Hola! Bueno... aquí empezando otro Fic más como toda buena Fan de Piccolo XDDD.
Esta historia tiene lugar justo después de la batalla contra Freezer, en aquellos días en los que Gohan era un pequeño niño y Piccolo aún no estaba fusionado con Kamisama. Esta será mi primera historia en la que haré un OC (Original Character).
Disfrutad!
Dragon Ball no me pertenece. Es obra original de Akira Toriyama. No obtengo absolutamente nada con este escrito, sólo la satisfacción de que la gente lo lea.
"EL SECUESTRO DE PICCOLO JR"
Capítulo 1: Nuevos enemigos
Piccolo se encontraba meditando tranquilamente cerca de una cascada mientras trataba de relajarse, hacía pocos meses los Nameks habían vuelto a su nuevo planeta al cual habían bautizado como NuevoNamek. Piccolo se sentía un poco nostálgico debido a esto ya que había decidido quedarse en la Tierra en lugar de volver con los de su raza, en el fondo veía sus vidas demasiado aburridas. Sin embargo, no paraba de pensar en que el realmente no pertenecía a este planeta, y su vida de todas formas era, en cierto modo, aburrida. Si no había algún malvado monstruo al cual enfrentarse su vida era sumamente monótona, sólo veía pasar los días lentamente mientras se entrenaba física y mentalmente para volverse más fuerte. El tema de dominar al mundo había quedado en el pasado, Goku había muerto ya una vez, y con ello la muerte de su padre vengada, por lo que ya no le veía ningún sentido a seguir con sus planes de dominar la Tierra.
Piccolo se sentía muy confuso. Su vida había cambiado en esos últimos años de una manera drástica tras el entrenamiento que le había dado al pequeño Gohan, el hijo de Goku. Su carácter se había vuelto más blando y su maldad desaparecía poco a poco, quitándole toda importancia a la misión que su padre le había encomendado. Debido a esto ya no le veía objeto a vivir en aquel planeta. Todo esto lo ponía muy nervioso y por este motivo dedicaba tardes enteras a la meditación. "Tal vez debí haberme ido a NuevoNamek" Pensaba constantemente.
Sin embargo, el pequeño Gohan solía interrumpir constantemente su meditación, dándole un poco de vida a su monótona y aburrida vida, aunque en el fondo le molestaba verse interrumpido en aquella fase de paz. Pero éste era un mal menor, ya que las interrupciones del pequeño le hacían olvidar un poco aquellos extraños pensamientos que constantemente lo agobiaban. Y por supuesto, este día no sería la excepción.
- ¡Mire Señor Piccolo! ¡El dragón y yo hemos aprendido un nuevo baile! - Le gritaba el pequeño Sayayin. El Namek solo trataba de ignorar al pequeño mocoso ya que odiaba enormemente esos estúpidos bailes, aunque afortunadamente ya no eran tan escandalosos como solían ser, ya que por fin Gohan había aprendido a no silbar cerca de él, debido a que en cierta ocasión casi lo mata por hacer ese molesto sonido. Sin embargo, Piccolo seguía sin aguantar los bailes del pequeño mocoso.
- Gohan, ¡¿PODRÍAS CALLARTE UNA VEZ?! - Le gritó Piccolo.
- Lo siento señor Piccolo. - Dijo Gohan avergonzado sin recibir respuesta alguna de su maestro, aunque el pequeño niño sabía como encontentarlo rápidamente, así que se sin pensarlo dos veces se acercó lentamente a él. - Oiga señor Piccolo, ¿Quiere que entrenemos un poco?- Finalmente el pequeño había usado las palabras adecuadas, consiguiendo una sonrisa de su maestro.
Finalmente los dos se dirigieron a entrenar, y cogiendo sus posiciones, empezaron a pelear. Esto le recordaba mucho a Piccolo aquella época en el que convivía con aquel niño constantemente, en esos seis meses que por primera vez no se sintió tan sólo en este planeta y esto le hacía tener algo de nostalgia, ya que para él, habían sido los 6 meses más felices de su vida. Pero desgraciadamente su entrenamiento no pudo durar mucho ese día, ya que en pleno calentamiento un extraño terremoto sacudió la Tierra de imprevisto.
