Bueno, comencemos con este nuevo fic que, pues, aquí voy a sacar algo muy personal de mí. Yo perdí a mi padre a los 9 años, y entre varios malestares que tuvo, lo que le dio el toque de gracia fue un infarto. Así que pues, aquí pondré algo de mis propios sentimientos en esta historia. Que espero les guste.
La historia se sitúa en el universo alterno de Vejitasein 4 años después de "Confusión entre dimensiones" y de la segunda parte de esa historia "Recupera tu espíritu Vegeta". En el tiempo normal de DBZ se sitúa un año después de la batalla contra Majin Boo porque…. Bueno, quise que Tarja y Gohan tuvieran edades cercanas, sólo por eso. Por otro lado, si ya hice 2 historias de personajes del universo alternativo en la Tierra, ahora tengo que llevar la acción al Planeta Vegeta ¿no?
Y explicaciones de mi modo de redactar, aunque siempre explico quien dijo y qué pensó quien, como referencia les digo para quien no ha leído mis otros fics, textos –entre guiones- son diálogos hablados de los personajes. Mientras que "entre comillas" son pensamientos. Cosas entre paréntesis y (en cursiva) son explicaciones, ejemplos o notas de la autora. Ahora si, comencemos esta nueva y dramática aventura, espero la disfruten y ya saben, ¡Dejen Reviews!
CONFUSIÓN ENTRE DIMENSIONES III: NO TE MUERAS GOKÚ
CAPITULO 1:
UNA PESADILLA QUE PERSIGUE A KAKAROTTO
Aquel era un día común y corriente en Vejitasein, la vida trascurría con normalidad en todo el vasto imperio saiyajin, con excepción del eje central de todo aquello: El palacio real.
En los aposentos que la Emperatriz Vilandra y su esposo el Príncipe Kakarotto compartían, en el área de la estancia, los 3 hijos de la pareja, Tarja de 17 años, Dahda de 9 y Bardock de 4 estaban sentados, muy tensos. Los acompañaban los primos de ellos, así como tíos y abuelos, toda la familia real se encontraba reunida debido a una terrible noticia.
En el área del dormitorio, Vilandra estaba sentada en la orilla de la cama sosteniendo la mano de su esposo, Kakarotto, quien había comenzado a mostrar signos de un malestar desde un par de días atrás. No le habían prestado importancia, ambos pensaban que era sólo cansancio debido al duro entrenamiento y que recientemente él había hecho un viaje para combatir un intento de invasión a uno de los planetas que conformaban dicho imperio. Pero esa mañana, el Príncipe Consorte del Imperio Saiyajin simplemente no pudo levantarse, un fuerte y agudo dolor en el pecho lo aquejaba, el dolor era tan intenso que, aquel poderoso guerrero que había librado bastantes batallas importantes a favor del imperio de su mujer, hoy se rendía a aquel intenso malestar.
Un médico de aspecto reptiláceo lo revisaba ante la asustada mirada de la esposa del príncipe, que a pesar de ser una fuerte guerrera, y ser la Emperatriz de un imperio conformado por más de 40 colonias, hoy estaba impotente frente a la enfermedad de su esposo, padre de sus 3 hijos, el gran amor de su vida.
El doctor le suministró un sedante al saiyajin, que pese a tenerle pánico a las jeringas, por su delicada condición, no opuso resistencia, de hecho, ni siquiera se dio cuenta del procedimiento que el médico le había aplicado. El doctor le hizo un gesto a la emperatriz para salir de la habitación, instrucción que ella atendió.
Ambos salieron a la estancia de aquella lujosa suite, donde la familia entera aguardaba por noticias, especialmente los hijos de la pareja.
