"Un recuerdo imborrable"


Resumen: Snape se encuentra frente a una tumba. En la cual reposa el su adorada "sabelotodo" Los recuerdos de un atardecer bombardean su mente.

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. Son propiedad de JK Rowling.

By Amelia_Badguy.


Ese día estaba nevando. El frío podía calar los huesos inclusive con un grueso abrigo.

Frente a una lapida de ese cementerio. Había un hombre de no más de cuarenta años, su cabello negro contrastaba con la nieve que se estaba posando sobre su cabeza. El porte y elegancia con que hombre se vestía era muy formal, su traje era negro. En fin, el hombre contrastaba con ese lugar tan blanco. Era como ver una mancha de maldad sobre un lugar santo.

El hombre poso su mano enguantada, sobre la lapida quitando un poco de nieve que había sobre ella. Sintió que las lágrimas se aglomeraban en sus ojos negros como la noche. Se refregó los ojos con fuerza. No quería seguir llorando la perdida su amada. Leyó la inscripción que había en la lapida.

-Aquí yace Hermione Jane Snape…-Sintió que la voz de le quebraba al hablar.-Estupenda amiga y esposa de Severus Snape.-Callo de rodillas sobre el frio manto de nieve. Las lágrimas escurrían libremente por sus mejillas y su mente le trajo los recuerdos que tanto atesoraba.

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-Hermione, ¿Dónde me llevas?.-Pregunto el severo hombre. Él iba con los ojos vendados y era dirigido por una chica. La joven contrastaba con él, ya que su piel era morena y él era de tez blanca.

-No preguntes Severus.-Sintió que la joven reía.-Quiero que veas algo especial.-El chico se pregunto qué sería. La chica le había llevado a un día de campo en un bello bosque. Y cuando faltaba unos pocos minutos para el atardecer le dijo que se levantara y le vendo los ojos.

Caminaron unos minutos. El hombre no tenía miedo, se sentía seguro. Nunca podría desconfiar de su amada Hermione. Sintió que la chica detenía su caminar.

-Ya llegamos.-Dijo la joven alegremente mientras le quitaba la venda de los ojos. El los entrecerró porque le molesto la luz que le llego a los ojos. Cuando por fin pudo focalizar su vista vio un hermoso atardecer. Los colores que reinaban en el cielo eran tonos rojizos, anaranjados y dorados. Dando un bello espectáculo a los arboles de esa montaña que se expandía majestuosamente.

-Es hermoso, ¿Verdad?.-Hablo la joven emocionada.

-Sí… pero no tanto como tú.-El hombre sonrió, al ver las mejillas de la chica colorearse de un tono carmesí. Se acerco a ella y le beso dulcemente los labios, sin prisas. Disfrutando del momento, con ese hermoso fondo.

Al separarse Snape introdujo una mano en su bolsillo. Sacando una pequeña caja color verde.

-¿Te casarías conmigo Hermione?.-Le pregunto. La joven le miro sonriendo y se lanzo a sus brazos susurrándole un "sí, acepto Severus"

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Ya no volvería a ver los atardeceres con ella. La mujer que tanto amo. Por la cual cambio su forma fría de ser, a una más sociable. Ya nunca más vería esa respingada nariz sobre la cual reposaban unos hermosos ojos color miel que tanto le gustaban.

La había perdido en esa maldita guerra. En la lucha contra el Lord Obscuro, donde habían derrotado al ser maligno, pero perdido muchas vidas entre ellas las de Hermione.

Y ahora solamente quedaba él y su dolor. Se levanto pesadamente del suelo. Toda la nieve que se había acumulado sobre su cuerpo fue cayendo lentamente.

Volvió a limpiar la lapida con su mano, pero esta vez deposito una hermosa rosa blanca. La flor favorita de su amada. Con su mano dibujo el contorno de las letras del nombre de la joven. Acerco sus dedos dando un pequeño beso en ellos y luego los dejo descansar sobre la lapida.

Se voltio lentamente y comenzó a caminar sobre el manto blanco que se expandía sin fin en ese cementerio. En el cual descansaba su querida esposa. El gran amor de su vida.

The end.