N/A: Este es mi primer fi GackuxHyde, nacido luego de leer unas palabras que Gackt dijo en su autobiografía refiriéndose a Hyde. También es un fic que hace muchos años atrás solo desarrollé en mi mente y luego que una amiga me animó a hacerlo me puse manos a la obra, por lo que hay muchas cosas que en ese entonces pensaba y que ahora no tomo mucho en cuenta, pero para mantenerme fiel al fic inicial, he decidido dejar algunas cosas de su origen. Espero que les guste y que me dejen un review para poder mejorarlo, hasta ahora tengo escrito hasta el capitulo 6 y lo iré subiendo de a poco según cual se vuestra reacción. Sin nada más que acotar les dejo mi 1er fic bebe.
Esa sonrisa es un pecado.
Capítulo I: Consternación.
El molesto sonido del timbre interrumpió mis sueños, convirtiéndolos en una visión de mí en el que rompía a martillazos un gran reloj despertador. Quería detener ese agudo sonido, pero aún estaba demasiado dormido como para levantarme, por lo que sólo seguí golpeando y golpeando el reloj en mi "nuevo sueño". De repente, el timbre fue silenciado y en su lugar fuertes golpes en la puerta retumbaban a lo lejos. Uhmm... ¿Estará alguien enfadado conmigo?
Cuando ya no soporte más el eco de los insistentes golpes, tomé con pereza mi acolchada bata y me dirigí escaleras arriba hacia la puerta. Mientras más me acercaba, más insistentes eran los golpes, lo cual me hizo enfadar.
-¡OE! ¡Ya basta, kono iarrrooo! –Se me escapó algo de dialecto Kansai cuando llegué a abrir la puerta.– ¿Eh? –Una figura más baja entró rápidamente antes de que pudiera reaccionar.
- ¡Maldita sea, Gackchan! ¿¡Por qué demoraste tanto!? –Me soltó con enojo apenas entraba y se ponía a caminar de un lado a otro en el amplio recibidor. Creí reconocer su voz, pero por un momento dudé que fuera él, no sé por qué.
Llevaba un ancho chaleco negro con capucha, lentes de sol grandes, y pantalones y botas oscuras. Sus manos en los bolsillos del chaleco lo hacían ver aún más ancho, y su nerviosismo me preocupó; nunca lo había visto así de perturbado, aunque acostumbraba a hacerme berrinches, nunca lo había visto así.
-¿Hydo, qué ocurre? ¿Por qué vienes a estas horas de la madrugada?- Realmente nada bueno debía haber pasado.
- A-algo me ha ocurrido, pero no puede ser, ¡No puede ser! es imposible, es imposible… -Su voz nuevamente me causo extrañeza, pero más me preocupo lo que me había dicho, lo cual no entendí.
- ¿Qué? A ver, porque no te sientas y me cuentas con más calma todo. –Me acerqué a él para tomarlo de lo hombros y así detener sus idas y vueltas que ya me tenían mareado, pero noté algo realmente extraño. La última vez que nos habíamos reunido, vi el gran trabajo que había hecho con las pesas; sin embargo, ahora tocando sus brazos, noté que eran mucho más delgados de lo que recordaba. Mi mirada interrogante lo petrificó.- Hydo, ¿Qué…?
- ¡No! ¡Aléjate! –Gritó estridentemente, zafándose de mí, pero con una voz que nunca había escuchado en él. Si bien Hyde tenía un amplio registro vocal, aquel tono no estaba dentro de esté, simplemente no podía ser de él.
- ¿Hyde, qué ha pasado? – Pude distinguir sus ojos tras los lentes, y vi miedo y consternación en ellos. Su corazón latía acelerado.
-…A-ayer, me quedé dormido temprano, no sé como, estaba escribiendo unas letras y no sé cómo me dormí. Y… en la madrugada…desperté sintiéndome algo extraño…n-no le di tanta importancia, pero… cuando fui al baño me vi al espejo…-Su voz nerviosa se silenció y tapando su cara con ambas manos volvió a caminar de un lado a otro.- No puede ser, no puede ser, debe ser una pesadilla, no puede ser…tengo que despertar…. -Murmuraba angustiado.
