Capítulo 1
Era un apacible y hermoso día en Fandom cuando…
—Hey, ¿Cuál apacible y hermoso día? ¿En dónde, ah? ¿Mi reina hermosa? Eso fue un mierdero y lo sabes.
—Fye —Me levanté de la silla en donde me encontraba escribiendo—, ¿En qué habíamos quedado tú y yo, ah? Quedamos en que….
—Sí, sí. Pero di las cosas como son. ¿No?
Fue conmigo, me abrazó por las caderas e hizo lo que amo que haga, me miró a los ojos y sonrió.
—Si les vas a contar todo lo que pasó el año pasado aquí con esos cretinos a tus "amadas" lec…
—Oye, ¿y por qué lo dices así? ¿Haciendo esas comillas imaginarias?
—Porque es que no me gusta ni compartirte con tus lectoras, por eso. —Es el colmo con él, a veces su actuación de "celos" llega muy lejos.
—No molestes, mi neko. Y mejor vete a dormir o a jugar un rato porque esto va para largo. Les quiero contar a todas mis dulces y amables lectoras lo que….
—Y lectores… ¿qué hay de la tal Sombra esa, eh? Ni creas que ya se me olvido: "Mi reina bella…" tsk, no sabes cómo lo detesto. Me cae al hígado el pendejo ése.
—Ya sabes que él y yo ya no nos hablamos porque tenemos maneras muy diferentes de pensar, pero como sea, ¿será que me vas a dejar escribir o no?
—Está bien, está bien —Extendió los brazos hacia los lados y dio media vuelta para salir—. Cuéntales entonces a las chismosas de tus "amadas" lectoras todo lo que pasó, pero empieza… Perdón, es que todavía me da risa —Y claro, al recordarlo mientras él abría la puerta y salía, me empecé a reír igualmente—. Diles lo que pasó en el set el día que llegaste con el guion del capítulo diez de tu amiga Bell Suspenso. Ah, sí, ese día sí que valió la pena no haberte visto en toda una semana. Fue muy divertido, mi sádica y hermosa reina malvada.
—Claro, mi neko, como tú quieras, mi amor…
—¿Viste? Malvada, sabes lo mucho que me gusta que me digas eso, pero no ahí sentada mientras te preparas para escribir durante dos largas y eternas horas. Me gusta que lo digas cuando estamos en la habitación. Cuando estamos en la….
—Chao, mi Fye. Vete que yo me canso, mi amor. Así que cuando me canse de escribir, bueno, no sé, no sé…. chanannnn…
—Esa amistad con la tal Bell Suspenso no es que me guste mucho que digamos porque, mira, te has vuelto una misteriosa de lo peor. Dime, ¿qué es lo que me vas a hacer cuando te canses de escribir, eh? ¿No me puedes dar un adelanto?
—Hmmm, ay, no sé, no sé, mi neko… —me giré hacia la laptop y reí—. Creo que me gusta más la idea de dejarte con la curiosidad. Así como hace Bell a cada rato.
—Bueno… pues cuando te veas con ella y con las demás autoras también, como tu tal amiga Clarissa, por ejemplo, agradécele de mi parte. Porque es gracias a ella y a su fic que tú, yo y todos esos pendejos también, nos divertimos mucho. No tardes, mi hermosa reina. Te estaré esperando en la habitación muy, muy impaciente…
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-.-
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Era pues 19 de Octubre de 2015, digo, en mi mundo, en realidad. Pero en Fandom, que es en donde viven todos aquellos personajes de anime que tanto amamos, era 19 de noviembre. Llegué con el capítulo de Bell recién estrenado para que mi Fye y todo su equipo pudieran ponerse a trabajar, pero lo que yo nunca me imaginé es que me iba a reír tanto ese día.
Mi neko tiene razón. Sí que nos divertimos grabando ese fic y en sí trabajando en las demás producciones.
Llegué cómodamente vestida de jean y blusa blanca pegada al cuerpo. Con el cabello negro recién planchado y usando unas increíbles sandalias bajitas de flores que Lita me había regalado por mi cumpleaños. Los saludé a todos pero muy especialmente a mi novio, a mi amado Fye que siempre pone la cara de felicidad más increíble de la historia cuando me ve después de mucho tiempo sin estar juntos.
