Aclaraciones: esta es una pequeña historia de 5 capitulos donde describo como fue que Shiki y Rima se conocieron y momentos que pasaron antes de entrar a la academia cross.

Disclaimer: Vampire Knight no me pertenece, es una obra creada por Hino Matsuri.

Blood and Roses.

Capitulo 1

La pequeña niña se encontraba deambulando por los pasillos de la gran mansión donde se estaba realizando una pequeña fiesta de gala sólo para los familiares y amigos más cercanos de los dueños de aquella mansión.

La pequeña rubia llegó a un pasillo volviendo su cabeza de un lado a otro. Tampoco estaba ahí. Llevaba un rato buscando a su amiga Ruka por toda la casa pero no lograba encontrarla.

Frunció el ceño enojada.

Ya estaba enfadada de todo eso.

Para empezar ni siquiera quería asistir a esa fiesta de gala, sus papás la obligaron a ir, vistiéndola de muñequita de porcelana y diciéndole que sonriera cuando conociera al niño anfitrión de aquella fiesta pues se trataba de Kuran Kaname, el hijo de la familia más importante de los sangre pura. Por eso es que los niños de las familias más importantes de la nobleza fueron invitados a esa fiesta pues iban a ser presentados a Kuran Kaname y cualquier relación con este niño significaba un gran beneficio para la familia.

Andar fingiendo sonrisas cuando conocías a personas, así como hablar y elogiar por compromiso; tener que escuchar eso toda la noche ya tenía enfadada a Rima pero sobre todo tenía hambre. Mucha hambre.

Por no querer ir a la fiesta esa noche Rima había hecho un berrinche a sus padres y éstos la castigaron. Pero negarle la sangre que tiene por derecho beber su hija de 10 años en pleno desarrollo no era un castigo justo que digamos y Rima se estaba muriendo de hambre pues sólo la comida de los humanos no era suficiente y ya llevaba un día entero sin probar una gota de sangre de sus padres, quienes eran sus benefactores cada vez que Rima tenia sed.

Siguió caminando por ese pasillo que se volvía cada vez más desierto de personas. Bueno, al menos podría disfrutar del silencio por ese momento y ya no escuchar los murmullos de las personas cada vez que pasaba frente a ellas con sus clásicos cumplidos de: "pero que niña tan linda".

Rima frunció más el ceño.

Tenía hambre y no encontraba a Ruka por ninguna parte. Después de haberse presentado ella y su familia ante el niño sangre pura y a sus padres, Rima se había ido con su amiga Ruka separándose de sus progenitores. Estaba enfadada con ellos así que sólo se fue con su amiga, pero al rato de saludarla, Ruka no paraba de hablar incesantemente del niño sangre pura:"Kaname-sama es muy lindo, Kaname-sama me habló… Kaname-sama esto, Kaname-sama aquello."

Sólo lograba marear a Rima con tantos Kaname-sama. Rima lo había conocido pero sólo le había parecido un niño muy peculiar. Su mirada era muy profunda para ser un niño de su misma edad, pero Rima no le tomó mucha importancia no le cayó ni mal ni bien, simplemente no le dio mucha importancia.

Se zafó de Ruka y su interminable blablá diciendo que iba al baño y entonces se perdió. Y fue así como término deambulando por los pasillos de la gran mansión tratando de regresar con Ruka otra vez.

Siguió su andar y fue entonces que se percató que se encontraba sola en ese pasillo. De una de las habitaciones escuchó unos murmullos, unas voces que salían de una puerta entre abierta.

Se acercó curiosa asomándose sigilosamente.

Vio a una mujer de espaldas a ella, su larga cabellera roja caía sobre sus hombros y parecía que estaba hablando con alguien frente a ella, pero Rima no lograba ver quién era. La mujer se movió un poco y entonces Rima pudo distinguir con quien hablaba aquella mujer. Era un niño, al parecer de su edad, con el mismo color de pelo que el de la mayor.

Rima dedujo que se trataba de una madre y su hijo que se encontraban hablando. No le dio mucha importancia y se volvió para seguir caminando y reanudar su búsqueda, cuando algo llamó su atención.

-Senri, quiero que seas un buen niño y te portes bien. Si quieres que mamá este feliz compórtate como un buen chico, ¿entendido?

Escuchaba Rima que la mujer le hablaba a su hijo como si éste no entendiera. ¿Pero qué forma era esa de hablarle a un hijo? como si fuera una mascota, como si los niños no fueran lo suficientemente inteligentes como para captar lo que les dicen, tratándolos como tontos. Simplemente Rima no entendía a esas madres que trataban así a sus hijos, no le gustaba. Tal vez porque a ella nunca la habían tratado así.