- ¿Qué fue lo que viste? … ¿Hyde?, ¡¿Hyde?! –Lo zamarreé presa de mi preocupación, lo cual hizo que su capucha cayera, dejándome ver completamente su rostro. Sus facciones eran diferentes, algo había pasado que las había suavizado y vuelto más femeninas…no entendía… Y el parecía estar en shock al ver mi expresión.
No entendía qué le había pasado, sus ojos eran los mismos, sin embargo todas sus demás facciones se veían mas finas, mas estilizadas. En ese momento un recuerdo vago vino a mí y me alarmó. Sin siquiera consultarle, tomé el cierre de su chaleco y lo desabroché completamente; y lo que vi no supe como interpretarlo. Bajo su chaleco sólo traía una sudadera blanca en la que podía ver…algo que no le pertenecía a Hyde… pero antes de que pudiera ordenar mis pensamientos él se tapó bruscamente, escondiendo su cara avergonzado. ¿Era lo que había visto real…? ¿Eso tenía así a Hyde…? Realmente no tenía palabras para lo que había visto, pero quería saber qué era todo esto.
- ¿Q-qué te ocurrió…? –Logré articular aún shockeado.
- ¡No lo sé! ¡No lo sé! Vine pensando que todo era una pesadilla y que despertaría tirado en el piso de mi departamento, ¡Pero no! ¡Estoy aquí y no se qué me paso! ¡No se porque esta pasando todo esto! ¡Debo despertar! ¡Debo despertar! ¡Debo despertar!...-Repetía esta frase una y otra vez, tapándose los oídos con sus manos y balanceándose dementemente.
Mi mente todavía no podía entender lo que había pasado… lo que había visto… no, no entendía que era todo esto, mas al verlo tan alterado instintivamente me acerque y tome sus brazos para detener todo ese ataque de angustia.
- Mírame, ¡Mírame!- le ordené, zarandeándolo nuevamente hasta que sus ojos estuvieron abiertos hacia mí fijamente. Observé su rostro, repasando en todas esas extrañas diferencias que habían en él: la forma de su cara era más ovalada y delgada, sus pómulos eran levemente más bajos, incluso su nariz parecía más respingada…sin embargo sus ojos eran los mismos… En seguida reparé en que tanto la sudadera como el pantalón le quedaban levemente grandes. Todo esto era real, mas no podía creerlo… ¿Cómo había pasado? ¿Qué estúpida magia le había hecho esto?
Sus ojos seguían fijos en mí, petrificados, pidiendo a gritos una explicación… una explicación que no tenía para él…
- Gacchan, dime algo… -Su voz sonó débil, lo cual me daba aún más rabia. – Dime que es una pesadilla…¿Qué…qué me paso?
- No lo se…-Le dije, al tiempo que soltaba sus brazos y miraba la habitación a nuestro alrededor, como si en algún lugar de ella pudiera encontrar las respuestas. –Pero… sea lo que sea no ha sido por cosas del azar… ven. -Tomé su brazo y lo dirigí a uno de mis sillones.
En seguida fui por algo de beber, un par de whiskeys, y me senté junto a él, quien aún parecía aturdido por lo que estaba ocurriendo.
- Gacchan… ¿En verdad esto es re… ¡AUCH! –Gritó luego de que le peñiscara el brazo, alejándose un poco de mí, pasando su mano con fuerza donde lo había peñiscado y mirándome con cara de resentido.
- ¿Te pareció real eso? –Le pregunté, para luego beber de mi whisky. Hyde sólo se limito a mirarme aún enojado, apretando su ceño y boca en un gesto que me pareció gracioso. –Lo que hay que hacer ahora es averiguar quien te hizo esto y por qué.
- ¿Hacerme…esto? –Preguntó, mirándome sorprendido. En verdad Hyde era muy ingenuo la mayoría de las veces.
