Disclaimer: Ninguno de los personajes aquí utilizados me pertenecen, si no que pertenecen a JKRowling y a los millonetas de la Warner, y yo solo los tomé prestados un momento, para intentar hacer con ellos algo parecido a un fic.
Disclaimer (2): La estrofa inicial tampoco me pertenece, si no que es de la canción Hasta que tu muerte nos separe (de la que el fic toma nombre) de Mägo de Oz. No la utilizo con ánimo de lucro, si no que el fic está inspirado en ella, y os aconsejo que la escucháis mientras lo leéis, para crear efecto...
Este fic estaba subido, anteriormente, en formato Song-Fic, pero, como están prohibidos en los miembros del Foro de los Malos Fics y sus Autores, me dieron un aviso, y me sugirieron que lo cambiase, quedando la cosa así.
Una última aclaración: El texto que está en formato normal, es la acción que transcurre en el presente del fic, es decir, la narración principal. Y lo que está en formato cursiva, son varias escenas sobre lo que ocurrirá como desencadenante de la acción presente, como un Flash-Forward
Sin nada más que añadir; APB Productions os deja con uno de mis pequeños engendros!!
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Tan
sólo quiero que mi voz
te desespere y robe la razón
y llorando que te abraces
a tus miedos, corazón.
Con
este anillo te desposo
hasta que tu muerte nos separe
es tan
fina la barrera
entre el odio y el amor.
El
templo estaba a rebosar de gente. Invitados, de las mejores casas de
magos y muggles de Gran Bretaña se hallaban allí, para
presenciar el enlace de aquellas dos nobles y puras familias.
El
sol en el cielo de un día de diciembre no lograba mitigar el
frío del cuerpo de los invitados.
El novio, con sus
mejores galas, su pelo dorado como la luz del sol, que no lograba dar
calidez al frío cielo azul, observaba como su prometida, mujer
en la práctica, avanzaba hacia él, con sus enormes ojos
brillantes, azules como el cielo que los observaba entre las
ventanas.
Él dejó que su mirada vagase por la de la
chica, que sonreía como una hermosa muñeca de porcelana
cuyo inmaculado vestido no vio jamás una mota de polvo. Una
muñeca de porcelana, frágil, delicada, con un rostro
del más puro cristal, que con el más simple roce se
podría romper.
Notó temblar sus blancas manos,
mientras las tomaba entre las suyas; frías, como el hielo,
frías como la nieve, frías como el odio.
El
sol entraba a raudales por la ventana del gran salón de la
mansión mientras él avanzaba hacia su esposa.
Estaba
tan cansado de que siempre sonriese de aquella forma, con
superioridad, como si supiese todo lo que nadie más sabía,
como si fuese la fuente de la magnánima sabiduría.
-No
vuelvas a hacerlo… jamás.
-¿Por qué?
-Porque mi esposa no puede sonreírle a un pordiosero como
Snape.
-Soy tu esposa, no tu criada… no acato tus órdenes.
Veloz como el rayo, la mano del hombre voló al rostro de
su hermosa esposa, dejándola, por el impacto, tirada en un
sofá.
oOo
Miraba,
su dorado cabello cayendo por sus hombros, mientras ante el espejo,
con una buena base de maquillaje muggle, la más cara, la más
eficaz, se cubría el enorme hematoma que le había
regalado su marido, por sonreír.
Jamás se imaginó,
cuando se casó que le fuese a hacer aquello.
Si bien con
él tenía riquezas y dichas, también era cierto
que tenía prohibido hasta sonreír. Si sus labios se
curvaban más de la cuenta, perdería la noción de
su vida a golpe de impactos.
oOo
Se
hallaba atada a la cama, con las muñecas esposadas a los
cabezales, y con una daga al filo de su garganta.
Su marido
estaba sobre ella, montándola cuan a salvaje yegua, haciendo
caso omiso de su dolor, sin acordarse siquiera del amor que le había
jurado, de lo que había prometido, de tratarla bien hasta el
día en que la muerte tuviese por placer separarlos.
Exhausto
se dejó caer sobre su cuerpo, sin desatarla de la cama, pero
tampoco desatándola de su cruel y frío tormento.
oOo
-Zorra…
tráeme la capa de seda negra.
-No soy tu criada. Y no me
insultes…
-Harás lo que se te mande…
-Te repito
que no soy tu criada-replicó con los ojos entrecerrados y los
dientes apretados.
Las muestras de valor eran así
desenlazadas.
La mano de su marido voló a su dorada
cabellera y la lanzó al suelo, haciendo ningún caso a
su grito de dolor.
En vano intentaba esquivar las patadas
certeras a su vientre, en vano trataba de conservar una sola gota de
dignidad.
oOo
Odiaba aquella casa, y lo más acertado había sido dejar de abrir la boca, ya que así evitaba que sus manos, sus pies… sus golpes cayesen sobre ella; ya no por si misma, si no por el hijo que llevaba en su vientre, una cría del diablo, un hijo de un dragón, un dragón de furia arrebatada, que no dudaría en golpearla incluso antes de nacer, si con ello conseguía mancillar el orgullo, la poca dignidad que le quedaba a su madre.
oOo
Las
náuseas eran insoportables, ya que debido al miedo no había
paz, y sin paz, la poca estabilidad de su cuerpo, en su estado,
volaba con la fuerza de una bofetada.
Se incorporó y se
lavó la cara suavemente, antes de, tras secarla, mirarse en el
espejo.
Antaño hermosa; ni un año de su vida, la
había convertido en un remedo de mujer perfecta, esposa
perfecta, maniquí perfecto.
oOo
Golpes,
gritos, insultos, miedo, dolor.
Dolor, eso había en su
mirada, un dolor azulado, del tinte grisáceo y frío de
los golpes de su marido. Un dolor que dolía a su propia vista,
un dolor que la estaba matando.
oOo
Su
sonrisa se hizo más grande cuando es sacerdote les indicó
que sacasen los anillos.
Él, con un pequeño anillo
de oro blanco, tomó su mano izquierda entre su derecha, y lo
deslizó por el delgado y blanco dedo anular.
-Yo, Lucius
Malfoy, te tomo a ti, Narcisa Black, en sagrado matrimonio, y prometo
amarte en la salud y en la enfermedad.
-Yo, Narcisa Black, ahora
de Malfoy, te acepto a ti, Lucius, por legítimo esposo, y
prometo amarte, respetarte y cuidarte en la salud y en la enfermedad.
El oficiante los miró, ambos rostros con sendas
sonrisas, antes de poner sus manos sobre las de los contrayentes.
-Por el poder que me ha sido conferido por esta institución,
os declaro marido y mujer, con la obligación de amaros,
respetaros y cuidaros mutuamente, hasta el día en que la
muerte tenga a bien separaros.
Se miraron a los ojos, azul con
gris, para al unísono decir:
-Hasta que la muerte nos
separe
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Espero, de corazón, que os haya gustado, a los que hayáis llegado hasta aquí. Si es así, (o si no) dejadme un review con vuestra opinión.
Muchos besos con sabor a Merodeador!!!
Se os kiere!!
.:Thaly:.
APB.·¨
.·.·(¨)·.·.BlackisKat.·.·(¨)·.·.
