Disclaimer: El universo de Harry Potter pertenece a la grandiosa mente de J.K. Rowling.

La idea de la herencia mágica tampoco es mía.

Hay muchos fics con este tema y aunque yo trato de hacer los míos lo más originales posibles, si encuentran algún parecido con otra historia pido sinceras disculpas a los respectivos autores U.U

Notas de autora: ¡Hola, hola! Aquí me tienen otra vez con esta nueva historia, un creature fic que, como se habrán dado cuenta, se trata de hombres lobo XD Será un poco lioso al principio pero lentamente irá aclarándose todo, lo prometo.

Prólogo

El número 4 de Privet Drive se encontraba en penumbras y sus habitantes dormían plácidamente esa cálida noche de julio. Todos excepto el joven mago residente de la morada, que en pocos minutos se convertiría en un adulto ante los ojos de la sociedad mágica.

Estaba ansioso por ser al fin mayor de edad y poder librarse de sus horribles tíos, ya que al cumplir los diecisiete años el detector le sería retirado y podría realizar magia libremente. Claro que sin violar el Estatuto del Secreto. Su padrino ya le había pedido que se mudara con él a Grimmauld Place y Harry estaba más que dispuesto; en unos días Sirius y Remus irían por él, acompañados de otros miembros de la Orden, y pasaría el resto del verano en su nueva casa, con su nueva familia.

Perdido en sus alegres pensamientos no se dio cuenta que un pequeño resplandor emanaba de él. Una tenue luz blanca comenzó a rodearlo, envolviendo su cuerpo en un capullo luminoso debajo de las sábanas raídas. Repentinamente exhausto sus ojos comenzaron a cerrarse y su cuerpo se sintió extrañamente dolorido, aunque no recordaba haber hecho ningún esfuerzo, y pronto cayó en un profundo sueño.

Nadie pareció notarlo- al fin y al cabo, estaba rodeado de muggles- pero en la habitación más pequeña de aquella casa se produjo un gran y silencioso estallido exactamente a la media noche. Se pudo percibir una fuerte ola de magia y una cegadora luz blanca, casi plateada, iluminó por completo la calle a través de la ventana, desapareciendo inmediatamente tan sólo un segundo después.

Todo esto sucedió sin que Harry fuera consciente de ello, envuelto en brazos de Morfeo. Pero pronto su sueño se volvió agitado e intranquilo y comenzó a gemir lastimeramente aún dormido.

Se encontraba en un bosque en tinieblas y aparentemente desierto. Comenzó a caminar buscando algo o a alguien, pero después de un rato parecía estar caminando en círculos sin llegar a ningún lado, tan solo se halló rodeado de oscuridad y un silencio ensordecedor que le perforó los oídos. Sintiéndose perdido empezó a correr lo más rápido que pudo, demasiado asustado, pero un aullido en la distancia lo detuvo, haciéndolo estremecer y se agazapó detrás de un árbol cercano. Unos crujidos de ramas al romperse anunciaron que no estaba solo y comenzó a buscar su varita frenéticamente, dándose cuenta con horror que no la llevaba consigo. Delante de él se dibujó la silueta vaporosa de un enorme animal tan negro como la noche y con unos ojos verdes que refulgían como el brillo del avada kedavra. Retrocedió hasta que su espalda chocó con el tronco de otro árbol y lentamente alzó la mirada, descubriendo a un feroz lobo que estudiaba sus movimientos y olfateaba en su dirección. Cuando sus ojos se encontraron creyó que iba a morir, pero el imponente animal se inclinó ante él, reconociéndolo y haciendo una extraña reverencia. Harry se tranquilizó un poco al ver esto y bajo la guardia. Inesperadamente el lobo se abalanzó sobre él, introduciéndose justo en el centro de su pecho, cerca del corazón.

Despertó con el cuerpo bañado en sudor y el corazón latiéndole desbocado en el pecho. Su sueño lo dejó muy perturbado, todo se había sentido demasiado real, como si de verdad hubiera tenido ese extraño encuentro con el misterioso lobo fantasmal. Como si... como si realmente el lobo se hubiera introducido en él. No podía explicarlo, pero era una sensación demasiado tangible.

Se dirigió al baño para asearse y despejar su mente, sin percatarse que no llevaba consigo sus eternas gafas redondas. Se metió bajo el chorro de agua caliente y se relajó un tanto, masajeando suavemente los tensos músculos de su cuerpo. Al cabo de diez minutos y regresó a su habitación envuelto en una toalla y se encontró con tres lechuzas que ululaban impacientes en el alfeizar de su ventana. Se acercó para abrirla y las aves se posaron en la percha de Hedwig, que chilló de indignación por el atrevimiento, pero antes de poder decir algo un movimiento afuera llamó su atención.

Una figura encapuchada se acercaba a pasó decidido a la vivienda de sus tíos.