- ¿Acaso crees que fue sólo por mala suerte que…que estas así? –Me costaba trabajo decir lo que el había ocurrido, aún no podía creerlo, pero debía creerlo para ayudar a quien era uno de mis mejores amigos. –No, Hyde, alguien te hizo esto, alguien quería que sufrieras con esto, así que hay que averiguar quien fue el hijo de puta que lo hizo para obligarlo a que vuelva todo a la normalidad.
- Pero… ¿Quién podría haber sido? No tengo enemigos… que yo sepa… - Su voz sonó asustada ante la idea de "enemigos". Era increíble lo despreocupado que vivía Hyde, sin tomar en cuenta el peso de su fama en Japón, por ser un increíble músico y cantautor, y el arma de doble filo que era esta.
- ¡Aghh! ¡Que se yo! ¡Puede haber sido cualquiera! – Dije, rascando mi cabeza con fuerza al no saber que responderle. – ¡Eres el único al que le podría pasar algo tan extraño!
- ¡Pero no es mi culpa!- Me soltó con tono enojado, mas al sonar su voz algo aguda, se sobresalto y prefirió callar por un momento. Sus ojos miraban al suelo y su boca hacia de nuevo esa mueca que la apretaba algo graciosa. – Yo… yo sólo escribía en mi departamento, no le hacia mal a nadie, ni siquiera ruido hacia…
- ¿Haz vuelto a tomar de más? – Le pregunte con seriedad.
- ¿De más….? Etto… ¡Define beber de más! – Me desafió, apuntándome con su dedo índice que se asomaba de entre la manga del chaleco que le quedaba algo grande.
- Sí, bebiste de más… y cuando bebes de más solo ¿Qué es lo que pasa? –Le pregunté, aún serio, pero en seguida me di cuenta que había entrado en su juego. ¡Maldito Hyde y su forma infantil de hablar!
-Ehh…etto… ¿Me pongo alegre? – dijo, alzando las cejas y con tono de querer adivinar la respuesta, lo cual me fastidio de sobremanera.
- ¡Maldita sea, Hyde! ¡¿Acaso no vez lo serio que es esto?! – Ladré con voz demasiado fuerte y enojada, suerte que mi hermana y sobrina estaban de vacaciones, por lo que no me preocupaba despertarlas a esas horas. - ¡¿Acaso no vez que puedes quedar para siempre así?!
Mi último comentario pareció asustarlo aún más que mi tono de voz, logrando que se concentrara y mirara sus pies apenado por su comportamiento. Un silencio incomodo se apodero del lugar, con Hyde aún mirando sus pies, pero esta vez con triste semblante, la misma tristeza que recordaba haber visto hace algún tiempo debido a los problemas que había tenido en su matrimonio, del cual ya no quedaba nada. Este último pensamiento hizo que tuviera una idea que quise compartir con él, mas sería delicado hablar de ello.
- A ver, que tal si repasamos por partes todo lo que hiciste ayer, para averiguar algo más de todo esto ¿Te parece bien? – Le pregunté, inclinándome un poco para tratar de captar su mirada. Él sólo asintió con su mirada aún baja, lo cual no me gusto para nada; no me gustaba verlo triste. – Etto… Bien, te levantaste a las 3 de la tarde y…
- Oe, ¿Qué dices? ¿A las tres? – Me miró sorprendido y ocultando su risa. Me sentí aliviado al ver que sus ojos ya no se nublaban por esa sombra de tristeza. – A la 1 me levante y… ¿Qué hice? …-Ladeo levemente su cabeza al tratar de recordar.
-Pero ¿cómo no te acuerdas? – Me partí de la risa ante su falta de memoria, mientras que él se rascaba su cabeza, aún tratando de recordar.
