Esta es la primera historia que subo asi que no sean muy duros con ella y denle una oportunidad.
Siento de antemano si hay alguna falta de ortografía o incoherencia.
Espero que a mis queridos lectores les guste ;)
Aclaraciones: hetalia y sus personajes no me pertenecen (claro esta:)
Capítulo 1: Todo era tan perfecto
A principios de otoño, cuando las hojas tiñen las calles de la tranquila capital y el sol se asoma perezosamente sobre las montañas, una chica de cabello moreno se acurruca en el bordillo de una acera mientras envuelve con sus brazos sus menudas piernas. Tras mirar impaciente el reloj, exhala un leve suspiro, formándose una pequeña nube de vaho, de entre sus labios color carmesí. Impaciente, decide esperar un poco más, hasta que sus ojos verde esmeralda se fijan en un chico de cabellos morenos y revueltos que, al verla, la saluda con una cálida sonrisa y ella le corresponde con un brillo alegre en sus radiantes ojos.
El chico, después de mirar a ambos lados de forma inquieta la coge de la mano y la guía a través de las calles, aún adormecidas, de la capital. Ella, preocupada por si los ven, siente como la calidez de su mano desnuda la tranquiliza y le llena el corazón de felicidad, de vida…de esperanza…
Durante el camino sus miradas se buscan y arden llenas de deseo contenido haciendo que sus frías mejillas se llenasen de color.
Al llegar a las lindes de un pequeño parque abandonado, el corazón de la chica palpita con fuerza encendiéndose aún más sus sonrojadas mejillas. Cruzan bajo la bóveda vegetal con un paso más tranquilo, disfrutando del paisaje, hasta llegar a un lugar del parque donde los árboles crecían desordenados y salvajes.
Allí, sin poder contenerse más, él se acerca a ella y tras clavarle una intensa mirada, intentando sumergirse en sus ojos verdes, salvajes, llenos de vida, él le coge delicadamente de la barbilla mientras sus labios buscan los de ella, haciendo que se estremezca de pies a cabeza. Al juntarse fue casi como un roce eléctrico… mágico… por un momento todos los problemas y preocupaciones se esfumaron y poco a poco el mundo a su alrededor fue desapareciendo para ellos hasta quedar totalmente solos.
Ella nunca se había sentido tan libre y tan tranquila. Ni siquiera se acordaba hace cuanto tiempo que no se sentía tan feliz… que no se sentía tan viva…
Mientras el frío le arañaba sus sonrojadas mejillas, ella se acurrucaba sobre su hombro y él la abrazaba cálidamente mientras le daba un beso en la frente. Con él a su lado no sentía el frío que acaecía sobre la capital. Con él, ella se sentía segura… a salvo. Él era lo único que necesitaba para vivir en aquel caos y evadirse de la realidad.
Él era su tesoro más preciado.
Tras estar más de media hora sin mediar palabra, intentando disfrutar del momento juntos, ella levanta ligeramente la cabeza y rompe el silencio mientras sus ojos verdes buscan los suyos.
-No quiero que esto termine nunca- dice besándole tiernamente- No quiero que te vayas.
Al chico se le ensombrece ligeramente el rostro y tras un pequeño silencio dice
-No tengo otra opción- dice amargamente- tendré que irme al ejercito mañana, quiera o no… si no quiero que me llamen mal patriota…
Ella sabía que era inevitable...que aunque huyeran los perseguirían por atentar contra la patria. No tenía otra opción. Tendría que dejarlo ir, aunque la mera idea la aterrorizaba.
-Es que no soportaría perderte- dice mientras se le hace un nudo en la garganta- no creo que pudiera vivir sin ti.
-No pongas esa cara- contesta acariciándole cariñosamente la mejilla- aunque no me, veas siempre estaré contigo- ella apoya su cabeza en la palma de su mano mientras cierra los ojos- siempre me sentirás a tu lado.
Ella al no querer desperdiciar su preciado tiempo con esas preocupaciones, se acurruca aún más entre sus cálidos brazos mientras escucha su corazón latir calmadamente, que la tranquiliza, haciendo que caiga en un profundo sueño.
-Te quiero… Antonio...
Un ruido metálico hace que abra perezosamente los ojos y aún con la mente flotando en esa sensación de felicidad, ve cómo está en una fría y oscura habitación. Al darse cuenta de donde se encontraba, la realidad le cayó encima como una pesada maza y su expresión alegre se tornó por sorpresa y seguidamente por una mueca de profundo dolor y tristeza. Mientras sus manos buscaban esconder su rostro, ella sentía como su alma se desgarraba por dentro a cada llanto... a cada lágrima... al saber que no volvería a verlo nunca.
Él ya no estaba allí... se encontraba muy lejos, donde ella no podía alcanzarlo.
Había muerto tiempo atrás... y con él una parte de ella.
Aunque ella seguía en esa prisión.
Lamentándose al no haber impedido que se fuera...
...al no haber impedido que muriera...
Espero que os haya gustado y si eso le dais a favorite o un simple review me basta ;)
Ya nos veremos en el siguiente capítulo (OwO)9
