Miss you- capitulo 1 Tu regreso, mi tortura

El pelinegro se bajo ya enfadado del avión. Había tenido un largo vuelo desde Londres a Japón así que lo único que necesitaba era tumbarse en una cama y dormir 40 años.

Recogió sus maletas y espero un rato en la sala de espera hasta que se arto y salió del aeropuerto. Estaba decidido, tomaría un taxi. Camino por la acera del aeropuerto y paró su caminar al reconocer a una persona y esta al girarse por inercia lo reconoció también.

-Sasuke, cuánto tiempo pequeño.- Dijo una señora de cabellos rubios, era tsunade-sama, prácticamente su segunda madre. –Qué bueno que has vuelto, no tienes idea de cuánto te han extrañado las niñas.-

-Bueno si yo tengo 17 ellas deben de tener… 15.- El uchiha se llevo una mano a la nuca. –Como pasa el tiempo ¿no?-

-Sí, muy rápido.- La señora reparo en sus maletas. – ¿Ya llegaron por ti?- El uchiha negó con la cabeza. –Ya veo… vas directo a tu casa ¿cierto?-

-De hecho no, me hospedare en un hotel, tuve un pleito con papá y creo que la distancia es buena.- El pelinegro le sonrió a la señora y esta frunció el ceño

-Inaceptable…- Tsunade tomo la maleta del chico y comenzó a caminar con ella.

-S-señora tsunade…- El pelinegro camino detrás de la rubia y paro frente a un hermoso auto blanco.

-¿Te gustaría volver a ser el niñero de mis hijas?- La rubia se giro hacia el pelinegro y este la miro con duda en su rostro. –Sabes que Jiraiya y yo estamos de viaje casi todo el tiempo y aun que ya todas tienen 15 años, dejarlas sin alguien que las proteja es algo que me parece aterrador.- La rubia llevo una mano hasta sus ojos y agacho la mirada

-T-tsunade-sama, no te pongas así…- El pelinegro soltó un suspiro y miro a la señora con una sonrisa en su rostro. –Está bien, lo hare pero solo hasta que arregle las cosas con papá.-

-¡Muy bien querido!- La rubia le dio un golpecito en el hombro. –Estoy segura de que las niñas se emocionaran cuando te vean.-

El uchiha sonrió al recordar sus viejos tiempos, en los que tenía 12 años y sus 5 pequeñas amigas de 10 años necesitaban que cuidara de ellas. Ahora todas habían cumplido ya sus 15 años y le dolía no haber estado hay para acompañarlas, pero las circunstancias lo habían separado de ellas.

Subió al auto en la parte trasera y espero paciente a que la señora llegara a la mansión haruno.

La familia haruno era dueña de una de las empresas más importantes del mundo, junto con la de su familia. Las empresas Haruno y la Uchiha's forman parte de las 5 más importantes a nivel mundial y aun que nunca les ha faltado dinero cuando tenía solo 12 años de edad lo contrataron a él cómo niñero de sus 5 hijas gemelas cuando ellas tenían 10 años. Paso casi la mitad de su vida en Japón pero al tener un pleito con su padre Fugaku decidió enviarlo a Londres a terminar sus estudios y desde entonces no había sabido nada de los haruno.

Después de unos minutos llegaron a la mansión haruno y sasuke bajo del auto y abrió la puerta de tsunade

-Qué lindo sasuke.- Tsunade le dio una palmadita en la espalda y saco las maletas de sasuke de su auto.

Entraron a la gran mansión, era aun más grande de lo que recordaba, casi tan grande como la de su familia. Las puertas se abrieron y ahí fue cuando sasuke formulo su pregunta.

-Tsunade ¿Por qué estabas en el aeropuerto si no ibas a viajar?- El pelinegro se giro para ver el rostro sorprendido de la rubia, parecía haber visto un fantasma

-¡Jiraiya, lo he olvidado en el aeropuerto!- Grito la rubia asustada. –Sasuke te quedas en tu casa, instálate en un tu viejo cuarto y nos vemos en la cena.- Tsunade corrió nuevamente hasta su auto y prendió el motor con dirección al aeropuerto

-Valla que la extrañaba.- El pelinegro se giro y entro en la casa. Suspiro una vez que estaba dentro, había un extraño olor a cerezos en el aire, también extrañaba eso de los haruno.

-Sasuke-chan, ¡Volvisteeeee!- Una pelirosa se abalanzo sobre el rodeándolo por el cuello. –Sasuke-chan, te extrañe mucho.- Dijo la ojijade. Llevaba un vestido color rosa pastel al igual que el color de su cabello y sobre este un suéter rojo haciendo juego con una tiara del mismo color.

-N-nana-chan.- El pelinegro la rodeo lentamente por la cintura correspondiendo el abrazo. -…También te eh extrañado pequeña.-

La chica soltó una risita emocionada y después serró sus ojos aspirando el aroma de sasuke. Se quedo así hasta que sintió sus manos sostenerla por la cintura mientras la alejaban levemente de él.