- Ya me acuerdo, deja de reírte. – Y me lanzó un peón del juego de ajedrez que estaba en la mesa de centro para que me dejara de reír. – Ah…recuerdo que tenía libre el día, ya terminamos los ensayos para el Halloween party, así que me levante y tome una corona y me serví una porción de gohan que Tetsu preparo el otro día; ehmm...vi tele, ehmm…¡Ah! Ju-ken fue a buscar su bajo, conversamos un poco y jugamos cartas, bebimos, uhm, me acorde que tengo que comprar más corona…
- ¡Oe! ¡No te desvíes del tema! – Le reclamé, conteniendo la risa que me había dado su comentario.
- Después…después llamo Megumi, me pidió que fuera a su casa, quería hablar… - Tal como sospechaba. Esto me puso tenso, puesto que conocía muy bien como habían terminado todas esas llamadas.- y… llame a Kaz para que me llevara, no quería ir sólo…
- ¿Y de qué quería hablar? – Mi voz sonó seria. No me gustaba para nada esa víbora.
- De lo mismo de siempre… quería que le dijera a la prensa que no nos habíamos separado, que vivíamos juntos - Hablaba con voz desanimada y mirando sus manos que jugaban lánguidamente con una de sus mangas - y… luego, como no cedía a nada de lo que me pedía, me pidió que volviéramos, que era por el bien de nuestro hijo…
Esto me puso aún mas tenso, pero no quería decir lo que pensaba, no sabía si afectaría a Hyde, pues a pesar del tiempo que había pasado, él seguía herido con todo el tema. Mas mi rabia hacía que apretara mis dientes, hasta que no la aguanté más.
- ¡Odio que ocupe a Hyo de esa forma! ¡Es repugnante! – Me levante en busca de más whisky, esperando que en el camino aminorara mi rabia. El pequeño Hyosuke no se merecía aquella horrible madre. – Espero que no hayas cedido a sus locuras. – Le acerqué su vaso, para que se acabara la mitad de una sola vez.
- No, pero volvió a amenazar con llevárselo, con quitarme las horas de visitas y… con no dejar que fuera a su cumpleaños… - Trató de no darle importancia a lo que decía, jugando con los hielos de su vaso, mas sus ojos decían cuanto le dolía todas esas amenazas.
- ¡Es una maldita! Tú haz sido un buen padre, ¿¡Cómo puede amenazar con eso!? – Dije sin pensar, pues esto ya colmaba toda mi paciencia. – No debes hacerle caso, no tiene nada en lo que respaldarse para hacer eso.
- Lo sé, quería irme de ahí, pero amenazó con decirle a Hyo al volver de la escuela, que había ido a pegarle mientras él no estaba en casa… - Su mano apretó fuertemente el vaso por unos instantes, y su mirada se ensombreció aún más.- Así que me quede para verlo y asegurarme que no le dijera nada… ¡Está grande! – Dijo lo ultimo con felicidad, la cual ilumino sus facciones. – Le ha ido bien en la escuela.
- Me alegro por el… es muy buen estudiante – Hacia ya tiempo que no iba a pasar tiempo con mi ahijado, debía considerar ir con Hyde luego de que todo esto se arreglara. - ¿Y luego que paso?
-¿Eh? – Me miro extrañado, levantando sus cejas interrogantemente. – ¡Ah! Después fui al departamento y me quedé conversando con Kaz…tomamos vino y nos pusimos a molestar a Ju-ken por celular, fue muy chistoso, hubieras estado – Me causo gracia todo eso, pero aún así preferí no demostrarlo, pues noté su risa nerviosa e intento de ocultar lo mucho que le dolía estar lejos de Hyo. – Nos pusimos a jugar a "Adivina que estoy haciendo" ¡Y Ju-ken decía cada cosa estúpida!
- ¿Y luego? – Pregunté sin darle tiempo para que se desviara del tema, desvaneciendo su intento de ocultar su tristeza.