Es adorable, mi neko kawaii, hermoso…
—Bueno, bueno, ¿será que nos pueden decir cómo va a estar el capítulo de este mes o no? Yo, aunque ustedes no lo crean, tengo mucho que hacer.
—¡Ja! —Se burló de Diamante una malvada Serena—. Sí, claro, cómo no, súper estrella.
—Mira, no te….
—Bueno, bueno, bueno —puso orden mi novio, carajo. Es que él cuando está trabajando, sí es muy serio—, no se vayan a poner a pendejear que ustedes ya saben que no contraté seguridad para esta producción. Los sayayines están muy ocupados con la remasterización de su programa y lo que les está sobrando es trabajo.
—Ay, sí, mi neko —Me reí—. Pobrecitos, y ojalá logren salvarlo porque, aquí entre nosotros, muchachos, qué asco. Yo me lo estaba viendo, pero es que esa calidad y…
—Sí, sí, horrible —Dijo Mina que acababa de llegar con su novio Yaten—. Yo me vi hasta el capítulo diez y ya. No he visto más porque sinceramente, reina, qué horror. Ojalá y como acabaste de decir, logren salvar su programa porque los sayayines, ¡son geniales! No se merecen lo que les están haciendo. Qué pecadito.
—Listo, ustedes lo acaban de decir —Volvió a tomar la palabra mi Fye mientras Mokona, uno de sus ayudantes, llegaba con las copias que le había mandado a sacar el capítulo que yo había llevado—. Los sayayines andan muy ocupados y por eso no los contraté para lo de siempre, para que cuide de que todos ustedes no se vuelvan una mierda.
—¡Oiga!
—Sí, sí, Chiba —Rió mi malvado rubio—. Y lo digo sobre todo por usted. Bueno, muchachos, tomen cada uno su copia y váyanse a sus camerinos o adonde quieran, este set es muy grande, y estudien sus líneas. Nos vemos en hora y media para empezar a grabar.
Y una hora y media después…
—Muy bien, Serena, Diamante, vamos a empezar por la escena de ustedes dos. ¿Ya tienen bien memorizadas sus líneas?
—Claro —Respondió Serena mientras Daidouji, la encargada de vestuario y maquillaje, terminaba de arreglarla—. Yo estoy lista.
—Pues me tocará decir que también estoy listo —Contestó Diamante no muy alegre mientras una de las asistentes de Daidouji terminaba de arreglarlo—. A mí esto de ser gay y más marido de Rubeus… no me ha gustado pero ni un poquito. Ni mierda.
—Pues de malas, Diamante, porque así fue como lo escribió Bell Suspenso. Ahora que si no quieres y te incomoda mucho, yo puedo…
—No, no, no, no se me sulfure, señor director —Se acercó Diamante cuando ya estuvo listo—. A mí no es que me guste de a mucho pero me toca. No ha salido nada más y como dicen: "Al mal tiempo… buena cara" Ya estoy listo. Empecemos cuando quieran.
—Muy bien, Serena, siéntate aquí, por favor y cruza una pierna cuando estés hablando por teléfono con…
Luego de grabar la escena de Serena y Diamante cuando él la llama para pedirle que vaya a una exposición de fotografía y en donde ella no lo sabía pero en ese lugar la iba a estar esperando Zafiro, porque era así como el considerado de su hermano lo había planeado, pasamos a eso, a grabar las escenas con la belleza de Zafiro. Pero con lo que no contábamos era con…
—No, no, no, no y no. ¡¿Y por qué carajos Serena lo tiene que toquetear tanto, ah?! No, exijo que reescriban esa parte. Yo soy el….
Lo que les digo, mi Fye trabajando es otra cosa. Es muy odioso. De muy mala clase. —Usted podrá ser el marido de Tsukino y todo lo que quiera, Chiba. Pero, ¿qué cree? Es así como está escrito en el libreto que trajo mi reina de su mundo de mierda y es así como lo tenemos que grabar.
—Darien, mi amor… —Le pedía Serena mientras le tomaba una mano y Zafiro, Diamante, y algunos más que estaban ahí de extras y esperando que les tocara grabar, se reían de la situación—. Es sólo…
—Vea, Chiba, usted interrumpe la escena una vez más, tan sólo una vez más, y lo saco del set.
