Prólogo
(Sakura)
Suenan golpes en la puerta…me levanto pensando si mañana seré capaz de despertarme para asistir al instituto.
-¡¡Ya van!!
-Hola...eh…tu papá- me dice un hombre bajo y rechoncho.
-¿Dónde? ¿Dónde está?- pregunto rápidamente…siempre es lo mismo, aparecen hombres balbuceantes en la puerta para decirme que hizo papá, siempre les cuesta hablar, después de todo para ellos yo…soy sólo una niña, y es vergonzoso hablar de un borracho haciendo estragos.
-está tirado cerca de la botillería de la esquina, al lado de unos tarros de basura…-me dice el hombre mientras se pasa una mano por la cabeza incómodo por la situación.
-Gracias por avisarme- le contesto, mientras él comienza a alejarse, tomo las llaves, cierro bien la puerta de la casa y voy a buscar a mi padre…son las tres de la madrugada…es tarde, mañana voy a tener un sueño de los mil demonios…me digo, cuando encuentro a papá, éste, está tirado en el suelo, sobre unas bolsas de basura y acaricia a un perro callejero.
-papá…vamos- digo agachándome para que él pueda pasar su brazo sobre mis hombros y así apoyado en mí, poder levantarse.
-Psss…ssss- dice mi padre llamando al perro para que nos siga- es un liiinoo ppeerro Sak- me dice, mientras arrastra las palabras y torpemente intenta caminar.
-Lo es - le respondo yo, sin siquiera mirar al Can e intentando llegar rápido a la casa, porque papá realmente pesa y mi hombro derecho donde el está apoyado realmente va a sentir el dolor mañana.
-Per…perdóname…- murmura él de pronto, y me digo que tengo que acostarlo rápido antes de que le de el ataque de tristeza de siempre.
-Soy un mal…mal parre…un mal pap…a- sigue hablando mi padre y las lágrimas empiezan a caer de sus ojos- consigo que entremos a la casa y lo llevo a su habitación, lo dejo en la cama y le saco los zapatos, lo tapo con una frazada-
-Te amo…hija- le escucho decir y entonces me acerco y le doy un beso en la frente, luego salgo de la habitación, me fijo que todo este perfectamente cerrado, puertas y ventanas, escondo cualquier botella que pueda haber a la vista y subo a la habitación de arriba, a la que era de Toya…mi querido hermano mayor…me pregunto ¿qué tal estará?…me saco el suéter y los pantalones, total, tengo el pijama puesto, siempre me pongo la ropa encima de éste cuando es tarde y tengo que salir a buscar a mi padre, me meto a la cama y pienso…ahora si…por fin a dormir.
(Shaoran)
Son las seis de la mañana, deberíamos estar durmiendo, pero no, estamos en…el Terminal de buses…sí el Terminal de buses camino a la casa del hermano de mi madre…casa que esta vacía y que ahora habitaremos…mi madre, mi hermano menor y yo…no hemos dormido en casi toda la noche…el estúpido de mi padrastro nos echó a golpes de la casa que compró en conjunto con mi madre, porque por desgracia el título de propiedad está a su nombre…así que aquí estamos...incómodos en un bus mugroso con mi madre, con la cara empapada en lágrimas, nuestra ropa en bolsas de basura y por suerte mi hermanito duerme…
-Xiao…prométeme que me ayudarás- dice mi madre con los ojos aguados y voz suplicante, odio cuando se pone así…
-Tenemos que empezar de nuevo…tú tienes que ir al instituto…buscar un trabajo…estamos solos entiendes- me dan ganas de desaparecer, mi madre empieza con los discursos de siempre.
-Lo haré lo mejor que pueda, pero no vuelvas con ese hombre- respondo enojado.
-No entiendo ¿en qué me equivoqué esta vez?...- susurra mi madre intentando no ser oída.
-No te equivocaste en nada…podrías entender de una maldita vez que ese hombre no te merecía…es un cerdo- digo con la rabia inundándome- te golpeaba, te insultaba…nos echó de la casa…no entiendo como no vez que sin él estaremos mejor.
-Yo lo amo…- mi madre se queda callada cuando le planto un golpe seco al asiento delantero.
-No hagas eso…vas a despertar a Shun…-me dice mientras más lágrimas caen por su pálida piel.