- Luego Kaz se fue, y me puse a escribir unas letras que había pensado hace días y… empecé a marearme, a sentirme raro – Ladeó nuevamente la cabeza, mostrando extrañeza en sus ojos al recordar lo ocurrido. – No recuerdo…no recuerdo como llegue a mi pieza, solo recuerdo que veía todo doble, borroso y aún eran las 11pm, no había bebido para nada lo suficiente como para sentirme así…. Luego recuerdo despertar boca abajo en mi cama y… ahí fue cuando fui al baño...y-y me di cuenta de todo…- Al terminar su relato, me percaté que su voz era más grave esta vez, sonando más como él.
Durante todo ese tiempo tuve la sospecha de lo que había ocurrido, no sabía como, pero aquella idea había rondado mi cabeza desde el momento en que comprendí lo que le había ocurrido. Incluso para mi sonó irreal en un principio, mas tenía la fuerte sospecha que sólo me faltaba confirmar con sus palabras, lo cual había hecho.
- Hydo, ¿Puedes imaginar ahora quién causo todo esto? – Podría parecer obvio para mí, pero sabía que Hyde no querría admitirlo.
- Eh…no, ¿cómo me podría ima…
- ¡Por favor, Hyde! ¡Deja de ignorar todo y admite que fue Megumi! – No pude evitarlo, ¡Todo apuntaba que fuera ella! Sin siquiera saber lo que había ocurrido ese día, podía apostar que ella era la causante de todo este caos.
Me miró fijamente sin decir una palabra, lo cual alimento aún más mi rabia. ¿Cómo podía seguir ignorando todo el mal que trataba de hacerle?
- Pero…no tienes pruebas para afirmar eso – Trató de discutir, mas su voz no fue lo suficientemente firme para debatirme.
- Hyde, por una vez en tu vida ¡Deja de encubrir toda la mierda de esa víbora! ¡Deja de ser tan estúpido y actúa de una buena vez contra ella! – No recordaba haberme puesto de pie, sin embargo ahí estaba, gritándole a Hyde todo lo que muchas veces callé.
- ¡No tienes pruebas! ¡No puedes acusar a alguien así! – También se había levantado y me gritaba, pero su voz era aguda, no chillona, tal vez dos tonos más arriba de lo que acostumbraba a escuchar.
- ¡Sabes perfectamente que tengo suficientes pruebas para mandarla a la cárcel por difamación y fraude! Y si algún juez cree toda esta locura que te ha ocurrido, le sumaria unos años más por esto! - Nunca nos habíamos gritado tanto, por lo que preferí decirle todo de una vez. – Por favor, Hyde, sabes muy bien que si ella quiere volver contigo es para quitarte tu fama y dinero, lo que alguna vez compartieron ya ha muerto…
- ¡Pero aún así, todo eso no cambia nada de lo que me ha ocurrido! – Grito con fuerza, ya sin preocuparse por el tono de su voz, mas un tono de tristeza logro escapársele, alarmándome que pronto no querría seguir esa discusión y lo más probable era que se fuera enojado pateando mi puerta. – No cambia nada… ni siquiera el hecho de que estoy convertido en…un…
- ¡Eres increíble! ¡Solamente a ti te pasan estas cosas! – Me adelanté, antes de que dijera lo que a mi parecer lo deprimiría más. - ¿Es que acaso tengo que andar atrás de ti cuidándote siempre?
- Sí lo se, gracias por recordarme que soy una mota andante de mala suerte. –Respondió enojado aún, pero no como recién, pues mi comentario lo había deprimido más de lo que pensaba.
En silencio nos miramos seriamente, el uno enojado con el otro, miradas endurecidas por el enfado, tratando como sea de ganar la estúpida apuesta de quien duraba más tiempo enfadado, sin embargo recordé todo lo que le había dicho y le tomé el peso a mis palabras, lo cual hizo que aflojara mi mirada, demostrándole que ya no quería mas guerra. Sus ojos también se suavizaron, para enseguida quedar cabizbajo, enojado un poco aún, pero reconociendo con su mirada baja y entristecida la verdad que no había querido afrontar por mucho tiempo.
-¿Una mota andante de mala suerte? – Pregunté, para romper el hielo que se había creado con nuestra discusión.
