Vestido de Novia
By Xris
Capitulo 1
¡Oh no... otra vez!
Jamás había visto un blanco tan brillante, la textura era tan tersa y suave, parecía una extensión de su propia piel. Pequeñas cuentas de cristal resplandecían con cada movimiento, refractando la luz que la rodeaba en varios colores. Hermosos bordados brotaban desde su pecho a las pequeñas mangas que rodeaban sus hombros. La tela caía ajustada hasta su cadera, donde se esponjaba obteniendo un volumen majestuoso. Era todo una obra de arte, cualquier ser que portara ese vestido se convertiría en un genuino ángel, todo un ser celestial bañado en pureza….
-AAAYYY!! Qué demonios haces!!! ... ten cuidado, este maldito vestido es una molestia!!- bueno… eso fue cualquier cosa menos la voz de un ángel.
-Pero Anna, este es un vestido hermoso, el más hermoso de todos- decía su pequeña prima quien la miraba fascinada.
-Por favor Pillika, a ti te parece hermosa cualquier cortina que me ponga encima- dijo Anna mientras cruzaba sus brazos y mostraba el fastidio en la expresión de su rostro. Su pequeña prima ni se inmutó, estaba más que acostumbrada a sus desplantes y mal carácter.
Pillika, una hermosa chica de 18 años, cabello azul, mirada vivaz y carácter alegre… acompañaba como siempre a su prima, que a pesar de ser como agua y aceite llevaban una buena relación; aunque Anna siempre decía que la seguía a todas partes sin podérsela quitar de encima, que algún día la demandaría por acoso, pero en realidad disfrutaba mucho su compañía. Tal vez por su manera tan optimista y energética de afrontar la vida, algo que Anna no tenía.
Anna, una mujer obstinada, fría e inteligente antes los ojos de todo el mundo, la heredera de un gran emporio financiero a nivel mundial. A pesar de su carácter fuerte era admirada por su gran belleza, su fina figura, piel blanca, cabello dorado y mirada adormilada pero penetrante. Toda una fiera en cuanto a negocios se refería, ya que desde temprana edad se dedicó a aprender y desarrollarse en el negocio familiar.
-Yo estoy de acuerdo con tu prima Anna… no se necesita tener buen gusto para saber que este es el vestido de novia más hermoso que hemos visto- fueron las palabras de una chica de cabello verde quien estaba a espaldas de la rubia, era Jun Tao, procedente de china y amiga de las otras dos chicas. Se conocieron 1 año atrás, cuando Jun lanzaba su primera línea de ropa… le fue tan mal en esa ocasión y por azares del destino conoció a las chicas en un bar donde se embriagaba para olvidar su derrota. Con la ayuda de Anna y algunas llamadas lograron hacer todo un éxito los diseños de la china.
-Son un par de exageradas… Ay! Jun, fíjate lo que haces!!!- la voz de la chica demostraba el enojo que burbujeaba dentro de ella.
-No tienes de que quejarte, ni siquiera he puestos los alfileres…-reía Jun…-además te queda tan bien que no creo tener que hacerle muchos ajustes-
-¿Tu crees?... yo lo siento algo holgado- Anna revisaba detalladamente como le quedaba el vestido.
-No lo creo así, además es común que las novias bajen o suban de peso por los nervios antes de la boda- Pillika buscaba argumentos para no acceder a las necedades de su prima. La peliazul estaba sentada en el piso, cansada de tanto esperar, así que de su maleta sacó una cámara profesional y empezó a tomar fotos a su prima.
-Oye!!!, ya empezaste otra vez, porque no le tomas foto a otra cosa- ya era costumbre para Anna que la peliazul tomara fotos hasta de cualquier insecto que pasara frente a ella.
-Porque es divertido ver tu cara enojada- infló los cachetes intentándola imitar y se hecho a reír. La fotografía era más que un hobby para la chica, era una forma de vida, así que siempre era acompañada de su inseparable cámara.
-Sabes Anna… me asombra el hecho que tu prometido te haya comprado el vestido en su último viaje a Grecia y te quedara exacto- dijo Jun mientras se alejaba para tener una vista completa del vestido.
-Es obvio- contesto Pillika en medio de un bostezo…- se han acostado tantas veces que mi futuro primo ya se sabe las medidas exactas de Anna-
-¡¡Pillika!!!-gritó la rubia, un rojo cubrió sus mejillas. A excepción de la futura novia, las demás chicas reían a más no poder.
-Jajajajajaja no me lo puedes negar – decía la peliazul entre risas- los he oído más de una vez cuando te va a visitar a la casa- el rojo se torno más intenso y las palabras no salieron en defensa de la rubia… -aún no entiendo querida prima, porque te vas a casar de blanco... jajajajaja-
Una leve sonrisa se dibujó en los labios de Anna, respondiendo… -la verdad no lo se, supongo porque mi madre me mataría si se enterara…- con este gesto aceptó que era verdad las acusaciones de Pillika.
