Hola chicas Bienvenidas nuevamente.
Esta ocasion traigo un One Shot.
Mi inspiracion fue un dia de tristeza en mi vida y aunque no se acerca en lo mas minimo la tragedia a lo que es mi vida; y doy gracias a eso, me dio el suficiente material para escribir esto.
Espero sea de su agrado y me dejen saber lo que les ha parecido, ahora si...
A leer!
Disclaimer: Los personajes son de nuestra gran inspiracion Stephanie Meyer, la historia es totalmente mía, se prohibe su publicación sin mi autorizacion"
Recomendacion para escuchar:
A drop in the Ocean - Ron Pope
**El día que Isabella decidió morir**
"La lluvia no cesa, las lagrimas recorren mis mejillas, estoy preparada... lavo mis heridas con cada gota, estoy desinfentada... estoy preparada y solo eso me basta" -Yo
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El viento de Seattle esta mas fuerte de lo usual...
De pie sintiéndose por primera vez poderosa ante los miles de transeúntes, alzándose frente a los rascacielos, ante su familia, ante su fracaso, ante su vida y ante su alma rota.
Una paz absoluta colaba entre su cuerpo y le acariciaba la piel.
El sonido de su corazón estaba agitado, sonaba como el batir de alas de un colibrí.
Suspiro con los ojos cerrados, el aire revolvía su larga cabellera caoba, una sonrisa se dibujo en sus labios, con voz melodiosa le hablo al viento y con la cabeza hacia arriba:
-Hoy por fin diré a adiós a mi sufrimiento, tal vez no me quieras ahí contigo, tal vez no sea digna de tu acogimiento, tal vez no sea tu mejor ejemplo, solo dame esa paz que tanto anhelo, solo eso quiero. -una lagrima cayo de su ojo derecho aun cerrado- por favor, por favor -rogó - solo dame la oportunidad de irme, de desterrar toda mi frustración, mi rencor, mi dolor -ahora las lagrimas caían con mas fuerza-, hazme sentir que valgo aunque sea para morir.
De pronto el viento se torno en ráfagas mas fuertes y las nubes comenzaron a arremolinarse en su cabeza y fragmentos de su hogar pasaron por su mente.
Vio el rostro de su madre ser golpeado por su padre.
Veía como hilos de sangre salían de la comisura de sus labios, el ojo hinchado y la escuchaba gritar con insultos hacia su atacante. En él, su padre, veía la furia de una bestia salvaje, una bestia que no le importaba que fuera su mujer, la persona que decía amar era a quien golpeaba.
Su llanto fue desgarrador ante la escena, pero un rayo y un trueno lo acallaron.
Un nuevo relámpago atravesó los cielos y otro flash de vida cruzo por su ojos cerrados...
Era el primer día de clase en el instituto. Ahí vio al que seria o al menos eso pensó... EL AMOR DE SU VIDA.
Jacob Black era el capitán del equipo de Futbol y ese día por casualidades del destino había chocado con el, y ahí había "surgido" su amor por el.
Empezaron con salidas de fines de semana, hasta que un día le pidió que fuese su novia, flotaba entre las nubes.
Era la primera vez que alguien la veía con ojos de "amor".
El siempre había sido tan amable y dulce hasta que un día esa mirada se transformo en alguien totalmente diferente.
Un momento que ella pensó seria mágico se convirtió en la peor de sus pesadillas.
Jacob Black la había violado.
Le daba asco el solo recordarlo y su corazón se estrujo como antes le había pasado.
Un cambio abrupto hubo en el ambiente. Y de pronto un par de ojos verdes vinieron a su cabeza.
Edward. Su Edward.
El era chico quien poseía su corazón aunque no lo supiera, el tan apuesto e inteligente jamás se fijaría en alguien como ella, tan insignificante, una chica que se escondía tras una mascara de fracasos porque nunca nadie la ayudo diciéndole lo contrario. No sabia su apellido, ni de donde venia, pero amaba espiarlo en las tarde en el salón de música.
Lo admiraba y le embelesaba mirarlo tocando con melancolía su enorme piano.