—Oiga, no, usted no puede hacer eso, señor. ¿Que no ve que yo salgo al final del capítulo?
—Pues me importa muy poquito. Yo soy capaz de sacarlo del capítulo con tal de que deje trabajar. ¿Estamos? Tsk… —Le dio la espalda y volvió hasta su silla de director donde yo lo estaba esperando pero muerta de la risa, con el café y la cajetilla de cigarrillos que me había pedido que le llevara—. Es el colmo contigo, mi reina. ¿Que tanto le veías a ese pendejo, ah? No es sino complicado el bobo ése.
—No hagas coraje y ten, mi amor, lo que me pediste que te trajera, mi neko hermoso.
—Eres una asistente muy eficiente. —Me recibió lo que le había llevado y sonrió con picardía. Luego me señaló con la mirada sus piernas para que hiciera lo mismo de siempre cada vez que los actores estaban trabajando. Para que me sentara sobre ellas mientras él dirigía.
Y como no pueden ver a un par de hentais felices… —Vea, director, qué pena que lo interrumpa, pero es que después de esto tengo que ir a estudiar el guión que me dio su mujer para la grabación de la otra semana y también me toca repasar el de la otra fanficker Clarissa. Esa escena con Rei y con mi mujer está muy difícil. Peor está la del otro, "Yo ODIO a Darien Chiba" y, pues, ¿Será que…?
—Ay Zaf, ¿en serio? —Lo miré y le pregunté preocupada—. Si te parece muy difícil, yo podría…
—Nada, a mí me encanta como está quedando esa producción. Y sí, Black, hagámosle que parece que el señor… —Fye miró mal a Darien que estaba por allá con Kunzite tratando de no hacer coraje—, ya se calmó. Muy bien, cámara uno y cámara dos, giren hacia la…
Afortunadamente Darien se calmó y la escena que había escrito mi Bell quedó perfecta. Serena y Zafiro tuvieron un coqueteo hermoso en esa galería de arte, mientras que a Darien se le veía de lejos lo mucho que le molestaba todo eso. Pobrecito, Darien, pero así es ese medio. Creo que a estas alturas ya debería estar más que acostumbrado, pero como sea… la cosa es que la tranquilidad no le duró mucho o, bueno, no creo que fuera eso. Me parece que lo que lo sacó de casillas fue la escena del parque. La que a mi novio le costó mucho trabajo ambientar porque era de noche y en un lugar público. Casi que no se termina de grabar por ese día. Fue difícil pero, como dije, divertido.
—¿Qué te anda pasando, Serena? ¿Estás bien?
—Sí, sí, estoy bien. ¿Por qué lo preguntas?
—Porque de a ratos te noto un poco triste, y además… Bueno, Diamante me contó que ha intentado hablar contigo pero que has rechazado sus invitaciones, está muy preocupado por ti.
—Sí, fui algo descortés con él, por eso después de insistirme tanto accedí a…
Ellos seguían muy concentrados en la escena mientras mi neko me hablaba en voz baja. —Es muy talentosa esa amiga tuya, mi reina. ¿Cómo es que me dices que se llama?
—Su nombre de fanficker es Bell Moon, mi neko, pero yo de puro cariño le digo Bell Suspenso.
—Oh, sí, y me imagino que si le dices así es porque siempre deja los capítulos en eso, en un puto misterio. ¿No, mi reina?
—Pues sí, supones bien —Me reí y luego volví a ver hacia los muchachos porque ésa era una de mis escenas preferidas—. Mira, mi amor, ésta es mi parte favorita.
—Pero la verdad es que yo…. yo tenía muchas ganas de volver a verte.
—Ay, eres tan lindo… yo también tenía ganas de verte, pero recién me di cuenta cuando te apareciste en la exposición, fue una inesperada y agradable sorpresa… Es increíble que estemos tan sincronizados…
Todo iba muy bien hasta que….
—Eso, Zafiro, es mejor que te mantengas a kilómetros de MI mujer. ¿Entendiste?
—Bueno, bueno, Tuxedo Idiota —Le dijo Diamante mientras empezaba a ir hacia donde él estaba y claro, la escena se había dañado por segunda vez—. Deja de joder pues a mi hermano. ¿Qué hacemos, ah? Antes deberías agradecer que la autora puso a tu mujer a actuar con él y que a mí me hizo gay, porque si hubiera sido como yo quería… —Le guiñó un ojo a Serena que ya estaba roja pero de la pena—, mejor dicho, no quieres saber.
