Disclaimer: A ver, acá solo me pertenece el drabble, ya que los personajes son de Hiro y el headcanon que se ve es 50% de mi otra mitad.

Este drabble participa de la CI pairing cup, del foro Cannon Island como la firma de inscripción del Macbreed a la competencia.

Contenido: 276 palabras de hurt/confort, sentimentalismo vario y un headcanon que algunos no entienden.

Bueeeno, originalmente quería comedia romántica pero el angst me pudo y lo re hice en un hurt/confort. Así que al final, como dicen, deje huellas con mis sucias patas angst. De paso, gracias Emma por toda tu ayuda y Fu por tu apoyo.

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Trustworthy.

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Freed afirmó su agarre, abrazando al contrario quizá con un poco más de fuerza de la debida. De pronto todo encajaba, todo aquello que había carecido de sentido ahora lo poseía. El por qué el chico era tan arisco al contacto físico, la sorpresa que sus hermanos adoptivos habían mostrado cuando ellos habían comenzado a mostrar esas pequeñas muestras de afecto y la forma en la que se había puesto en aquella ocasión que sin darse cuenta había propasado los límites y él lo había apartado. Lo recordaba; temblaba, y ahora sabía que no era solo por el ligero roce indebido, sino también por el mero hecho de haberlo apartado, de haberse negado, y había huido.

Las palabras simplemente se negaban a salir. Y se sentía mal, imaginado todo lo que había vivido —en silencio— porque imaginaba lo peor, pero por el miedo en sus ojos, sabía que lo había sido aún más. Y no sabía cómo reconfortarlo, como ayudarlo con la amenaza de solo causar aún más daño.

—¿Sientes lastima? —Macbeth le cuestiono tras un rato de silencio. Freed solo podía sentirse peor ante aquello.

—De mí mismo. No, más bien vergüenza. De no saber qué hacer para ayudarte. De ser inútil.

—¿Y sobre mí?

Él volteo, viéndolo con ojos curiosos. Freed le dedico una sonrisa dulce.

—Estoy orgulloso. Pasaste cosas que la mayoría de las personas no enfrentan en toda su vida, pero aun así eso no te ata, sigues avanzando.

—Ya veo…

—También me siento feliz de que confiaras en mí, para todo —confeso, y quizá fue la sombra de una sonrisa, pero se sintió lo suficientemente valiente para besarlo en los labios.