-Mortífagos...

oOoOoOo

A muchos kilómetros de distancia y en medio de la noche, un hombre lobo sintió el llamado de un miembro de su manada y su instinto protector salió a la superficie, activando todas sus alarmas y haciéndolo removerse en sueños. Un gruñido sordo brotó de sus labios entreabiertos, desde el fondo de su garganta, mostrando sus agudos caninos en una pose defensiva ante la posible amenaza. El lobo en su interior aulló de frustración al no poder hacer nada y resignado susurró inaudiblemente el nombre del que consideraba su cachorro.

Al día siguiente Remus Lupin despertó muy angustiado y con un fuerte presentimiento instalado en su pecho. Se encaminó a la habitación de su amigo a primera hora de la mañana para informar de sus sospechas, después de todo una ventaja de ser hombre lobo era que podía confiar plenamente en sus instintos.

-Sirius, ¿estás despierto? - llamó suavemente a través de la puerta.

-Pasa Moony, está abierto- murmuró el pelinegro adormilado.

-Necesitamos ir por Harry ahora mismo- le dijo con urgencia nada más poner un pie dentro de la habitación, espabilando completamente al otro merodeador.

- ¿Pasa algo Remus?

-Anoche...- titubeó- tuve una especie de sueño. Creo que algo le pasó a nuestro cachorro.

- ¿De qué estás hablando?- negó- Si hubiera pasado algo ya lo sabríamos.

-No- negó-. Sé que algo le pasó, estoy seguro.

-Mira, enviaré una nota para avisar a la Orden...

- ¡No! No podemos esperar mucho más.

- ¡Remus, no podemos arriesgar a Harry!- lo tomó de los hombros y lo sacudió- Sabes que Voldemort podría atacarnos en cualquier momento.

-Por favor... no necesitamos a los demás, podemos ir nosotros mismos por él- suplicó ansioso.

-Dumbledore no estará contento con nosotros- aceptó reticente, aunque muy preocupado por su ahijado.

- ¡No importa lo que diga Dumbledore!

-Tienes razón, soy el tutor de Harry y por lo tanto responsable de su seguridad. No dejaré que nada le pase- aseveró.

-Gracias- lo abrazó-. Apresúrate, te espero abajo- y salió para dejar que su amigo se alistara.

Quince minutos después Remus y Padfoot se aparecieron en Privet Drive, cerca de la casa de los Dursley.

oOoOoOo

Muy cerca de Little Hangleton, más específicamente en la Mansión de los Riddle, se encontraba Lord Voldemort. Sentado en su cómodo sillón capitoné de cuero negro- que más bien parecía un trono- en el salón principal, se hallaba acompañado de su enorme mascota, que reposaba la cabeza en su regazo mientras su amo la acariciaba, haciendo ver imponente a la figura semi humana. La noche anterior pudo percibir una pequeña onda de magia, aunque muy poderosa, pero no supo con exactitud de donde provino. Así que tras mucho meditarlo mandó llamar a uno de sus fieles lacayos.

Se escucharon unos suaves golpes en la puerta, que se abrió con un llano "pase", dejando ver la desaliñada figura de Lucius Malfoy.

- ¿Me llamó mi señor?

-Lucius, mi querido amigo. Es bueno verte de nuevo- lo miró con sus penetrantes ojos rojos causando un estremecimiento en el rubio- ¿Pudiste sentir la magia de anoche? - el hombre negó.

-Lo siento mi señor, no he percibido nada extraño.

-Fue un gran estallido de magia, Lucius...- comentó haciendo una mueca- Sin embargo, ocurrió a muchos kilómetros de distancia. Apenas pude percibir los residuos.

- ¿Mi señor?- preguntó temeroso.

-Una magia tan poderosa nos puede conducir a la victoria, o por el contrario, puede ser nuestra perdición- aseguró el mago oscuro frunciendo el ceño-. Quiero que investigues cómo, dónde y por qué ocurrió, no me importa lo que tengas que hacer.

-Como usted ordene, Milord- hizo una reverencia y se encaminó diligentemente a la salida.

-Una cosa más Malfoy- con un chasquido Voldemort hizo aparecer una figura famélica, que cayó con un golpe sordo frente a su trono, con las ropas sucias y hecha jirones. El joven se enderezó con mucha dificultad y se inclinó levemente ante su amo, haciendo tintinear las cadenas que adornaban su cuello y manos.

-Más te vale hacerlo bien esta vez Lucius, o tu hijo pagará las consecuencias...

-Si mi señor- murmuró entre dientes observando los ojos grises, idénticos a los suyos, que suplicaban le evitara más dolor-. No le fallaré Milord- le contestó Lucius al mago oscuro.

Sin embargo, nunca dejó de ver a su amado hijo.

-Eso espero- dijo Voldemort cuando el hombre hubo desaparecido-. Vamos a divertirnos un poco Nagini- sonrió perversamente y recibió un siseó como respuesta.

El muchacho postrado en el suelo se tensó visiblemente cuando el Lord apuntó su varita hacia él.

-Veamos que puedes hacer joven Malfoy... ¡Crucio!

Continuará...


¿Qué les pareció este primer capítulo? Por favor no se olviden de dejarme su opinión en un pequeño review :D

¡Hasta la próxima!

Madame Potter-Malfoy

Publicado: 07/04/2017

Actualizado: 12/05/2018