-No tiene nada de malo- repuso Jun cuando su risa cesó –si están comprometidos desde niños- al terminar de decir esas palabras, la sonrisa de Anna desapareció y corrió la vista hacia un lado. Pillika calló de pronto, se puso de pie y se dirigió a Jun…
-Yo creo que es mejor dejarla sola para que piense en que hará – dijo Pillka a Jun y ambas salieron del vestidor.
Las chicas salieron cerrando una cortina marrón tras de ellas... pocos segundos después se asomó Pillika...
-Te ves como toda una reina... Anna...- la pequeña guardó silencio y le dedicó una sonrisa – tal vez ya sea hora que decidas... ¿no crees?- Pillika le guiñó el ojo y desapareció detrás de la cortina.
Ahora se encontraba sola, acompañada con sus siete reflejos en los espejos del cuarto octagonal donde se encontraba. Ni ella se reconocía, no podía negar que ese vestido era más que hermoso. Pasó su mano por su talle hasta su cadera, la suavidad era indescriptible.
-Una reina…- suspiro… ahora posaba detenidamente sus ojos en cada uno de sus reflejos.
-Tal vez ya es hora que te rindas Anna… después de todo ese es tu destino- se hablaba a ella misma… -solo deja el pasado atrás y no seas tan cobarde…-
Recogió su cabello que le llegaba un poco por debajo de los hombros, lo enredó y subió Algunos mechones se resbalaron sobre su rostro… sopló apartándolos de su cara… -eres una completa cobarde Anna…-
Era ella, la que se veía en el reflejo era solo ella, sin mascaras ni mentiras… con miedos y verdades… alguien que nadie conocía ni conocerían… lo cual era un peso dentro de ella.
Se miró de nuevo, su rostro era tan delicado, su cuello y hombros descubiertos gracias al escote del vestido, este en especial la hacía ver como toda una princesa… tal como la llamaba su prometido. Con una mano sostuvo su cabello y la otra la deslizó por su cuello, tocando la nueva gargantilla que acababa de traer su novio junto con el vestido de Grecia.
Era hermosa… pieza única que mandó hacer su futuro esposo solo para ella. Era la silueta de un corazón sin terminar, decorado con puros diamantes y grabados delicados, terminaba en un inmenso rubí, donde en el fondo se veía una A grabada en el oro blanco.
-No es justo para él… me ama… y yo a él…- se suelta el cabello y con dificultad se estira para alcanzar el ramo, el cual era más pesado de lo común. Y ahí estaba… la futura esposa Asakura, parada sobre una pequeña plataforma en el centro de esa habitación rodeada de espejos. Su porte ahora era soberbio y su imponente vestido la amparaba.
-Si… acepto…- se dijo mientras una pequeña sonrisa se dibujó en su cara.
De pronto un pequeño sonido la sacó de sus pensamientos…
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-mmm ya perdí la cuenta-
-es el número 17- dijo la peliazul mientras se tiraba a descansar en un sillón de la boutique de Jun.
-Es increíble, ya podría poner su propia tienda de vestidos de novia- la china estaba en un mostrador revisando unos diseños con una de sus empleadas.
-No creo que a ella le haga gracia ese comentario… bueno en realidad nada le hace gracia…-
Abrió uno de sus acostumbrados chicles de plátano, cruzó sus brazos detrás de la cabeza y se dispuso a descansar.
-¿Por qué es así?... es mi gran amiga pero aun así no la entiendo… pareciera como si estuviera jugando- Jun le dio las ultimas instrucciones a la empleada y volteó a ver a Pillika quien se colocaba unos lentes trasparentes azules… intentando conciliar el sueño ya que a pesar de ser una chica que desbordaba energías, no perdía la menor oportunidad de tomar una siesta.
-Tiene sus razones…- interrumpió la peliazul por la bomba de chicle que estaba haciendo… cuando por fin se reventó, continuó…-me creerás loca, pero creo que esta vez si es la buena… esta vez si se decidirá…-
-Te escuchas muy segura… ¿Cómo lo sabes?... oye baja los pies de mi sillón…- era costumbre de Jun reprender a su amiga por lo menos una vez en cada visita.
Pillika se incorporó, recargó sus brazos sobre las rodillas en una postura nada femenina y mirándola por arriba de los lentes… -fácil, el la ama y está loco por casarse, además tarde o temprano lo harán ya que están comprometidos… -
-Pero el estar comprometidos no significa nada… la mejor prueba esta en que ella ha atrasado la boda hasta el día que encuentre el vestido perfecto- Jun fue interrumpida por una de sus empleadas que le llevaba café a ambas chicas.
-Capricho… es solo un capricho –Pillika tomó la taza de café, sacó su chicle y lo pegó en el pequeño plato que sostenía la taza.
-¿Capricho?... no creo… hay algo más y sospecho que no me lo quieres decir…- dijo la china asombrada de la gran cantidad de azúcar que la peliazul sirvió en su taza.