Un chiquito de 4 años corrió con el médico -Doctor, ¿Cómo está mi papá? ¿se pondrá bien verdad?- preguntó el pequeño príncipe Bardock, quien era idéntico casi clon de su padre y abuelo paterno, salvo por ciertas facciones muy características de la familia Vegeta
El médico tomó una actitud seria –es lo que me temía- pronunció, provocando la preocupación de los presentes
Al escuchar lo anterior, la empreratriz sintió un vacío interno, como si se desmayara -¿Qué tiene mi esposo?- preguntó Vilandra con tono de enojo, que enmascaraba preocupación, y miedo de perder a su gran amor
-El príncipe ha sido afectado por un nuevo y extraño virus- explicaba el doctor –afecta al corazón, se han registrado sólo 2 casos en todo el imperio, es un virus muy agresivo, que merma la función cardíaca del paciente… lamentablemente y por tratarse de una enfermedad nueva y desconocida… no hay una cura para esto- dijo con seriedad
La princesa se levantó de golpe de su lugar -¡DOCTOR, MI PADRE NO PUEDE MORIR, ÉL ES UN SÚPER SAIYAJIN, TIENE QUE CURARLO!- dijo mientras agarraba al médico de las ropas con desesperación
-Ya basta Tarja- dijo Vilandra con voz firme pero a la vez, vacía, sentía que todo su mundo se desmoronaba, y su mirada era completamente perdida
-¿Se podrá salvar Kakarotto?- preguntó Vegeta, que en este mundo ya era el rey saiyajin. Si bien, con su cuñado siempre tuvo una extraña relación de camaradería, se llevaban bien pero también, había cierta rivalidad entre ambos, sabía que si aquella sabandija de clase baja, como él le llamaba amistosamente, fallecía su hermana quedaría destrozada, cosa que él no querría que pasara
-Haré estudios con las muestras de sangre de su alteza- dijo el médico –esperemos poder encontrar una cura y salvar su vida… pero seré honesto, los pronósticos… no son nada alentadores… con su permiso- se retiró el doctor de aquella lujosa habitación, dejando a la consternada familia en su interior
Odette se acercó a su hermana gemela, poniendo una mano en su hombro –Vili… Kakarotto es fuerte, sé que se salvará- trató de alentarla
La emperatriz no dijo nada, era como si no pudiera escuchar, sentir, ver, respirar… El gran amor de su vida, aquel por quien había desafiado a su padre, por quien había roto el estricto protocolo, aquel saiyajin que le robó el corazón y le dio 3 hijos se iba poco a poco de su lado, y no había nada que ella pudiera hacer. Volvió a ingresar al dormitorio sin pronunciar una sola palabra, para seguir cuidando de su esposo, si él moría, moriría con ella, no se le despegaría un solo segundo, pues en sus dos bodas, ambos juraron estar juntos pase lo que pase, y ella no iba a fallarle como esposa, aunque por dentro se estuviera muriendo de dolor, deseando despertar de aquella horrible pesadilla que amenazaba a su gran amor.
En la sala, reinaba un tenso silencio entre toda la familia real, los pequeños Dahda y Bardock trataban de disimular su tristeza y preocupación por su padre, mientras que el rostro de la hermana mayor de ellos era de enojo, de impotencia, sentía ganas de salir y destruirlo todo, como si eso fuera a aliviar a su padre.
Al no poder aguantar más en aquella habitación, la princesa corrió hacia la terraza de sus padres y salió volando de ahí
-¡Tarja!- exclamó Bulma, que también se encontraba en el lugar
-¡Trunks, Vegeta!- dijo el rey –Vayan con ella- indicó
Ambos chicos asintieron, y procedieron a seguir a su afligida prima.
Los 4 pequeños restantes iban a seguir a los mayores pero -¡Ustedes no irán a ninguna parte!- exclamó Vegeta
-¡pero tío! ¡pero papá!- exlcamaron al mismo tiempo los pequeños, salvo la pequeña peliazul, que fue quien dijo papá
-Es cierto niños- dijo Bulma –vengan conmigo, vamos a comer algo- dijo la peliazul, tomando de la mano a su pequeña mini clon de 8 años
-mami- dijo la pequeña -¿El tío Gokú se pondrá bien?- preguntó la niña con inocencia
-¡QUÉ PREGUNTA ES ESA BRA!- respondió con molestia su primo de 9 años -¡MI PAPÁ ES MUY FUERTE, CLARO QUE SE PONDRÁ BIEN!- exclamó
-Dahda, tranquilo, claro que tu papá es muy fuerte- dijo la científico a su sobrino
EL más pequeño de ellos asintió -¡mi papá pronto se va a curar!... ¿Verdad que si Dahda?- preguntó a su hermano mayor
El niño asintió con la cabeza –Si Bardock, nuestro padre es un súper saiyajin como el tío Vegeta, nada ni nadie puede vencerlos- afirmó
La científico junto con los niños prosiguieron con su camino rumbo al comedor del palacio para que ellos pudieran comer algo.
Mientras tanto, en uno de los majestuosos jardines del palacio, estaba la princesa sumergida en sus pensamientos
"Papá…. ¿Cómo…. Cómo puedo ayudarte?... algo tengo que hacer" pensaba -¡NO DEJARÉ QUE TE MUERAS PAPÁ!- dijo mientras apretaba fuertemente sus puños. La chica tenía un gran nudo en la garganta, ¿y cómo no? Aquella enfermedad amenazaba con quitarle a su padre, aquel que la entrenaba desde pequeña, quien la visitaba cada noche para darle las buenas noches, aquel que la llevó a su primer misión fuera de Vegitasein, el que la consolaba en sus tristezas. La chica estaba simplemente destrozada y temerosa de perderlo a pesar de tratar de disimular todo lo que sentía, finalmente, era la princesa saiyajin, la sobrina del Rey Vegeta.
-El tío Gokú no morirá Tarja- dijo un saijyin de 16 años
Ella volteó –Vegeta, Trunks- dijo al ver a sus primos
-Algo haremos por tu padre, no dejaremos que mi tío muera sin intentar algo- dijo el príncipe de cabellos lila
-CONTINUARÁ-
Esa enfermedad del corazón simplemente no deja de perseguir a Gokú en cualquier dimensión que se encuentre. ¿Podrá Tarja salvar la vida de su padre?
