Disclaimer: D. Gray-man es propiedad de Katsura Hoshino . Este Conjunto de Drabbles participa en el reto: Mes de Apreciación: Noviembre - 2016 - "Alma Karma" del Foro: Resurgiendo entre las Cenizas.

Personaje: Alma Karma.

Advertencia: AU.

Cantidad de palabras: 435.

Este conjunto de drabbles está sujeto a:

Rated: M

•Género: Drama

•Flor de loto: Violeta

•Emoción: Piedad


—Quiero morirme —el pensamiento había pasado, vagabundo, por su mente. Se consideraba a sí misma como una persona optimista, pero las últimas circunstancias en su vida la obligaban a pecar de desesperación.

Si ese pensar se hubiera materializado en palabras todos hubiesen volteado a verla, con el asombro en sus miradas, con tal vez un poco de horror —o incluso pena—. Por eso no había dejado que las palabras se le escaparan, esas palabras eran sólo suyas, el sentimiento mortífero le pertenecía, después de todo era su vida y ella decidía cómo vivir… O cómo morir.

¿Qué había de malo en irse del mundo un poco antes de lo que la sociedad consideraba que había que vivir? ¿Por qué tenía que cumplir con ese previsible ciclo al que se sujetaban las comunidades? Nacer, educarse, independizarse, buscar pareja, formalizar, formar una familia, tener un hijo, luego buscar al niño del otro sexo… Esas cosas no eran para ella, Alma no había nacido para eso y ahora la vida se lo recordaba cada día.

No creía en Dios —más bien no tenía pruebas suficientes para afirmar su existencia y, entonces, fundamentar su credibilidad—, él la había abandonado.

—En realidad, Dios no me ha abandonado: Dios nunca me pudo abandonar porque jamás me acogió como una de sus hijos —divagaba mientras sus ojos azules se posaban en un crucifijo antiguo, aquel que parecía observarla desde la pared lateral.

Era una idea muy loca, pero parecía que ese hombre crucificado estaba mirándola. A ella. La miraba a ella.

—Quiero morirme —le dijo al sujeto que la miraba.

(Porque en realidad sí la miraba)

Esperó. Esperó porque —por un mínimo lapso— creyó que, quien lo observaba, la visitaría para llevársela. Creyó. Y sonrió para sí misma por la estupidez que había hecho y negó con la cabeza. ¿Cómo había podido creer?

(Tomó ese poco de fe con sus manos y la estrujó mientras apretaba los dientes)

—Alma, tienes visitas —la adorable sonrisa de la enfermera le molestó, pero más le irritó no reconocer a la persona que se había sentado a un lado de su camilla.

(Pero le molestaba, quería que desapareciera)

Él no dijo palabra, clavó sus ojos en la chica sin emoción alguna.

— ¿Crees en Dios? —le preguntó ella sin saber porqué.

Él no la miraba con pena, él no buscaba nada. Él se encogió de hombros y ella se vio reflejada. Era cierto, no importaba.

—Quiero morirme —le confesó. Aunque no sabía quién era, las palabras fluían por su cuenta.

—Pues hazlo —respondió él.

Y la dejó con los labios entreabiertos y el llanto en puerta.


Hola a todos. Estos conjuntos estarán unidos por la coherencia —o eso se intentará(?— y tendrán la particularidad de ir y venir en el tiempo —porque amo complicarme la existencia(?—.

Es la segunda vez que escribo sobre Alma, no se puede negar que es un personaje complicado, aún así espero haberlo hecho decentemente. Gracias por leer.