Como Romeo
Ninguno de los personajes de esta historia me pertenecen
Agradesco a J.K Rowling por hacerme parte de este mundo al entregarnos sus libros, y a William Shakespeare por haberme dado a conocer al hombre más dulce que he conocido.
Draco Malfoy no es Romeo Montesco, no. Y Hermione Granger no es precisamente una Julieta. Mas hay algo entre ellos dos que les hace absolutamente parecidos. Una distancia inmensa e invisible generada por las reglas, por el qué dirán, por la familia, por los amigos.
Sin embargo hay algo que no calza del todo. Romeo y Julieta se juraron amor eterno, y por todos los medios intentaron verse a pesar de las adversidades que se cruzaron en su camino.
Draco y Hermione, jamás se han jurado amor eterno, ninguno de los dos sabe nada acerca del otro, ninguno de los dos intenta si quiera verse a pesar de las adversidades en su camino.
Draco es egocéntrico y petulante, miedoso, quejica y cruel. Romeo frente a todos y todo fue valiente, un luchador imparable, atento y preocupado.
Draco Malfoy, tiene una mirada de hielo penetrante, un gesto de indiferencia cínica, un iris repleto de odio y vulnerabilidad, el rostro pálido, afilado y duro. Romeo Montesco en cambio, posee un mirar dulce y suave, un rostro amable y muecas bondadosas.
Romeo era un apasionado, un enamorado de la vida y de su princesa, hizo todo, cruzó las barreras, rompió las reglas para hallarse junto a ella. Malfoy simplemente, la ve pasar, sin quiera saber que siente. Qué es eso que se arremolina en su estomago, qué son esas ganas incontenibles de arrasar con todo lo que tenga a su alcance de la rabia, y eso también que lo calma. Draco es como Romeo, un Romeo carente de un millón de virtudes y repleto de un millón de defectos; es sin duda un Romeo perdido, sin el valor suficiente para decirse la verdad a si mismo.
Una verdad que mantiene en lo profundo de su ser, incrustado con un dolor sin respuesta en el corazón. Romeo al menos sabía lo que sentía por Julieta, Malfoy no tiene idea de nada… de nada.
Malfoy en las noches lee un antiguo libro de muggles, y ríe para si mismo de lo ridículo y patético que es, que le parece, pero cuando apaga la luz y se arropa con las mantas de la cama cierra los ojos y, antes de caer en el ensueño, entre la inconciencia de su mente Draco Malfoy desearía ser por una vez en la vida Romeo Montesco y ser todo aquello que no lo es él, y poder hacer eso que a él, a un Malfoy se le está prohibido hacer.
Enamorarse, y aceptar que está enamorado del enemigo.
Espero que les haya gustado. Es cortisimo, pero a mi me a encantado.
Cariños, Georgiie