—¿Ah, sí? —Lo empujó Darien. No sé por qué estaba de tan de mal genio ese día. Él sí es difícil la mayor parte del tiempo, y se queja mucho de mis historias y todo lo que lo pongo hacer, pero eso era raro. Estaba más alterado que de costumbre—. ¿Y qué es lo que no quiero saber, ah, Diamante? Dime, dime que es que no sabes, me muero por saber.
—Darien… —Decía la pobre y apenada Serena mientras salía de la escenografía que habíamos montado para poder ir con él y calmarlo.
—Ya, ya, ya, Darien —Le pidió Kunzite a su lado—. No le hagas caso a Diamante y a sus provocaciones que…
—Bueno, sí —Dijo Zafiro que ya estaba harto de la mala cara de Darien. Por eso fue con ellos, más específicamente con Diamante, y yo diría que sólo empeoró las cosas con lo que dijo—. ¿Cuál es tu pendejada, Darien? Es sólo una escena, supéralo. Sólo estamos actuando y si te molesta tanto que tu mujer me ande toqueteando porque su personaje, idiota, su personaje cree que soy gay, pues vete. Ni falta que haces aquí.
— ¿Viste? —Exclamó Diamante con una sonrisa muy burlesca—. Todos aquí somos profesionales. El único idiota que aún le ve problema a que su mujer… Aunque bueno, es que con una mujer como esa… mamacita, pues hasta entiendo que….
Y Diamante no pudo decir nada más porque, lo de siempre, Darien cayó sobre él con una lluvia de puños que hasta pesar me dio después del pobre bobo de Diamante. Darien como que pega muy duro. Pobrecito. Lo dejó muy mal.
Todo se volvió un mierdero porque a Zafiro no le gustó que Darien le hubiera pegado a su hermano y claro, se metió en la pelea. Zafiro, el también muy papacito de Zafiro que ese día estaba más papacito que nunca, le pegó a Darien cuando se lo quitó de encima a Diamante. Y a Kunzite le tocó meterse porque le parecía que no era justo. Ya se había vuelto dos contra uno y así no se podía. Por eso mientras Serena y las demás gritaban, Kunzite se daba golpes con Zafiro y Darien con Diamante.
Ah sí, y los insultos que se daban mientras se pegaban eran de lo mejor. Hasta deberíamos vender ese detrás de cámaras. Yo creo que se vendería bien. No sé, le voy a preguntar a mi neko que es tan kawaii si lo puedo ofrecer a nuestro canal aliado, a Wattpad.
—¡¿Hasta cuándo, ah, Diamante?! ¡Ya te he dicho como cincuenta mil veces que no mires a mi mujer! ¡Serena es MI mujer! ¡¿Es que es tan difícil de entender o qué, idiota?!
—De malas pendejo —Diamante sonrió y se limpió con la mano el hilo de sangre que resbalaba de su labio reventado—. A mí Serena siempre me ha gustado. Me gustó desde la primera vez que la vi y debió haberse quedado conmigo.
—¡Eres un hijo de tu…!
—Mira, Tuxedo Imbécil, si Serena se hubiera casado conmigo y fuera mi mujer, ten por seguro que hace mucho rato la había sacado de esto de la actuación. ¡El único imbécil que se aguanta que anden besando a su mujer eres tú, pendejo! ¡Eres un idiota y de tiempo completo, cretino!
Darien se le fue encima de nuevo y uy, de verdad que pobre Diamante. Ese bobo tiene una lengua muy viperina, pero fuerza en los puños eso sí que no tiene, porque los golpes que Darien le daba se veían más fuertes que los de Diamante.
Lo repito, pobre Diamante, porque quedó vuelto una mierda luego de diez minutos de pelea con Darien. Ah, es que, ¿no les he contado? Pues eso pasó. Mi novio se enojó mucho por eso y los detuvo como mejor sabía y además de la única forma que podía y conocía, con magia. La pelea no duró prácticamente nada. Qué pesar me daba…
—¡Oiga, no, déjeme salir de aquí, mago! ¡Yo no hice nada!