Su padre aunque era una persona seria y de pocas palabras, Rima sabia que cuidaba mucho de ella pues al beber de su sangre siempre le transmitía un sentimiento reconfortarte y le hacía ver cuánto se preocupaba por ella. Era la forma en la que su padre le decía cuanto la estimaba aunque no siempre lo demostrara. Y con su madre era igual solo que a diferencia de su padre su madre era más extrovertida y caprichosa, como toda modelo, siempre trataba a Rima con extremada alegría y ternura mientras ésta solo aguantaba los mimos de su madre. Ya que, ciertamente, Rima había heredado el carácter de su padre, mientras pensaba que su madre podría llegar a ser bastante inmadura.

Aunque a veces, o muy regularmente, su madre la trataba como una muñequita que quería consentir, Rima no siempre se lo permitía y su madre respetaba sus decisiones. Pero ver como trataba esa madre a su hijo simplemente no le gustaba.

Se fijo en el niño, éste tenía una mirada abstraída y sin sentimiento. No era como la de Kaname, se parecía pero no era igual. Kaname demostraba una profunda tristeza que ocultaba bajo un velo de buena apariencia, pareciera que ocultara algo. Y este niño sólo era una mirada vacía, sin ganas de mostrar sentimiento alguno.

Eso molestó a Rima ¿Por qué no le decía nada a su madre? si no le gustaba eso entonces ¿Por qué ese niño no hablaba? Si hubiera sido ella ya hubiera dicho lo que pensaba.

Rima suspiró.

Bueno, al fin de cuentas no era su problema. Si ese niño estaba acostumbrado a eso ¿quién era ella para cambiarlo?

Dio una última mirada viendo como el niño se limitaba a asentir con su cabeza mientras miraba distraídamente hacia su dirección. Rima se apartó rápidamente de allí antes de que la viera y salió corriendo de ese lugar. Espiar a las demás personas no era algo que le habían enseñado sino más bien su madre siempre le decía que era de mala educación.

Ya lejos de ese pasillo, Rima llegó al salón de la fiesta combinándose con las demás personas pasando de entre una y otra. Después de unos quince minutos de estar esquivando y tropezando con personas alrededor del salón, encontró a su amiga Ruka cerca de la mesa de bocadillos.

Se acercó a ella y vio como no estaba sola, alguien más se encontraba hablando con ella. Una gotita cayó de su cien al ver de quien se trataba.

-¡Rima! ¿Dónde te habías metido? – habló primero su amiga de corto cabello color castaño claro. – Me encontré con tu mamá y me estaba preguntando por ti- Ruka apuntó a la mujer con quien estaba platicando.

-¡Rima! ¿Dónde estabas?- habló su madre dramáticamente mientras la abrazaba y frotaba su mejilla contra la suya.

-Mamá- se quejó Rima.

La madre de Rima era alta y esbelta con una larga cabellera tan rubia como la mantequilla y ojos azul cobalto. Mientras Rima había heredado el cabello de su padre, un rubio más oscuro, también había heredado los ojos cobalto de su madre.

Rima frunció el ceño. Tenía hambre y estaba enojada con sus padres, y le molestaba que su madre la abrazara así. Si le hubiera dado un poco de su sangre antes tal vez no le hubiera molestado que la abrazara ahora. Pero para ser una niña, Rima era muy orgullosa y no se dejaría vencer por sus padres, ella aguantaría todo su castigo sin probar una gota de sangre.

Su madre se apartó y le dedicó una hermosa sonrisa de fotografía.

-Tengo que presentarte a alguien- habló emocionada – Me encontré con una vieja amiga que no veía desde que éramos jóvenes. En mis tiempos de oro como modelo trabaje con ella en varias sesiones fotográficas. – los ojos de su madre brillaban entusiastas mientras la tomaba de la mano y se abrían paso entre los invitados. Desde atrás Ruka las seguía riendo por el repentino impulso de la mamá de Rima y la cara de no "me jales mamá" de esta última. – Ella fue una gran actriz, ahora también tiene una familia al igual que yo. ¡Deberías conocer a su hijo!

Rima era arrastrada descontroladamente por su madre por todo el salón, sólo podía seguirle el paso y apenas captaba algunas palabras de lo que esta decía.

-¡Deberías conocer a su hijo!