-¡Al demonio con todo!- le grito explotando, pero luego me quedo tranquilo y callado en mi asiento…mi hermanito es el menos culpable de todos y ya ha sufrido bastante con la inconsciente de mi madre y el imbécil que tenía por papá.
Después de un interminable viaje de cinco horas por fin llegamos a nuestro destino.
-Tengo hambre…-dice Shun suavecito, casi sintiéndose culpable por el hecho de reclamar por algo comestible para su estómago.
-está bien…quédate con mamá, voy a comprar unas galletas en ese negocio de ahí- digo señalándole un puesto donde una vieja arrugada y de mirada cansada vende dulces, me dirijo al lugar y pido un paquete de galletas oblea, un mini-queque, una bebida en lata y unos cigarrillos…cuando me dirijo a pagar me doy cuenta de que no me va a alcanzar.
-mejor no me de los cigarros…-le digo a la mujer.
-esa es una buena decisión muchachito...-responde la vieja mientras sonríe y me muestra sus escasos dientes.
-Gracias- le digo y me largo…no tengo nada en contra de los viejos…pero esa sonrisa…fue horrible, como el anuncio de algo que va a ocurrir y que no voy a poder evitar, le entrego las galletas a Shun y el queque a mi madre.
-desde aquí vamos a caminar…-dice mamá y los tres miramos el paisaje de Tomoeda una especie de pueblito que intenta conservar partes de sus raíces y al mismo tiempo evolucionar para que el resto del mundo no los deje en el olvido.
-Pues aquí vamos…-digo yo mientras tomo con firmeza las bolsas con nuestras escasas pertenencias, Shun se agarra con su pequeña manita de mi chaqueta y le da la otra mano a mamá, así comenzamos a caminar, así intentamos comenzar de nuevo con nuestras rotas vidas.
(Sakura)
Me desperté cuando faltaban veinte minutos para llegar a tiempo al instituto…me di un baño rápido y me puse el uniforme, una falda tableada y plomiza que me está empezando a quedar corta, es la misma que uso desde hace tres años atrás, no importa, me pongo unas calzas negras debajo, una polera y encima de ésta una blusa blanca y un chaleco negro…regalo de mi vecina, apenas y me cepillo el cabello, que por suerte es corto, meto los cuadernos en mi parchada mochila, unos jeans y salgo…no sin antes darle un vistazo a papá…duerme como tronco…corro para llegar a tiempo al instituto y así empieza mi día…ya estamos en la cuarta hora de clases.
-¡Todos entreguen sus mapas!- el murmullo de reclamo es general, pero aun así todos empiezan a hurgar en sus mochilas y bancos en busca del maldito mapa que pidieron la clase pasada…yo no me muevo…no lo hice, ni siquiera recuerdo cuando el profesor dio las indicaciones. Cuando el profesor termina de recibir los trabajos…lee uno a uno los nombres y luego dice en voz alta:
-Kimura, Shoji, Akendo, y Kinomoto…adelante- perfecto ya nos llamó para escuchar nuestras excusas acerca de ¿por qué no hicimos el mapa?, no se ni para que lo hace, si igual nos pone un cero en el libro.
-Akendo…usted primero…acérquese –mientras Mitsui va hacia donde el profesor, los demás tenemos que esperar parados frente a todos nuestros compañeros, dándole la espalda al pizarrón, nuestro tutor espera que así nos intimidemos o sintamos algo de vergüenza por nuestra falta.
-Esta bien Akendo…muéstreme ese justificativo medico y le daré tres días para entregar el trabajo- luego me llama a mi.
-Las Señoritas primero…-dice mirando a mis compañeros.
-Kinomoto escucho su justificación…-yo lo miro a los ojos.
-olvide hacerlo…y no se me ocurre ninguna mentira para justificarme- le digo, su ceño se arruga y su mirada se torna molesta.
-Pues tiene una anotación negativa y un cero…por irresponsable…independiente de sus muchos problemas personales- dice con ironía y con voz burlona- tiene deberes que cumplir…señorita- ese "Señorita" escapa de su boca cargado de sarcasmo.
-no puedo hacer la vista gorda solo porque sea usted, esta vez no- yo lo miro fríamente y molesta, no tenía porque mencionar lo de problemas personales o hacer otro tipo de insinuaciones, vuelvo a mi banco y tomo mi mochila, luego me dirijo hacia la salida.
-¿Qué crees que haces Kinomoto?- reclama mi tutor levantándose de su silla.