- ¿Pero que podrá haber sido eso Señor Piccolo? - Gritó Gohan a su maestro.
- No tengo ni idea. Pero siento dos Ki muy poderoso en esa dirección. - Le contestó Piccolo dirigiendo su mirada hacia cierto punto donde parecía haber aterrizado un objeto inmenso, y sin pensárselo dos veces, los dos se dirigieron en busca de la causa de aquel terremoto. Ciertamente, en ese planeta no pasaba mucho tiempo sin que pasasen cosas extrañas.
Una gran nave había aterrizado en medio de un pequeño pueblo en el Norte. Era una nave muy parecida a la que usaron los Sayayins cuando llegaron por primera vez a la Tierra, pero en un tamaño tan espectacular que dejó asombrados a los dos guerreros. "¡¡¿Pero que demonios es eso?!!" Se preguntaba Piccolo mientras se acercaba a ella con su pequeño discípulo. En aquel momento los demás guerreros se percataron de la presencia de este nuevo objeto no identificado y rápidamente se dirigieron al punto donde había aterrizado.
No pasó mucho tiempo cuando por fin todos empezaron a llegar todos a aquel punto, Tien-Shin-han, Chaous, Krillin, Yamcha; todos llegaron finalmente esperando a ver quien demonios saldría de aquella nave. Desgraciadamente ni Vegeta ni Goku podrían ayudar esta vez, ya que aun no habían vuelto de su largo viaje a través del universo.
- ¡Hola chicos! - Saludó Yamcha a los demás.
- Este no es momento para tonterías. - Respondió gruñendo Piccolo sin voltearlo a ver siquiera.
- ¡Relájate! Que sólo es un saludo. - Yamcha le respodió molesto.
En ese momento la gran nave finalmente abrió sus puertas. De ella salió un gran ejército de guerreros, seguido por su líder que claramente se trataba de un guerrero Sayayin. Éste llevaba una túnica negra con una armadura plateada adornada con trozos dorados, su cabello era negro y despeinado, y de su espalda asomaba una cola de mono muy parecida a la de nuestro amigo Goku, y tras el, se encontraba una chica hermosa, de tez morena con una cabellera negra y larga, su rostro era de facciones hermosas acompañadas de unos bellos ojos azules, su cuerpo tenía perfectas proporciones las cuales se veían resaltadas con un vestido blanco escotado lleno de joyas, y al igual que el otro Sayayin, asomaba de su espalda una cola de mono, que se agitaba alegremente.
- ¡Que bien! Al fin hemos llegado papá. - Dijo la bella chica al gran guerrero que se encontraba a su lado.
Todos se quedaron anonadados con aquella chica, era realmente preciosa, todos excepto Piccolo, que el nunca había estado interesado en algo tan banal como era el tema de las mujeres, más bien él estaba fijándose en aquel guerrero, ya que su Ki era incomparable "Puede que sea mucho más fuerte que Goku" Se decía a si mismo. Finalmente aquellos recién llegados se dieron cuenta de la parecencia de nuestros amigos.
- ¡Vaya! Veo que han venido a darnos la bienvenida. - Dijo el guerrero con túnica.
- ¿¡Quienes son ustedes!?¿ Que quieren en este planeta? - Les gritó Piccolo gruñendo entre dientes.
- Piccolo no seas tan descortés, puede que vengan en son de paz. - Le dijo Krillin algo asustado, los Sayayins siempre habían sido una raza guerrera muy poderosa, y sin duda, aquellos dos no serían la excepción. - Perdonen a mi amigo, es que no es muy sociable, explicaba mientras sudaba nervioso con la presencia de estos dos guerreros.