—Ah, no, casi nada, Kun —decía mi Fye sin dejar de apuntar con su mano y con su magia hacia donde estaban los cuatro sujetos golpeados—. De Chiba y de Diamante me lo esperaba porque con ellos siempre, siempre es la misma mierda, pero, ¿de ti y de Zafiro? No, esto si es el colmo de todos los colmos.
—¡Oiga! —Golpeaba Darien aquella esfera de energía en la que lo había metido mi Fye para que parara la pelea—. ¡Sáqueme de aquí, señor!
—Yo te lo advertí, Chiba. Te dije que a la próxima interrupción te sacaba del set y pues, ¿adivina qué?
—Ay, no, señor —se acercó una apenada Serena hacia donde estaba mi Fye—, ¿en serio? Vea, si usted quiere, tomemos un descanso y mientras tanto yo hablo con Darien. ¿Le parece?
—Está bien, Serena —Le sonrió—. Ya porque eres tú la que me lo está pidiendo y además porque eres la protagonista, lo haré. Fíjate cómo haces para calmar al insoportable de tu marido porque…
—¡Oiga! —Le gritó Darien ofendido—. ¡¿Qué le pasa?! ¡No se meta conmigo, señor, que ya bastante tengo con las perversiones de su mujer como para que encima…! ¡Ah! ¡¿Y eso qué fue?! ¡¿Qué le pasa?!
—Dijiste muy bien, Chiba —Sonrió mi Fye mientras yo iba con él—. Esa pequeña y miserable descarga que acabas de recibir, fue por meterte con MI mujer. Ya te he dicho que no me gusta que te metas con ella ni para bien ni para mal. ¿Así o mas claro?
—¿Y qué quiere que le diga, entonces? ¡¿Ah?! ¡¿Que me divierte mucho que a cada rato me esté dejando como un maldito pervertido en todo lo que escribe y usted produce, o qué?! ¡No! ¡Ya estoy harto! ¡Harto de toda esta mierda!
—Darien… —Empezó a llorar Serena. Pobrecita. Yo quería ir con ella y consolarla, pero menos mal que las muchachas estaban ahí mientras yo iba con mi novio e intentaba calmarlo a él, porque los ojos ya se le estaban poniendo amarillos. Lo que quería decir que estaba de muy mal genio.
—Mire, Chiba, es mejor que se calle y…
—Mi Fye, mi amor, tranquilízate y dime, ¿podemos hacer una pausa? Tú sabes que…
—Que a ti no te gustan estas mierdas de las peleas y los dramas —Liberó de su magia a Kunzite, a Zafiro y a Diamante—. Lo sé, mi reina, y listo, pausa de una hora para todos, muchachos —Miró a todos los demás que estaban en el set—. Ven, vámonos por ahí cerca a tomar algo y dime, ¿ya terminaste de escribir el capítulo de la otra…?
—¡Oiga! ¡¿Y es que a mí no me va a sacar de aquí o qué, señor?! ¡Sáqueme de aquí!
—No, tu descanso lo vas a tener que pasar ahí encerrado y se pone mejor, Chiba —Darien y todos los que estábamos ahí viendo y escuchando, miramos a Fye con cara de What the fuck?—. Sí, es mejor que te calmes, porque entre más coraje hagas…
—¡Ah! ¡¿Otra vez me pasó corriente?! ¡¿Y ahora por qué si no le he dicho nada a la sádica de su…?!
—Es lo que te estoy diciendo, tsk, qué tipo tan desesperante eres, Chiba. Menos mal que mi reina —me abrazó por la cintura y me besó una mejilla—, ya no siente nada por ti. Entre más coraje hagas, es peor. Chao. Espero que cuando volvamos del descanso se te pase la pendejada, y si no te vas pero para tu casa a joder allá.
—Pero señor Flourite…
—Trata de calmar a tu marido, Serena —Le dijo mientras yo le tomaba una mano, la entrelazaba con la mía y le sonreía—. La verdad es raro. Tu marido la mayor parte del tiempo es un insoportable de lo peor pero hoy está más cansón que nunca. ¿No crees, mi reina?
—Yo no sé, mi Fye. Yo mejor no digo nada.
—Como sea… chao. Nos vemos ahora.