-No necesito su lástima…y me largo…ya que como bien dijo…tengo muchos problemas personales y voy a resolverlos lejos de aquí- cruzo rápido la puerta y cuando veo que se acerca comienzo a correr, viejo estúpido…piensa que soy un mal elemento para su "perfecto" grupo de perdedores con familias decentes…como si el hecho de que mi padre sea un alcohólico pudiera afectar la inteligencia o integridad de su curso…pues bien…otro día mas saltándome las clases, mejor así, puedo irme antes al trabajo y ganar algún dinero extra.
Voy caminando por la plaza que queda a unas cuadras de la casa, cuando me encuentro con una mujer que lleva a un niño de la mano, es bonita, pero parece triste.
-a ella…pregúntale a ella- dice el niño contento y señalándome.
-disculpa- dice la mujer intentando sonreír- estamos algo perdidos… ¿Sabes dónde queda esta dirección?- me muestra un papel, luego yo la miro a los ojos un poco sorprendida.
-Queda frente a mi casa…puedo llevarla ahí si gusta, estamos cerca- le digo y el niño me sonríe.
-Hola vecina nueva…yo soy Shun- me dice, calculo que debe tener unos siete años.
-Yo Soy Sakura…- le digo mientras lo miro, un chico viene más atrás con unas bolsas y se acerca a la mujer y al niño.
-Por lo que dijo ese tipo dijo estamos cerca- le explica a la señora que supongo debe ser su madre.
-¡Oh! Xiao no te preocupes, esta jovencita nos llevará amablemente hasta allá- dice la mujer y el chico me mira.
-Queda frente a mi casa- le digo y me doy vuelta para comenzar a caminar, mientras los tres me siguen… finalmente llegamos a la casa que ellos buscaban.
-Es cierto…no tenemos las llaves…-murmura la mujer desalentada.
-Espere aquí un momento- le digo y dejo mi mochila en el suelo, me empiezo a encaramar en la reja…
-No es necesario-dice la pobre Señora asustada, pero yo ya cruce, me acerco a la casa y busco en un viejo macetero que esta colgado cerca de una ventana de la entrada de la casa, cuado encuentro lo que busco, camino nuevamente hacia la reja.
-Tome…-digo pasándole dos llaves, las del portón y la de la casa, luego ella abre y yo salgo.
-Muchísimas gracias-responde la mujer muy contenta mientras yo tomo mi mochila.
-No hay porque, adiós- digo mientras salgo corriendo camino al trabajo.
(Shaoran)
Bien la chica que nos ayudo parecía interesante…se estaba saltando las clases…eso era obvio y no pude evitar preguntarme el porque.
-Mira Xiao ¿No es acaso una casa muy grande y bonita?- dice Shun emocionado y desviando mis pensamientos, bueno grande, la casa es…bonita…no se…todo esta lleno de polvo por lo que de momento tendremos bastante trabajo, pero por lo menos tenemos un techo, no puedo evitar agradecer mentalmente al tío por eso, comenzamos por elegir habitación…mamá dormirá sola y Shun y yo compartiremos el cuarto…hay mas habitaciones para elegir, pero a Shun no le gusta dormir solo…le da miedo la oscuridad o eso dice, yo se que teme que en plena noche llegue nuestro padrastro y lo muela a golpes y le da vergüenza dormir con mamá porque dice que ya es un niño grande…
-Xiao aquí en la pared podemos poner un póster grande de Motos- me dice mientras los ojos le brillan, yo sonrío ante su ingenuidad e inocencia…él es el único que puede emocionarse, ser feliz, después de haber pasado la noche en el Terminal y de haber tenido que abandonar la casa como lo hicimos.
-Claro…pondremos un póster de lo que quieras…pero ahora ve abajo a ver si encuentras una escoba…este cuarto es un desastre…hay que limpiarlo para poder dormir en él esta noche- Shun sale corriendo de la pieza con los brazos extendidos jugando a ser un avión, yo voy a ver a mamá a su habitación…está en la cama y llorando.
-¿Qué haces?- le pregunto y ella se sobresalta.
-na…nada- dice con la voz quebrada- mira ahí arriba hay ropa de cama limpia…-dice señalándome la parte de arriba de un closet, suspiro, se que mi madre esta triste, dolida, y que su orgullo de mujer fue pisoteado… yo también estoy cansado de todo esto, pero aún así intento seguir.