Como si nada ni nadie a su alrededor existiera.
Su sonrisa torcida era como su sol personal, cada que aparecía en su magnifico rostro, era como una luz que iluminaba su oscura vida. siempre deseando en silencio que un dia pudieran estar juntos, lanzando plegarias sin embargo, ella era feliz con el... en la distancia.
Ella sabia que no podía ser digna y jamás podría estar a su lado.
Estaba sucia, rota y sin posibilidades de reconstrucción.
Como una pequeña, vieja e insignifica muñeca de trapo.
Y así recordando ese hermoso rostro, esos brillantes ojos y aquella la sonrisa deslumbrante, con las gotas de la lluvia que ya habían comenzado a caer… sintiendose libre por fin, Isabella había decidido morir.
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- En la Universidad -
La buscaba con la mirada, estaba ansioso.
Era extraña la sensación que hace unos minutos se había instalado en su estomago.
Aquella chica menuda de grandes ojos expresivos no estaba.
Compartían muy pocas clases y se había dado cuenta la manera de como ella lo observaba cada que él disimulaba que la observaba.
Sus miradas muy pocas veces se habían cruzado, pero incluso en esas pocas ocasiones, sentía una conexión con ella.
Era como si le leyera la mente, muchas ocasiones la miraba sin que se diera cuenta.
Le encantaba que fuera natural y no como todas aquellas chicas que estaban mas preocupadas en su aspecto.
Ella parecía no darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor y poco a poco algo fue cambiando entro de su interior.
Un sentimiento calido fue apoderándose cada que la miraba.
Pero ahora una espina de angustia se clavaba en su cuerpo... de repente un rayo atravesó las nubes seguido de un trueno retumbante... cuando mira hacia arriba diviso una silueta sobre el edificio que quedaba dos lotes mas adelante de la salida de la universidad y las gotas comenzaron a caer.
Al parecer nadie se daba cuenta, todos corría con pavor por la lluvia... es algo que aun no entendía.
El agua es vida, ¿entonces porque todos huían?
Otro rayo cayo y volvió a divisar la silueta pero esta vez logro captar quien era.
Isabella.
Como si alguien le hubiese dado un golpe, reacciono y corrió con todas sus fuerzas.
Rápidamente cruzo la calle, atravesando el atestado trafico, entre gritos y bocinazos; la lluvia caía mas pesada empapando sus ropas, cosa que no le daba la minima importancia y se dirigió al edificio donde se encontraba.
¿Que demonios le pasaba?
¿A caso quería morir?
El no lo sabia... no importaba, el tenia que correr, correr porque si ella caía al vacío el también caería.
No la dejaría ¿Acaso tan rota estaba?
Eso después lo averiguaría.
Auque igual, no le interesaba.
El la amaba como a nada. Hasta hacia unos segundos comprendió sus sentimientos, en el mismo momento en que la vio ahí punto de ponerle un punto final a la vida de su chica amada.
Su respiración era entrecortada, sus piernas dolían pero lograría rescatarla.
Si el ama, el vive y el respira por y para ella, aunque no lo sepa.
Las escaleras parecían infinitas... como podía las saltaba, su corazón bombeaba sin cesar hasta que llego a la puerta que daba hacia la azotea.
Giro la perilla pero ésta no cedía.
Su desesperación estaba a punto de sofocarlo, pero se dijo que por ella resistiría. y de una patada se abrió aquella puerta.
Vio como dio un paso y sus brazos.
La vio tomar impulso y con la voz más tranquila y suave le dijo.
-No lo hagas.
SEA LO QUE SEA QUE TE SUCEDA, NO LO HAGAS.
DEJAME CONTRUIRTE UN MUNDO... UN MUNDO PARA TI Y PARA MÍ.
PERO NO LO HAGAS. POR FAVOR MI MUÑECA DE PORCELANA.
Lo se, lo se es demasiado cortito pero asi salio. Ojala haya sido de su agrado!
Nos leemos en las otras actualizaciones!
Una palabra suya haran que esta chica deje o se inspire mas. Agradezo su visita!
** Ise :D **
