Capitulo 1 : Solo...¿O no?
-¿Hola?
No había nadie a su alrededor. ¿Donde estaba?
-¿Hay alguien aquí?
Estaba solo. Lo único que le hacia compañía era la blancura del espacio. Nada mas.
-¿L-Lovino?… ¿F-Feliciano?…¿Señorita Elizabetha?…¿R-Rana estúpida?…-
¿Qué era ese lugar tan extraño?
-…Ahora en serio estoy solo…-Soltó una risa nerviosa. Eso era lo que el quería. ¿No?
-Entonces… ¿Por qué me siento tan mal…?-Sintió como las lágrimas recorrían sus mejillas. Realmente…no quería estar solo.
-¿Por que lloras?- Levantó la cabeza sorprendido por la dulce voz que lo llamó, al momento sonrojándose al ver a una chica de cabellos castaños y ojos azules sonriendo alegre, a su lado un chico de cabello rubio y ojos del mismo color. Por mucho mas alto que el…parecían de cerca 16 años…el apenas era un chico de 10 años…
-N-¡No es de tu incumbencia!-dijo levantándose de golpe y limpiarse las lagrimas lo mas rápido posible.
-No tienes por que ocultar tus lagrimas-dijo entre risas el chico, haciéndolo sentir ligeramente perturbado.
-N-no e-estoy ocultando…
La chica tomó su cara entre sus manos y posó sus labios en su frente.
-No te preocupes, majestad. Nosotros estamos aquí para hacerte compañía.-dijo mirándolo fijamente a los ojos, su cara aún con sus manos en la cara.
-¿Q-quien eres? –preguntó sonrojándose hasta las orejas.
La chica sonrió y dijo:
-Mi nombre es Rose. El es Oliver. Encantados.
-A-Arthur…
-No se preocupe, majestad.-Dijo Oliver abrazándolo por la espalda.-No tiene por que llorar.
-¿Eh?
-Nosotros…-Rose envolvió la cintura de Arthur con sus brazos y sonrió- Siempre estaremos con usted. No importe lo que pasé, majestad.
-¿Majestad?
Arthur se sentía abrumado por todo lo que sentía en ese momento. Las lagrimas todavía estaban frescas en sus mejillas, pero ya se sentía muchísimo mas alegre con estas extrañas presencias cerca de el .
-¿No lo sabes? Tu eres dueño de este lugar-dijo con una sonrisa Rose.
-¿D-Dueño?
-Tu puedes crear cualquier cosa aquí…lo que tu desees…
-¿Cómo lo hago?
-Muy fácil.-Oliver poso sus manos sobre los hombros de Arthur -¿Qué es lo que quieres?
-…Una casa…donde me amen…
Una sínica sonrisa se formó en los labios de Oliver
-Voltea
Así lo hizo y se sorprendió al ver una mansión enorme alzarse frente a el.
-¿Así la querías?
La voz de Rose le sacó del transé y le hizó sonrojar.
-S-si…
-Usted puede hacer todo lo que desea…
Un rosal empezó a florecer y Oliver tomó una de las muchas rosas rojas que crecían de el.
-Usted es nuestra reina…-dijo sonriendo de rodillas ante Arthur entregándole la rosa.
-¡Soy un chico!-gritó sonrojado pero aún así tomo la rosa fuertemente contra su pecho.
-Lo sabemos-dijeron los dos al mismo tiempo.
-Nosotros somos diferentes, majestad…-Rose susurró en su oído.
-Nosotros nunca lo dejaremos- Oliver susurró en el otro.
-Oliver…Rose…-miró a los dos con un sonrojo y una sonrisa casi invisible.
-Entremos-Dijo Rose tomando del brazo a Arthur.
-Majestad-Oliver tomo la otra mano.
Arthur entro a la mansión sintiendo su corazón explotar de felicidad al encontrar por fin una familia a la cual pertenecer.
Sin darse cuenta de la sonrisa de oreja a oreja que se formaba en los labios de ambos…literalmente.
"El infierno se ha vuelto real"
"Y jamás te dejaremos escapar"