-¿Qué?

¿Ahora a quien más le presentaría su madre? ¿Más sonrisas y cumplidos de compromisos? Genial.

Sólo era una niña, conocer a la alta sociedad a esa edad no era tan importante, pero tarde o temprano tenía que suceder.

De pronto su madre frenó repentinamente provocando que Rima chocara levemente contra su espalda.

-¡Oh, Sayuri! Aquí estas. – escuchó Rima como su madre saludaba a alguien.

-¡Reiko! – saludó la otra mujer.

Rima se asomó, saliendo de la espalda de su madre, y en cuanto vio a la mujer con quien su madre hablaba se sonrojo levemente.

La mujer frente a ella era peliroja y Rima la reconoció de inmediato por su cabello. Era la mujer quien había espiado unos minutos atrás. Esto provocó que Rima se sonrojara de vergüenza deseando que no la hubiera visto cuando la estaba espiando a ella y a su hijo.

Entonces Rima se percató de algo. Su mamá dijo que le presentaría al hijo de esa señora, entonces su hijo debía de ser aquel niño.

Desde la espalda de aquella mujer, un niño pelirojo se asomó dejando ver unos ojos tan claros como el cielo en el día, que de inmediato se posaron sobre Rima.

La rubia le sostenía la mirada inescrutable de la misma forma que él. Ella le devolvía la mirada, él le devolvía la mirada pero ninguno la apartaba en ningún momento mientras las dos mujeres mayores seguían hablando.

-Oh, que linda hija tienes Reiko- habló la peliroja.

Y aquí venían: más cumplidos y presentaciones superficiales.

-Gracias Sayuri, ella es Rima- Reiko presentó a Rima a los dos pelirojos y entonces se dirigió al niño. – ¿Tú debes ser Shiki verdad?

El niño volteo a mirar a su madre mientras ésta le sonreía asintiendo. Rima entendió ese gesto, fue como si le diera su aprobación de saludarlas mientras el niño sólo se limitó a decir:

-Mucho gusto.

La madre del chico soltó una melodiosa risita y habló:

-¿Por qué no van tu y Rima-chan a la mesa de bocadillos? Reiko y yo tenemos mucho de qué hablar.

La rubia mayor sonrió contenta.

-Ve con Shiki, Rima. Preséntale a Ruka y a los demás. Diviértanse un poco. –decía emocionada mientras empujaba a su hija levemente hacia el pelirojo.

Rima se quedo mirando al pelirojo tratando de descifrar algo en su mirada.

-Vamos- diciendo esto, Shiki la había tomado de la mano cortésmente y se abrieron paso entre las personas mientras desde atrás Rima podía escuchar como su madre decía un alegre: "Que hermosos hijos tenemos ¿No te parece Sayuri?" Mientras las dos reían y retomaban la plática sobre sus tiempos de oro en el modelaje y la actuación.

Rima era arrastrada una vez más, pero ahora por un niño que apenas acababa de conocer.

Frunció el ceño. No estaba de humor para esto, todavía tenía mucha sed y además ¿Quién demonios era ese niño y por qué la tomaba de la mano sin su consentimiento?

Entonces la rubia paró de pronto provocando un jalón en el brazo del niño que hizo que se volteara hacia ella.

-¿Qué ocurre?- preguntó el pelirojo mirándola.

Rima volvió su mirada hacia su mano acorralada por la del niño haciendo que éste también volteara comprendiendo ahora a la pequeña rubia.

-Ah, ¿te molesta?- dijo ladeando su cabeza interrogativamente mientras una gotita escurría por la cien de Rima, este niño era muy despistado.

Lo ignoró respondiéndole con otra pregunta.

-¿A dónde vamos?

-No sé. – el pelirojo se encogió de hombros no dándole importancia mientras una segunda gotita se escapaba por la cien de Rima.

-Ven- ahora fue Rima quien lo jaló del agarre de sus manos que todavía no desasían – Vamos a buscar a Ruka ella se encargara de presentarte a Kain, Ichijou y al idiota de Aidou.

El chico sólo la seguía, arrastrado por ella, y Rima se preguntaba dónde estaría ahora Ruka si hace unos momentos las estaba siguiendo a ella y a su mamá. De seguro estaba con ese niño sangre pura.

Mientras buscaba donde podría estar Ruka pasaron por la mesa de bocadillos y algo llamó su atención, un olor muy exquisito que de inmediato hizo que Rima perdiera sus razonamientos. Ya no sabía qué o a quien estaba buscando, ya no se acordaba de lo que había sucedido los últimos minutos, cerró los ojos imaginándose que sólo podía saborear ese olor atravesando su garganta lentamente con su olor a hierro y su textura liquida y tibia.

