Disclaimer: Ni los personajes mencionados ni el mundo en el que se desarrolla la historia son de mi propiedad. Únicamente hago esto por el mero placer de perder el tiempo.

Solo esta vez

Él acaba de volver del infierno y hace siglos que no toca a una mujer. Ella acaba de perder la vista por ayudarle y la última persona que conoció se llamaba Jessie y no fue para siempre.

A él no le gustan sus chistes y ella nunca lo considerará demasiado listo. Él la cree su amiga y ella siempre ha sabido que tiene buen corazón.

Es solo esta vez.

Se besan en la cocina, entre el olor de las especias de la comida de ella y el de la pólvora de él. Se besan con fuerza y en silencio, cada uno virgen en su propia condición (él, resucitado, lleno de miedo y culpa; ella, ciega, reducida al tacto), intentando arrancar de la boca del otro un pedazo de alma que les ayude a ser un poco más parecidos a su anterior yo.

Él cierra lo ojos para no tener ventaja. Ella quiere memorizarlo a través de la piel. Se unien y buscan sobre la mesa de la cocina, con rabia y violencia, marcándose con uñas y dientes, despedazando entre sus manos el cuerpo del otro al no encontrar en él la pieza que les falta.

En la sala de al lado, Bobby y Sam no preguntan, tan solo suben un poco el volumen del partido cuando escuchan los gemidos. Ninguno pregunta que ocurre cuando, al traer la cena, él regresa con los ojos rojos y a ella le tiemblan los labios. Ellos no contestarán y tampoco repetirán la experiencia.

Nunca volverá a ocurrir.