yo también me presentaré: mi nombre es Junichi Kido y soy despiadadamente mortífero.- Los cuatro se prepararon para luchar, sacaron sus armas y se pusieron en posición de combate, Date se abalanzó sobre Mitsuki con sus seis garras, ella saltó y lanzó sus cuchillos contra él, pero ninguno llegó a alcanzarle. Junichi y Kojuro se batieron en un duelo de espadas, pero Junichi sacó una pistola y disparó a Kojuro, que esquivó la bala, Junichi saltó donde había saltado Mitsuki también, justo donde se encontraban los cuerpos sin consciencia de Keiji y Aohime.
-Pues sí que son fuertes.- Dijo Mitsuki a Junichi.
-Tenemos que pensar en algo.- Lo que ellos no sabían, era que justo donde se encontraba Keiji encajado, la pared se estaba empezando a resquebrajar, subiendo los daños hasta el techo y parte del techo estaba comenzando a derrumbarse.
-No tenemos tiempo de pensar, tenemos que ir a por todas, ya.- Dijo Mitsuki. Date ya había vuelto de nuevo a la carga y avanzaba hacia Mitsuki amenazante.
-¡Vamos, esto solo acaba de empe-! .-Pero no pudo terminar la frase, un enorme trozo de techo se había desprendido y cayó justo encima de él, aplastandole.
-¡Ma… Masamune-sama! .-Exclamó Kojuro viendolo. Mitsuki y Junichi no daban crédito a lo que acababa de ocurrir.
-No, esto sí que no puede estar pasando…- Dijo Junichi, pero Mitsuki no dijo nada, se había quedado sin palabras. Aohime levantó la cabeza en ese momento y se frotó los ojos con sueño.
-Mmm… ¿Qué ha pasado? .-Preguntó.- Me ha parecido oír un ruido.- Mitsuki y Junichi corrieron a ayudar a Kojuro, que ya estaba tratando de levantar el trozo de techo de encima de Date. Cuando lo consiguieron sacar, Date estaba boca abajo inconsciente, pero luego de un quejido, abrió lentamente su ojo, volviendo en sí. Mitsuki estaba allí delante de él, con carita de pena, y Date creyó haber visto un ángel.
-Pobre, ¿Estás bien? Siento lo que ha pasado.- Se disculpó Mitsuki.
-Eeh… sí, estoy bien.- Dijo Date, aún maravillado por esa visión de Mitsuki.
-No te preocupes, yo te curaré las heridas.- Le dijo ella.
-Mitsuki, Keiji y yo también necesitamos cuidados.- Advirtió Aohime a Mitsuki, pero esta estaba demasiado ocupada con Date.- ¿Mitsuki? ¡Mitsuki!
-Errr… parece que habrá que olvidarse de la pelea.- Dijo Junichi viendo la escena.
-Eh… sí, será lo mejor.- Coincidió Kojuro.
Luego de aquel incidente, Mitsuki se ocupó de curar a los enfermos y de procurar que se sintieran bien, Date y Kojuro decidieron aceptar la hospitalidad del clan Tomodachi y pasar allí un tiempo, hasta que Date estuviese recuperado.
-Podeis quedaros todo el tiempo que querais.- Dijo Mitsuki a Date mientras le servía un té.
-Thanks.- Aohime y Keiji también estaban allí, sentados en el brasero, merendando, llenos de vendas, Meimei, que ya había regresado, estaba allí cerca de Aohime durmiendo, y Junichi y Kojuro se pusieron manos a la obra para arreglar el techo y la pared. Parecía que aquella visita del Dragón había sido nada más que un extraño caso puntual, hacía muchos años que nadie había encontrado su paradero, y Kojuro y Date prometieron guardar el secreto, así que parecía que el clan Tomodachi no iba a tener más dolores de cabeza, o al menos eso pensaron…
Una sombra observaba aquella bonita escena, escondida en lo alto de un árbol.
-Vaya, vaya… así que el Dokugan-ryuu y el vagabundo Maeda junto con el clan Tomodachi… Qué interesante… .-Dijo la sombra con una sonrisa maliciosa.
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