- Sí, una mota grande y pomposa que donde caiga deja algo de su mala suerte. – Respondió con voz sin animo, pero con algo más de brillo en sus facciones.
-Entonces, ¿La mota pomposa ha aterrizado en mi casa? – Le seguí el juego.
- Ajá – Asintió con su cabeza al mismo tiempo.
-Ahh…¡Y justo cuando por fin he logrado dormir, llega a despertarme! - Dije con algo de enojo y sueño, aunque no creía volver a dormir esa noche.
-Vine porque…. Confió en ti y creí que podrías ayudarme… no sabía a quien más acudir…- Dijo, luego de un silencio notoriamente dolido por mi comentario, con voz desanimada y su mirada lejos de mí.
Al ver lo triste que lo había dejado mi comentario, me acerqué, realmente no se por qué o para qué, sin embargo esto hizo que Hyde se sobresaltara y me mirara asustado. ¿Tendría miedo de que lo echara de mi casa o algo por el estilo? Reí al pensar esto y al darme cuenta que mi amigo no había cambiado para nada desde que lo conocía, hace ya casi 8 años.
- Claro que te ayudare, tonto – Le dije al acercarme a él y revolver su rubio pelo con fuerza, lo cual, como sabía, lo disgustó e hizo que retirara de un manotazo mi mano de su pelo. – Pero ahora deberías ir a dormir, es muy tarde, es mejor que descanses para luego ver un plan para devolverte tu cuerpo.
- ¿Debería? ¿Y que hay de ti? ¿Te quedaras vagando por la casa? –Su voz volvió a sonar algo aguda, haciéndolo enojar pero sin lograr distraerlo de sus preguntas.
- Nah, no tengo sueño…
-Gacchan, tienes que dormir – Su voz fue firme, lo cual me enojó un poco.
- Ya no tengo sueño, Gracias a Ti – recalqué el "gracias a ti", logrando que Hyde hiciera una cara chistosa de enojo. – y además sólo faltan 2 horas para que me levante, empezaré temprano los ensayos…
´- No, Gacchan, tienes que dormir, es por tu salud, y dos horas son dos horas cuando son para dormir, así que ahora te darás media vuelta – Me giró, realmente no se cómo, pero logró que mirara el camino hacia mi pieza. – y te iras a dormir para despertar como nuevo mañana, ensayes todo lo que tengas que ensayar y luego me ayudes con esto. – Me empujó hacia mi habitación, pero esta vez fui yo quien se movió por voluntad propia, ya que el no habría logrado arrastrarme.
- Hai,hai~ pero más te vale que tu también duermas y no te pongas a comer o beber a mitad de la noche. – De la madrugada, debería haber dicho.
- ¡Hai~! Iré a dormir a la habitación de huéspedes, mi antigua pieza de huéspedes. -Dijo con un dejo de desanimo al principio, mientras abría la puerta de mi habitación y me empujaba en ella. – ¡Oyasumi! –Se despidió con una sonrisa, la cual sabía que no era del todo sincera.
- Oyasumi, baka… - Le dije con pereza, a lo cual el respondió sacando la lengua y cerrando la puerta.
Sin importar como me acomodara, no podía conciliar el sueño; todo aquello no tenia ni pies ni cabeza, ni siquiera sabía como ya lo había tomado como parte de lo cotidiano, pero si no lo hacía no podría ser capaz de buscar una solución y debía encontrar una solución, ya que Hyde no se merecía perder ser padre ni perder todo lo que había logrado como músico por los caprichos de una mujer trepadora y despechada. El recuerdo de las palabras que dije ya hace mucho tiempo revoloteó en mi mente, deseando nunca haberlas liberado. Traté de idear un plan para la mañana siguiente, con el propósito de solucionar este lío lo antes posible para minimizar el daño que le causaría a Hyde, mas el cansancio volvió a atraparme, logrando que cerrara mis ojos por unos segundos, los cuales sin darme cuenta se hicieron eternos.
Espero que les haya gustado, espero sus reviews. c: ¡Saludos!
