Chloé cambio.

¿Para mejor? o ¿para peor?

Es incierto. Los demás se podrían decir que estaban mejor, pero ella empeoraba.

Ella no tenía catorce años, pero la edad no era una explicación para lo que estaba haciendo. Los factores de su vida influían, pero la voz de su mente le decía y sus manos lo hacían.

Todos lo notan, se percatan de que esta mas diferente. Madurez, se lo ameritan. Esta mas callada, menos egocéntrica, menos caprichosa, mas retraída.

Algo sucede. Pero a nadie le importa.

No, a Sabrina sí.

Pero Chloé no le dice lo que sucede y no tiene intención de hacerlo jamás.

—Umm—Expresa Chloé al chocar con alguien a la salida del colegio.

—Lo siento—Se disculpa Adrien, como si él fuera el causante, en eso se da cuenta que era Chloé, su amiga que hace mucho no veía. Si, la veía en su salón, pero después de las vacaciones de hace un año, ya no se le lanzaba y le hablaba.—¡Chloé! —llamó antes de que se marche por completo.

Ella seguía caminando sin oír. El rubio la tomó de la muñeca, ella reprimió un quejido que quería salir, al apretar su corte reciente y algo profundo.

—¿Qué pasa?

—¡Hace mucho que no hablamos! —Exclama— Así que...

—Estoy apurada, Adrinkis—Mirando su muñeca.

—Umm, si si claro—se rasca la nuca nervioso y la suelta—Seguramente tienes tus cosas.

Ella sonríe. Adrien piensa que es falsa.

Su mirada es cabizbaja, su corazón se hunde en su pecho y siente ella se aleja, no solo del lugar. Adrien siente de su vida, que está perdiendo una amiga de muchos años.

Mira su mano y sus ojos se expanden cuando se encuentra que sus dedos están manchados de sangre.

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(16/05/19)