Cuando los abrió éstos habían cambiado, se habían vuelto más oscuros y de un color carmesí. Las venas en su garganta palpitaban de necesidad. Se llevó las manos a su boca al percatarse de lo que le sucedía y fue cuando se dio cuenta del niño que la acompañaba.

Se volvió hacia él y éste sólo la observaba intensamente. Por un segundo el pelirojo se volteo hacia un lugar donde algo sucedía. Rima dirigió su mirada a donde el chico volteaba y descubrió la razón de su estado.

Una mujer en la mesa de bocadillos se había cortado con una copa que se acababa de quebrar y la sangre escurría por su dedo deliberadamente.

Rima se volvió nerviosa. Jamás le había pasado esto, su madre o su padre siempre se encontraban ahí en sus ataques de sed pero ahora con ese estúpido castigo y toda la sed que se había aguantado hasta ahora salía a flote por un simple chorro de sangre que brotaba de un dedo.

Cerró los ojos con fuerza impidiendo que el deseo le ganara fue entonces cuando sintió como la tomaban bruscamente de la mano y la arrastraban velozmente fuera de esa situación.

Era arrastrada una vez más por el pelirojo pero ahora de una forma más precipitada y veloz mientras se abrían paso chocando entre hombres y mujeres para por fin llegar a un pasillo desierto y entrar en la primera puerta que vieron.

El pelirojo la metió en esa habitación que al parecer parecía una especie de oficina, con estantes llenos de libros, una chimenea, un sillón y un escritorio en el fondo. A la espalda del escritorio un gran ventanal se extendía con unas gruesas cortinas pero se podía ver como afuera era de noche.

-Bebe.

Frente a ella el pelirojo le extendía su muñeca provocándola a que se alimentara de él.

¿¡Pero qué!? ¿Por qué? ¿Por qué hacia esto por ella?

Rima abrió los ojos sorprendida. Nunca pensó que ese chico pudiera llegar hacer algo como eso y menos a alguien que acababa de conocer.

-N..no- trató de decir Rima mientras apartaba la mano del chico y controlaba sus impulsos. – ¿Po…por qué lo haces? Apenas me…

-Sí- la interrumpió el pelirojo anticipándose a lo que iba a decir Rima – Pero eso no importa ahora, sólo bebe.

El chico hablaba más serio, y Rima pudo ver como de sus ojos hubo un pequeño cambio. Tal vez fue leve, pero pudo ver como había determinación y ¿preocupación?

Rima tomó la muñeca del chico mientras fruncía el ceño y le decía molesta:

-¡Y-Yo no te haré esto porque quiera! Es solo un favor… ¡Sí! Eso, un favor y yo no…

Rima se cayó abruptamente al ver como el chico se aprovechaba del agarre que Rima tenia sobre él en su muñeca y la jalaba hacia él acercándola a su cuello.

Con la otra mano libre, acercó la cabeza de Rima hacia un costado de su garganta mientras ésta tragaba saliva indecisa, frente a ella tenía el cuello exquisito del pelirojo.

Rima sin poder contenerlo más, se aferró a la chaqueta del chico mientras en una mordida introducía sus sedientos caninos en la garganta del chico.

La espesa y tibia sangre recorría rápidamente la garganta de Rima mientras bebía y bebía del cuello del pelirojo. No lo podía evitar estaba muy sedienta y gracias a este chico frente a ella esa horrible sed se estaba calmando poco a poco. Bebió un poco más despacio saboreando la textura de aquel líquido mientras cerraba los ojos y respiraba profundo para calmarse, al mismo tiempo una exquisita fragancia recorrió su olfato.

Esa fragancia provenía del chico.

Un rico olor a rosas impregnó a Rima logrando que su pulso se estabilizara, sintiendo una tranquilizadora sensación dentro de ella por sólo oler a aquel niño.

Entonces fue cuando sucedió.

Unas imágenes recorrieron su cabeza, era un recuerdo, un fragmento de las memorias del niño pelirojo y Rima las veía como si fueran sus propios recuerdos.

-Senri si quieres que mamá se calme, sólo tienes que portarte bien y vivir como una mascota.

Decía una mujer lamentándose entre los brazos de un pequeño niño pelirojo mientras éste solo podía escucharla con una mirada perdida en algún lugar.