-Hay que limpiar este lugar mamá…seca esas lágrimas, que Shun puede aparecer en cualquier momento- le digo mientras le alcanzo un pañuelo…siempre guardo uno extra en mi bolsillo, por si acaso.
-Saldremos adelante…ya lo verás- le murmuro- ya lo verás- repito mientras salgo del cuarto de mi madre para ir al que comparto con mi hermano menor.
- Encontré…encontré… una escoba y una pala…lala…lalala- canturrea Shun mientras aparece en la puerta.
-Yo voy a barrer…tú, buscarás una bolsa grande y echarás las sabanas que cubren las camas en ella…- le indico.
-Claro que sí, señor- contesta mi hermanito, mientras saluda como soldado y se pone firme.
-Solicito permiso para retirarme, señor- me dice enérgico.
-adelante soldado- le respondo siguiendo su juego mientras pienso en mi padre…el solía jugar así con Shun para que este obedeciera…al final siempre le regalaba un dulce…diciendo que era su condecoración por ser un buen patriota y luchar por su país obedeciendo a sus padres…Shun se lo tomaba muy en serio…era gracioso…y eran buenos tiempos.
Estuvimos horas ordenando sin parar…ya está comenzando a oscurecer…nuestro cuarto quedó decente, también limpiamos el comedor y mamá se encargó de la cocina y el baño…lo que la casa mas tiene, es polvo…por lo demás Shun tenia razón…es bastante bonita.
-Hay que abastecer la casa- dice mamá cansada, pero al parecer un poco mas entusiasta que en la mañana…tanto limpiar y trabajar debió hacer que se olvidara de llorar y de pensar en ese hombre.
-Shun lávate las manos y ponte tu chaqueta…vamos a salir los tres-digo yo, mirando los ojos azul-gris de mi pequeño hermano.
-¡¡Siii…!!- dice mostrando sus blancos dientes mientas sonríe y corre a la pieza a buscar su chaqueta.
-Aquí cerca debe haber un mini-Marquet o algo ¿No?- comento yo…
-Cuando veníamos hacia acá pasamos por uno…estaba cerca de la plaza…-dice mi madre intentando recordar, Shun aparece a nuestro lado…
-Bueno ahí veremos…nos servirá para conocer nuestro barrio…-tomo las llaves, aseguro bien la casa y salimos, estamos cerrando el portón cuando vemos a un hombre salir de la casa del frente, va mal arreglado, bastante despeinado…nos mira.
-Hola…hola- dice saludando con la mano- son nuevos aquí eh…
- Si señor- responde mi hermanito mientras mi madre y yo miramos al tipo con desconfianza.
- pues… Bienvenidos- carraspea el hombre.
-¿Usted conoce a Sakura?- pregunta Shun de pronto.
-Claro…-el hombre sonríe- ella es mi hija- yo me pregunto ¿Quién diablos es Sakura? Mi madre lo mira sorprendida y mi hermano solo sonríe.
-Bueno, fue un gusto conocerlos…-nos dice el tipo y yo percibo en él cierto olor a alcohol…se va alejando mientras se despide con la mano.
-¿Quién es Sakura?- pregunto pensando en el hombre que se acaba de ir.
-La chica que nos trajo a la casa- dice mi madre susurrando…era algo obvio…ella había dicho que vivía frente a nosotros…además ¿a quien más podía conocer Shun en este pueblito? Era la única persona que había tenido contacto con nosotros hasta ahora…así que Sakura…todos en el mundo, cargamos con un infierno propio…me digo pensando solo unos segundos en los ojos verdes de la chica que nos ayudó en la mañana…cuando debía estar en clases.
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Notas de Nott: Hola…de nuevo, aquí yo con una nueva historia…se me ocurrió de pronto, empecé a escribirla y bueno….aquí la primera entrega…ojalá les guste y no dejen de leerla porque pueda parecerles demasiado deprimente…el trasfondo intenta dejar un lindo mensaje…eso creo…como ya se habran dado cuenta no tiene titulo...de momento no se me ocurre nada bueno, pero tenia ganas de subir la historia estoy dispuesta a oir todas las recomendaciones que quieran darme...
Por otro lado tengo que agradecer a Kleiner Engel que se encargo de revisar la historia por mi...gracias por la ayuda, espero que disfruten leyendo y nos vemos en el prox cap
Hasta la proxima.