- Por mi no hay problema en haceros una leve presentación. - Comenzó el guerrero, riéndose entre dientes. - ¡Yo soy el Sambock, el nuevo rey de los Sayayins! Nosotros venimos del planeta NuevoVegita, y el motivo de nuestra visita es el de conquistar vuestro planeta para dárselo como regalo por su diesiochoavo cumpleaños a mi pequeña hija Azuki. - Dijo el malvado rey guerrero señalando a la chica que se encontraba a su lado. - Así que yo si fuese ustedes no oponía ninguna resistencia, ya que no podréis contra mi ejército de soldados.
- ¿Así que se trata de Sayayins? Que divertido, pues no les será tan fácil conquistar este planeta. - Dijo Piccolo quitándole su capa y su turbante preparándose para la pelea, seguido de sus otros compañeros.
- Así es, además, este pequeño niño también tiene sangre Sayayin. - Dijo Yamcha señalando al pequeño Gohan cautivando la atención del Sambock.
- ¡Yamcha! Eso no era necesario. - Le susurró Tien-Shin-Han poniéndose aún más nervioso.
- Vaya, vaya... Y como es que hay sangre tan poderosa en este planeta, ¿Como has llegado aquí pequeño? ¿Te han enviado a conquistar este planeta? - preguntó el rey Sambock.
- ¡Deja al niño en paz! ¡Su padre es un Sayayin muy poderoso al que ustedes llaman Kakkarotto! - Dijo Piccolo molesto.
- ¡Kakkarotto! Ya me acuerdo de él. ¡Es hijo de Bardock! ¿Aún sigue con vida ese mocoso? El muy inútil de Bardock murió cuando Freezer fue a destruir nuestro planeta, pero yo, a diferencia de él, huí de ese planeta con mi pequeña, y nos instalamos en otro nuevo, el cual conquistamos y ahora llamamos NuevoVegita. No fue muy listo de su parte decidir morir en aquella batalla, dejándo a un niño por su cuenta.
- Pues Kakarotto fue el guerrero que derrotó a Freezer. - Gritó Krillin, dándole importancia a su amigo. Estas palabras impactaron al guerrero, le recordaba cuan temible era aquel monstruo llamado Freezer, y saber que había sido derrotado por el hijo de Bardock le había impactado, aunque hay que reconocer, que se sentía aliviado de sentir que no tendría que huir de él nunca más.
Azuki escuchaba atentamente la conversación, ella nunca había conocido a aquel monstruo llamado Freezer, pero sabía que ese era el motivo por el cual su madre ya no estaba en el mundo de los vivos. Sin embargo, aquel Namek le llamaba la atención, los Nameks no suelen ser una raza guerrera, además suelen ser muy pacíficos. Y este especialmente era diferente a los que ella recordaba, era el primer Namek atractivo que conocía, había ciertos rumores de que los Nameks eran asexuales, pero ella sabía que no era así. Asuki era una chica muy curiosa, y le encantaba investigar acerca de las distintas razas que habitaban en el universo, y la verdad es que aquella raza era la que más le llamaba la atención. "¿Que se sentirá estar con un Namek?" Se preguntaba Asuki mientras soñaba despierta, imaginándose a Piccolo con ella, sin embargo, sus pensamientos fueron interrumpidos rápidamente.
- Lo siento, pero para eso tendrás que derrotarnos. - Le decía Piccolo a Sambock poniéndose en posición para pelear.
- Bien, si no vais a cooperar, entonces acabaré con ustedes. ¡Vamos bola de inútiles, ataquen! - Gritó el Sayayin a su ejército.
La batalla comenzó, los guerreros Z empezaron a pelear contra el ejército de Sambock, no eran muy poderosos, pero no querían fiarse mucho. La batalla iba bien para los guerreros, y Azuki no hacía más que mirar pelear a aquel atractivo Namek. Y después de observarlo un rato, por la cabeza de Azuki pasó una de las ideas más macabras que pudiesen pasar por la mente de una princesa Sayayin como ella.