-Nanami, mi pequeña nana-chan.- El pelinegro le dio un beso en la frente depositándola en el piso. La chica se sonrojo fuertemente y después le sonrió.

-¡Hatsuki, Mai, Akiko, Sakura…! ¡Sasuke-chan ha vuelto!- Nanami corrió hasta sus hermanas que bajaban por las escaleras. Todas miraron a sasuke con los ojos abiertos, todas a excepción de sakura que estaba sentada en uno de los escalones sin expresión alguna.

-¿Es verdad lo que miro?- Dijo una pelirosa con un vestido gris hasta las rodillas y su pelo atado en una trenza francesa, lo miro con duda por unos segundos. Llevo una de sus manos hasta su barbilla haciendo un puchero que al pelinegro le dio gracia. Le dio una vuelta completa viéndolo con duda y después de mirarlo cara a cara le sonrió y se hecho en sus brazos. –Sasu-chan, te extrañe.- El pelinegro sonrió y correspondió su abrazo.

-Igual yo Mai-chan, ¿Te has portado bien todo este tiempo?- El uchiha revolvió sus rosados cabellos y rio al ver la negación de la chica. –Hatsuki, Akiko…-

Las nombradas abrieron los ojos de más al escuchar sus nombres de la varonil voz de sasuke.

Hatsuki vestía una camisa blanca de manga corta, una falda rosada hasta las rodillas muy pegada a su cuerpo y un moño rosado alrededor de su cuello, mientras que Akiko llevaba una blusa lila de manga larga y una falda morada larga, una bufanda azul alrededor de su cuello y su pelo suelto hasta la mitad de sus hombros.

Sasuke abrazo a Hatsuki con su brazo rodeándola por el cuello y después con su brazo libre abrazo igualmente a Akiko. Las dos chicas a cada lado del cuello de sasuke se estremecieron al sentir su aroma e inmediatamente se sonrojaron. El pelinegro las retiro una ves que el abrazo le pareció prolongado y al ver sus rostros sonrojados se extraño.

Se giro hasta el pie de las escaleras donde la última de las 5 hermanas gemelas lo miraba sin expresión alguna en su rostro.

-…Sakura…- Dijo en forma de susurro mientras la veía con los ojos un poco más abiertos de lo normal, la chica soltó un bufido. Llevaba una blusa blanca pegada a su cuerpo y un chaleco negro sobre esta, una falda negra y un labial rosa pastel que combinaba con el color de su cabello largo hasta la cintura.

El pelinegro se acerco quedando justo frente a ella, la chica al verlo acercarse se puso de pie en el segundo escalón dispuesta a caminar escaleras arriba pero sasuke la tomo por la mano una vez que ella se había dado media vuelta. Tiro de su mano obligándola a girarse de vuelta, ella lo miro con los ojos más abiertos de lo normal y la jalo atrayéndola hacia él.

Pudo sentir como sasuke la rodeaba con sus brazos por la cintura mientras la apretaba contra su pecho. Recargo su mentón sobre su hombro y la ojijade abrió los ojos cuando sintió un susurro en su oído por parte del pelinegro.

-Sakura.- Dijo con voz tenue mientras disfrutaba, con sus ojos cerrados, del olor corporal de sakura. –A ti también te extrañe… y mucho.-

La haruno se sonrojo al sentir su piel erizarse ante el roce de la nariz y los labios de sasuke contra su cuello y serró sus ojos para disfrutar aun mas de aquella sensación.

Abrió de golpe sus ojos al escuchar una risita por parte de nanami. Se inclino hacia atrás y empujo a sasuke con ambas manos aun que solo logro moverlo un poco

-¿Q-que estás haciendo pervertido?- La pelirosa completamente roja giro su vista hacia otro lado

-¿Por qué estas tan roja sa-ku-ra?- El pelinegro le sonrió tiernamente mientras le guiñaba un ojo.

-N-no sé de qué hablas.- La pelirosa escucho unas risas por parte de sus hermanas y frunció el ceño dejando su sonrojo de lado. -…Ya me aburrí.- Dijo la ojijade volviendo a las escaleras y subiendo por ellas. Entro a su habitación cerrando la puerta con seguro y se dirigió hacia su closet. Estaba ahí, una caja en lo más profundo de su closet con un hermoso moño azul alrededor de su cuello. Lo tomo en sus manos, un pequeño conejito rosado, y lo miro fijamente unos segundos. –…Volvió…- Le susurro y abrazo al pequeño peluche serrando sus ojos y sonrió al recordar como sasuke la abrazaba hace un par de segundos.

Fin del primer capítulo :3

Espero que les guste, este fic se me ocurrió cuando vi la imagen. No recuerdo haber visto uno igual a este así que espero que les guste todo lo que salga de mi cabecita (Porque la estoy exprimiendo de mas D:)

En fin, muchas gracias por leerlo, nos vemos luego ;)

Chao Chao…