El recuerdo terminó y Rima se apartaba lentamente del cuello del niño todavía sentía esa fragancia de rosas dentro de ella, un hilo de sangre resbaló por su boca y entonces quedó de frente al chico. Sus miradas se sostenían una a la otra, el silencio inundo la habitación pero no importaba, sus ojos hablaban por ellos.

Unos ojos azul cobalto miraban interrogantes a los azules claro sin expresión alguna del chico.

Rima limpió el hilito de sangre con el dorso de su mano.

Cuando un vampiro bebe sangre de otro vampiro éste puede ver los recuerdos del vampiro del que se está alimentando, como también poder percibir los sentimientos del mismo.

Un recuerdo de Shiki Senri, eso es lo que había visto.

Pero que recuerdo tan más… Rima no sabía cómo explicarlo, ¿Tan más triste? ¿Tan más lúgubre? Tan más…

Era la misma forma que le habló su mamá al niño cuando Rima los había espiado anteriormente. ¿Que este niño no se quería a sí mismo? ¿Por que dejaba que su madre lo tratara como una mascota?

Rima dejó de pensar. No era asunto suyo y si, como antes ya había pensado, si el chico ya estaba acostumbrado a eso ¿Quién era ella para molestarse por eso?

¿Le molestaba? Sí le molestaba, pues no veía que el pelirojo frente a ella mostrara algún indicio de si eso le molestaba a él o no.

La pequeña rubia frunció el ceño y se dirigió a él, olvidando lo visto en sus memorias no quería sacar ese tema y menos a un niño que acababa de conocer y que podría no decirle nada acerca de eso.

-Yo, yo algún día te devolveré este favor- Rima se había sonrojado solo un poco y desviado su mirada.

El pelirojo no apartaba la mirada de ella observando su reacción. Mientras Rima volvía sus ojos otra vez hacia él.

-¿Por qué lo hiciste?

Silencio.

Después de unos minutos en silencio el chico no decía nada solo sostenía la mirada de Rima fija en sus ojos, pero ni una palabra. Y Rima escrutaba los ojos del chico tratando de descifrar algo.

Luego de un rato comprendió que el pelirojo no le diría nada así que suspiró y se resignó mientras lo tomaba de la mano una vez más.

-Vamos, te presentare a los demás.

Dicho esto se dirigieron a la puerta en busca de Ruka y los otros chicos.

Al llegar con Ruka, ésta se encontraba con otros niños de su edad y entre ellos estaba también el niño sangre pura.

-Ruka- llamó Rima en cuanto vio a su amiga y ésta se volteaba con una sonrisa.

-Rima, ¿Dónde has estado, en serio? Te has perdido en casi toda la velada.

Entonces se percató de la presencia de cierto niño pelirojo junto a Rima.

-Parece que son muy cercanos- habló burlesco un niño rubio al ver como Rima aun llevaba de la mano al pelirojo.

-Cállate Aidou- le espetó Ruka mientras Rima sólo lo ignoraba.

-Él es Shiki Senri- Rima presentó al pelirojo al mismo tiempo que lo soltaba de la mano y le iba nombrando a los demás niños entre ellos el rubio burlesco era Aidou Hanabusa junto a él estaba su primo Kain Akatsuki, su amiga Ruka Souen y por ultimo un chico rubio muy sonriente quien era Ichijou Takuma quien junto a él se encontraba el niño sangre pura: Kaname Kuran.

-Mucho gusto- se limitó a decir el pelirojo.

Kaname sonrió, con esa sonrisa suya de buena educación.

-Hola primo.

Senri Shiki sólo asintió aceptando el saludo de su primo mientras todos los presentes se quedaban sorprendidos ante tal descubrimiento.

Y fue así como en esa noche, en esa fiesta de gala, Rima había conocido por primera vez a Senri Shiki. Un niño que le había parecido sumamente extraño, pero con el que nunca imaginó que después de un tiempo llegara a pasar tantos momentos con él.

o-o-o-o-o

¡Muchas gracias por leer!

Como dije arriba, este es un pequeño Fic sobre esta pareja que ya moria por escribir. Primero narrare cuando esta linda pareja eran pequeños y despues en los otros capitulos ya creceran. Como se dieron cuenta invente a los padres de Rima y tambien el nombre de la madre de Shiki aun que esta ultima sale tanto en el anime como en el manga nunca mencionan su nombre asi que yo elegi uno.

Espero les haya gustado x3

Y nos leemos en el proximo capitulo.

Adiuu! ;)