- ¡Papa! ¡Detén la pelea! He cambiado de parecer. - Le dijo la pequeña dirigiéndose a su padre.
- ¿Eh? ¿De que hablas? Tú me insististe para venir a conquistar este planeta. ¿Ahora que tienes en mente? - Le preguntó su padre confuso.
- Quiero a ese Namek como regalo. El planeta de todas formas sería muy difícil conquistarlo con esos guerreros tan poderosos, y aun más sabiendo que Kakkaroto puede venir en cualquier momento a reclamarlo. Así que quiero que lo Secuestres para mi papá. Dile a tus soldados que lo atrapen, pero que lo quiero vivo. - Dijo metiéndose de nuevo dentro de la nave.
- Como quiera mi princesa. - Decía Sambock inclinándose ante su hija. Si, era un padre que consentía enormemente a su pequeña. La idea de conquistar un planeta había sido suya, sin embargo, algo más había captado su atención.
- ¡Escuchad! ¡Cambio de estrategia! ¡Quiero que capturen al Namek con vida! - Gritó Sambock dirigiéndose a la multitud, y dejando a los guerreros Z aturdidos ante el cambio drástico de planes, no podían entender para que podrían querer llevarse a Piccolo.
- ¡Nadie se llevará al Señor Piccolo! - Gritó el pequeño Gohan.
- ¿No será que saben acerca de la existencia de las esferas del dragón? - Preguntó Krillin.
- No tengo ni idea, pero no dejaré que me derroten tan fácilmente. - Dijo Piccolo. - Muy bien, ¡Todos! ¡Hay que acabar con la basura! - Gritó Piccolo a sus compañeros.
- ¡SI! - Le contestaron todos.
- ¡KIKOKU!- Gritó Ten-Shin-Han logrando derrotar a varios guerreros de un sólo golpe.
- ¡KIENZAN! - Gritó Krillin descuartizando a unos pocos más.
- ¡ROGAFUFUKEN! - Gritó Yamcha consiguiendo aniquilar a otro gran grupo de soldados.
- ¡MAKANKOSAPPO! - Gritó Piccolo atravesando al resto. Mientras que Gohan se dedicaba a dejar inconscientes a unos pocos.
Finalmente sólo quedaban en pie nuestros amigos y el Rey Sayayin con su bella hija.
- Vaya, habéis podido derrotar a mi ejército en cuestión de segundos. Sin embargo, ese poder no es suficiente para derrotarme a mí, el gran Sambock! - Y con eso, aquel hombre se transformó en SuperSayayin y se dirigió a pelear contra los guerreros Z.
Piccolo fue el primero en ir a atacarlo, seguido por Gohan y los demás. Sin embargo, éste era tan poderoso que, en tan sólo unos segundos los hizo morder el polvo, dejándolos inconscientes en el campo de batalla. Finalmente el guerrero Sayayin volvió a su forma natural, cogiendo al Namek inconsciente y llevándoselo a su nave.
- ¡Gracias papá! - Le dijo la pequeña Azuki plantándole un beso en la mejilla a su padre mientras daba saltos a su alrededor.
- ¡Muy bien! ¡Quiero que aten a este Namek! ¡Nos vamos a casa! - Gritó el rey Sambock arrojando al Namek al suelo. Y con estas palabras, se dirigieron a aquel planeta, donde se resguardaban algunos guerreros Sayayins.
Continuará...
XDD. Ya se, ya se... como todos mis Fics, es un poco extraño, pero me vino el otro día la idea a la cabeza. De verdad espero que les guste ;P. Por cierto, usé la misma metodología de Toriyama para los nombres, ahí me ven revisando nombres raros de plantas XD, si ya se, no soy muy creativa inventando nombres UU.
Inicio el Fic poniéndolo en T, pero no se si más adelante vaya a subirlo a M. Quien sabe, depende de lo que me pida la imaginación XDDD.
No se les olvide dejarme Reviews!!