Pillika tomó un sorbo de café, su semblante era un poco serio… raro en ella – hay cosas que tiene que superar y quiere estar segura de lo que hará-
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La plataforma donde se encontraba no era muy alta… pero era todo un reto poder maniobrar con tal ostentidad de vestido.
-A quien demonios se le ocurrió que un vestido de novia llevara tanta tela!!! –murmuraba enfadada la rubia mientras intentaba llegar a su bolso, donde el sonido insistía en llamar su atención.
Con dificultad se agachó para tomar su bolso que se encontraba en el piso pero… ¡oh error! no contó que en su maniobra se sumergió en la inmensa falda del vestido y ahora su visión se limitaba a metros de tela.
Intentó con varios manotazos salir del atolladero textil en el que se encontraba y tratar de alcanzar su bolsa… cada vez el sonido de su celular la exasperaba más y realmente odiaba la melodía de "Golosa" de tan mal gusto que había escogido su prima para su móvil.
- ¡¡Como le permití a Pillika que escogiera el tono de mi celular!!! … ¿Dónde esta el maldito bolso!!!???- después de buscar bajo la falda de su vestido logró encontrarlo.
-Ya voy… solo no cuelgues!!!- decía mientras revolvía su bolso en busca del celular mientras se reprendía mentalmente por verse tan tonta al hablar con alguien que no la escuchaba.
Por fin encontró su celular, y en su cabeza cruzó la idea que era algo importante por la insistencia de la llamada.
-Bueno…- dijo la Anna mientras con una fuerte exhalación se dejo caer, volviéndose a hundir en su vestido al sentarse en el piso
-¿Señorita Anna?- una voz tímida se escuchó del otro lado del auricular.
-¿Tamao?...
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-me sigue pareciendo increíble que él acceda a sus caprichos… -dijo Jun dando el último sorbo a su café.
-está enamorado… el amor atonta a cualquiera- Pillika intentaba comerse toda el azúcar que había quedado en el fondo de su taza al terminar el café.
-Pero que cada vez le compre un vestido de novia distinto en un país diferente, solo para poder encontrar el que a Anna le guste para que acepte casarse con él… sin mencionar que cada uno vale una fortuna… sigo sin poder creerlo-
-Para él no es nada, es el único hijo y heredero de la familia Asakura, son socios de los Kyouyama en varios negocios… su poder financiero no es tan grande como la de mi familia pero son suficientemente ricos para que puedan emparentar con nosotros- la pequeña al ser tan unida a Anna estaba muy enterada de lo todo lo que sucedía… además que era buena escuchando tras las puertas.
-Si es tan buen partido y la quiere tanto… ¿Por qué Anna no lo acepta?- Jun tenía muchas dudas de las decisiones de su amiga pero era más seguro enterarse por segundas personas que preguntarle directamente… temía salir lastimada.
-Porque no quiere equivocarse…- a pesar de la máscara de frialdad de la rubia, era un cristal transparente para su prima que sabia cosas que la misma Anna no se daba cuenta.
-¿Entonces no lo quiere? – la china no llevaba una relación tan estrecha con la futura novia, por eso no sabia muchas cosas…
-Sip, si lo quiere, se ha acostumbrado a quererlo -Pllika hace una pauta para tomar el chicle del plato y volverselo a meter en la boca… -es más, dice que es un excelente amante…
-Pillika!! Jamás podrás convertirte en una dama con esas costumbres tan asquerosas...- Jun se tapaba los ojos mientras que la peliazul abria la boca para mostrarle el chicle... se rió sonoramente y se volvió a dejar caer sobre el sillón mascando el chicle sonoramente.
-Sabes... – dijo al liberar un suspiro – Anna ha cambiado en los ultimos meses... ha madurado... y creo que esta vez si va a aceptar... ya no va a hacer locuras...- sonrió para si y cerró los ojos para poder descansar.
-¡QUITENSE DE MI CAMINO!!!!- este grito, que por cierto era muy familiar, hizo saltar a las dos chicas. Ambas voltearon para ver a Anna saliendo de la boutique, gritando a todos los clientes que se le ponían enfrente, aún con el vestido y el ramo en mano.
-¿Anna? – dijo Pillika mientras se incorporaba, se quitó los lentes mientras su rostro mostraba incredulidad... o mejor dicho ya era un tic nervioso... – oh... no otra vez...- dijo por lo bajo.
~Notas de Xris~
Hola hola!!! Aquí estoy
con una nueva historia.... tal vez me quieran matar porque en lugar de seguir
con las que tengo empecé a escribir esta... pero ustedes deben de saber, cuando
hay una idea acechandolos y rondando una
vez y otra por su mente la única manera de acabarla es plasmandola. Y si no la
escribía no me iba a permitir continuar con las demas. Va a ser una
historia divertida... bueno eso creo, y como siempre con mucho amor!!!! Bueno no
tanto como las otras pero espero hacerlos reir. Va a ser mi primer universo alterno... así que espero que me vaya
bien... espero sus comentarios. Cuidense Bye bye Xris